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Columnista - Semanario Expresión

Historiador y docente universitario.

 

SÁTIRA - EDICIÓN 973

Escribe Martín Cabrejos Fernández para la edición N 973

La mascota del cabildo

camina que da tristeza

ya no lo cuida su alteza

a mí me tiene afligido.

 

Es el perro del alcalde

que viene lleno de sarna

como su amo mal gobierna

no queda agua en el balde.

 

Se enfermó por las basuras

pues ya no hay lugar limpio

lo mecen en un columpio

los electos caraduras.

 

Pobre perro tan enfermo

le dicen perro “ciudad”

mueve el rabo de amistad

aunque necesita suero.

 

Se rasca y se rasca tanto

que su cuerpo esta desecho

todo su ser es afrecho

pero es su dueño un espanto.

 

Deambula por la plazuela

pesa un ciento de quintal

a puertas de un hospital

le dio un pan una abuela.

 

Escóndanse todos a prisa

¡Es el perro del alcalde!

Que viene haciendo alarde

de su sarna insumisa.

 

Por los desagües abiertos

en el centro colapsados

por ratas en los mercados

su salud es un tema incierto.

 

Pobre perro, como llora

anda pidiendo cien días

para ver si por porfías

consigue una aplanadora.

 

¿Aplanadora? ¿Por qué?

Por los cerros de inmundicia

las sarnas y la malicia

te elegimos ¿para qué?

Martín Cabrejos Fernández
Fecha 2016-08-04 12:38:28