Celebramos el 198 aniversario de independencia nacional, hay muchos sentimientos encontrados, hay también bastante por reflexionar de la República que en dos años cumplirá su Bicentenario.
Todos los actos de corrupción vividos en los últimos años –creo- son la explosión acumulada de nuestra República desde que se logró su independencia. Allí está la historia que cuenta lo que costó nuestra libertad del yugo español y lo que se tuvo que dinerariamente dar a San Martín y Bolívar, el engaño que sufrió el Mariscal Castilla, el régimen corrupto de Rufino Echenique, de Leguía, Odría, de Juan Velasco Alvarado y de Francisco Morales Bermúdez.
Cómo no mencionar el del sentenciado Alberto Fujimori, quien junto a Vladimiro Montesinos saqueó al país, el de Alan García Pérez, quien tuvo que recurrir al suicidio para no responder a la justicia y también el del “abanderado de la democracia”, Alejandro Toledo Manrique, o el de Ollanta Humala Tasso y Pedro Pablo Kuczynski.
Cuánta lástima, nuestro Estado no ha tenido un buen presidente por lo tanto nunca, un buen gobierno, salvo el de Fernando Belaúnde Terry y el Transitorio de Valentín Paniagua Corazao.
Cada uno ha depredado nuestro país a su mejor estilo. Recordamos, por ejemplo, cómo se enriquecieron con la venta del guano, con el endeudamiento interno, con los desastres naturales, con la venta de las empresas estatales, con las compras de armas, aviones, con planillas fantasmas y sabe Dios cuánto más.
Cada gobierno ha tenido su forma de robarle a todos los peruanos, no solo sus recursos naturales, sino también la esperanza de justicia, como los involucrados en el caso “Cuellos Blancos”, donde el suspendido exjuez César Hinostroza negoció con el juez supremo Ángel Romero la absolución de un acusado de violación de una niña de 13 años.
Y si hablamos de lo que pasa en Lambayeque pues no extrañe todo el daño que nos han hecho. Allí tenemos al caso “Los limpios de la corrupción”, donde un alcalde dos veces elegido como el primer vecino de Chiclayo le ponía porcentajes a las obras públicas tal como han confesado sus cómplices.
Como los malos ejemplos son fácilmente abrazados por ídolos de barro también cayó otro burgomaestre, hoy involucrado en “Los temerarios del crimen”.
A los ciudadanos de a pie nos enfurece que a pesar de los castigos que imparte la justicia sucedan tantos casos que debilitan la esperanza e ilusión.
Sin embargo, nada de esto que nos hace reflexionar e interrogar por qué autoridades que teniendo el privilegio de representarnos llegan a delinquir, nos aparta de exitosos casos que son ejemplo para millones de ciudadanos en el país y, particularmente, en Lambayeque.
Allí tenemos a tres mujeres que enorgullecen a Chiclayo. Ellas no reciben privilegios municipales, pero trabajan denodadamente en beneficio de los más vulnerables: Karla Arriola Falla, Elena Armas Castañeda y Luz Balarezo Vásquez son ejemplo de coraje y nos llenan de orgullo.
Karla Arriola Falla, madre de un joven autista de 15 años, logró en noviembre del 2016 inscribir en Registros Públicos a la Asociación Autismo Chiclayo con 32 familias. Hoy en día sostiene a más de 300 familias y logró que el Gobierno Regional de Lambayeque declare de “interés regional el Trastorno del Espectro Autista - TEA, mediante un Acuerdo Regional, logrando así la atención ciudadana.
Por su parte, Elena Armas Castañeda ha hecho posible la Asociación Mundo Amor, que congrega a personas con Síndrome de Down entre niños, jóvenes e incluso adultos. A través de “Escuela para la vida” se está logrando la mejora en su calidad de vida, logrando así su independencia.
Se suma Luz Balarezo Vásquez, quien dirige el “Hogar Gladys”, que es una esperanza para mujeres que huyen del maltrato y de la violencia física o psicológica que en algún momento han sido violentadas al riesgo de casi perder la vida. Esta institución es fortalecida por el amor de su directora y de quienes extienden la mano para ayudar a muchas mujeres que esperan ayuda oportuna.
Los regidores Jony Piana Ramírez, Percy Espinoza Gonzales y Orlando Puell Varas se han convertido no solo en los fiscalizadores de la comuna chiclayana, también son un referente del conocimiento municipal y la permanente vigilancia para la aplicación de las normas en el desarrollo de la ciudad.
Como ellos también destaca Bernarda Delgado Elías, directora del Museo de Sitio Túcume, defensora de nuestro patrimonio arqueológico e histórico, cuya labor ha calado en la comunidad y ha merecido el reconocimiento internacional, liderando hoy en día uno de los proyectos culturales más exitosos de Iberoamérica.
Patricia Campos Olazábal, mujer de temple y conocimiento, doctora en neurocirugía de niños, es la rectora de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo - USAT, primera casa superior de estudios que logró su licenciamiento en Lambayeque, cumpliendo además con la acreditación de sus escuelas ante el SINEACE.
Otro ejemplo es el de Shirley Aguilar La Rosa, madre discapacitada que no se ha amilanado ante nada y ha sacado adelante a su hija en su formación académica. Ella nos ha regalado a los lambayecanos diversas medallas por la práctica del tenis de mesa, siendo actualmente seleccionada que nos representará en los Parapanamericanos de Lima 2019. Shirley es un ejemplo que ante la adversidad nadie puede bajar la cabeza, por el contrario, demuestra que es posible el logro de los sueños perseverando y mostrando la fuerza de la mente y el corazón.
Francisco Yrigoyen Tenorio, joven profesor y ciclista profesional que enamora día a día con una de las prácticas deportivas que mejora la salud, ayuda al medio ambiente y afianza valores. Es uno de los promotores de la Mesa Pro Bici Lambayeque, espacio desde el que se busca la promoción del ciclismo en el departamento.
Carlos Burgos Montenegro, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, cuya labor institucional ha sido capaz de convocar a las demás organizaciones de la sociedad civil en defensa de los intereses del departamento.
Sin duda, hay muchos más peruanos que día a día le juegan bien al país, porque tienen el anhelo de un Perú mejor, donde todos tengamos oportunidades como los ejemplos de los que escribimos. Ellos a través de sus cotidianas labores han logrado posicionamientos dignos de imitar.
Esta es una buena oportunidad para instar a nuestras autoridades a conocer mejor a nuestro país, a trabajar para acortar la pobreza, la desigualdad… para hacer las obras prioritarias que nos devuelvan la fe.
Es hora de afirmar y poner en práctica que es la educación el pilar del desarrollo de nuestro país, que los gobiernos de turno tienen que destinar un alto porcentaje del presupuesto anual de nuestra República a este sector y también a salud e infraestructura.
A 198 años de vida republicana quiero seguir creyendo que podemos sino refundar nuestro país, corregir lo que nos hace pobres, desiguales, país del tercer mundo. Hay que saber elegir a dignos representantes, hay que ejercer, como siempre lo escribo, ciudadanía responsable, ser ciudadanos con voz permanente ante la corrupción, la infamia y el aprovechamiento del ejercicio público mal entendido.
En los ejemplos de los ciudadanos que adornan nuestra portada sigamos adelante, creyendo en nuestro país que es más grande que todos sus problemas. Seamos cada día mejores. Como lo dijo alguna vez José Matos Mar: “Tengo la esperanza de que seamos un solo Perú, si es que no pasa algo en el camino”, frase con la que Piero, mi nieto vestido de los colores que simbolizan el amor y la paz, fija su mirada retándonos a construir la patria soñada.