Ricardo Sánchez Serra, periodista peruano, estuvo en Donetsk, Lugansk y Mariupol. Él es columnista del diario La Razón, presidente del Centro Federado de Periodistas de Lima, integra el Colegio de Periodistas del Perú, recibió premios nacionales periodísticos de la iglesia Católica, la comunidad judía y recientemente obtuvo el Premio Mundial de Periodismo “Visión Honesta 2023”.
Sánchez Serra conversó con Expresión para compartir su mirada sobre la zona de conflicto de la que dijo le causó enorme dolor y tristeza. Profesionalmente agradece a la vida tener el privilegio de haber estado en una zona de guerra y haber regresado a su patria -Perú- sano y salvo.
Contó que cuando comunicó a su familia sobre su viaje a la zona de guerra, ésta quedó impactada, particularmente sus hijos, quienes no aprobaban el periplo que haría. A sus hermanas, que no estaban bien de salud, solo les dijo: “Voy a Moscú”, con la finalidad de no preocuparlas. Sus cercanos amigos, que sabían de su partida a tierras lejanas y en conflicto, sólo le recomendaron que se cuidará y en son de broma le dedicaron la canción “Mambrú se fue a la guerra”.
El sentir de la gente
Ricardo Sánchez refirió, en el desarrollo de la entrevista con Expresión, que no tuvo miedo y que al principio solo tuvo algo de incertidumbre. Lo que sí es que sintió mucha pena por la gente que vive ahí, niños, ancianos, madres, civiles en general que residen en la zona con total inseguridad.
El hombre de prensa manifestó que no tuvo temor a pesar de los continuos bombardeos. “El patriotismo de la gente te daba más adrenalina, ellos al salir de sus casas no sabía si volverían o encontrarían sus casas destruidas. Los ataques ucranianos a la población civil son criminales, pero hay mucha gente con fe y esperanza de que vendrá la paz”, refirió.
Manifestó que entre las primeras conversaciones las tuvo con soldados rusos que se encontraban en la retaguardia, a unos 15 kilómetros del frente de Donetsk. “Se mostraron muy optimistas y a la vez preocupados que en año y medio no había recambio y no veían a sus familias. Decían que estaban allí para que la guerra no llegue a sus casas, ellos estaban en el lado correcto”.
En otro momento de la entrevista contó que se reunió con dirigentes universitarios de diversas carreras de la Universidad de Donetsk. “Me mostraron fotos con imágenes que evidenciaban demasiado tristeza, su universidad había sido atacada varias veces por los ucranianos. El dormitorio de ellos estaba bombardeado, inservible. Tomaban clases a distancia, pero había cortes de luz y agua. Estaban muy frustrados. Les pregunté si querían irse, me dijeron unánimemente que no. Que terminarían como sea y que ayudarían a la reconstrucción del Dombás. Les pregunté sobre su origen étnico, eran de etnia rusa o ucraniana, griegos, georgianos, pero todos con parientes, abuelos, bisabuelos, tíos, padres rusos, ucranianos, bielorrusos. Se sentían, otra vez, más rusos que otros y protegidos y seguros con el ejército ruso en su región, dijeron que querían la victoria para lograr la paz”, manifestó.
Sánchez Serra también declaró a Expresión que estuvo en el Hospital de Traumatología de Donetsk. “Me embargó la tristeza, unos pacientes quisieron hablar, otros no. Estuve con tres niños, ellos estaban vendados, habían perdido dos dedos, algunos con ojos tapados y con esquirlas en el cuerpo, fue muy desgarrador. Algunos me contaron que sufrieron las heridas por las minas o explosivos que lanzan los drones ucranianos. Igual dialogué con personas de mayor edad, muy heridos; una madre que tenía cinco hijos, herida por un explosivo lanzado por los ucranianos en un mercado, ella fue una de las pocas sobrevivientes y un señor contó que el dron le lanzó el explosivo al pie”, acotó.
En otro momento también agregó que conforme le explicó un oficial, los drones son manejados por soldados ucranianos, tienen una cámara y saben a qué objetivo se dirigen. “Mi pregunta es por qué atacan a civiles. La respuesta es, según mencionan, para desmoralizar a la población. Pero el efecto es contrario. En el Dombás hubo el mayor porcentaje de asistencia -el voto es voluntario- de toda Rusia, para las elecciones presidenciales rusas y Putin ganó con el porcentaje más alto”.
