La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado la manera en que las personas acceden a la información, resuelven problemas y toman decisiones. No obstante, su impacto en el desarrollo del pensamiento crítico genera un debate creciente. Mientras algunos estudios alertan sobre los riesgos de una dependencia excesiva, otros resaltan su potencial para fortalecer habilidades cognitivas si se utiliza de manera adecuada. Este artículo analiza ambos enfoques, basándose en investigaciones recientes.
Dependencia tecnológica y atrofia cognitiva
El uso excesivo de herramientas de IA puede generar una dependencia que disminuye habilidades esenciales como el análisis y la evaluación crítica. Este fenómeno, conocido como atrofia cognitiva inducida por la IA, se basa en el principio de "úsalo o piérdelo", que sugiere que las capacidades cognitivas se deterioran si no se ejercitan regularmente (Travieso, 2024).
Estudios recientes han encontrado que los usuarios frecuentes de IA tienden a mostrar menores niveles de pensamiento crítico, debido a la delegación constante de tareas cognitivas a estas herramientas (Canfran Duque, 2023; Morales Chan, 2021). Por ejemplo, un estudio realizado por González-González (2023) encontró una fuerte correlación negativa entre el uso intensivo de herramientas de IA y las habilidades críticas. Los participantes más jóvenes, quienes reportaron mayor dependencia de estas tecnologías, obtuvieron puntuaciones más bajas en evaluaciones de pensamiento crítico. Además, muchos expresaron preocupación por su creciente incapacidad para resolver problemas sin ayuda tecnológica.
Riesgo de conformidad y pasividad
La IA genera respuestas basadas en patrones preexistentes, lo que puede fomentar una actitud pasiva hacia la información. En lugar de cuestionar o analizar críticamente los datos proporcionados, los usuarios tienden a aceptar las respuestas como definitivas. Este fenómeno es especialmente preocupante entre estudiantes, quienes podrían desarrollar una mentalidad conformista al depender exclusivamente de soluciones automatizadas (Brennan & Kreiss, 2021; Smith & Jones, 2023).
Además, la personalización algorítmica puede reforzar sesgos cognitivos al presentar contenido alineado con las preferencias del usuario, limitando su exposición a perspectivas diversas. Esto no solo afecta el pensamiento crítico, sino también la capacidad para discernir información objetiva en un entorno saturado de datos manipulados (Franganillo et al., 2023).
Herramienta educativa y aprendizaje personalizado
Por otro lado, cuando se utiliza adecuadamente, la IA puede ser una herramienta poderosa para desarrollar habilidades críticas. En entornos educativos, los sistemas basados en IA permiten personalizar el aprendizaje según las necesidades individuales del estudiante, optimizando su desarrollo cognitivo (Morales Chan, 2021; Yoshija, 2024). Por ejemplo, simuladores educativos pueden exponer a los estudiantes a escenarios complejos que requieren análisis profundo y toma de decisiones reflexiva. Además, estas herramientas ofrecen retroalimentación inmediata y detallada sobre el desempeño del estudiante. Esto no solo mejora su comprensión del material, sino que también fomenta un aprendizaje autónomo al identificar áreas que requieren mayor atención (Luckin et al., 2016).
Apoyo al análisis y resolución de problemas
La capacidad de la IA para procesar grandes volúmenes de datos rápidamente permite a los usuarios centrarse en tareas más estratégicas y analíticas.
Por ejemplo, herramientas como asistentes virtuales o algoritmos predictivos pueden ayudar a identificar patrones complejos o generar hipótesis iniciales para ser evaluadas críticamente por los usuarios (Aguirre et al., 2023). Este enfoque complementario fomenta una interacción activa entre las capacidades humanas y tecnológicas.
