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DOS NUEVOS LIBROS DE ANTONIO SERREPE: El habla de mi pueblo y Diccionario de frases y oraciones en Muchik

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1330

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El reconocido educador e investigador de la lengua Muchik, Antonio Serrepe Ascencio, presentó dos nuevos libros: ‘El habla de mi pueblo’ y el ‘Diccionario de frases y oraciones en Muchik”, que se suman a su catálogo de publicaciones con las que busca resaltar y preservar el acervo cultural de Lambayeque.

La ceremonia de presentación se realizó el sábado último en el auditorio de la Casa Comunal de la Juventud ‘Guillermo Baca Aguinaga’, donde se desempeña como asesor cultural.

El habla de mi pueblo

Cuenta el autor que este libro evoca al titulado como El habla de mi tierra, del célebre gramático argentino Rodolfo Ragucchi, publicado en Buenos Aires, Argentina, en 1950.

“Nuestros tomos no tienen el contenido ni el esquema de Ragucchi. Solo usamos parte del título de su obra porque es concordante con la temática de nuestros modestos libros. En el título y contenido uso la palabra habla porque es la que más concuerda con el temario que desarrollo. Prefiero habla porque las expresiones se han tomado directamente del lenguaje popular, de las conversaciones y lecturas, lejos de la lengua literaria. Asimismo, porque habla es el ejercicio individual o grupal de los hablantes de un idioma. Puede ser habla culta y habla popular”, explica.

Serrepe Ascencio señala que todos los idiomas del mundo han corrido y corren su aventura, con sus correspondientes hablas. Se trata de la manera cómo, en una nación, se usa el idioma adecuándolo a sus necesidades e imaginación. En suma - sostiene - el habla es un derecho de los habitantes de todos los idiomas del mundo.

“Lejos de la corrección lexicológica y de sintaxis, el habla del pueblo se traslada fácilmente a los sectores cultores y medianamente cultos de la sociedad, hasta generalizarse. El habla nuestra ha sido alimentada por: arcaísmos, neologismos, corrientes migratorias, conversaciones amicales y domésticas, medios de comunicación, etc.”, indica.

El autor asevera que el habla popular no es permanente, sino más bien periódica, por eso la urgencia de registrarla.

“En el caso del Perú, el habla tiene una larga aventura histórica. El castellano general ha recibido la gerencia de expresiones de las lenguas ancestrales y de las nativas, principales de las lenguas históricas como el quechua, aimara, muchik y otras. En el Perú, los investigadores y escritores nutrieron y nutren el castellano, pero el pueblo dio y da lo suyo, con ingenio y capacidad para elaborar metáforas, frases peculiares, modismos, dichos, refranes, etc.”, expone.

Así, Antonio Serrepe fue tomando nota del habla en las conversaciones, periódicos, emisiones radiales y televisivas, revistas, publicaciones obscenas, videos humorísticas, etc, y también se ha servido de visitas a las cárceles, reformatorios, consultas a la policía y al hampa.

“Recogí material hablado de la gente común y corriente, deportistas, políticos, trabajadores públicos y privados. No es una exageración, pero recopilé material al viajar en colectivos o detenerme ante grupos de gente popular que conversaban en calles y plazas”, cuenta.

El libro contiene jergas, jerigonzas, replanas, provenientes del pueblo, no necesariamente de los “bajos fondos”, y, por supuesto, aspira a convertirse en un pequeño corrector para mejorar el idioma. Así, a las expresiones del habla popular, se acompaña de su correspondiente corrección idiomática.

“Los tomos I y II abarcan el habla actual en nuestro medio, acompañados de diez secciones especializadas que refuerzan los vocablos aislados. Estas secciones son: costumbres y tradiciones, chistes y vulgaridades, diálogos popular, dichos y refranes, expresiones de sublimidad, incorrecciones sintácticas, letras de canciones. También se ha incluido palabras eje, sinónimos y vocablos incorrectos”, describe.

Diccionario Muchik

Por otro lado, el autor considera que su otra obra, ‘Diccionario de frases y oraciones en Muchik’, resulta trascendente para quienes aspiran a escribir y hablar en la antigua lengua de los habitantes de Lambayeque, a fin de desarrollar sus tareas escolares y académicas.

