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EN LA EMPRESA AZUCARERA TUMÃN: Seguirían canibalizando lo poco que queda

Escribe: Rosa Amelia Chambergo Montejo (*)
Edición N° 1345

  • Al cierre de edición fuimos informados de la invasión de 83 hectáreas que pertenecen a los campos San Germán - Campo Otitos, zona cerca a Capote.
  • ¿Cuándo actuará el Ministerio Público?

Es inaudito pero cierto, sólo pasa en Lambayeque y obviamente en el Perú. Hace nueve años malos dirigentes, que le mintieron a la masa laboral con mejoras salariales y empresariales, tomaron la conducción de la Empresa Agroindustrial Tumán, que en el año 2015 pagaba de manera puntual los sueldos, aguinaldos y CTS a sus trabajadores, tenía sus campos sembrados y su funcionalidad discurría de manera normal.

Nueve años después se han perdido más de dos mil puestos de trabajo, la facturación de más de dos millones de dólares anuales por venta de azúcar, se han depredado cientos de hectáreas de sus 7,500 que corresponden al territorio azucarero tumaneño, se ha sumido en la pobreza, abandono y desesperación a miles de trabajadores, viudas y jubilados, muchos de ellos salen desde las 3.30 de la madrugada en busca de trabajo en campos de agroexportación para contar con un sueldo mínimo por campaña y seguir subsistiendo.

Un cálculo estimado de lo que Azucarera Tumán está debiendo llega a más de 820 millones de soles, la deuda laboral supera los 250 millones, se han perdido 110 millones de soles anuales desde el 2015 porque no se realiza molienda. Todo este perjuicio tendría su inicio con la administración de Marcelino Llontop, quien tomó la empresa en mayo del 2015, tras una expulsión violenta de la administración de Segundo Ordinola y el IV Directorio de la empresa.

Como recordamos, de manera ilegal estuvo Marcelino Llontop y sus acompañantes hasta que el 12 de septiembre del 2015 - cuatro meses después - recibieron a través de una resolución judicial una administración que legalizaba su ingreso forzado por la violencia, administración que duró un año. En ese tiempo, conforme ha sido denunciado, se habrían manejado en cuentas personales ingresos millonarios y se habrían realizado pagos de cuentas inexistentes.

Posterior al ingreso de Llontop, se registra la administración judicial de César Sandoval, quien duró cinco meses y en cuya gestión se firmó un contrato millonario con la empresa Alimenta Perú, con depósitos que ascendieron en más de seis millones de soles y que habrían sido ingresados en cuentas personales.  De la administración judicial de Sandoval se conoce el ingresó a la Empresa Agroindustrial Tumán de aproximadamente 51 millones 804 mil 53 soles, estando registrado el egreso de 26 millones 319 mil 562 soles, quedando un saldo disponible de 32 millones 535 mil 425. ¿Qué se hizo con ese dinero disponible?

La crisis en la azucarera Tumán sumó una nueva administración a nombre de Erick Benavides, quien desde el 1 de octubre del 2019 al 30 de septiembre de 2021 tuvo vigente su mandato concedido por un Juzgado Civil de Bagua. El abogado y defensor de los trabajadores de Tumán  Gilberto Carrasco refirió recientemente, en un Panel Forum que organizó CONREDE, que Benavides Timaná habría realizado ventas de azúcar en planta y melaza por la suma de 25 millones 180 mil 724.17 soles.

En estos momentos la empresa está en abandono total, pues no funciona ninguno de sus órganos de gobierno. La azucarera se ha convertido en tierra de nadie, con sus 7,800 hectáreas destinadas al cultivo de la caña de azúcar y dos mil hectáreas de tierras eriazas. Se estima que más de 2,000 hectáreas estarían invadidas por traficantes de terrenos. En cuanto a la fábrica, está destruida y más del 50 % de su maquinaría habría sido sustraída.

Se han formulado las denuncias respectivas ante el Ministerio Público, existen las carpetas pertinentes donde se responsabiliza directamente a quiénes habrían desfalcado a la azucarera Tumán. El Ministerio Público debería requerir las medidas coercitivas necesarias contra quienes participaron de dichos actos para esclarecer responsabilidades. Todo ello ha llevado a miles de trabajadores a una situación de abandono, pobreza y depredación de su patrimonio físico. Urge se convoque a una Junta General de Accionistas que asuma el manejo de la empresa, considero que todavía hay una luz que puede alumbrar el camino de la recuperación de la que fue la más importante azucarera del norte peruano.

Mi llamado es a las fiscalías respectivas a iniciar investigaciones y denuncias respectivas, los fiscales a cargo de las correspondientes carpetas deben sentar un precedente en la justicia. Espero que no haya una mano negra que esté deteniendo el desenvolvimiento de este caso que está en la mira de miles de trabajadores, viudas y jubilados.

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Editora / Directora fundandora

Periodista

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