Simulación y creatividad
Otra ventaja significativa es la capacidad de la IA para crear simulaciones realistas que desafíen a los usuarios a resolver problemas complejos en entornos controlados. Estas simulaciones no solo mejoran las habilidades analíticas sino también estimulan la creatividad al permitir explorar múltiples soluciones posibles Franganillo et al., (2023). Como resultado, los estudiantes desarrollan competencias clave como la adaptabilidad y el razonamiento lógico.
Equilibrio entre uso y desarrollo cognitivo
El impacto final de la IA en el pensamiento crítico depende del equilibrio entre su uso como herramienta complementaria y el desarrollo activo de habilidades cognitivas humanas. Los expertos sugieren estrategias clave para lograr este balance:
Fomentar metacognición: Enseñar a los estudiantes a monitorear sus propios procesos de aprendizaje mientras utilizan herramientas de IA.
Integración pedagógica consciente: Los docentes deben combinar actividades basadas en IA con métodos tradicionales que promuevan el análisis independiente.
Promoción del razonamiento autónomo: Evitar una dependencia excesiva mediante ejercicios que requieran resolución manual de problemas antes de recurrir a soluciones automatizadas.
La inteligencia artificial tiene un impacto dual en el pensamiento crítico: puede debilitarlo cuando se utiliza indiscriminadamente o potenciarlo si se emplea estratégicamente. Aunque existe evidencia clara sobre los riesgos asociados con la dependencia tecnológica y la pasividad cognitiva, también hay oportunidades significativas para fortalecer habilidades críticas si se integra adecuadamente en entornos educativos y profesionales. En última instancia, el desafío radica en equilibrar eficiencia tecnológica con desarrollo humano para maximizar los beneficios mientras se mitigan los riesgos.
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(*) Psicólogo, fundador de NeuroNitas.
La sociedad peruana, tal como resumía José Carlos Mariátegui en sus 7 ensayos, se ha caracterizado por ser, además de aspiracional, altamente centralista. Esta cualidad acentuada durante la colonia nos ha acompañado de manera permanente, tanto para la construcción de nuestro propio estado cuanto para las consecuencias que este sistema genera en sus ciudadanos. A partir de este período Lima se ha convertido en el centro de poder político y económico nacional, marginando a las demás regiones y generando una clara diferenciación que aunque silenciosa genera brechas que periódicamente terminan aflorando por su notoriedad no solo en términos electorales sino a través de conflictos sociales cuyo trasfondo no es sino una mayor participación en la toma de las propias decisiones que los rigen.
La identidad nacional
La enorme extensión territorial y multiculturalidad nacional ha generado que la frase “Existen varios Perú” no sea solo un cliché, sino que adquiera una relevancia mayor a la hora de describir nuestra diversidad y tratar de entendernos como país. A diferencia de otros territorios, los factores antes descritos han generado que a pesar de contar con algunos elementos culturales comunes no se ha logrado construir de manera sólida nuestra identidad nacional, debido a que las brechas aún están lejos de acortarse. El nosotros vs. los otros, aún impera a la hora de votar, acceder a servicios o sencillamente sentir la presencia del estado.
La distribución demográfica del Perú es altamente dispar y ha influido significativamente en su desarrollo. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), más del 70 % de la poblaciónvive en la costa, a pesar de que esta representa menos del 12% del territorio nacional. Lima concentra aproximadamenteun tercio de la población total, lo que la convierte en un centro político y socioeconómico desbordado, con problemas de infraestructura, transporte y servicios públicos insuficientes. En contraste con la sierra y la selva, que juntas abarcan la mayor parte del territorio, teniendo una densidad poblacional mucho menor y enfrentando mayores dificultades para acceder a servicios básicos, educación y empleo formal.
Esta distribución desbalanceada limita el desarrollo equitativo del país, ya que la inversión en infraestructura y desarrollo económico se concentra además de en la capital en algunas otras ciudades costeras, dejando rezagadas a muchas regiones del interior. Según el economista Richard Webb, esta desigualdad demográfica fomenta la migración interna descontrolada hacia la capital, incrementando la informalidad y el déficit de vivienda. No obstante, este fenómeno no es exclusivo a esta escala, sino que se repite en el interior del país por ejemplo entre capitales de departamento y poblaciones aledañas.