“La presente obra aspira a completar el propósito de la enseñanza básica del Muchik. Los tomos I y II de ‘El habla de los mochicas’, de mi autoría, se refieren a temas generales. El tomo I trata sobre la Ruta Histórica y Vocabularios; el tomo II corresponde a los aspectos gramaticales de este idioma. En este diccionario se presentan frases y oraciones que antiguamente usaron los mochicas en su habla”, explica.

En el Capítulo II, el diccionario llena el vacío de conexión entre palabras y frases. Se denomina precisamente “Vocablos conectores”, para facilitar la construcción gramatical.

El Capítulo III presenta una amplia recopilación de verbos usados durante los siglos de vida de esta lengua.

“Este capítulo ha merecido nuestra preferencia, dada su importancia nuclear en la construcción de oraciones. La presencia de verbos sobre asuntos de arte, filosofía, psicología, educación, astronomía, etc., presentan al Muchik como una culta e histórica, que son sus características sobresalientes”, remarca.

El Capítulo IV es un estudio modular que presenta una amplia recuperación de frases y oraciones, usuales hasta el virreinato y comienzos de la República. Se ofrecen ordenadas alfabéticamente.

Finalmente, en el Capítulo V, denominado, Secciones Complementarias, se ofrecen frases y oraciones agrupadas bajo un denominador común para facilitar su ubicación.

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TENIMESITAS DE ORO: Nueve deportistas del Club San Agustín de Chiclayo son seleccionados nacionales

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1330

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El tenis de mesa tiene en Chiclayo un verdadero bastión, concretamente en el Club San Agustín, adscrito al colegio del mismo nombre. Los deportistas han alcanzado brillar con luz propia en torneos nacionales e internacionales, siendo actualmente nueve de sus integrantes parte del seleccionado peruano, el mayor porcentaje a nivel de regiones.

Precisamente, en mérito a los logros obtenidos en el 2023, el club reconoció a sus deportistas, a fin de estimular su crecimiento y desempeño, en el cual el acompañamiento del equipo técnico y los padres de familia resulta fundamental.

Nuevos talentos

En la ceremonia, realizada en las instalaciones del Colegio San Agustín de Chiclayo, se distinguió a los nuevos talentos del club. Siendo estos los estudiantes Galia y Mauro Sánchez Valera, Mateo Peña Valdivia, José Rodríguez Sánchez y Brihana Palma Sipion.

Ellos recibieron un diploma de reconocimiento por su permanente compromiso con la práctica del tenis de mesa y su ánimo para la formación deportiva.

Multimedallistas

Asimismo, el club reconoció a los multimedallistas del Circuito Nacional de Tenis de Mesa Peruano, grupo conformado por los estudiantes Ciela Chávez Villegas, Bruno Mundaca Cardozo, Thyago Aldaz Fernández, Thiago Sosa Huancaruna, Caleb Portalatino Mendoza,  Luciana Jiménez Regalado, Ana Paula Echevarría Bañados, Cayetana Noriega Aita, José Antonio Requejo Ruiz, Chiara Rojas Cangahuala, José Manuel Segovia Huaranga, Adrian Puican Ríos y Sofía Vela Gonzales.

Integran este grupo también: Macarena Gamarra Méndez, Fabriccio Rojas Méndez, Montserrat Leyva Chapoñan y James Perales Corcuera.

Seleccionados nacionales

Motivo de orgullo para el club y para el departamento de Lambayeque es el desempeño deportivo de los multimedallistas del Circuito Nacional de Tenis de Mesa, quienes integran, además, el seleccionado nacional y tienen la responsabilidad de representar al Perú en los torneos internacionales.

Se trata de Carla Vela Gonzales, Luciano Noriega Aita, Rosita Perales Corcuera, Brisa Rojas Méndez, Óscar Sosa Huancaruna, Josué Portalatino Mendoza, Mariana Silva Exebio, Jimena Luna Nuñez y Mariagrazia La Torre Sánchez.

