El lunes 5 de junio, Jorge Nakazaki Servigón presentó su renuncia irrevocable al cargo de gerente municipal del ayuntamiento provincial de Chiclayo. Su decisión fue sorpresiva y por ello se tejió una serie de rumores. Sin embargo, el propio Nakazaki aclaró las especulaciones y dijo que se alejaba de la comuna por temas estrictamente profesionales.
Precisó que este lunes 12 de junio estará asumiendo un cargo de asesor en el Congreso de la República, una oportunidad interesante a la que accederá después de meditar mucho. “Me voy en buenos términos con mi amiga Janet Cubas; pero no me desligo de la comuna, seguiré colaborando en la medida que la ley lo permita. Vine a colaborar con ella en su buena intención de hacer algo por Chiclayo, es parte de la vida seguir por otros rumbos”, subrayó.
Refirió que la situación de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh) es muy difícil, más de lo que la gente de afuera cree, pero si todos no ponen un granito de arena para hacer una buena gestión, si todos no suman, pasará el tiempo y las cosas seguirán igual.
En relación al bajo presupuesto de inversión de estos primeros cinco meses por parte de la municipalidad, el exfuncionario dijo que la entidad tiene un presupuesto de 73 millones de soles, y solo 14 millones son propios para inversión, dentro de las cuales hay obras pequeñas que se han ido destrabando, como la obra inconclusa de la avenida Balta, que tuvo muchos problemas de orden legal y donde se tuvo que regularizar una serie de documentos.
Obras de la ARCC
Nakazaki Servigón indicó que el grueso del presupuesto proviene de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) en el orden de 40 millones de soles. “Recién en mayo se han habilitado los fondos, hay transferencias financieras de un año para otro que no se dan el primer día de enero, y esas obras recién se han podido licitar en mayo como es el caso del colegio Juan Tomis, donde se invertirán 17 millones de soles”, expresó.
Manifestó que en una obra primero se certifica el gasto real y luego se hace la ejecución que está en aproximadamente 63% en el caso de la MPCh, varias obras están en camino de ejecutarse y eso va a seguir subiendo, y es posible que a fines de año llegue al 90%.
Reiteró que con los recursos de la ARCC se ejecutarán cuatro centros educativos, pero el dinero recién ha sido transferido a la MPCh en mayo, según lo estableció la gestión anterior, y la actual administración de manera responsable tiene que terminar.
Reconoció que hay cosas que se deben cambiar en la gestión municipal, hay refrescar a algunos funcionarios, pero eso es parte de un proceso natural, no todo se puede hacer como uno quiere. “Tampoco se puede decir que todo ha sido armónico, siempre hay diferencias entre los equipos humanos, las cuales se discuten y se solucionan al interno. Es natural que los regidores o los funcionarios tengan diferencias de opinión, pero por mi parte siempre habido un trato alturado con todos”, puntualizó.
Deuda impagable
De otro lado, Jorge Nakazaki, aseveró que la deuda de la municipalidad es de más de 300 millones de soles, producto de juicios laborales, pagos por AFP, entre otros. “Existen unos 1500 juicios, 120 arbitrajes, hay 278 CAS que dejo la gestión anterior (a fines de diciembre de 2022 extrañamente el alcalde Marcos Gasco firmó una adenda, cuando estos CAS tienen una legislación especial que es confusa y general)”, declaró.
Expresó que en esta administración no han ingresado nuevos CAS, porque el presupuesto ya estaba asignado a los 278 empleados que dejó Gasco.
Sostuvo que técnicamente las municipalidades son instituciones inviables, porque arrastran muchos juicios laborales (en el caso de la MPCh, son unos 80 millones de soles de deudas con las AFP). “Si no hay una legislación general que ponga un pare al tema de las administraciones municipales, difícilmente van a ser viables en el tiempo, y las personas cada vez recibirán menos servicios efectivos, porque todos los días hay embargos de las cuentas”, sentenció.
“Debería reprogramarse estas deudas, porque las municipalidades tienen que honrarlas, en montos fijos del presupuesto y así puedan invertir sus recursos en obras de mejoras hacia el ciudadano. Pero como todos los días hay embargos, lo que tiene programado entregar el Servicio de Administración Tributaria de Chiclayo no se cumple. Si esto no se cura, va a pasar el tiempo y seguiremos en lo mismo desde hace 20 años”, precisó.
Finalmente, expresó que si la sociedad no se pone en un acuerdo común, si no cambiamos el chip, las ciudades se seguirán deteriorando y el ciudadano no va a tener mejores condiciones de vida o una ciudad limpia, segura y ordenada.
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