Para superar este desafío es necesario implementar estrategias de descentralización efectivas que permitan fortalecer las capacidades locales y reducir la dependencia del gobierno central.
Uno de los principales caminos para lograrlo es el fortalecimiento de los gobiernos regionales y municipales. Esto implica dotarlos de mayor autonomía en la toma de decisiones y asignación de recursos. Como señala Pedro Planas, “la descentralización solo será efectiva cuando las regiones sean capaces de generar su propio desarrollo sin depender excesivamente de Lima” (Planas, 2008). Para ello, es fundamental mejorar la planificación regional y optimizar el uso de los presupuestos públicos, evitando la corrupción y la burocracia ineficiente. En un contexto como el actual resulta redundante que siendo las regiones quienes generan sus recursos e impuestos, estos tengan que pasar a las arcas centrales para luego volver según el criterio de los burócratas, quienes muchas veces desconocen a ciencia cierta las verdaderas necesidades y contextos regionales. Otorgarles a las regiones de manera gradual autonomía fiscal, podría contribuir a dinamizar los mercados locales, transparentando las cifras y permitiendo que las ganancias producidas se reinviertan en las propias jurisdicciones para beneficio de los locales.
Cabe destacar que estas medidas deben ser acompañadas por una reforma que permita mejorar la gestión pública también a nivel subnacional, a fin de evitar que el proceso descentralizador sea un mero tránsito institucional de la corrupción. Además, resulta indispensable continuar impulsando la inversión en infraestructura y conectividad, siendo que las carreteras, puertos y redes digitales constituyen herramientas de apalancamiento importantes para permitir a las provincias competir en igualdad de condiciones con la capital.
Decisiones desde Lima
Otro elemento vital es ladesconcentración de instituciones del Estado. En la actualidad, casi la totalidad de decisiones gubernamentales se toman en Lima, lo que ralentiza la gestión pública y aleja a los ciudadanos del acceso a servicios esenciales. La creación de sedes regionales de ministerios y organismos autónomos facilitaría una administración más ágil y cercana a la realidad de cada zona del país. Hay quienes incluso han propuesto la creación de ciudades modelo o mudar la capital del país a una zona menos vulnerable a desastres naturales y con mejor accesibilidad para todas las regiones (Planas, 1998), lo cual incentivaría la inversión en infraestructura y servicios en otras regiones, reduciendo la dependencia excesiva de Lima y promoviendo un desarrollo más equilibrado del país.
Así pues, promover la descentralización no es una iniciativa antojadiza, sino que termina siendo incluso una estrategia geopolítica importante para redistribuir los núcleos de poder evitando la concentración excesiva en la capital tanto económica como demográficamente. Fomentar la autonomía regional y garantizar oportunidades equitativas a lo largo del territorio, es además una manera de poder aprovechar mejor los recursos en el tránsito a un desarrollo nacional más equilibrado y equitativo.
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(*) Politólogo | santacruzcarranza@gmail.com
“La nutrición óptima es la medicina del mañana”. Dr. Linus Pauling
En las últimas décadas, la frecuencia del cáncer de tiroides ha crecido de manera acelerada a nivel global. La prevalencia de esta enfermedad es relativamente elevada en áreas donde la ingesta de yodo es deficiente. Aunque se ha considerado que un bajo consumo de yodo en la dieta es un factor de riesgo para el desarrollo de este tipo de cáncer, investigaciones anteriores han arrojado resultados contradictorios respecto a distintos grupos de alimentos. En Perú, la tasa de cáncer de tiroides es de 7,1 casos por cada 100 000 personas, posicionándose en el noveno lugar a nivel general. Esta enfermedad es más común en mujeres que en hombres, con una incidencia de 11,5 casos por cada 100 000 habitantes.
