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BERNARDA DELGADO ELÃÂAS: “LA GESTIÓN CULTURAL ES TAREA DE TODOSâ€Â

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1148

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La directora del Museo de Sitio de Túcume, Bernarda Delgado Elías, reconocida como Personalidad Meritoria por el Ministerio de Cultura, habla sobre la necesidad de involucrar a la población en las cuestiones arqueológicas y culturales, con énfasis en la conservación no solo de la identidad y el patrimonio, sino también del medioambiente.

 

“Si bien yo soy la cara más visible, este reconocimiento es una distinción para toda la familia del museo. Hay un conjunto de jóvenes, hombres y mujeres con los que trabajamos y es gracias a ellos que en estos aproximadamente 29 años de gestión hemos logrado grandes cosas”, detalla.

En ese sentido, señala que el premio concedido por el Ministerio de Cultura es un aliciente que conlleva un gran compromiso. “El trabajo de gestión cultural implica muchos aspectos. No solo se trata del sitio arqueológico, sino especialmente del involucramiento de la comunidad en el trabajo de conservación y preservación del patrimonio cultural y natural”, indica.

 

TRABAJO INTEGRADO

Por ese lado, comenta que los resultados actuales forman parte de un proceso bastante largo que inició con el Proyecto Arqueológico Túcume, impulsado por Thor Heyerdahl dirigido luego por el arqueólogo y antropólogo social Alfredo Narváez Vargas. “Desde los inicios se incluyó a la comunidad para que forme parte del grupo de trabajadores que ayudaron en las excavaciones arqueológicas”, comenta.

Asimismo, señala que antes de iniciarse el proyecto, el sitio estaba muy descuidado y era utilizado como una cantera, de la que se extraían materiales de construcción, y como un basural.

“Para cambiar la situación en la que encontramos el complejo fue muy importante recordarles a los habitantes la importancia de su patrimonio y cuál era el rol que cumplían en su conservación”, menciona.

Luego de esto, en 1992, Alfredo Narváez Vargas inauguró el Museo de Sitio de Túcume y es en el 2001 que Bernarda Delgado inició su gestión como directora.

“Desde un inicio se tuvo la visión de antropología social, por ello, se incluyó a las personas de la comunidad para que trabajen como obreros y, al mismo tiempo, eran capacitados ‘in situ’ en las labores arqueológicas y de conservación. Todo eso creó una buena base para el trabajo que se realizó después, que en realidad fue el reforzamiento de lo que ya existía”, recalca.

 

ECO MUSEO

Así, en el 2015 fueron reconocidos como un eco museo. Tal como menciona Delgado Elías ese título no hace referencia a la ecología, sino a un centro museístico orientado a fortalecer la identidad de un territorio y, por tanto, que está sustentado en la participación de sus habitantes siempre con el fin del crecimiento, del bienestar y del desarrollo de la comunidad.

“El concepto de eco museo fue introducido en el año 70 y está enmarcado en la denominada nueva museología o museología social. En el Perú, nosotros fuimos los que iniciamos con la formación de un eco museo, ya luego se desarrollaron otros como el Museo Leymebamba en Chachapoyas o como el Museo Kuntur Wasi”, menciona.

Por eso, como eco museo, Delgado Elías cuenta que actualmente manejan cuatro programas: el programa de Patrimonio, que tiene que ver con investigación científica y conservación; el programa de Educación, que tiene que ver con el involucramiento comunitario; el programa de Turismo Sostenible, relacionado a las actividades propias del desarrollo turístico, y el programa de Poblamiento Urbano Rural, donde está inmersa la municipalidad local y la Policía Nacional del Perú.

Para el desarrollo de estos se han involucrado a 35 instituciones de base del pueblo y cada una se integra en las áreas existentes y trabaja en pro a ello. “Hemos incluido a los líderes locales, los tenientes gobernadores, los profesores, los miembros de la parroquia, los del municipio, entre otros que son parte de los caseríos y nos reunimos con ellos cada primer jueves del mes para coordinar sus propuestas”, explica.

De esa forma, señala Bernarda Delgado, en el programa de Educación están involucrados los profesores del pueblo y son ellos los que planifican actividades diversas que tienen que ver con su línea de acción o, por ejemplo, en el área de Turismo se ha incluido al Club de Turismo, a las asociaciones de artesanos, a las asociaciones de gastronomía y todos ellos realizan sus propuestas.