Apoyo de los padres de familia

Lindon Vela, presidente del Comité de Tenis de Mesa del Club San Agustín de Chiclayo, destacó que el compromiso permanente de los padres de familia ha hecho posible que los deportistas continúen con su formación, a cargo del equipo liderado por el maestro Wilson Chian Pon, incluso en tiempos de pandemia.

“Estamos culminando un año deportivo con muchas satisfacciones a nivel nacional como internacional y eso nos llena de orgullo”, mencionó.

Destacó que gracias a la organización y las actividades del comité, han logrado la adquisición de cinco mesas de tenis de la más alta gama para la preparación y realización de torneos oficiales, en tanto el empresario Edwin Oviedo Picchotito, padre de familia de la institución educativa, ha tenido a bien donar la implementación de la pista olímpica para el desarrollo del tenis de mesa.

“Agradecemos al señor Edwin Oviedo, quien como padre de familia del colegio, ha tenido la gentileza de ayudarnos en concretar la adquisicón del piso olímpico para nuestros atletas, para que puedan practicar en las mismas condiciones que se desarrollan los torneos a los que asisten a nivel nacional e internacional. Es un gesto importante que no podemos dejar de mencionar y resaltar”, manifestó.

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ARCHIVO REGIONAL RECONOCE SU GRAN LEGADO A LA CULTURA: Homenaje a Alfonso ‘Fuco’ Tello Marchena en el centenario de su nacimiento

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1330

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En la explanada de la Dirección Desconcentrada de Cultura - DDC, se rindió homenaje póstumo al patriarca del arte y la cultura lambayecana, Jesús Alfonso Tello Marchena, conocido como ‘Fuco’,  al conmemorarse el primer centenario de su nacimiento.

Durante la ceremonia, la jefa del Archivo Regional de Lambayeque, Ada Lluén Juárez, destacó el gran legado cultural del eximio vate y entregó un diploma de reconocimiento a los familiares del extinto cultor lambayecano, representados por Alfonso “Chocho” Tello Gamarra, su hijo.

“Hablar de don Alfonso Tello Marchena en una tertulia, ceremonia solemne o reconocimientos como este, es de gran trascendencia cultural y artística para quienes lo conocimos y para los jóvenes, quienes lo conocen y conocerán sólo a través de estos homenajes, de sus obras, pinturas”, refirió Lluén Juárez.

Legado cultural

Jesús Alfonso Tello Marchena, es considerado en el Archivo Regional como "Lambayecano Ilustre", y su retrato forma parte de la "Galería Fotográfica Itinerante", de personalidades lambayecanas, en todos los rubros/especialidades, de: Periodismo, educación, arte, cultura, folklore, etc.

El Archivo Regional de Lambayeque custodia la colección denominada "Jesús Alfonso Tello Marchena" gracias al aporte de su hijo Alfonso Tello Gamarra. El homenaje fue organizado por la Dirección Desconcentrada de Cultura Lambayeque y la asociación cultural "Grupo Yunga" y se desarrolló en una nutrida noche cultural con presentaciones artísticas y con asistencia de intelectuales, poetas y público en general.

Sobre Fuco Marchena han escrito estudiosos e investigadores entre ellos el poeta Alfredo José Delgado Bravo, el profesor Antonio Serrepe Ascencio, y los intelectuales Pedro Delgado Rosado, Alberto Vertíz Arroyo, Luis Facundo Antón, Dante Suárez Pasco, Neptalí Tantachuco, entre otros.

El personaje

Tello Marchena nació el 25 de marzo de 1923 en la antigua hacienda azucarera de Cayaltí. En la década de 1960 ya era un polifacético cantor popular que cultivaba una serie de facetas y alcanzó un importante nivel de identificación con su pueblo.

No solo por motivos poéticos, sino también de vivencia personal, Chiclayo y sus problemas fueron el foco de las reflexiones de Tello, una producción en prosa llevada a ensayos y artículos periodísticos que alcanzan, en varios momentos, el nivel de la crítica y la denuncia.

Como reconocimiento a su labor, el poeta fue invitado a sumarse como profesor al emblemático Colegio Nacional San José de Chiclayo.