La destrucción de Mariúpol
También refirió que a Mariúpol, él la ha bautizado como la “Hiroshima del mar Azov”, “Recuérdese cómo una bomba atómica causó un efecto devastador en la ciudad de Hiroshima, así de destruida está Mariúpol, la Hiroshima del Cáucaso, la ciudad Agdam, desaparecida por los armenios”, precisó.
Sánchez Serra adicionó: “Lo que vi en Mariúpol me causó profunda tristeza y más cuando hablé con los pobladores, lloraban mientras me contaban. Ahí estuvo el batallón Azov, que cometió crímenes contra la población civil, les cortaban el agua, los fusilaban, les ponían granadas en las puertas. Se supone que el ejército ucraniano defendería la ciudad ante la cercanía del ejército ruso, pero también sabían que el 90 por ciento de los pobladores eran rusoparlantes. El batallón Azov cañoneaba edificios, la sinagoga, etc. y después llamaba a la prensa extranjera para decirle que lo habían hecho los rusos, cuando ellos ni siquiera habían llegado aún. Mariúpol hoy está siendo reconstruida poco a poco y demorará, porque hay muchas minas. Otras regiones rusas apoyan a los ciudadanos, quienes en su gran mayoría se han dedicado a la recuperación de la ciudad”, detalló.
También dijo que los periodistas deben seguir cursos de corresponsales de guerra, que las instituciones castrenses del Perú deberían organizar de manera continua con los hombres y mujeres de prensa para estar preparados y cubrir de manera correcta estas situaciones en diferentes partes del mundo. “Yo seguí el curso de corresponsal de guerra de la Marina, tengo mi diploma otorgado por el entonces almirante Harm, debo decir, sin embargo, que teoría y práctica son diferentes, pero sirven en nuestra formación profesional”, complementó.
Intervención de la OTAN
En su reflexión sobre su visita a zonas que están en guerra, Sánchez Serra refirió que la guerra en Ucrania es prácticamente una guerra civil entre eslavos, las potencias occidentales no deberían intervenir, pues, en su opinión, el derecho internacional colisiona. “¿Qué derecho es preferente el de la libre determinación de los pueblos o la inviolabilidad de las fronteras? Tengo claro que Rusia no empezó la guerra, esta se inició en el 2014, con el golpe de estado al presidente, la limpieza étnica de los ucranianos contra las regiones del Dombás, que causaron 14 mil muertos y el incumplimiento de los tratados internacionales por parte de Ucrania de Minsk I y Minsk II con Rusia”, preguntó.
Sentó posición en su reflexión al incidir que la población del Dombás apoya al ejército ruso y que no quiere volver a ser parte del territorio ucraniano. “La ONU y sus organismos no deben ser indolentes con las violaciones a los derechos humanos por parte de los ucranianos que atacan a la población civil”, afirmó.
Para el periodista peruano, Ucrania debería poner alto a su política de “hasta que muera el último ucraniano”. “Como dijo el Papa Francisco, deben izar la bandera blanca. Es valiente también rendirse. Es la gran oportunidad de Zelenski, no creo que el juicio de la historia sea benevolente con él”, explicó.
Sánchez Serra precisó que la OTAN está peleando en una guerra equivocada y en un lugar equivocado. “No debe suministrar más armamento, para lograr la paz, que no piensen que hay vencedores y vencidos, en una guerra todos pierden, aquí más pierden los civiles”, expuso.
Para el comunicador hay una fiebre bélica en Europa, y deducen que después de Ucrania seguirían otros países. “No es así. No saben lo que piensan los rusos. Como decía Kissinger: ‘Occidente no conoce Rusia y Rusia no conoce Occidente’”, pormenorizó.
Agregó que la guerra no debe escalar, pues “Rusia no perderá y si ve amenazada su existencia, utilizará el botón nuclear”.
“La OTAN tiene la llave de la paz y Rusia el candado. Tal vez las declaraciones que doy no sean políticamente correctas o signifiquen que estoy nadando contra el mar, pero es un punto de vista que debe ser respetado y no minimizado. La desinformación y los fake news han hecho mucho daño lavando cerebros, que ya creen que la luna está hecha de queso o es cuadrada y lo repiten tantas veces que creen que es verdad”, indicó.