“Para mencionar un resultado sobre el área de Turismo es que cada primer domingo del mes se realiza una feria cultural que es de ingreso gratuito. Ahí están presentes las personas que hacen artesanías, productos orgánicos, curanderismo, entre otros aspectos más y también se presentan danzas y música”, dice.

Así, expresa Bernarda Delgado, el museo no dirige todo, sino más bien funciona como un eje y las otras instituciones participan activamente con sus propuestas de desarrollo referentes a la problemática de cada uno de los espacios.

“El trabajo de gestión cultural que desarrollamos aquí involucra a todos los pobladores en una participación activa y no solo como beneficiarios. Solo así se logrará el desarrollo integral de la comunidad”, sostiene.

 

IMPORTANCIA DE LAS ALIANZAS

En consecuencia, para lograr la realización de las actividades concernientes a cada programa han formado vínculos con instituciones tanto públicas como privadas, ya sean nacionales o internacionales. “Trabajar en cultura siempre es bastante complejo por las implicancias que tiene y por los presupuestos brindados que no son suficientes. Lamentablemente, en nuestro país es imposible ejecutar un proyecto cultural si es que no nos aliamos con otras instancias”, enfatiza.

Justamente, es por la formación de esas relaciones que el museo ha podido desarrollar un programa intenso de capacitaciones en emprendimientos turísticos como lo es la artesanía, el hospedaje, el transporte y la alimentación.

“Un caso donde se refleja la importancia de las alianzas es el programa Educativo, dirigido a niños y jóvenes de la comunidad que ha llegado a 11 mil beneficiarios y que por diez años estuvo financiado por la Fundación Backus. Esta institución cancelaba los honorarios de las profesoras, además de todo lo que se necesitaba, y así nos convertimos en el único museo en el país que tiene un programa educativo y que está liderado por una profesora”, precisa.

 

NIÑOS Y JÓVENES

Así, como parte del programa de Educación, Bernarda Delgado expone que los niños van al museo a recibir capacitaciones gratuitas durante todo el año. “Les brindamos talleres de patrimonio, artesanales, ecológicos y talleres de comunicación. Todo eso ha logrado integrarlos y educarlos de manera significativa”, indica.

En cuanto a los jóvenes, comenta que están incluidos en el programa Bici Tour, que consiste en brindar el servicio de bicicletas para recorrer el área arqueológica. “Esa propuesta la realizamos pensando especialmente en ellos para que tengan la posibilidad de tener un pequeño ingreso con las propinas que les dan los visitantes”, menciona.

Asimismo, Bici Tour ha sido el resultado de la continua búsqueda de apoyo institucional que realiza el museo. “Las bicicletas las obtuvimos por donación de Iniciativa de Preservación Sostenible (SPI, por su siglas en inglés) y National Geographic”, declara.

“Para nosotros los niños y los jóvenes son especialmente importantes porque mediante la educación vamos formando líderes locales con una fuerte identidad hacia lo nuestro y con compromiso hacia la conservación del patrimonio cultural y natural”, expresa.

En esa línea, señala que la gestión cultural tiene que ser transversal. “Nosotros no podemos trabajar solos, sino que se tiene que elaborar una estrategia de gestión integrada. Ello significa trabajar con los cuatro sectores juntos, siempre teniendo como objetivo principal la conservación del patrimonio y el involucramiento para el beneficio comunitario”, manifiesta.

 

GESTIÓN CULTURAL EN EL PERÚ

Bernarda Delgado declara que en el Perú la gestión cultural no está bien entendida, pues muchos piensan que solamente consiste en hacer actividades aisladas.

“Se tiene que entender que es un trabajo intersectorial e interdisciplinario que involucra la participación de todos. Es necesario pensar de manera integrada, pues somos parte de una comunidad y entre todos debemos sacarla adelante”, informa.

En consecuencia, enfatiza en que se debe sensibilizar a la población y al gobierno de que el trabajo de gestión cultural no solo le compete al Ministerio de Cultura, sino que incluye a todas las instituciones. “Así como el lema de Defensa Civil, la gestión cultural es tarea de todos”, recalca.

Un ejemplo de que solo teniendo en cuenta ello se lograrán resultados es lo sucedido con el complejo arqueológico de Túcume, que en un inicio estuvo abandonado y luego, gracias a la gestión cultural, pudo desarrollarse y convertirse en ejemplo para los demás museos a nivel nacional.

“Lo que se vivió en Túcume es lo que pasa en varias partes del país: lugares hermosos, pero que no son gestionados y no tienen una institucionalización del sitio. Y sí, es un trabajo arduo, pero en el que si todos nos involucramos, se pueden lograr mejoras”, menciona.  

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