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DÍA MUNDIAL DE LA TUBERCULOSIS: Luchando contra una enfermedad histórica

Escribe: Franklin Aguilar Gamboa (*)
Edición N° 1344

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El 24 de marzo de 1882, el médico y microbiólogo alemán Robert Heinrich Hermann Koch anunció el descubrimiento de la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Este hito representó un avance significativo en la comprensión y control de la tuberculosis, marcando un momento crucial en la historia de la medicina y la lucha contra esta enfermedad.

La tuberculosis es una enfermedad contagiosa que afecta principalmente a los pulmones, pero también puede afectar otros órganos del cuerpo, en estos casos, se conoce como tuberculosis extrapulmonar y representa aproximadamente el 15-20 % de todos los casos. La principal forma de transmisión de la bacteria es a través de la inhalación de gotitas de Flügge, que son pequeñas partículas respiratorias de 1-5 μm expulsadas por una persona con tuberculosis activa al toser, estornudar o hablar, especialmente en situaciones donde se comparten espacios cerrados durante períodos prolongados.

Los síntomas más comunes de la tuberculosis incluyen tos persistente o con eliminación de sangre, dolor en el tórax, debilidad, cansancio, falta de apetito, pérdida de peso, fiebre, escalofríos y sudoración nocturna; aunque los síntomas pueden variar dependiendo de la forma de tuberculosis y los órganos afectados. Mientras que el diagnóstico de la enfermedad generalmente implica pruebas como radiografías de tórax, pruebas de esputo, pruebas de tuberculina y pruebas moleculares.

Pruebas y diagnósticos

La tuberculosis es una enfermedad que ha afectado a la humanidad durante siglos. Sin embargo, alcanzó proporciones epidémicas a finales del siglo XVIII en Inglaterra y a principios del siglo XIX en Europa occidental, lo que impulsó el establecimiento de sanatorios y hospitales especializados en su tratamiento. Por su parte, los trabajos de Koch fueron fundamentales en el desarrollo de la tuberculina, un extracto proteico derivado del cultivo del bacilo de la tuberculosis. La tuberculina permitió el desarrollo de la prueba cutánea de sensibilidad, conocida como la prueba de Mantoux, que aún se utiliza para diagnosticar la infección.

En 1921, se desarrolló la vacuna BCG (Bacillus Calmette-Guérin) como medida preventiva eficaz contra formas graves de tuberculosis en niños. En la década de 1940, se introdujeron antibióticos como la estreptomicina, la isoniazida y posteriormente la rifampicina, que se convirtieron en tratamientos efectivos contra la tuberculosis y contribuyeron a la reducción de las tasas de mortalidad. Sin embargo, a partir de la década de 1980, la tuberculosis experimentó un resurgimiento debido al aumento de los casos en pacientes con VIH/SIDA y al desarrollo de resistencia a los medicamentos convencionales. Esto la convirtió en una amenaza mundial una vez más.

Desde entonces ha habido una disminución gradual en la carga de la enfermedad, principalmente en países desarrollados. Sin embargo, la tuberculosis sigue siendo un grave problema de salud en países como Bangladesh, China, Filipinas, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Sudáfrica. Además de afectar a poblaciones vulnerables en otras partes del mundo.

En el Perú

En Perú, se registran alrededor de 33,700 casos nuevos de tuberculosis cada año, y se estima que hay aproximadamente 1,700 de tuberculosis multidrogoresistente. Esto sitúa al país como el segundo con mayor incidencia de la enfermedad en América, después de Brasil. Por su parte, el 65 % de los casos de tuberculosis en Perú ocurre en hombres, principalmente entre las edades de 18 y 59 años. Durante el período de 2017 a 2021, la tasa de mortalidad por tuberculosis en el país estuvo entre el 6.28 y el 7.37 de muertes por cada 100,000 habitantes respectivamente. Estos datos reflejan la carga de la enfermedad y la importancia de implementar estrategias efectivas para controlar y reducir su incidencia en la población peruana.

Un problema adicional en Perú es el alto porcentaje de abandono del tratamiento, ya que aproximadamente uno de cada cuatro pacientes lo abandona. Para abordar esta situación, el Estado está invirtiendo en terapias orales y esquemas más cortos, de 6 a 9 meses para pacientes con cepas multirresistentes, en comparación con los esquemas anteriores que duraban hasta 18 meses.

