Durante audiencia magistrada del Juzgado de Familia ordenó a la abuela restituir a la adolescente a su progenitora

En audiencia oral, el Décimo Juzgado de Familia de Chiclayo, subespecializado en Violencia contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar, restituyó la custodia de la adolescente de iniciales A.N.S.V. (14) a su madre, quien había sido denunciada por violencia psicológica contra la menor.

Cabe mencionar que la abuela paterna denunció por violencia a la progenitora de la niña en la comisaría del distrito de José Leonardo Ortiz (JLO), señalando que agredía a su nieta, razón por la cual la jovencita ya no deseaba residir a su lado.

Después de disponer la intervención del equipo multidisciplinario al domicilio, las evaluaciones concluyeron que la menor no presentaba signos de violencia, conociéndose además que sí había recibido terapias especializadas cuya continuidad debía restablecerse.

El Décimo Juzgado de Familia de Chiclayo, a cargo de la magistrada Daysi Bravo Gamarra, resolvió no dictar medida de protección contra la madre y ordenó a la abuela restituir a la adolescente a su progenitora; para ello dispuso la asistencia del equipo multidisciplinario a la vivienda en JLO, para que la diligencia de entrega de la menor se realice con el adecuado soporte emocional.

Incorporan terapias

Asimismo, a fin de prevenir nuevos conflictos, la jueza dispuso incorporar a las partes en terapias psicológicas de fortalecimiento familiar, soporte emocional y adecuadas pautas de crianza, así como garantizar una interrelación familiar adecuada, sin expresiones subidas de voz, sin perturbación de la tranquilidad, sin insultos o mensajes amenazantes de cualquier índole.

“Los hechos de violencia sean de cualquier índole deben ser denunciados, si bien en este caso se determinó que la violencia era inexistente, lo cierto es que el juzgado no podía limitarse a desestimar las medidas de protección solicitadas, ignorando el hecho de que las relaciones familiares de la adolescente estaban debilitándose”, indicó la magistrada. 

Gravo Gamarra agregó que la situación ameritaba “la intervención de nuestro equipo multidisciplinario en la familia misma, a fin de garantizar una adecuada interrelación”. “Las denuncias que involucran niños, niñas y adolescentes exigen siempre una tutela efectiva, diferenciada, que procure siempre su bienestar de manera integral”, remarcó.

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