Con una cifra nunca antes vista, la Azucarera Pomalca logró el 2024 pagar más de 75.7 millones de soles a todos sus trabajadores, que superan los dos mil entre planta, fábrica y área administrativa. La estabilidad lograda el año pasado permitió que incluso se hagan efectivos los depósitos días antes de la fecha establecida, con lo cual los trabajadores no solo pueden cubrir oportunamente sus gastos familiares, sino que son sujetos de crédito en las diferentes entidades bancarias.
Así, durante el 2024 los pagos se estructuraron de la siguiente manera: 53 millones 207 mil 584 soles en sueldos, 736 mil 800 soles en bono de escolaridad, 5 millones 470 mil 697 soles en utilidades, 2 millones 269 mil 696 soles en Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) de mayo, 2 millones 350 mil 306 soles por CTS de noviembre, 4 millones 292 mil 323 soles en gratificaciones de julio, 4 millones 479 mil 270 soles en gratificaciones de diciembre y 2 millones 388 mil 400 soles por un bono extraordinario pagado el 18 de octubre.
Utilidades y bono
Por segundo año consecutivo, el 2024 la Azucarera Pomalca distribuyó utilidades entre sus trabajadores, pagando casi 5.5 millones de soles de las ganancias generadas durante el 2023.
El pago de utilidades fue un trabajado planificado de la Gerencia General, el Directorio, gerencias de planta y los trabajadores de las diferentes áreas, cuyo esfuerzo permitió gozar de las utilidades de la empresa.
Sin embargo, el reconocimiento de la Azucarera Pomalca a sus trabajadores fue más allá de la distribución de utilidades, pues en octubre -y como parte del vigésimo aniversario de gestión empresarial- se otorgó un bono a los trabajadores, el cual, según el tiempo de servicio, alcanzó hasta los 1200 soles.
Mejora económica y pago de adeudos
La bonanza económica de la Azucarera Pomalca también se vio reflejado en el aumento de las remuneraciones, el cual desde octubre del año pasado se da de forma progresiva.
Así, el 2024 se dio un incremento de 70 soles, para octubre de este año se espera un aumento de 50 soles más y, en el mismo mes, pero del 2026, otros 50 soles adicionales, con lo cual se habrá logrado una mejora de 170 soles en las remuneraciones de los trabajadores.
Conscientes de la deuda que se generó en la época cooperativa, la Gerencia General y el Directorio también vienen cumpliendo con el pago de los adeudos laborales, los mismos que fueron postergados por años hasta el ingreso del Grupo Oviedo como principal accionista.
A la fecha se cancelan de forma periódica cuotas de hasta 500 soles, de modo que se cumple con los compromisos asumidos por la empresa y se asegura el bienestar de los trabajadores y familias.
Mirada esperanzadora: Habla el gerente general de Azucarera Pomalca
Al respecto, el gerente general de la Azucarera Pomalca, Walter Culqui Carrera, resalta que son las inversiones realizadas por la empresa las que han permitido gozar de la estabilidad laboral de la que hoy hacen gala. La gestión se enfocó en mejorar su infraestructura administrativa, modernizando los espacios de trabajo, creando ambientes más agradables para el personal.
“Las historias de trabajadores de otras azucareras que tienen que salir de casa a las 4:00 a. m. y regresar a las 9:00 p. m. son un recordatorio de la importancia de mantener la estabilidad laboral en Pomalca. La fortaleza de la empresa se basa no solo en su producción, sino en la capacidad de proporcionar empleo y bienestar a la comunidad, eso lo tenemos muy claro”, enfatiza.
Menciona que la paz laboral es esencial y el compromiso con el cumplimiento de las obligaciones laborales es inquebrantable.
“El pago puntual a trabajadores y proveedores, así como el cumplimiento de obligaciones tributarias son prioridades. Con más de 2200 trabajadores y una planilla que supera los S/4 millones mensuales, Pomalca no solo impacta en su entorno inmediato, sino que también contribuye a la economía local de manera significativa”, destaca.
Orgullosos trabajadores
Con más de 10 años de trabajo al lado del Grupo Oviedo, la ingeniera Cinthia Pantón Herrera considera a la Azucarera Pomalca como su familia, pues no solo ha logrado su desarrollo profesional, sino que ha encontrado a personas que le han ayudado en su crecimiento personal.
Ella cuenta que ingresó a la empresa cuando era aún estudiante. Si bien se formaba para ser una futura ingeniera, entró al área legal, hecho que fue un reto y hoy agradece, pues combinó sus conocimientos técnicos con los saberes jurídicos de sus compañeros.
