Con ocasión del 25° aniversario de la Universidad Señor de Sipán – USS, el rector, Alejandro Cruzata Martínez, ofreció un emotivo mensaje en el que puso énfasis en el valor de la educación, el trabajo de los docentes y el propósito de alcanzar enseñanza de calidad con valores científicos y humanistas.
“Desde su fundación, nuestra universidad se ha dedicado a cultivar no sólo el conocimiento, sino también los valores éticos y humanos que son fundamentales para formar ciudadanos y profesionales íntegros, que son tan necesarios. Hoy más que nunca el papel de la educación superior de calidad es vital en el contexto global en el que vivimos y en el mundo moderno de constante transformación y cambios. En el vigésimo quinto aniversario de la Universidad Señor de Sipán, deseo exteriorizar el afectuoso saludo a nuestros estudiantes, que son verídicamente el alma de las instituciones educativas; docentes, personal administrativo y de servicios, y con ello hago votos también porque cada quien se consolide en sus metas y aspiraciones, y puedan enfrentar con éxito las exigencias de un mundo moderno que se desarrolla sin descanso hacia nuevos horizontes y caminos”, señaló la autoridad académica.
Cruzata Martínez pidió recordar a los exrectores, por gratitud y reconocimiento, por su invaluable entrega al desarrollo de la casa de estudios. “Evoquemos desde el alma el cariño y la ternura a quienes nos antecedieron en el encuentro con el señor. Su huella permanecerá indeleble en nuestros corazones”, dijo.
Asimismo, reconoció el trabajo desplegado por los docentes de la casa de estudios superiores, “que dotados de principios humanistas y notable conocimiento académico y científico, contribuyen a diario en la construcción de una universidad con principios académicos de excelencia, investigación científica de rigor, enmarcado siempre en la ética y con responsabilidad social desde la universidad, colmada de comunidad”.
“Gracias a ellos, nuestros egresados trabajan en puestos necesarios en el país y en otras regiones y partes del mundo, dejando sus conocimientos en procura del desarrollo de las comunidades, en línea siempre con la actualización, en un mundo que cada vez exige más a los profesionales de los diversos campos de estudios y la ciencia”, manifestó.
Relevante para la sociedad
El rector señaló que desde la USS se mira a la educación de los jóvenes como la base del progreso sostenido de la nación y el sustento sobre el cual deben apoyarse las instituciones.
“Un país no educado, desigual, incapaz de reflexionar sobre su pasado, su presente o su futuro, sólo aspira a la oscuridad de lo anodino, de lo vulgar. A un país sin calidad educativa sólo le espera lo incierto, lo inestable, lo trivial. Como plantea la UNESCO, la educación es un bien público, es delicada y dedicada, es frágil, es humana, pero es la mejor inversión que podemos hacer y en ese camino, hace 25 años, está la universidad Señor de Sipán”, enfatizó.
Aseveró que la calidad educativa no se limita a la adquisición de conocimientos técnicos o habilidades especializadas, es un concepto integral que abarca la capacidad de pensar críticamente, de resolver o contribuir con los problemas de manera innovadora y pensar cómo adaptarse a entornos diversos y complejos.
“En nuestra universidad nos enorgullece decir que no sólo enseñamos disciplinas científicas y académicas, pues formamos mentes abiertas y preparadas para enfrentar los desafíos del siglo XXI. En un mundo cada vez más interconectado y competitivo, la calidad de la educación que ofrecemos se convierte en un diferenciador clave. Es lo que prepara así a nuestros estudiantes para ser líderes en los campos profesionales y científicos, para aportar soluciones creativas a los problemas globales y para contribuir positivamente a la sociedad y con ella en la que viven haciéndola cada vez más justa y más equitativa”, comentó.
Más allá de las aulas
Añadió que el compromiso de la USS con la calidad educativa no termina en un salón de clases, involucra a toda la comunidad universitaria, desde los docentes dedicados y apasionados, hasta el personal administrativo que apoya diariamente las operaciones de la institución.
“Todos desempeñan un papel vital en el éxito de nuestros estudiantes y en la reputación de nuestra querida institución. Pero debemos ser conscientes de que la educación debe estar a lo largo de nuestra vida y como dijo Gabriel García Márquez: ‘Una educación inicia desde la cuna y dura hasta la tumba’, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma. Miramos hacia el futuro, por esta razón debemos continuar innovando y adaptándonos para asegurar que nuestros programas académicos estén alineados con nuestras necesidades emergentes del mercado laboral y con los avances en investigación y tecnología”, remarcó.
Dijo que ello implica mantenerse ágiles y receptivos a cada uno de los cambios, mientras se preservan los valores y la ética, que son y serán por encima de todo la razón y el corazón de la universidad.
“Al hilvanar estos párrafos, desde la modestia de los afectos, se me viene esta frase: un niño sin educación es como un pájaro sin alas, un proverbio tibetano que marcó los inicios de mi carrera en educación y que sustenta de forma irrefutable la importancia de educar desde temprana edad para el logro de ciudadanos íntegros, lejos de las ideologías e inmersos en la búsqueda de la verdad, la verdad científica. En este 25° aniversario celebramos no sólo nuestros logros pasados, sino también nuestro compromiso renovado con la excelencia y la calidad. Sigamos construyendo un faro de conocimiento y un motor de transformación para nuestras comunidades locales y globales. Juntos, ustedes y nosotros, seguiremos trabajando e inspirando a mentes jóvenes, preparándolas para los desafíos y oportunidades del mañana, porque como dijo la escritora y periodista franco-mexicana Elena Poniatowska: los docentes se desprenden de cuanto tienen y cuanto saben, porque su misión es eso, dar y dar”, finalizó.
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