Manuel Eyzaguirre Bravo, director de la Escuela de Comunicación de la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo - USAT, afina los detalles su primera película: “Parásito”, un largometraje elaborado con bajo presupuesto, un equipo pequeño y donde, sobretodo, domina la improvisación de los personajes.
La película “Parásito” nació como un proyecto de corto, pero que durante la etapa de rodaje, tanto el director como su equipo de producción pudieron notar que cada escena era más larga de lo esperado. “Cada plano era muy extenso, lo que hacíamos con Manuel y Paola, los protagonistas, era dejarlos ser en un escenario determinado y esto nos hizo dar cuenta que daba para más”, comenta Manuel Eyzaguirre, director del proyecto.
El estilo de rodaje provocó que se cuente con mucho material, y que no exista la pre producción, sino que más bien predomine el estilo documental de las escenas de cómo dos personas se conocen. El equipo de la película está formado por un grupo de chiclayanos, estudiantes y profesionales muy cercanos, haciendo de este algo íntimo y un cine bastante independiente, por la temática y estilo.
La dirección de fotografía está a cargo de Luis Bayona de la Universidad San Martín de Porres – Filial Norte; Luis Pablo Ozono está a cargo del sonido; en la producción ejecutiva está Kevin Ruiz, estudiante de la USAT; en foto fija se encuentra Elena Iberico, y en la actuación Paola Coronado como actriz y Ricardo Eyzaguirre como actor. En los papeles secundarios actuaron la tía de Manuel Eyzaguirre y un joven actor de la USAT.
“Es un equipo pequeño de gente conocida. Lo bueno es que Ricardo hizo amistad con Paola mediante un evento que se realizó en la universidad, entonces mi hijo ya la conocía, jugaba con ella y se tenían confianza, esta relación previa ayudó en el desarrollo de los personajes”, explica Manuel Eyzaguirre.
“Ha sido un rodaje muy bonito, sin muchas complicaciones a excepción del tema económico, pero que hemos podido sobrellevar gracias al estilo documental y a que hemos aprovechado las locaciones al máximo, por lo que no fue necesaria la dirección de arte. Utilizamos todos los recursos de los espacios, lo que permite que se sienta mucho la improvisación y la falta de recurso. Sin embargo lo hemos resuelto bastante bien”, explica el director.
HISTORIA
En un principio la idea de cortometraje era un crítica a la pérdida de un hijo, al embarazo no deseado por abuso sexual, y como parte del plan de rodaje el proyecto contenía escenas testimoniales de víctimas de estos casos, pero que luego fueron eliminadas al ser innecesarias para emitir el mensaje.
La historia habla sobre convivencia entre una madre y un hijo, pero más allá de eso sobre la convivencia entre un adulto y un menor de edad. “Este tema es complicado, convivir no implica solo lo que nos muestran en la televisión, hay aspectos muy superficiales como el bañarse, el caminar, el jugar con un hijo”, explica.
El hecho más “parasitario” de la película, como la describe Manuel Eyzaguirre es que el personaje del niño siempre anda con una go pro en la mano, registrando todo lo que realiza la madre, añadiendo el valor de una mirada infantil en el proyecto. “No es que el camarógrafo haya agregado una go pro, sino que mientras nosotros grabábamos Ricardo también lo está haciendo, entonces estos insertos en la escenas no han sido desarrollados aparte, más bien es el registro real de un niño, lo que recarga de valor documental la historia”, señala el director.
La película inicia contando la historia de una joven que se acuesta un día a dormir y cuando se levanta al día siguiente tiene un hijo de 10 años, durante la trama los personajes no se cuestionan por los factores externos, simplemente viven y actúan en la cotidianeidad. Una vez que se inicia la convivencia ella sigue una especie de mapa que no conoce a dónde la va a llevar. Es en ese lapso la convivencia con el niño se hace más intensa.
“El concepto de parásito está planteado desde que un día te levantas y tienes a un pequeño del que no te puedes librar. Un parásito es un huésped que te enferma y hace daño, pero en este caso es también el menor quien enferma. Hay muchas mutaciones en la película tanto emocionales como físicas, gracias a los actores que se han atrevido a pasar por este cambio”, cuenta el director.
DIFUSIÓN
Hasta el momento a la película solo le falta el 15 % del rodaje, que es la escena final, para la cual están en la búsqueda de auspicios, ya que se requiere de un mayor presupuesto por los efectos especiales que necesita y porque la locación es un lugar apartado de la ciudad. “Tenemos una hora y 20 de la película editada, hemos grabado con una black magic por lo que el formato es pesado y también estamos buscando auspicio para continuar con la edición”, señala Eyzaguirre Bravo.
La película cuenta con un fan page bastante actualizada donde se puede encontrar fotogramas de la película y una serie de making of. “He utilizado también mis cuentas personales para darles replique. Nos interesa mucho abrirle un espacio a la película, sobre todo fuera de Chiclayo, porque aunque es centralista nos interesa el impacto que logre fuera, que hasta el momento ha sido positivo, porque muchas personas me están escribiendo sobre la película”, comenta el director.
ESTRENO Y DISTRIBUCIÓN
Aunque se esperaba tener la película finalizada para este mes, el director confiesa que se va a tener que postergar la fecha posiblemente hasta mayo para iniciar con el proceso de distribución. La idea es presentar el proyecto en festivales, muestras cinematográficas, concursos y espacios de exhibición. Toda esta fase la tendrá a cargo el mismo equipo de producción y dirección.
El director también señala que espera hacer el estreno fuera de Chiclayo, debido a que la película tiene un contenido fuerte y que puede ser contraproducente para el público local. “Definitivamente no es una película comercial, ni quiero pecar de subestimar a los chiclayanos, pero prefiero mostrar la película acá una vez que ya haya tenido repercusión en otro lugares, para volver con esa aval a enseñarla”, explica.
“Soy consciente de que era momento de pasar al formato largo, porque de alguna manera muchos jóvenes siguen mi trabajo. He tenido muchos comentario acerca de Parásito, gente de Áncash, Puno y otro lugares, que quiere hacer cine está buscando un modelo a seguir que realice proyectos desde la sencillez y la falta de presupuesto. La película también sirve para animar a otros a pasar al formato de largometraje”, añade.
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