Entre diversas etnias, así también los hábitos alimenticios son moldeados por diferentes patrones dietéticos, costumbres alimentarias, estilos de vida, nutrición y otros elementos ambientales. El consumo de alimentos bociógenos (sustancias que interfieren en la manera en que el organismo utiliza el yodo), como las verduras crucíferas, ha mostrado una correlación positiva de aminorar el riesgo de padecer cáncer de tiroides. Un alto consumo de carnes como pollo, cerdo y aves también se asoció positivamente con el riesgo, mientras que los productos lácteos no mostraron una relación significativa. El uso frecuente de multivitamínicos y la incorporación de nitratos y nitritos (generalmente embutidos) en la dieta también se vincularon positivamente con el riesgo de cáncer tiroideo. Sin embargo, los hallazgos del estudio son inconsistentes y se requieren más investigaciones para entender cómo los factores dietéticos afectan los niveles hormonales tiroideos e influyen en la función de la tiroides.
El sulforafano (SFN)
El sulforafano, un compuesto natural hallado en vegetales como el brócoli y la coliflor, es un producto de la transformación de la glucorafanina que estos contienen naturalemente. Esta sustancia, clasificada como isotiocianato proveniente de la alimentación, exhibe una destacada actividad biológica, estimulando la vía Nrf2 en el organismo. Como resultado, se le atribuyen diversas propiedades beneficiosas, entre las que destacan su capacidad para combatir el desarrollo de células cancerosas y su habilidad para proteger al cuerpo frente a sustancias dañinas.
¿Qué es la vía Nrf2?
El factor nuclear eritroide 2 (Nrf2) es un elemento esencial de transcripción que controla la manifestación de genes relacionados con la protección celular frente al estrés oxidativo y xenobiótico. Funciona como un director en la regulación de genes que combaten el estrés oxidativo y facilitan la eliminación de sustancias tóxicas, contribuyendo así a salvaguardar las células del perjuicio ocasionado por los radicales libres y otros compuestos perjudiciales. Por tanto, se ha evidenciado que el sulforafano (SFN), actúa como un agente anticancerígeno en varios tipos de cáncer, siendo un isotiocianato (1-isotiocianato-4-(metilsulfinil), su precursor la glucorafanina constituye más del 80 % de los glucosinolatos totales presentes en este vegetal.
Los glucosinolatos
Se consideran S-glucósidos, ya que resultan de la unión de un azúcar reductor con el azufre de una molécula que no tiene propiedades de carbohidrato, conocida como aglucona. Estos compuestos son estables, no volátiles y carecen de olor. En las plantas, los glucosinolatos se producen y almacenan como precursores relativamente estables de los isotiocianatos. Su solubilidad en agua se debe a la presencia de la molécula de glucosa, que les confiere características hidrofílicas, a diferencia de los isotiocianatos, que son hidrofóbicos. Cuando el tejido vegetal se daña mecánicamente, los glucosinolatos se hidrolizan(desencadenan una reacción química que libera compuestos más simples, algunos de los cuales pueden tener propiedades beneficiosas o defensivas para la planta).
La enzima tioglucosidasa o mirosinasa
En este proceso, la enzima tioglucosidasa o mirosinasa entra en contacto con el sustrato y libera moléculas de glucosa, bisulfato y la aglucona correspondiente. Luego, esta última sufre un reordenamiento intramolecular que da lugar a la formación de isotiocianatos, nitrilos, metilisotiocianatos y tiocianatos, todos compuestos de bajo peso molecular responsables del aroma característico de estos productos. Aunque los glucosinolatos intactos tienen una actividad biológica limitada, su capacidad biológica se incrementa al ser hidrolizados en isotiocianatos.
¿Cómo se activa el SFN?