En 1946 se inició en el periodismo costumbrista con el relato de sus impresiones de viaje a la a la Hacienda Huacataz, en Cajamarca, propiedad de su primo Eduardo Villanueva, con lo que inicia sus primera crónicas en el periodismo radial, para luego, más adelante, caminar hacia el periodismo escrito en los diarios “El Tiempo” “El País” “La Noche” “La Industria” y otros más en la década del 50. En sus escritos abunda la temática social y costumbrista, trabajos que los sostuvo hasta el último hálito de su vida.

Tello Marchena, con más de 40 años en el periodismo regional, trabajó en dos líneas bastante definidas. En principio, la revaloración de las costumbres y tradiciones del departamento, sustentadas en la convicción de ser un polo de desarrollo cultural del país, desde el fortalecimiento y protección de la cultura viva, como son los personajes tradicionales, así como de sus lugares de antaño, las ferias tradicionales de los pueblos y sus artistas locales, quienes en suma deberían congregar el espíritu lambayecano y el orgullo por ser parte de esta cálida región.

‘Fuco’ Tello falleció el 21 de julio de 1986.

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La africanía zañera de Brando

Escribe: Larcery Díaz Suárez (*)
Edición N° 1330

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El poeta Hildebrando Briones Vela nunca ha dejado de rendir homenaje a su tierra, a su sangre y a su “coló”. En cada uno de sus decimarios, desde el primero al más reciente presentado el viernes en el Palacio Municipal de Chiclayo y en la mayoría de sus quinientas décimas, le brota la querencia al lugar en donde nació y creció: “Quiero a mi pueblo de Zaña/ como quiero al Dios del cielo/ al entorno de mi suelo/ con su río que lo baña…”.

Sabrosa fórmula poética

“La décima, esta versátil y sabrosa fórmula poética, tiene entre nosotros como simple estrofa en su forma de glosa, históricos antecedentes americanos y vigencia”, dice Nicomedes Santa Cruz en “La Décima en el Perú”, investigación literaria y de alcance antropológico del Instituto de Estudios Peruanos.

La décima empieza a gestarse en los albores del Renacimiento, en el siglo XV cuando el proceso de la literatura española vive una apoteosis de romances y canciones. En la obra de Nicomedes se explora la tradición peruana de la décima, que -dice- se cantó desde la conquista del Tahuantinsuyo, las guerras civiles entre los conquistadores, la adulación y el ataque a los virreyes y el épico enfrentamiento durante el ciclo de Túpac Amaru, tanto en quechua como en lengua castellana.

En la segunda mitad de siglo XVIII, hasta las primeras décadas del siglo XIX, fueron los núcleos de población negra los que mantuvieron viva esta añeja tradición, que llegó a su casi total extinción en la década de 1940 con la glosa en décimas a la Segunda Guerra Mundial. Pero felizmente en Perú la décima no se extinguió; menos en Lambayeque donde desde hace años se desarrollan encuentros de decimistas. El último organizado por la Universidad Señor de Sipán fue en 2009 en que se publicó una Antología de Décimas Lambayecanas, recogidas por Tomás Serquén Montehermozo.

En agosto último se realizó en Chiclayo el Primer Encuentro Internacional de la Décima Espinela “Americanto Espinel”, organizado por Miguel Reinoso Córdova. Payadores, trovadores, decimeros, en contrapunto en verso improvisado, vinieron de México, Panamá, Argentina, Brasil, Chile y Colombia.

Y el profesor Tomás Serquén promueve desde el colegio “Amancio Varona” de Tumán, el Festival de Décimas Lambayecanas. Al comenzar noviembre de 2023 realizó su XIII edición. Y antes de finalizar ese mes, en Ferreñafe se desarrolló el Festival Nacional Escolar de la Décima y la Cumanana, en homenaje a Víctor Hugo Parraguez, uno de los mejores decimistas de Lambayeque y el norte. Aparte de los nombrados, en los últimos 50 años Lambayeque se precia de contar con décimas de Alfonso Tello Marchena, Luis Abelardo Núñez, Leonela Másquez, Raúl Ramírez, Martín Lozada, Luis Arrasco, Iván Santa María, Manuel Mundaca, Juan Carlos Sánchez, José del Carmen Huerta, Libni Córdova Tapia, entre otros.

