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JANET CUBAS Y SU ENORME RETO PARA ENCAMINAR AL DESARROLLO A CHICLAYO: Alcaldesa tiene que demostrar capacidad y eficiencia para concretar obras de envergadura

Escribe: Juan Vejarano Vergara (*)
Edición N° 1298

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La gestión de la alcaldesa Janet Cubas al frente de la municipalidad de Chiclayo ha pasado casi inadvertida en sus primeros cien días, las lluvias del ciclón Yaku y sus devastadores efectos prácticamente lo maniataron, pese a los esfuerzos que hizo por atender la emergencia sin recibir los recursos necesarios para ello. Este tramo inicial de su administración un tanto difuso ya pasó y ahora tiene que concentrarse en ejecutar las obras de envergadura que reclama la ciudad, para lograr encaminarlo hacia su desarrollo. Para ello, tiene que rodearse de un equipo técnico con visión que lo ayude a plasmar estas justas aspiraciones.  

Los primeros cien días de la gestión de la alcaldesa Janet Cubas Carranza, al frente de la Municipalidad Provincial de Chiclayo, han pasado casi inadvertidos para la población, salvo alguna posición marcada de los regidores de oposición que señalaron que la burgomaestre demostraba mucha pasividad en su administración. El legislador edil por APP, Eduardo Díaz, sostuvo que hay acciones inmediatas que se pueden hacer para mejorar el gobierno edil, pero Cubas no los visualiza, como el hecho de no convocar a los colegios profesionales de Lambayeque para trabajar de manera conjunta. Para colmo de males, a esta percepción de una gestión un tanto parsimoniosa, se sumaron las fuertes lluvias del ciclón Yaku que dejaron a la ciudad de Chiclayo hecha añicos, con el colapso del sistema de alcantarillado y las calles anegadas con aguas servidas, generándose un grave foco de contaminación. La realidad rebasó cualquier posibilidad de apoyo por parte de la comuna, que se mostró impotente de no poder atender con la urgencia del caso esta emergencia que desnudó las carencias del Estado.

La alcaldesa de alguna manera sentía que era responsable por no apoyar diligentemente a las familias que se habían visto afectadas con las precipitaciones, no porque ella no quisiera, sino porque el ayuntamiento no disponía de los recursos económicos necesarios para desplegar la ayuda; incluso no tenían ni motobombas para evacuar el agua empozada en las calles. Janet Cubas miraba con impotencia y rabia tanta desolación, en tanto pedía ayuda del Gobierno Regional de Lambayeque y del Gobierno nacional con equipos y maquinaria para apoyar a las zonas más perjudicadas. La autoridad edil buscó reivindicarse y hacer un mea culpa para toda esta situación que lo excedió, y aprovechó la ceremonia central por el 188 aniversario de Chiclayo para pedir disculpas a la población, por no haber podido llegar a la totalidad de las urbanizaciones y pueblos jóvenes, para socorrer a los vecinos en el momento oportuno. Esa acción le permitió descargar ese enojo contenido por la indiferencia del Estado con las provincias. Además, las intensas lluvias pusieron a prueba el carácter y el liderazgo de la autoridad para buscar soluciones (y no solo quejas) y atender la emergencia de la mejor manera, aunque sea con los pocos recursos que disponían. Más importaba las muestras de solidaridad y empatía con los damnificados en circunstancias tan difíciles.

No defraudar expectativas de población

A casi cuatro meses de tomar posesión de tan importante cargo, la alcaldesa al parecer recién se está despercudiendo del tramo inicial un tanto difuso de su régimen y está tomando las riendas de la municipalidad con la responsabilidad que amerita. Cuando Janet Cubas ganó las elecciones en octubre de 2022, despertó mucha expectativa en la población, porque se convirtió en la primera mujer elegida por el voto popular para asumir la alcaldía de Chiclayo. El reto que tiene por delante es muy grande, considerando que los burgomaestres que lo antecedieron -con excepción de Arturo Castillo- dejaron sensaciones amargas y de frustración por no ejecutar una gestión pública eficiente en beneficio de la ciudad. Incluso dos exalcaldes purgan condenas acusados de liderar presuntas organizaciones criminales y de estar involucrados en graves delitos de corrupción. Con todos estos precedentes, el camino que le queda a Cubas Carranza tiene que ser casi perfecto, demostrar capacidad y eficiencia para no defraudar a los más de 700 mil habitantes de Chiclayo, que esperan se produzcan cambios vitales en su administración para poner en marcha las obras de envergadura que tanto se reclama para hacer viable su desarrollo. Para ello se necesita trabajar de manera articulada, con equipos funcionales, dinámicos y con una visión técnica de lo que se quiere en el corto, mediano y largo plazo.

Manos a la obra, menos floro

¿Pero qué obras de trascendencia exige la ciudad como base para su progreso? Entre las principales y a las cuales se debe avocar de lleno la gestión de Cubas es el Terminal Terrestre de Pasajeros, que implica la salida de las empresas de transportes que operan en pleno centro de Chiclayo, así como descongestionar el intenso tráfico que se genera en horas punta. También un gran mercado mayorista, considerando que el de Moshoqueque ha quedado desfasado debido al crecimiento acelerado de la población, que ha rebasado a esta zona y actualmente presenta problemas de congestión, contaminación y delincuencia. A la par, tendría que ver la remodelación integral del mercado Modelo o pensar en uno nuevo, más moderno; pero previamente tendría que solucionar los problemas legales internos existentes. Otra obra de envergadura es la renovación integral del sistema de alcantarillado (incluye a los distritos de La Victoria y José Leonardo Ortiz), el cual ha colapsado por las recientes lluvias y por el elevado nivel de la capa freática. Al respecto, el ingeniero Julio Ching Wong, plantea la instalación de tres plantas de bombeo en las terminaciones urbanas de los emisores Norte, Norte-Norte y Sur, construidas sobre la superficie (sin necesidad de cavar zanjas) para extraer el agua acumulada bajo la ciudad.

Otra acción de envergadura es el Sistema Integrado de Transportes Metropolitano, para lo cual se tendría que reactivar el convenio con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, mediante el cual se realicen estudios e inversiones para la mejora del transporte urbano; es decir, aliviar el transporte terrestre de personas y de carga mediante la promoción de la movilidad sostenible. Y no olvidar de proyectar y construir los pasos a desnivel o by pass en las zonas de alta transitabilidad vehicular. Señora Cubas, manos a la obra, más acción, más trabajo y menos floro. La ciudad urge de cambios sustanciales para mirar su futuro con más optimismo y esperanza.

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(*) Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Primer Vicedecano del Colegio de Periodistas de La Libertad.

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