El presidente Martín Vizcarra es el claro ganador de los forcejeos políticos de los últimos meses. Ha pulverizado a la oposición política, tiene entre rejas a sus principales competidores políticos y asustados y con el rabo entre las piernas a los sobrevivientes.

Mientras tanto el nuevo y transitorio congreso -por lo que se ve hasta el momento- jugará al ritmo del presidente.

GANA POR GOLEADA.

Por lo demás los suculentos pagos a los principales cadenas periodísticas compran el silencio y abren camino para forcejeos que son para posicionarse en el juego por el poder en las elecciones de 2021.

Mientras eso sucede, dos halcones aparecen en el cielo, Antauro Humala Tasso y Yohny Lescano Ancieta, ambos con un claro lenguaje antisistema que -parece- gana cada día más adeptos.

Ambos representan al radicalizado sur y sur-este andino, hablan fluidamente quechua, tienen un verbo nacionalista, están libres del manto hediondo de los políticos tradicionales y gritan a todos los vientos y a quien quiera escucharlos que van a higienizar al Perú.

Con toda seguridad el horizonte electoral serrano desde Ayabaca y Huancabamba hasta Desaguadero y Tarata los votarán masivamente, abriendo la oportunidad histórica para que la sierra recupere la importancia que el Perú Andino tiene desde hace miles de años.

En ese terreno Lima decidirá las elecciones, porque la costa apoyará opciones conservadores, la tendencia de los últimos decenios.

QUE DICE EL HUMOR MEDIBLE

El doce de enero pasado IPSOS Perú publicó los resultados de una encuesta que colocaba primero a Antauro Humala con el 32.5 % de opción electoral, seguido a distancia por Julio Guzmán (15.8 %), Keiko Fujimori (15.1 %), Daniel Urresti (12.2 %). Verónica Mendoza llegaba al 0.9 %, o sea nada.

El primer día de este mes circuló en facebook una encuesta on line de www.encuestas.com (fina cortesía de César Germán Mino), que colocaba de puntero a Yonhy Lescano (17.29 %), a continuación Antauro Humala (17,05 %), Salvador del Solar (12.40%), Daniel Urresti (8.30 %) … y abajo Keiko Fujimori (7.35 %), mostrando el deterioro de la imagen de la apresada lideresa de Fuerza Popular, impensable hace pocos meses.

Encuestas aparte lo cierto es que a pocos meses de celebrar doscientos años de independencia política de España, el Estado tiene una grave crisis de representatividad, legitimidad, división y sin programa político.

Somos un país exportador de bienes primarios (concentrados de minerales, frutas y vegetales frescos, etc), sin estrategia y plan de desarrollo, porque la banda de idiotas que dirige el país no tiene otra idea que dejar que el dios mercado asigne los recursos y fije automáticamente los objetivos.

LAS UNIONES IMPOSIBLES

Planteadas así las cosas, queda claro que la lucha anticorrupción seguirá siendo el eje que marcará el ritmo y seguirá corroyendo la endeble estructura política y sus enclenques representantes.

En ese panorama las alianzas políticas seguirán siendo la piedra en el zapato de los partidos donde sobran los candidatos y escasea la sensatez.

Desde esa óptica una alianza deseable sería la de Acción Popular con el Etnocacerismo y la izquierda de Verónica Mendoza.

El objetivo será defender a la nación saqueada por políticos corruptos, la reorientación de la inversión pública en educación y salud, la eliminación del gasto superfluo, la desaparición de las consultorías, la defensa de la seguridad del ciudadano, la revisión de todos los contratos estado-sector privado, la eliminación de las exoneraciones tributarias, la planificación y regulación en el uso de los recursos naturales, la profundización del comercio interregional, entre otras cosas prioritarias.