Representativo de Lambayeque

En el prólogo de “Africanía zañera”, el poeta Andrés Díaz Núñez afirma que indudablemente el decimista más representativo de la región Lambayeque en el siglo pasado fue Emiliano Niño Pastor (Lima 1845-Motupe 1931), quien cultivó impecablemente el soneto, el cuarteto, la décima. “En el presente siglo, sin temor a equivocarme, el decimista más representativo es Hildebrando Briones Vela, nacido en Zaña en 1943. Sus décimas gozan de calidad literaria”.

Da cuenta que Brando desarrolla la esclavitud, el monoteísmo, el medio ambiente, las violaciones y el existencialismo, donde denuncia cómo los negreros cazaban negros en África y los traían a vender al Perú, recién conquistado por los españoles. En otras décimas habla sobre el artista, los celos, la poesía, el libro, la escoba, el campesino serrano, el chancho zañero, la negra, la niñez y también le dedica una décima a nuestra afamada artista Tania Libertad. “En todas sus décimas, demuestra dominio sobre esta especie lírica. Escribe con mucho rigor y respeto a las leyes de la preceptiva literaria; además, conoce muy bien el modus pensando y el modus vivendi del poblador zañero”. Díaz Núñez plantea, además que ya es tiempo que se escriba un ensayo o una tesis sobre la producción literaria de este gran decimista.

Análisis académico

En la ceremonia de presentación de África Zañera, el docente universitario Milton Manayay Tafur, analiza la décima “Esclavitud”, la primera del libro. “Es la décima-marco; el cantor se sitúa en el lugar matricial propio: “tierra africana”, lugar “donde nació la vida”, espacio “donde creció el continente. Posicionado en el espacio continental mayor, el decimista traza una identidad afro -de la que él forma parte-, construida históricamente por dos fuerzas en relación paradójica: por una parte, se trata de una cultura extendida en el mundo (“fueron poblando los cielos / de toditas las naciones”), una cultura situada en espacios diversos (“fueron poblando las zonas / de llanos y de montañas”), de otra parte, este desplazamiento totalizador se realizó a cambio de su deshumanización, de su desapego forzado de su raíz matricial (“arrancados de su suelo”) y de su transformación social que devino en condición de esclavitud (“pasaban de mano en mano, / y de patrón en patrón, / con poca alimentación / y el trato más inhumano. / Negro aún, no era cristiano. / Dicen que ni alma tenía, / y toda esa vil falsía / fueron dañado su imagen, / para que todos lo ultrajen / por matar su idolatría”).

Según Milton Manayay, se configura, entonces, una percepción (somatización) alineada en una narrativa, de la inanidad: extensión difusa (poblaron toditas las naciones), pero intensidad debilitada (trabajos forzados, peor de los maltratos, trato más inhumano, ultrajado, poca alimentación, esclavos). “Por ende, esta percepción cultural matricial, históricamente desarraigada de su espacio, de manera forzosa, injusta y deshumanizadora, Brando la construye con una estrategia paradójica, contrastiva, de contrariedad de fuerzas tensionadas que aún operan en un espíritu que percibe la condición de África como espacio de origen de la vida (“esta tierra africana”), pero también como espacio de origen de muerte social (esclavitud, el negrero, la cacería, las redes de fino cuero): “Ahí donde nació la vida / Donde creció el Continente / Ahí se cazaba la gente / Que está en el mundo esparcida, / Producto del homicida / Mercenario sin entrañas / Arguyendo mil patrañas / En la trata de personas / fueron poblando las zonas / de llanos y montañas”.

