“Es un honor dirigirme a ustedes en esta ocasión tan especial en la que celebramos los 25 años de fundación de esta prestigiosa casa de estudios. Desde el Ministerio de Educación extiendo mi más sincero reconocimiento y felicitación a cada uno de ustedes, integrantes de esta comunidad educativa, de esta comunidad universitaria, por el compromiso y dedicación demostrada a lo largo de este tiempo”, mencionó el ministro de Educación, Morgan Quero Gaime, durante su intervención en la ceremonia central por el 25° aniversario de la Universidad Señor de Sipán.
“La Universidad Señor de Sipán, además de llevar el nombre del gobernante más importante de la cultura mochica, encarna el espíritu de grandeza de nuestros ancestros milenarios, de la memoria de la que no debemos desprendernos nunca. Las culturas del Perú que habitaron la región de Lambayeque desarrollaron avanzadas obras hidráulicas de irrigación, explotaron la riqueza del mar, diseñaron una cerámica pictórica que detalla las costumbres de sus pueblos y las hazañas de sus guerreros, además de tener un gran desarrollo metalúrgico que dio inicio a la era de Bronce en el Perú. También nos legaron una enorme dimensión espiritual profunda de conocimiento de lo que es la fuerza de la cultura para transformar las sociedades humanas”, mencionó el integrante del Ejecutivo.
Rol decisivo
Dijo que desde la creación de la USS, autoridades y docentes han sido actores fundamentales en la formación de profesionales cívicos, comprometidos con el desarrollo de la sociedad peruana.
“Han integrado la excelencia académica con la fortaleza, la resiliencia y la capacidad para superar desafíos, lo que caracteriza a toda la sociedad lambayecana y peruana. Su compromiso con la educación ha logrado que esta casa de estudios sea una de las seis universidades licenciadas de la región, que tienen la responsabilidad de formar a más de 64 000 estudiantes, en aproximadamente 200 programas, entre las que destaca, por cierto, la Universidad Señor de Sipán con 20 000 alumnos”, resaltó.
No obstante, precisó que los grandes logros no son suficientes, pues hoy en día en el Perú la educación enfrenta grandes retos para formar ciudadanos críticos, creativos y propositivos.
“Por ello es crucial que el sector Educación, las instituciones de gobierno, las empresas, el Congreso de la República, las organizaciones sociales y nuestras familias puedan unirse en un acuerdo sostenible para alcanzar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, que permita a nuestros jóvenes desarrollar todo su potencial y contribuir al desarrollo de Lambayeque y el Perú. Por eso la tarea educativa es, sobre todo, una tarea espiritual, y ese es el legado más importante que podemos darle a nuestros jóvenes en el Perú de hoy”, anotó.
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