El abogado Humberto Abanto Verástegui llegó a Chiclayo invitado por la Casa Comunal de la Juventud “Guillermo Baca Aguinaga”, para ofrecer una conferencia sobre politización de la política, en cuyo desarrollo sentó diversas posiciones, entre ellas la que el Perú no debería salir del Pacto de San José, lo que le da sujeción al control de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Abanto Verástegui negó que la modificatoria a la ley contra la criminalidad organizada debilite la lucha del Estado contra este flagelo, tal como lo han afirmado algunos juristas y sectores de oposición al gobierno.
“Esa es una mentira de la izquierda caviar para desvirtuar la decisión del Congreso. Lo que se ha aprobado con la ley es que la persona que es blanco del allanamiento pueda llamar a su abogado y si no tiene abogado, que el fiscal le asigne a un defensor público para garantizar que la diligencia se lleve adecuadamente. ¿A ustedes les parece malo? ¿Les parece mal que si una autoridad se presenta en su casa e ingresa, tengan un abogado que los defienda o si no puede pagar uno, se le asigne un defensor público que garantice sus derechos?”, manifestó.
El abogado señaló que la ciudadanía debe tener cuidado, porque hay voces que “están engañando de manera brutal a la opinión pública, haciéndole creer que se están dando leyes que favorecen al crimen”.
“A mí me llamaron a la mesa de expertos y tuve un debate con el fiscal Jorge Chávez Cotrina, coordinador de las fiscalías de criminalidad organizada, quien es el que más ha difundido esas imprecisiones. Le dije al fiscal que él sabe perfectamente que los ingresos por flagrancia no necesitan autorización judicial, por lo tanto, cuando hay autorización judicial se tienen que garantizar los derechos del procesado, porque se ingresa a su vivienda, a la del ciudadano. Hacerlo sin cautelar el debido procedimiento viola la constitución”, aseveró.
Seguir en la corte
Humberto Abanto también se mostró en contra de la corriente política que busca el alejamiento del Estado peruano del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Sostuvo que es seguidor del pensamiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, reconocido como un gran defensor de la jurisdicción supranacional. Añadió que Haya de la Torre postuló eso en 1938, cuando ni siquiera en Europa se discutía, “porque era una época en la que el fascismo se tornaba soberano”.
Dijo más bien que la ciudadanía debería ser paciente, porque en su “ha pasado espectacular en las últimas dos semanas”, esto debido a la elección de nuevos jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Uno peruano, Alberto Borea Odría, el uruguayo Ricardo Pérez Manrique y el paraguayo Diego Moreno.
“Ninguno de los tres es caviar, ninguno de los tres pertenece a la corriente actualmente dominante. Y el presidente actual de la corte, se dice, habría tenido que acomodarse a la corriente para poder subsistir y ser elegido, por lo que le pido paciencia a la ciudadanía”, anotó.
Comentó que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos es fundamental y, por lo tanto, el Perú no debería desligarse de la corte.
“Hasta antes del 2000, año en que se produce la recuperación democrática en el Perú, no había una sola sentencia de la Corte Suprema de la República que hable del debido proceso. Puedo casi firmarlo. Fue después de la restauración democrática que el Tribunal Constitucional, acogiendo la doctrina de la corte interamericana, ha hecho que los derechos como el debido proceso, derecho a guardar silencio, a contar con un abogado, a tener tiempo para preparar la defensa, el acceso a los medios de defensa, se respete de verdad y no sea una parodia. Todo eso viene de la doctrina de la corte interamericana. ¿Cuándo falla la corte? Cuando le gana la cuestión política e ideología, haciendo cosas como emitir una sentencia de supervisión de cumplimiento sobre los casos Barrios Altos y La Cantuta. Esa resolución viola la convención, porque el artículo 65 de la convención americana señala que la supervisión del cumplimiento de sentencias le corresponde a la Asamblea General de los Estados Americanos. Lo único que puede hacer la corte es comunicar que emitió una sentencia y que el Estado aludido no la ha cumplido, para que la Asamblea General se pronuncie”, señaló.
Casos Barrios Altos y La Cantuta
Añadió que la corte ha emitido una acción de cumplimiento sobre una sentencia que “está totalmente cumplida, porque la sentencia de la corte interamericana fue que se investigue y sancione a los autores de los casos Barrios Altos y La Cantuta, y eso ya se hizo”.
“Lo que se está haciendo ahora es aplicar un mecanismo de intrusión ideológica, por lo que esperamos que los nuevos integrantes de la corte puedan corregir estos excesos”, remarcó.
Cerco a García
En otro momento, Humberto Abanto se refirió al caso del expresidente Alan García Pérez y contó en qué circunstancias conoció al coronel Harvey Colchado.
“Cuando ocurre una desgracia lo primero que sucede es la negación. Cuando ocurrió lo de Alan García, nuestro deseo como abogados era que él resistiera dos o tres días en su trance agónico para poder lograr la apelación sobre el mandato de detención y la sala revocara eso, porque si él moría no merecía hacerlo con esa mancha. Aquel día, estaba con Erasmo Reyna, que era el abogado de la defensa, y lo primero que le pedí fue la notificación. Me dijo que no se la habían dado. Estábamos afuera del hospital, vi a un policía con su chaleco y le pedí la notificación, y unos metros más allá alguien me dice: ‘¡Doctor Abanto!’. Me acerco, me di cuenta que era Harvey Colchado y le dije: Qué indefenso quedará cuando usted se jubile, porque nosotros los abogados nunca nos jubilamos. Le pedí la notificación, me dijo que se había quedado en la casa de Alan y entonces fuimos a recogerla. La noticia de la muerte del presidente me llegó cuando yo estaba tratando de escribir la apelación. Esa vez conocí a Colchado”, relató.
Narró también que en una oportunidad participó en un contrainterrogatorio y el agente policial dijo que en un año había desarticulado 100 organizaciones criminales.
“Le pregunté cómo era posible eso, si en un año en toda Colombia se había desarticulado a tres. ‘Bueno, así es nuestro marco legal’, respondió. Ahora por eso está bien que se corrija la ley de crimen organizado, porque cómo es posible que si tres muchachos se roban un celular ya sean parte de una organización criminal. Eso es un disparate. Miren lo que le pasó a Pedro Pablo Kuczynski, según la fiscalía él, su secretaria y su chofer son una organización criminal. Eso tiene que terminar, porque a cualquier ciudadano le ponen dos más y ya son organización. Lo grave es que los pueden investigar por 108 meses; es decir, nueve años: 36 meses de investigación preliminar y 36 de formalizada, que se pueden prolongar por 36 más”, manifestó.
Finalmente, se reafirmó al sostener que para él sí hubo un cerco contra Alan García, lo que lo llevó al suicidio.
“Sobre el cerco a Alan García hay que recordar una declaración de Gustavo Gorriti que es muy interesante, porque él dijo que si hubiera sabido lo que iba ocurrir; es decir, el suicidio, hubiera planteado una tregua. ¿Quién puede mandar una tregua si no es el comandante de un ataque? Nosotros sabíamos que Alan García se iba a matar si lo apresaban. A mí y a otras personas nos lo dijo en la sala de su casa. Él dijo que no iba a permitir que lo saquen esposado o con un chaleco. Lo dijo no una vez, sino varias. La última vez que lo escuché decirlo fue dos miércoles antes de aquel fatídico hecho, y por eso es que he tenido siempre la sensación de que escuchaban las conversaciones de su casa, no las telefónicas, sino las que ocurrían en los ambientes”, finalizó.
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