 

“En este fluir emotivo, de percepción sensible, Brando no solo dice su versión acerca de la condición histórica de sus hermanos antecesores afros (“al hermano, a la hermana”) sino también desdice las versiones que sobre ellos falsamente se erigieron. Estamos, aquí, entonces, ante la intención del canto, en el plano discursivo de la décima brandiana, la décima ya no en sentido textual, estructura de sentido, sino en su rol social, en su efecto socialmente situado, en su fuerza buscadora de determinados efectos como voz cantada. Con este proceder, Brando, inscribe su décima en un campo histórico-social humanizante que, por ser tal, no solo comunica un saber (un contenido epistémico), sino que actúa con un deber (un contenido ético). En este tránsito del saber ("eran esclavos") al deber ("dicen que ni alma tenía / toda esa vil falsía"), la décima se torna discurso. Brando sabe decir, empero, también, Brando debe decir”.

A su vez, el escritor Gilbert Delgado expone que, “si bien el título parece privilegiar una etnia y el primer poema ‘Esclavismo’, parece condenar la acción devastadora del hombre blanco, podemos concebir también la posibilidad de superar estos pareceres y destacar la intención profunda de reivindicar al ser universal (social, personal) y promover la integración y la buena convivencia más allá de la reducción a una etnia”. Para tal propósito, contrasta lo hallado en el poema “Esclavismo”, con el producto del análisis del poema “El clavel enamorado”, y complementa con otros aspectos del poemario. La incursión en el sentido profundo de ambos poemas, la efectúa Gilbert Delgado desde la metodología del análisis semiótico.

Por su parte, el escritor Dandy Berrú, precisó que África zañera no es más que el tributo que Brando rinde a sus raíces raciales de la que es adeudo en esa mixtura multiétnica producto de las relaciones de interculturalidad que se acentuó con la presencia hispánica en estos lares desde 1531. “De Angola, el Congo y Mozambique, llegaron a nuestra América un promedio de 95,000 esclavos; 20,000 se quedaron en Lima. En Yapatera, Morropón (Piura), Zaña, Capote (Lambayeque), Chincha, Cañete entre otros espacios fueron puntos de concentración de afrodescendientes que mucho después coparon otros territorios de la patria, contribuyendo así, al Perú multiétnico”.

Dandy Berrú agrega que en Zaña, de tradición decimera, se recuerda a los hermanos Colchado Zambrano (Cristian y Eduardo), también Juan "Waly" Leyva. “De esa escuela, pertenece Brando Briones Vela, quien de adolescente fue abordado por el mismísimo Nicomedes Santacruz, quien tuvo palabras premonitorias avizorando a un grande de la  décima. Y vaya que no se equivocó. Don Guillermo Baca Aguinaga, en acto público en referencia a Brando, lo bautizó como: El Nicomedes Santa Cruz de Lambayeque".

Finalmente, en el libro Pedro Manay Sáenz menciona que Africanía zañera nace gracias a la alianza logística, cultural y poética de los hermanos Nicanor, Óscar y Germán Erazo Calle, quienes aportan a la impresión del libro con una acción de filantropía ejemplar. “Hay espíritus nobles que tienen la ejemplar voluntad de decirle sí a la cultura en un tiempo de sombras, como para demostrar también que la literatura es una dimensión de luz, de fraternidad y de amistades que abren sus corazones al arte literario porque saben que los libros son semillas cargadas de fe y esperanza en una nueva y hermosa historia de los hombres y los pueblos”, precisa Manay.

 

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PERIODISTA LARCERY DÃAZ: Gana premio MINCUL por novela “El cielo detrás de la casonaâ€

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1330

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El periodista Larcery Díaz Suárez ganó el Premio a la creación de obras infantiles y juveniles 2023, convocado por el Ministerio de Cultura, por su novela “El cielo detrás de la casona”, inspirada en los niños y jóvenes de esta parte del país.

Así lo consigna la Resolución Directoral N° 001332-2023-DGIA/MC, publicada este lunes 4 de diciembre, que declara como ganadores del Premio a cinco manuscritos en el componente Manuscrito de obra juvenil, entre ellos el de Larcery Díaz.

Entre los considerandos de la citada disposición se precisa que en los títulos I y II de la Ley N° 29565, Ley de creación del Ministerio de Cultura, se define la naturaleza jurídica y las áreas programáticas de acción del Ministerio de Cultura, así como sus funciones exclusivas, dentro de las cuales se establece el convocar y conceder reconocimientos al mérito a los creadores, artistas, personas y organizaciones que aporten al desarrollo cultural del país.