El sulforafano se activa en el cuerpo a través de un proceso que involucra la conversión de glucorafanina, mediante la acción de la enzima mirosinasa, este proceso ocurre cuando las plantas sufren daños físicos, como al cortarlas o masticarlas(cuando hemos decido consumir en nuestra dieta y masticarlo correctamente), por ende, inicia el proceso de activación, las células se rompen y liberan la mirosinasa catalizando la conversión del glucosinolato (glucorafanina) en sulforafano. Este compuesto es altamente biodisponible y puede ser absorbido rápidamente por el cuerpo.
Una vez formado, el SFN puede ser absorbido por el intestino delgado y distribuido a través del torrente sanguíneo hacia diferentes partes del cuerpo.
El sulforafano activa el Nrf2, que bioquímicamente hablando es una proteína clave que regula genes antioxidantes y desintoxicantes. Esto ayudará a protegernos contra el estrés oxidativo e inflamatorio, promoviendo la actividad de las enzimas desintoxicantes fase II para eliminar toxinas más eficientemente.
En resumen, la activación del SFN depende principalmente de cómo se preparan los alimentos ricos en este compuesto para asegurar que ocurra su conversión desde su forma inactiva durante procesos culinarios adecuados.
Un estudio del 2015, titulado “Sulforaphane inhibits thyroid cancer cell growth and invasiveness through the reactive oxygen species-dependent pathway” (El sulforafano inhibe el crecimiento y la invasividad de las células del cáncer de tiroides a través de la vía dependiente de especies reactivas de oxígeno), publicado “IMPACT JOURNAL” ONCOSCIENCE cubre el campo de rápido crecimiento de la investigación del cáncer, especialmente temas emergentes que actualmente no están cubiertos por otras revistas, en Oncotarget, Vol. 6, No. 28, con doi: 10.18632/oncotarget.4542
Tuvo por objetivo del estudio investigar el potencial terapéutico del SFN para el cáncer de tiroides y explorar los mecanismos subyacentes a los efectos antitumorales del SFN mediante estudios in vitro e in vivo . Los datos demostraron que el SFN inhibió significativamente la proliferación de células de cáncer de tiroides de una manera dependiente de la dosis y el tiempo, indujo la detención del ciclo celular y la apoptosis en la fase G2/M, e inhibió la migración e invasión de células de cáncer de tiroides al suprimir el proceso de transición epitelial-mesenquimal (EMT) y la expresión de Slug, Twist, MMP-2 y -9 . Mecánicamente, SFN inhibió el crecimiento y la invasividad de las células de cáncer de tiroides al reprimir la fosforilación de Akt, mejoró la expresión de p21 mediante la activación de las cascadas de señalización de Erk y p38, y logró promover la apoptosis mediada por mitocondrias a través de la vía dependiente de especies reactivas de oxígeno (ROS). El crecimiento de tumores de xenoinjerto derivados de la línea celular de cáncer de tiroides FTC133 en ratones desnudos también fue inhibido significativamente por SFN. Es importante destacar que no encontramos un efecto significativo de SFN en el peso corporal y la función hepática de los ratones, por tanto, sostienen los autores del estudio que han logrado demostrar que por primera vez que SFN es un agente antitumoral potencialmente eficaz para el cáncer de tiroides.
Solamente para terminar esta columna, tampoco sea irresponsable y se dirija inmediatamente a comprar kilos o toneladas de brocoli, coliflor u otra fuente de SFN (esto incluye las cápsula que se venden en farmacias), porque hay un factor importante que no he señalado, es que éste debe ser orgánico (proveniente de biohuertos) y por consiguiente, debe estar exento de trazas de pesticidas, herbicidas, consecuentemente este es un corolario que deberé señalar como solución tentativa a través de un mecanismo interesante de la gestión pública.
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(*) Ingeniero, magíster en Gestión Pública. | luricsoji19@gmail.com
Desde los años 90, cuando el amarillo irrumpió con su tractor dejando de lado a Vargas Llosa, se supo que el enfoque por competencias ingresaría en el sistema educativo peruano. Con ello se ha dicho y desdicho muchas «cosas» en torno a la calidad de los egresados. En ese sentido, muchas universidades top —junto con el poder de sus estrategias publicitarias y con conceptos tergiversados de Philip Kotler— nos dibujan un perfil de abogado y abogada (es mucho decirles doctores) que da mucho que pensar al mirar sus orígenes universitarios. Como dice una universidad capitalina poray, ya son «62 años construyendo tu futuro».
