Preocupante. La región Lambayeque se ubica en el último lugar de las 193 zonas evaluadas por el Organismo de Fiscalización Ambiental – OEFA, respecto al índice de cumplimiento de residuos sólidos durante el 2015.
“La región se encuentra en el puesto 193, porque si tenemos que analizar el estudio de caracterización, el 67 %, es decir dos tercios de las municipalidades provinciales, no cuentan con un estudio de residuos sólidos”, especifica Alicia Rodríguez Peralta, Jefa de la Oficina Desconcentrada de la OEFA en Lambayeque.
Uno de los puntos más agudos, de las 15 consideraciones evaluadas por el organismo, es que ninguna de las tres municipalidades de la región cuenta con escombreras, es decir lugares donde se depositen los residuos de construcción. Por esta razón, en las carreteras a Pátapo, Ferreñafe y Pimentel es posible encontrar grandes rumas de ladrillos, cemento, entre otros elementos derivados de las actividades inmobiliarias.
“Es responsabilidad de las municipales provinciales designar un lugar para escombreras. Chiclayo no solo tiene el problema con los puntos críticos respecto a los residuos sólidos domiciliarios y comerciales, en lo referido al tratamiento de los residuos de la construcción tiene un calificativo de cero sobre 20”, argumenta.
El objetivo del documento emitido la semana pasada es el presentar un diagnóstico del manejo de residuos sólidos en el Perú, para que las autoridades locales tomen conciencia de las condiciones actuales de salubridad en sus jurisdicciones y se tomen acciones inmediatamente.
De las 195 municipales existentes a nivel nacional, solo fueron evaluadas 193, debido a las dificultades de acceso a los municipios de Arequipa y Huánuco. Estos serán prioridad para la supervisión este año.
Por otro lado, las municipalidades de Lambayeque fueron superadas en los diez primeros lugares por la comuna de Carhuaz, en Áncash, que se ubica en el primer lugar, seguida por Concepción, en Junín; Grau, en Apurímac, el Callao, Iquitos, en Loreto; Lima Metropolitana; Cajamarca provincia; Santa, en Áncash; Chanchamayo, Junín y Parinacochas, Ayacucho.
Lambayeque
Del total de los 15 componentes evaluados por la OEFA en el estudio de caracterización, Lambayeque obtuvo un anota desaprobatoria de 2.5. La evaluación fue del 0 al 20.
Dentro los componentes críticos en la evaluación se encuentran la identificación de radicación inadecuada de exposición de los residuos sólidos en los lugares no autorizados. En este aspecto se encontró que todas las comunas del departamento cuentan con botaderos a cielo abierto.
En cuanto a la segregación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos – RAEE, ninguna de las tres provincias de la región cuenta con un manejo adecuado. “Recién han empezado un proceso de difusión y campaña para concientizar a la población sobre el tema de cómo deben desechar los residuos que provienen de los aparatos eléctricos y electrónicos”, comenta Alicia Rodríguez Peralta.
Respecto al componente aplicado para fiscalizar y autorizar la ruta de transporte de residuos sólidos, ninguna de las tres provincias cuentan con un procedimiento o ruta adecuada para el traslado de los residuos peligrosos.
“Esto significa que si hay basura que viene desde Tumbes, Piura u otras regiones y deben cruzar por Chiclayo, no se sabe a ciencia cierta cuál es el camino que utilizan, ni si en ese proceso de seguir la ruta están contaminando”, explica Rodríguez Peralta.
Asimismo, Ferreñafe, Lambayeque y Chiclayo no tienen una planta de tratamiento de residuos orgánicos e inorgánicos, por lo que su calificación en ese componente es de cero.
La región también resultó desaprobada en relación a los instrumentos formales para brindar el servicio de limpieza pública, puesto que no se cuentan con ellos, ni con un relleno sanitario.
En la promoción de buenas prácticas ambientales, solo una de las tres provincias está realizando el trabajo. Otro aspecto es que la región no cuenta con personal técnico especializado sobre temas ambientales y de residuos sólidos; y solo un municipio promueve la formalización de recicladores.
“Las tres municipalidades cuentan con Planes Integrales de Gestión Ambiental de Residuos Sólidos - PIGARS, pero ¿de qué sirven sino se aplican? Según el plan integral de residuos sólidos, en el programa de segregación de fuente, tanto Chiclayo como Lambayeque y Ferreñafe supuestamente lo tienen, esto consiste en una capacitación de los habitantes de su jurisdicción para aprender a separar los residuos. Sin embargo en el proceso de segregación todos los residuos son juntados para ser votados en el mismo lugar”, cuenta Alicia Rodrigez.
Otro aspecto desaprobatorio fue el de la identificación y erradicación de la inadecuada disposición de residuos sólidos en lugares no autorizados, pues las tres municipalidades supervisadas usan puntos incorrectos para la disposición de los residuos, y solo una de tres está realizando acciones para erradicarlo.
Uno de los componentes en los que sí obtuvo el 100 % de calificación fue en el reporte de ficha SIGERSOL, en la que las comunas precisan el manejo de los residuos sólidos realizado en su jurisdicción durante el año 2014 ante el Sistema de Gestión de Residuos Sólidos que administra el Ministerio del Ambiente.
OEFA
El Organismo de evaluación y Fiscalización Ambienta – OEFA es una ente en público, técnico y especializado perteneciente al Ministerio del Ambiente. Su tarea es la fiscalización ambiental y asegurar un buen equilibrio entre la inversión privada en las actividades extractivas y la protección ambiental. Asimismo, es considerado el ente Rector del Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental – SINEFA.
La OEFA fue creada en el 2008 mediante la Ley de Creación, Organización y Funciones del Ministerio del Ambiente. Iniciando sus actividades en el 2010.
“Dentro de nuestras funciones y competencias, está el supervisar a las municipalidades o las oficinas conocidas como EFAS, que son las entidades de fiscalización ambiental a nivel nacional, regional y local. Dentro de las locales están las provinciales y distritales”, explica Alicia Rodríguez.
Este organismo cuenta con la facultad de supervisar y denunciar ante la Contraloría General de la República, en caso las disposiciones de obligatorio cumplimiento no estén siendo adecuadamente ejercidas por las dependencias fiscalizadas.
“Por norma, nosotros tenemos la facultad para supervisar y emitir disposiciones de obligatorio cumplimiento, así como denunciar el incumplimiento de las mismas ante la Contraloría General de la República. En caso de notar algún delito nosotros nos encontramos en la obligación de informar al Ministerio Público a través de nuestra Procuraduría. Hasta la fecha tenemos dos denuncias que ya están en proceso, una es contra la Municipalidad Provincial de Chiclayo y la otra contra la comuna de José Leonardo Ortiz”, agrega.
Dentro de la función evaluadora de la OEFA se comprende la vigilancia y monitoreo de la calidad del ambiente y sus componentes. En la de supervisión directa, se encargan de verificar el cumplimiento de obligaciones ambientales fiscalizables. A la vez, la entidad dicta medidas preventivas, mandatos de carácter particular y requerimientos de actualización en los instrumentos de gestión ambiental.
Respecto a su función de fiscalización y sanción, comprende la investigación de la comisión de posibles infracciones, imposición de sanciones, medidas cautelares y correctivas. En cuanto a la aplicación de incentivos, mediante un registro de buenas prácticas ambientales, otorga premios para incentivar el sobrecumplimiento de la normativa.
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