Asimismo, que, de acuerdo al numeral IX de las Bases del citado premio, el jurado selecciona los manuscritos e ilustraciones ganadoras y todas las decisiones se determinan por unanimidad o mayoría simple. Asimismo, el citado numeral establece que los criterios de evaluación que el jurado considera para realizar la evaluación en los componentes de manuscrito de obra infantil y el de manuscrito de obra juvenil son: (i) destreza en el uso del lenguaje y técnica, (ii) creatividad y originalidad de la obra, (iii) estructura y/o composición de los contenidos, (iv) dimensión cultural y/o social de la obra, y (v) proyección del manuscrito terminado. En el caso del componente de ilustración infantil y juvenil son: (i) destreza técnica, (ii) creatividad y originalidad de la obra ilustrada, (iii) dimensión cultural y/o social de la obra ilustrada, y (iv) proyección de las ilustraciones terminadas.

El trabajo ganador

Larcery Díaz, ahora consagrado novelista por parte del Ministerio de Cultura, reveló a Expresión que la novela “El cielo detrás de la casona” fue presentada con el seudónimo “Sparkie y Manchitas”, que es el nombre de cada uno de sus dos perritos que tiene en casa como mascotas de su adoración.

La obra está inspirada en la historia de un niño que, conforme crece, muestra el gran amor familiar que reina en su entorno y lo que significa una parte de la zona norte del Perú, en el aspecto personal, familiar, social y gastronómico que detalla en cada una de las reuniones del abuelo, parte central de la narración. También los amores y desamores del pequeño, adolescente y joven adulto, que hacen ver las realidades de cada una de las etapas de su vida.

Según un comentario que sobre el manuscrito realizó previamente el docente universitario Néstor Tenorio Requejo, pastdecano de la Facultad de Ciencias Histórico Sociales de la Universidad Nacional de Lambayeque, “El cielo detrás de la casona” se refiere al viaje introspectivo que emprende Fabricio (Fabi) por su mundo interior, desde el hoy, pasando por su pubertad y adolescencia. Este tránsito lo cumple empujado por la nostalgia con el ánimo de revivir lo vivido. La travesía se inicia cuando el chico tiene 5 años y su abuelo paterno está celebrando su cumpleaños 80; se cierra cuando ya es un joven cabal, su padre ha fallecido, la inicial amada ha partido y también ha muerto su perrita, atropellada. Hay un final inesperado donde al parecer encuentra el cielo, cuando su abuelo cumple los 100 años.

La novela estará próximamente en circulación luego de una presentación oficial.

Los aptos y los resultados

En noviembre último y por resolución directoral, el MINCUL comunicó que se habían declarado aptos para postular al concurso un total de 267 manuscritos: 136 de obra infantil; 93 de obra juvenil y 38 de ilustración infantil juvenil (Unos 15 trabajos eran de Lambayeque para las diversas categorías).

Al final, resultaron 28 ganadores, cinco por cada categoría, con excepción de la Informativo infantil, donde solo hubo tres ganadores. Las demás fueron Manuscrito de obra infantil, en la categoría Narrativa infantil; Categoría Poesía infantil. En cuanto al componente Manuscrito de obra juvenil, figuran la Categoría Narrativa juvenil; categoría Poesía juvenil y Categoría No Ficción, que quedó desierta por unanimidad del jurado calificador. Y, finalmente, el componente Ilustración infantil juvenil, Categoría Ilustración infantil juvenil.

En el área que ganó el periodista chiclayano también figuran trabajos de diferentes puntos del país: “El erizo", de Gerónimo Andrés Chuquicaña Saldaña (Moquegua); “Así somos los adolescentes”, de Yeni Yanet Minaya Aguilar (Lima); “Las apariencias y las apariciones”, de Patrick Alexander Nicolás Pareja Flores (Loreto); y “Horizonte de perros”, de Marco Antonio García Falcón (Lima).

Cabe señalar que otra de las ganadoras por Lambayeque es Lady Vinces Cruz, con el manuscrito “Poesía de la ausencia y el recuerdo”, en la categoría Poesía Infantil.

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