Resulta que el discurso político y siniestro siempre andará en boca de todos, eso de la «calidad», las «competencias», que uno es más competente que el otro y que tiene un doctorado. Ocurre que el cretino, y su coyuntura, egresó de la Universidad San Martín de Porres, luego de la Universidad Nacional Federico Villarreal, y también se la pasó por EE. UU., dibujando su perfección para ser abogado de todos. En España, posee, al menos, cinco diplomas o reseñas que estudió algo. También realizó estudios en Argentina, Alemania, Colombia (en cuatro oportunidades), México y cuenta con, en su patrimonio, más de 100 publicaciones. Con estos halagos y méritos académicos, se perfila como candidato fijo a un Honoris Causa y abogadillo de cualquier delincuente, quien se supone lo conoce por ser casi colega.
El desarrollo de las competencias en la universidad es inferior al poder del marketing que permite disponer de cretinos con flatulencia en su propia deontología. Ostentar un cargo político no es mérito: es filtro para saber quién con abundantes estudios no puede con la delincuencia en nuestro país. Lo que sabemos es que ni su suegra lo quiere. A todo esto, alguna vez, cuando leía Plata como cancha, le pregunté al mismo autor si es que la «universidad» tiene alguna responsabilidad cuando sus egresados no son lo que son, asumiendo que se les entrega un «título a nombre de la nación» y con rima a la sazón. El mismo Acosta me respondió que no había una; sin embargo, cuando el egresado es premio nobel, sí recibe el merecimiento y es consagrado egresado.
Si de competencias empezamos escribiendo, es lógico preguntarse cuáles son las del cretino con tantos estudios sobre «derecho disciplinario», que niega el mínimo resquicio de su inexistente etología del derecho. Muchos menos habrían pensado que existe la ontología de las ciencias, que es lo mismo que «una cosa» cuando no funciona racionalmente. Entre la formación universitaria y los deseos de ser «algo», aunque sea ministro, existe una serie de factores vinculados con la naturaleza del ser que, con el tiempo, por una distorsión de la cognición, se convierte en un meme y que, de pronto, no sería objeto de estudio de las ciencias sociales, sino de la memética.
La vida política de nuestro país siempre ha sido polémica, austera, democrática y desgraciada, puesto que muchos «profesionales» han tenido la responsabilidad política de conducirnos. No obstante, la utopía de la meritocracia se guardó en un cofre o en el aroma macizo de un Rolex y todos ellos profesionales. ¿A dónde se fueron las competencias? En definitiva, cuando de competencias se habla, es solo para el discurso y la necedad de buscar el voto para «jodernos» voluntariamente.
Competencias profesionales
En la línea de las competencias de todo profesional, ha de pervivir muchos conceptos relacionados con el saber hacer, saber ser y saber conocer. No dudamos mucho que el cretino sabe demasiado en cuanto a derecho disciplinario, eso lo puede demostrar y enrostrarnos la cara con semejante recorrido académico; sin embargo, en torno al saber hacer, puede generar suspicacias: «saber mucho» implica tener conocimiento para resolver problemas y no meterse en ellos frente a un set de televisión.
La olvidada deontología del saber hacer indicaría que las competencias de los delincuentes resultan mejores que las del cretino. La delincuencia «sabe más» que el académico ministro; por tanto, queda en duda la sabiondez con halitos de hediondez cretina. La utopía de las competencias, al mezclarse con la política, revela grietas conceptuales que muestran la dificultad de relacionar lo aprendido después de egresado con la realidad.
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(*) Investigador Renacyt, Palmas Magisteriales 2016.