Situación de Lambayeque

Lambayeque es una de las 11 regiones prioritarias a nivel nacional en el control de la tuberculosis. Según los datos de la Estrategia de Prevención y Control de la Tuberculosis de la Gerencia Regional de Salud de Lambayeque, al cierre de 2023 se registraron aproximadamente 1000 casos de pacientes con tuberculosis en la región. La provincia con el mayor índice de personas afectadas por la enfermedad fue Chiclayo, específicamente en los distritos de José Leonardo Ortiz y La Victoria, así como en las provincias de Lambayeque y Ferreñafe, principalmente en las áreas urbanas.

En Lambayeque, la mayoría de los establecimientos de salud del primer nivel están debidamente preparados para brindar atención y diagnóstico de la tuberculosis y desempeñan un papel crucial en la detección temprana y el manejo de esta enfermedad. Además, ofrecen el tratamiento inicial y el seguimiento a los pacientes una vez confirmado el diagnóstico. Lo mismo sucede en los establecimientos de salud de nivel superior, que están preparados para atender estos y otros casos más complicados.

En nuestra región, por ejemplo, el Hospital Regional Lambayeque (HRL), una institución de salud de tercer nivel del Ministerio de Salud (MINSA), atiende a un gran número de pacientes con tuberculosis. En esta y en la mayoría de los centros de la región, los microbiólogos desempeñan un papel fundamental en el diagnóstico de la enfermedad. Su experiencia y conocimientos contribuyen significativamente a la detección y tratamiento efectivo de la tuberculosis.

Durante una conversación con la Microbióloga Luz Fonseca Verástegui, responsable del laboratorio de baciloscopia de la Estrategia Sanitaria de Control y Prevención de Tuberculosis del HRL,  informó que de acuerdo a los datos de la estrategia en este nosocomio durante el año 2023 se atendieron un total de 9,111 pacientes, de los cuales 114 fueron diagnosticados con tuberculosis pulmonar y 92 con tuberculosis extrapulmonar,. Lo que nos brinda una idea clara de la magnitud del problema en la región.

Otro punto a considerar es que el éxito del tratamiento de la tuberculosis depende en gran medida de la adherencia al mismo. La adherencia se refiere a la capacidad de los pacientes para seguir de manera constante y correcta el esquema terapéutico prescrito por los profesionales de la salud, siguiendo las indicaciones sobre la dosis, frecuencia y duración del mismo. Lamentablemente, el abandono del tratamiento es una de las principales causas de fracaso terapéutico. Respecto a ello, numerosos estudios han identificado que la falta de adherencia está asociada a factores como condiciones socioeconómicas precarias, desconocimiento sobre la enfermedad, estilos de vida inadecuados, consumo de alcohol, sustancias psicoactivas y tabaquismo. Además, los esquemas terapéuticos prolongados pueden jugar en contra del éxito del tratamiento ya que suelen generar fatiga en los pacientes y disminuir su motivación para continuar. Conscientes de esta problemática, la comunidad científica enfoca sus esfuerzos hacia la reducción de los tiempos de tratamiento con el desarrollo de nuevas drogas con características que permiten esquemas más cortos.

A propósito del Día Mundial de la Tuberculosis, es importante continuar con la promoción y la educación sobre el tema, especialmente en áreas donde la carga de la enfermedad es alta. La detección temprana y el diagnóstico preciso son cruciales para iniciar el tratamiento oportuno y evitar la propagación de la enfermedad. Además, es esencial garantizar la adherencia al tratamiento, proporcionando apoyo y seguimiento adecuados a los pacientes para que completen el curso completo de medicación. La lucha contra la tuberculosis es una tarea que requiere un enfoque integral y colaborativo. Solo a través de esfuerzos conjuntos y continuos podremos combatir eficazmente esta enfermedad y trabajar hacia su control y eventual eliminación.

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(*) Decano del Colegio de Biólogos del Perú – Consejo Regional III Lambayeque y responsable del Laboratorio de Inmunología y Virología del Hospital Regional Lambayeque.

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