La principal fuente de financiamiento del Presupuesto General de la República son los Recursos Ordinarios, léase ingresos provenientes de la recaudación tributaria. En el año 2021, los ingresos tributarios ascendieron a S/99,541 millones, los que representaban el 54 % de los recursos que financian el Presupuesto del Sector Público. Sin embargo, para el año 2024, el presupuesto elaborado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y aprobado por el Congreso de la República ha considerado una recaudación tributaria de S/156,895 millones, que representan el 65 % de los recursos que financian nuestro presupuesto, en el entendido que la recaudación tributaria se incrementará en S/15,000 millones el 2024 respecto del año 2023.

Supuestos macroeconómicos

Para la elaboración del Proyecto de Presupuesto General de la República el Ministerio de Economía y Finanzas efectúa el cálculo de cómo se espera evolucionen las principales variables macroeconómicas: tasa de crecimiento del Producto Bruto Interno - PBI, tasa de Inflación, Tipo de cambio promedio, etc., a los que se les denomina “supuestos macroeconómicos”, y que son los principales indicadores del crecimiento económico.

La tasa de crecimiento del PBI sea quizás, el supuesto macroeconómico más importante, dado que está directamente relacionado con la recaudación tributaria, vale decir, a mayor producción, mayor recaudación y viceversa. Sin embargo, esta principal variable que permite medir el crecimiento económico de un país, en los últimos años no ha tenido la evolución más favorable, a tal punto, que para el presente año 2023, el Banco Central de Reserva del Perú, a través de su presidente Julio Velarde, ha anunciado que la tasa de crecimiento será negativa en -0.5 %, claro indicador de recesión económica, lo que, como es de suponer, impedirá que los recursos ordinarios presupuestados para el presente ejercicio fiscal se alcancen.

Si a esto le sumamos lo señalado en diferentes escritos por el Econ. Luis Alberto Arias Minaya; ex Superintendente de la Sunat, quien ha venido señalando que la presión tributaria (porcentaje de los ingresos tributarios respecto del PBI) va a ser menor del esperado, el equilibrio presupuestal se va a romper y el presupuesto deberá ser financiado con otras fuentes (mayor endeudamiento externo, por ejemplo).

Es importante señalar que nuestro país tuvo entre 1994, año en que entró en vigencia la actual Constitución Política del Estado, hasta el 2019 un crecimiento promedio del PBI de 4.8 %, lo cual llevó a los analistas económicos de otros países a llamarnos “el milagro económico peruano”. Sin embargo, desde el año 2014 (gobierno de Ollanta Humala) el PBI ha evolucionado por debajo del promedio señalado, tanto es así que el 2019 (pre pandemia) con Martín Vizcarra en la presidencia, el PBI sólo creció el 2.2 %.

Evolución del Presupuesto

En el año 2021 (post pandemia), el Presupuesto General de la República ascendió a S/183,030 millones, para el año 2022 se incrementó en 7.6 % alcanzando los S/197,002 millones, y para el año 2023, el incremento fue mucho mayor, 9 % alcanzando los S/214,790 millones, impulsado por el optimismo generado por haber alcanzado una presión tributaria del 16.8 % (cifra histórica para nuestro país, pero explicada por el efecto rebote en la recaudación después de la contracción sufrida durante la pandemia del Covid 19.

Para el año 2024 se ha considerado un incremento del 12.11 % del Presupuesto General de la República respecto del año anterior, habiéndose considerado gastar S/240,806 millones; sin embargo, este incremento no tiene un correlato en un incremento del PBI, como ya lo hemos señalado, ni tampoco en un incremento de la presión tributaria, y menos una disminución de la informalidad, por lo que debemos estar muy atentos a lo que suceda, no vaya a ser que el optimismo desbordante del MEF termine con el descalabro total de nuestra economía.

(*) Economista y docente universitario.

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