“Decir que vamos a plantear leyes de todo tipo es mentir, será difícil por el poco tiempo que habrá. Si se analiza el proceso para elaborar un proyecto legislativo, discutirlo y promulgarlo, se entenderá que no habrá mucho tiempo. Lo que estamos planteando es revisar qué leyes, que estando vigentes, no se están cumpliendo o no benefician al desarrollo económico, político y social de nuestro país”, sostiene Cecilia Vidaurre Nieto, candidata al Congreso de la República con el N° 1 por Perú Nación.
Refiere que en los períodos legislativos los parlamentarios han presentado cientos de proyectos que se han convertido en leyes, pero que carecen de objetivos tangibles para el país o que no se cumplen.
“Lo que es fundamental es tocar la reforma política y judicial. Ambas son muy importantes, porque de lo contrario no se resolverá la crisis institucional y política que se presentó en el país. Hay que priorizar aquello que beneficie a la gobernabilidad en todo sentido”, manifiesta la candidata por Lambayeque.
Vidaurre Nieto anota que si bien los electores tendrán poco tiempo para investigar sobre la hoja de vida personal, profesional y política de los candidatos al Congreso, sí debe existir voluntad de reflexión, a fin de no repetir elecciones erradas como las que se dieron en el 2016, con resultados lamentables para la política nacional.
“Por todo lo que ha pasado es un poco difícil que la población crea, que mire con buenos ojos a los candidatos, que tenga confianza. Los medios de comunicación han expuesto la conducta de los congresistas y esta ha dejado mucho que desear. Sin embargo, el ciudadano debe aprender de los hechos vividos y aprender a evaluar de manera correcta a quienes buscan representarlos. Habrá candidatos cuyos ofrecimientos parecerán vacíos, por eso es necesario que se informen. La gente debe elegir a quienes son de la localidad, a quienes conocen la realidad. La consciencia ciudadana debe despertar”, sostiene.
POR LA EDUCACIÓN
“En los últimos gobiernos se ha dado especial atención a la infraestructura educativa, lo cual está bien, considerando que había locales de enseñanza en condiciones inadecuadas para el desarrollo de las actividades propias del sistema básico regular. Sin embargo, en el sector no todo puede centrarse en el fierro y el concreto, hay aspectos que tienen que ver con el desarrollo integral de la persona y su cuidado, que son aspectos fundamentales para asegurar buenos aprendizajes. En ese aspecto, la brecha aún es muy amplia”, refiere la postulante, maestra en Educación con Mención en Psicopedagogía Cognitiva por la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo – UNPRG.
Vidaurre Nieto considera que aun cuando la inversión pública en la construcción de colegios avanzó con programas como el de Colegios Emblemáticos, en el que hubo casos de corrupción, y el que promueve la mejora de centros de enseñanza del nivel inicial, la tarea – respecto a infraestructura – todavía es amplia.
“Miremos a Lambayeque como departamento después de El Niño Costero y respondamos cuántos colegios han sido reconstruidos tras las lluvias e inundaciones. La reconstrucción de la infraestructura educativa a casi tres años del fenómeno no ha avanzado nada, pues hay municipios como el de Chiclayo, por ejemplo, que habiendo recibido los recursos para la elaboración de los expedientes técnicos aún no concluyen tales procedimientos, en tanto existen otros casos en los que se ha confirmado corrupción, como sucede en el colegio del caserío El Romero, de Mórrope, donde la inversión es de 13 millones de soles, pero existen contundentes informes de la Contraloría que señalan que hubo irregularidades en la contratación”, expone.
VALORACIÓN DEL MAESTRO
Asimismo, Vidaurre Nieto considera que el Estado debe asumir al docente como pieza angular del proceso educativo no solo para exigir el cumplimiento del currículo nacional y las directrices que emite el ministerio del sector, sino también para valorar su condición y promover su mejora continua.
“El maestro no es un servidor más en el Estado, es quizá el servidor más importante, porque el rol que cumple al convivir todos los días de la semana por más de cinco horas con los estudiantes lo hacen determinante en la formación del individuo. Al maestro se le evalúa, se le exige, se le monitorea, pero ¿acaso las condiciones en las que este trabaja son las mejores? Hay maestros en el sector público que ganan mil 200 soles mensuales, la tercera parte que un suboficial de la Policía Nacional, cuando es el maestro quien inculca en el estudiante condiciones de superación y desarrollo para evitar que caiga en la delincuencia”, indica la representante de Perú Nación.
Finalmente, manifiesta que el magisterio merece ser atendido en las demandas que hace décadas mantiene, como el acompañamiento pedagógico y la capacitación, la promoción meritocrática y el cumplimiento, de parte del Estado, de sus derechos plenos, como el reconocimiento y pago de la deuda social.
“En los últimos 20 años se han dado una serie de reformas educativas y progresivamente se ha ido incumpliendo con los derechos adquiridos de miles de maestros que en algún momento les fueron otorgados por la Ley del Profesorado, por ejemplo. Es urgente que el Estado cumpla con sus obligaciones, más si estas involucran no solo a maestros activos, sino también a cesantes, a quienes se ha condenado a una suerte de olvido permanente”, indica Vidaurre Nieto, doctora en Comunicación Social por la Universidad César Vallejo.
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