Según la Asociación de Bodegueros, en el Perú funcionan aproximadamente 535 mil bodegas, de las cuales el 60 % son informales. Estas son administradas en su mayoría por mujeres y representan el 15 % de lo que aportan las micro, pequeñas y medianas empresas (Mypimes) al Producto Bruto Interno (PBI). En el distrito de José Leonardo Ortiz se calcula que hay alrededor de 5000 bodegas, de las cuales -al igual que el promedio nacional- más de la mitad no han logrado aún regularizar su documentación.
Frente a esta situación, la municipalidad de José Leonardo Ortiz ha emprendido el programa ‘Contigo Bodeguero’, que busca formalizar a estos pequeños negocios a través del trámite gratuito de sus licencias de funcionamiento.
Milko Cabrera Mechán, gerente de Desarrollo Económico y Social de la comuna leonardina, explica que son los mismos servidores ediles quienes están saliendo a las periferias del distrito para mapear a las bodegas, hacer el empadronamiento y orientarles con su trámite a los pequeños emprendedores.
“Hay un requisito indispensable y es que estas bodegas sean de menos de 50 metros cuadrados. Si cumplen con ese marco pueden someterse a la Ley General de Bodegueros y a los procedimientos que nuestra entidad viene realizando. Ya vamos formalizando a 50 bodegas con este programa, nuestra meta es alcanzar a 200 antes de que culmine el mes”, indica.
Procedimiento
El funcionario señala que en José Leonardo Ortiz hay bodegas a las cuales se les otorgó licencias definitivas a través del trámite regular previsto en el Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA), pero ahora se está intentando formalizar a las bodegas a través de la norma dada en el 2018 y que se reglamentó en el 2020 mediante el Decreto Supremo n° 010-2020-PRODUCE.
“Los bodegueros solo deben presentar su ficha RUC y la copia de su DNI. Nosotros nos encargamos del resto. Ya tenemos los formatos del programa ‘Contigo Bodeguero’ como la licencia y la declaración jurada de condiciones de seguridad, porque luego pasa a Defensa Civil y esta dependencia tiene seis meses para que puedan verificar que todo esté en orden”, sostiene.
Refiere que las licencias que se otorgan son provisionales por un año, pues pasado este tiempo puede que la bodega ya no continúe o que haya hecho un uso inadecuado de su giro, entonces debe evaluársele, a fin de que ya se le otorgue la licencia definitiva, igualmente gratuita.
“De repente hay bodegas que luego se convierten en lugares de expendio masivo de bebidas alcohólicas y se genera una perturbación al vecindario. En esos casos, como es una licencia provisional, tenemos la potestad de denegar la defintiva por ser de un mal uso, pero quienes sí cumplen con todos los requisitos se les otorgará la licencia definitiva sin tener que pagar nada”, asevera.
Experiencias
Cabrera Mechán prcisa que en los pueblos jóvenes del contorno de la avenida Chiclayo se han mapeado alrededor de cien bodegas, entre San Juan de Dios, El Horno, Los Lirios y otros sectores. En Villa Hermosa, una de las bodegueras que obtuvo su licencia provisional fue Josefina Flores Rosales.
“Yo tengo un nieto que es huérfano. Mi hijita me dejó un pequeño estante y yo seguí el negocio. Ya tengo cerca de cuatro meses. Agradezco a la gestión que me otorgue esta licencia, porque así puedo trabajar con tranquilidad y ya no corro el riesgo de que vengan a multarme”, indica Josefina Rosales, quien cuenta que sus vecinos en la zona diariamente le compran abarrotes.
+NOTICIAS:
Deja tu Comentario