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¿CRIPTO FRAUDE?: El escándalo político de la criptomoneda Libra y Javier Milei

Escribe: Roger Santa Cruz Carranza (*)
Edición N° 1388

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Las criptomonedas son activos digitales que utilizan criptografía para garantizar la seguridad de las transacciones y controlar la creación de nuevas unidades. A diferencia de las monedas tradicionales, como el dólar, el euro o el sol, las criptomonedas operan en redes descentralizadas basadas en tecnología blockchain, un registro contable público y distribuido que registra todas las transacciones de manera transparente e inmutable. Bitcoin, creada en 2009, fue la primera criptomoneda y sentó las bases para miles de alternativas, como Ethereum, Ripple y Litecoin. Estas monedas digitales no están respaldadas por gobiernos ni bancos centrales, lo que las hace independientes de las políticas monetarias tradicionales.

En el sistema económico, las criptomonedas se insertan como una alternativa al dinero fiduciario (dinero emitido con base en la confianza hacia una economía), ofreciendo ventajas como transacciones más rápidas, menores costos en transferencias internacionales y acceso a servicios financieros para personas no bancarizadas. Además, funcionan como activos de inversión, ya que su valor fluctúa según la oferta y la demanda. Algunas empresas y comercios ya aceptan criptomonedas como medio de pago, y países como El Salvador las han adoptado como moneda de curso legal, aunque la medida ha sido suspendida este año por pedido expreso del Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, su volatilidad, la falta de regulación en muchos países y su uso en actividades ilícitas plantean desafíos para su integración plena en el sistema económico global. Si bien las criptomonedas representan una innovación financiera con el potencial de transformar la economía tradicional no cualquiera puede ofrecer la fiabilidad correspondiente para aquellos que las adquieren.

La estabilidad de las criptomonedas se basa en factores como la adopción masiva, la confianza de los usuarios, la propia tecnología blockchain subyacente y la oferta limitada de algunas, como Bitcoin. Su valor depende de la oferta y la demanda en el mercado, así como de su utilidad en transacciones, inversiones y aplicaciones descentralizadas. No obstante, estas pueden fracasar debido a la volatilidad extrema, la falta de regulación clara, los ciberataques a plataformas de intercambio, la propia competencia entre criptomonedas o cambios tecnológicos que las vuelvan obsoletas.

Una pérdida de confianza por fraudes, uso en actividades ilícitas o intervención gubernamental restrictiva también podría llevar a su declive. Su éxito o fracaso está ligado a la evolución del mercado, la innovación tecnológica y la aceptación global.

“Criptogate”

En Argentina, a pesar de los esfuerzos realizados por recuperar la economía, aún persiste una brecha respecto a la estabilidad de la moneda, que además en muchos casos se traduce en dificultades de acceso al crédito y financiamiento para pequeñas empresas y emprendimientos. Es en este contexto que se ha desarrollado el llamado “Criptogate”, un escándalo que ha trascendido a la arena política involucrando al jefe de Estado argentino y que podría representar repercusiones en la gobernabilidad de su gestión.

El "criptogate" es un escándalo que involucra al presidente argentino, quien, emulando a lo ya hecho por su homólogo americano Donald Trump, ha promocionado una criptomoneda llamada $Libra. Milei promocionó $Libra a través de su cuenta de X, lo que llevó a miles de personas a invertir en ella. Sin embargo, la criptomoneda se desplomó poco después, causando grandes pérdidas a los inversores.

El escándalo se originó cuando expertos notaron que $Libra había sido creada minutos antes del tuit de Milei y que estaba muy concentrada en pocas billeteras, lo que facilitó la manipulación de su precio. $Libra terminó siendo una "memecoin", una criptomoneda sin respaldo cuyo valor dependía del apoyo de una figura pública. Tras el tuit de Milei, el valor de $Libra se disparó para luego derrumbarse cuando los principales tenedores (esencialmente desarrolladores y creadores de la cripto) retiraron grandes sumas de dinero.

Factura política

Las consecuencias políticas del "criptogate" incluyen denuncias contra Milei por presunta asociación ilícita y estafa. También se le acusa de incumplir sus deberes de funcionario público. La oposición liderada por el bloque de Unión por la Patria (UxP) ha pedido un juicio político contra Milei en el Congreso, aunque es poco probable que prospere debido a que para lograrlo se requeriría alrededor de 2/3 de los votos, una cifra que resulta lejana para los impulsores de la medida. El escándalo también tuvo un impacto económico, con una caída del 5,6 % en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. El gobierno argentino ha ordenado una investigación para determinar si hubo alguna conducta impropia por parte de miembros del gobierno. Asimismo, se ha presentado una solicitud de investigación a las autoridades estadounidenses ante la sospecha de que se perpetraron “operaciones criminales” ante las grandes pérdidas ocasionadas.

Si bien ha existido una respuesta política de parte del gobierno, otorgando una entrevista al periodista Joni Viale, en la que se ha negado la responsabilidad del presidente aduciendo la variabilidad en el mercado, esta también ha sido seriamente cuestionada debido a que durante su publicación se incluye un clip donde se entiende un pacto detrás de dicha entrevista volviéndola más cómoda para el entrevistado.

Finalmente, el escándalo del "criptogate" no solo representa un desafío significativo para el gobierno de Javier Milei en Argentina, sino que podría tener implicaciones para la economía y la política en la región. La promoción de $Libra, seguida de su abrupto colapso, erosiona la confianza pública en Milei y su administración. Las acusaciones de asociación ilícita y estafa, junto con el pedido de juicio político, desestabilizan aún más su gobierno a pesar de la posibilidad de no ser punibles. A nivel regional, el caso podría servir como advertencia sobre los riesgos de la promoción de criptomonedas volátiles por parte de figuras políticas, también podría influir en la percepción de Argentina como destino de inversión, especialmente en el ámbito de las criptomonedas, generando cautela entre inversores y gobierno y pudiendo aumentar la incertidumbre política y económica en Argentina.

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(*) Politólogo | santacruzcarranza@gmail.com

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