“Para mí como estudiante de ingeniería trabajar con abogados era complementar los conocimientos adquiridos en la universidad con los temas de formación legal que veía día a día. En realidad, era super enriquecedor para mí porque sentía que estaba recibiendo una formación bastante completa que ahora valoro, pues estoy en un área donde tengo que ver los conocimientos técnicos como ingeniera y los conocimientos legales en compañía de mis compañeros de área”, sostiene.
Ella agradece trabajar en la Azucarera Pomalca, pues le ha permitido no solo crecer, sino también darles una estabilidad a sus seres queridos. Hoy, Pomalca también se ha convertido en su familia.
“Pomalca es una gran familia, todos aquí aprendemos a diario de nuestros compañeros, jefes, de todas las personas involucradas en el desarrollo y crecimiento de la empresa. Hay muchas personas que quisieran trabajar aquí por todos los beneficios que nos brinda la empresa, por eso animo a mis compañeros a que sigamos siendo agradecidos y productivos porque solo así continuaremos creciendo”, menciona.
Dermalí Linares Astonitas tiene 55 años, de los cuales 24 lleva trabajando en la Azucarera Pomalca. Ingresó en el 2000 al área de Campo, donde laboró por una década, hasta que fue trasladado al área de Administración, donde permanece hasta hoy. Natural de Pomalca, se siente orgulloso de laborar en el distrito azucarero.
“Como pomalqueño me siento privilegiado de seguir trabajando en Pomalca, para nosotros como pomalqueños es un orgullo porque es la única azucarera que se mantiene en pie gracias a la buena gestión que realiza el Grupo Oviedo aquí en la azucarera”, expresa.
Él recuerda que antes de que llegue la actual administración existían muchos conflictos entre los directorios que entraban y salían a través del Poder Judicial. “Había enfrentamientos, uno no podía trabajar tranquilo. Se generaron adeudos porque no pagaban los sueldos completos, te pagaban la mitad y el otro 50 % en adeudos”.
Dermalí Linares resalta que hoy existe un clima de mucha confianza, la misma que ha sido fomentada por la administración hacia sus trabajadores. Él está convencido de que solo trabajando con compromiso se sostendrá la paz laboral de la que hoy gozan.
Erick Christian Vásquez Ñáñez trabaja desde hace 24 años en la Azucarera Pomalca, tiempo durante el cual ha sido testigo del declive y el renacer de la empresa. El hoy servidor del área de Recursos Humanos cuenta que antes Pomalca era mal calificada en las entidades bancarias, motivo por el cual los trabajadores no podían acceder a créditos.
“Antes, Pomalca era mal vista incluso por las cajas de préstamo. Nos tenían a todos en rojo por el mismo motivo que era inseguro el pago, pero con la actual administración liderada por la familia Oviedo y nuestros ejecutivos ya no tenemos ese temor de pedir un préstamo ante una necesidad. Eso demuestra que en los pagos estamos puntuales”, comenta.
Cuenta que incluso los trabajadores ya se acostumbraron a que los pagos lleguen antes de fin de mes, pues la Administración suele hacerlos efectivos alrededor del día 25. Asimismo, resalta que ya se ha hecho una tradición que los 15 de cada mes les entregue una bolsa de 10 kilos de azúcar.
“Trabajar en Pomalca es un privilegio, porque si miramos a nuestras hermanas azucareras la situación es diferente, es sombría. Aquí estamos liderados por el Grupo Oviedo, a quienes estamos agradecidos por su buena gestión. A mis compañeros les pido que sigan poniéndole todas las ganas para mantener la empresa que tenemos ahora, pues como bien dicen nuestros directivos: la empresa la conformamos todos”, señala.
A sus 69 años, Olinda Montenegro Coyco está próxima a jubilarse, luego de haber servido 43 años a la azucarera, de los cuales 25 los hizo en la oficina de Lima. Para ella, la reflexión de estas más de cuatro décadas se resume en dialogar para llegar a acuerdos.
“Esta época de la azucarera es de las mejores, la producción ha subido, tenemos buena caña, caminamos hacia adelante. Hay que cuidar lo que se tiene y no repetir los errores del pasado. Con huelgas no se logra nada, lo principal es conversar, llegar a acuerdos, dialogar, eso es lo más importante para que la empresa salga adelante y no retroceder como ha pasado con Tumán y Pucalá, donde la gente está sin trabajo”, concluye.
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