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ENTRE LAMBAYEQUE Y LA LIBERTAD: Cerro Prieto: 25 años reverdeciendo el desierto y generando oportunidades

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1426

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  • Empresa agrícola ha llegado a generar hasta 12 mil empleos directos por campaña.

Lo que hace un cuarto de siglo era una vasta extensión árida entre el sur de Lambayeque y el norte de La Libertad, hoy es un emporio agrícola que simboliza el potencial del trabajo sostenido, la innovación tecnológica y la inversión privada nacional. El fundo Cerro Prieto, que celebra 25 años de creación, se ha convertido en una de las empresas agroexportadoras más importantes del país, generando empleo formal, desarrollo comunitario y oportunidades de crecimiento para miles de familias.

“Fue un sueño que comenzó cuando decidimos participar en un concurso convocado por el Estado peruano para adjudicarnos cerca de cinco mil hectáreas. Desde entonces, asumimos el reto de convertir el desierto en una alfombra verde”, recuerda Víctor Cumpa Sandoval, representante de la empresa. Hoy, esa apuesta se traduce en 4600 hectáreas productivas, un sistema de riego de última generación y una fuerza laboral que en temporada alta llega a 12 000 trabajadores.

La empresa ha destinado 1300 hectáreas al cultivo de arándanos, en variades como Sekoya Pop, Sekoya Beauty, Atlas, Madeira, Manila, Malibu, Imperial y Rocío, la más exportada, legando a producir en la campaña 2025-2026, 21 millones de kilos.

Infraestructura y tecnología

Cerro Prieto se levanta sobre una infraestructura hídrica construida íntegramente con capitales peruanos. A través de un canal de 26 kilómetros, el agua de la represa Gallito Ciego —ubicada en Cajamarca— llega hasta los campos productivos, donde se cultivan arándanos, paltas y espárragos, tres productos que han llevado el nombre del norte peruano a los mercados más exigentes del mundo.

El fundo cuenta además con 12 reservorios que garantizan el abastecimiento constante y permiten enfrentar las temporadas de sequía sin recurrir al uso de pozos tubulares. La empresa impulsa, asimismo, un proyecto de drenaje y reutilización de aguas que permite reinyectar el recurso a los campos y evitar la salinización de los suelos. Este sistema de economía circular del agua ha sido reconocido recientemente por la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú – AGAP.

“Somos una empresa sostenible. Nos preocupamos por los impactos sociales, ambientales y de gobernanza. El proyecto de drenaje ha sido fundamental para recuperar suelos y hacer un uso responsable del recurso hídrico, especialmente después de fenómenos como El Niño o Yaku”, explicó Cumpa.

Empleo y transformación social

El impacto de Cerro Prieto trasciende los indicadores económicos. La empresa ha generado empleo directo para más de 8 000 personas y ha dado impulso a un ecosistema de proveedores y servicios en los distritos aledaños. Restaurantes, hospedajes, transportistas y comercios locales se benefician del dinamismo económico que genera la actividad agroexportadora.

Sin embargo, uno de los aspectos más destacados es el protagonismo de la mujer. “Más del 40 % de nuestra fuerza laboral está conformada por mujeres. Han demostrado su talento, responsabilidad y capacidad de liderazgo. La mejor cosechadora de arándanos del año pasado fue una mujer”, señaló, subrayando el carácter inclusivo de la empresa.

El avance femenino en Cerro Prieto no se limita a los campos de cultivo. “Tenemos mujeres en posiciones clave: la jefa de cultivo, la gerente de gestión humana y la superintendente de sostenimiento son mujeres, al igual que muchas supervisoras y encargadas de cosecha. Han sabido crecer, formarse y liderar con compromiso”, precisó.

Compromiso con la educación, el agua y la salud

Más allá de la producción agrícola, Cerro Prieto ha asumido un rol activo en el desarrollo de las comunidades vecinas. Su política de sostenibilidad se sustenta en tres pilares: educación, salud y gestión del recurso hídrico.

En el ámbito educativo, la empresa ha construido dos colegios públicos modernos a través del mecanismo de Obras por Impuestos, con una inversión superior a cinco millones de soles. Además, ha implementado huertos escolares en más de ocho instituciones rurales, brindando capacitación a docentes y asegurando conectividad digital en escuelas que antes carecían de acceso a internet.

En salud, Cerro Prieto desarrolla campañas médicas, apoya a los centros de atención primaria y fomenta la prevención. En materia ambiental, su contribución se orienta al uso racional del agua, la mejora de la infraestructura hidráulica y la capacitación técnica de agricultores.

“Trabajamos con los pequeños y medianos productores para que aprendan a tecnificar el riego y racionalizar el uso del agua. Junto a ellos impulsamos proyectos que mejoran la productividad y preservan los recursos naturales”, destacó Cumpa.

Un ejemplo de esta colaboración es el revestimiento de un canal de 10 kilómetros en Guadalupe, ejecutado mediante obras por impuestos en alianza con el Gobierno Regional de La Libertad, la Junta de Usuarios y la Comisión de Regantes. “Es un proyecto que beneficia a todos, porque mejora la eficiencia del riego y reduce pérdidas”, añadió.

Sostenibilidad y responsabilidad empresarial

Cerro Prieto también destaca por su gobernanza corporativa y su compromiso con la transparencia. La empresa cumple rigurosamente con el pago por el uso del recurso hídrico al Proyecto Especial Jequetepeque Zaña - Pejeza, demostrando que el desarrollo sostenible implica también responsabilidad institucional.

“Nuestro aporte es importante porque creemos en una gestión del agua responsable, en el cumplimiento de las normas y en la colaboración con las entidades públicas. Solo así podemos garantizar sostenibilidad a largo plazo”, expresó el representante de la empresa.

Además, Cerro Prieto ha adoptado estándares internacionales en seguridad laboral, gestión ambiental y derechos humanos. Estas prácticas han fortalecido su reputación y le han permitido convertirse en un referente de agricultura moderna y sostenible.

Modelo que inspira al norte y al país

La historia de Cerro Prieto es también la historia de cómo la agroindustria puede convertirse en un motor de desarrollo regional. Su impacto no solo se mide en exportaciones o divisas, sino también en bienestar social, empleo formal y oportunidades para la población rural.

El efecto multiplicador de la empresa es evidente. Cada puesto directo genera al menos dos empleos indirectos. “La agroexportación no solo dinamiza la economía, sino que transforma comunidades enteras. Detrás de cada caja de arándanos o paltas exportadas hay historias de superación, educación y progreso”, subrayó Cumpas.

Durante 25 años, la empresa ha demostrado que es posible crecer con equilibrio entre la eficiencia económica, la responsabilidad social y la sostenibilidad ambiental. Su experiencia se ha convertido en un caso emblemático del desarrollo agroindustrial peruano, replicado como modelo en distintos foros empresariales y académicos.

Visión de futuro

Con una mirada puesta en los próximos años, Cerro Prieto proyecta seguir expandiendo su producción e incorporando innovación tecnológica en todas sus áreas. La meta es mantener la competitividad internacional sin perder su esencia: el compromiso con las personas y el entorno.

 

“El éxito de hoy nos compromete a mirar hacia el futuro con más responsabilidad. Queremos seguir creciendo, pero también seguir transformando vidas. La sostenibilidad no es un discurso; es el camino que elegimos para construir un legado”, afirmó Cumpa Sandoval.

+ NOTICIAS:

  • Percy Muente es el CEO de la empresa agroexportadora.
  • Cerro Prieto cuenta con certificaciones internacionales como Global GAP, GRASP, SPRING, SMTEA, BASC y otras.

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