El 12 de marzo de 1975 Juana Zunini Chira y su esposo Agustín Jordán Zapata, empezaron a vender menú en el patio de su hogar, el mismo que preparaba doña Juanita para sus hijos. Así nació la historia del restaurante turístico El Cántaro, ‘la Catedral de la cocina lambayecana’.
Hoy, 50 años después el restaurante sigue funcionando en el mismo lugar, en la calle Dos de Mayo 180 de Lambayeque.
“Cuando abrimos las puertas por primera vez no había un cartel anunciando el restaurante ni una carta oficial de platos, era simplemente la casa de una modesta familia, un espacio donde amigos y conocidos se reunían para departir momentos y claro una buena comida”, nos relata Juana Zunini.
Escuchar y mirar a Juana Zunini, es sentir el olor y sazón de cada plato de comida lambayecana, sus ojos reflejan sentimientos profundos que solo una cocinera de su talla puede describir.
“Al inicio se preparaba comida casera, saltadito de carne, que no era muy elaborado, era un plato muy sencillo que se preparaba con los ingredientes que había en casa, con la misma dedicación que cocinaba una madre a sus hijos”, describe.
“A mis inicios cocinaba así para nuestros primeros comensales, como lo hacía en casa. Hoy cocino un saltadito y me transporto a mis inicios, con ese mismo amor de una cocinera lambayecana, sin imaginar que algo grande iba a suceder, que me iban a reconocer como una buena cocinera”, agrega emocionada.
Esos fueron los inicios del restaurante El Cántaro, de la mano de Juana Zunini, hija de Luzmila Chira Jaramillo y Pablo Zunini Díaz, quienes le inculcaron tanto a ella como a sus hermanos esforzarse en todo momento.
Ser la hija única casi la obligó a ser cocinera, que en esa época no era un oficio económicamente rentable, pero que le permitió ser la heredera de la sabrosa sazón de su madre y convertirla hoy en el artífice del restaurante emblema de Lambayeque, el Perú y el mundo.
Época dura
Previo al nacimiento de El Cántaro, a su esposo Agustín Jordán le tocó enfrentar la época de la reforma agraria del expresidente Juan Velasco, por ello se vieron en la necesidad de poner un negocio de comida, porque la venta de la leche cada vez era más difícil.
“Fueron los primeros comensales los que me llevaron a la necesidad de seguir adelante con el negocio del menú. Hoy, llegar al restaurante El Cántaro y ver que todos los días encuentras arroz con pato, espesado, cabrito, manías, es sentarme y llenarme de recuerdos que giran y giran en mi mente”, revive doña Juanita.
“Un día, cuando aún trabaja en el restaurante, llegó una pareja de esposos que había vivido hace un tiempo en Lambayeque. El mozo me dice que le habían pedido comer un espesado, pero era jueves. Ese día sentí un pálpito y le pedí que me espere dos horas. El mozo regresó diciendo que esperarían hasta las ocho de la noche si fuera necesario. Preparé el espesado. Luego de ello, los esposos se pararon para agradecerme y el señor besó mis manos. Su esposa me dijo: ‘No sabe cuán feliz lo ha hecho a mi esposo’. A raíz de ese episodio decidimos tener espesado para todos los días de la semana”, describe entre risas la fundadora del imperio gastronómico.
El heredero
Agustín Jordán Zunini, el último de sus hijos fue hizo pactó con las ollas y la cocina, pues hoy es el responsable y fiel guardián de cada una de las recetas de El Cántaro, al ser el único que eligió esa profesión y que al igual que su madre, son los embajadores de nuestra cultura y gastronomía.
Son innumerables las enseñanzas que nos regala su fundadora, así como cada uno de los integrantes de su familia.
Juana Zunini y todos los integrantes de su familia tienen una indesmayable fe y amor por el trabajo culinarios, pero también son reconocidos por ser solidarios. Una parte de lo que Dios les permite cosechar fruto de su trabajo gastronómico es compartirlo con su prójimo. Juana Zunini contagia a su familia para que la acompañen en sus innumerables obras sociales, muchas veces silenciosamente realizan desayunos, almuerzos y cenas que son distribuidas en zonas vulnerables de Lambayeque. Hoy, Agustín Jordán sigue ese mismo ejemplo de su madre, doña Juana.
Hoy, 50 años después, su fundadora no solo se siente orgullosa por lo logrado desde El Cántaro Restaurante Turístico, sino que, además, sus hijos demuestran el gran amor y la misma pasión que sembró en ellos.
La familia del restaurante turístico El Cántaro está de fiesta, los lambayecanos y en especial los que los conocen saben reconocer que, gracias a su esfuerzo, Lambayeque también es reconocido y visitado por cientos de turistas.
(*) Periodista.
respuesta de TEODORO MANUEL ZUÑIGA SUSANIBAR el 2018-03-12.
SALUDOS SOY EL PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE PROMOTORES Y FUNDADORES DE UNIVERSIDADES PRIVADAS DEL PERU-APROFUP Y PRESIDENTE DE LA ASOCIACION CIVIL PROMOTORA DE LA UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA CREADA POR LEY 24060 DE FECHA 09-01-1985 COMPARTIMOS IGUAL LUCHA......CONTACTARME CON EL PRESIDENTE DE LA PROMOTORA ......ESTAMOS EN LUCHA PARA REINVINDICAR NUESTROS DERECHOS ENMARCADOS EN LA NUEVA LEY UNIVERSITARIA 30220...LA UNION HACE LA FUERZA....MIS AGREMIADOS SON LA SAN MARTIN DE PORRES,GARCILASO DE LA VEGA,RICARDO PALMA,TACNA,MOQUEGUA,CHIMBOTE,IQUITOS,HUANCAYO,ETC.
Deja tu Comentario