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CON EL 73.33 % DE VOTOS EMITIDOS: Rosa Chambergo fue reelecta decana del Colegio de Periodistas de Lambayeque

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1325

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Con la participación masiva de los periodistas y comunicadores sociales se realizó el proceso electoral del Colegio de Periodistas de Lambayeque, resultando elegida la Lista n.° 1, liderada por Rosa Chambergo Montejo.

En la elección, de los 150 votos emitidos, 110 fueron a favor de la lista, 30 nulos y 10 en blanco.

La personera de la lista fue la periodista Yris Pozo Fernández. El Comité Electoral Regional estuvo conformado por los periodistas Cinthia Vásquez, como presidenta; Javier Onofre, como secretario; Adriana Lobatón, vocal y Máximo Mucha, como suplente.

Llamado a la unidad

“En primer lugar quiero felicitar y agradecer el civismo y compromiso que han tenido los periodistas y comunicadores de acudir para emitir su voto, porque como dijimos: ¡El colegio no puede parar! Además, quiero felicitar el lujo del Comité Electoral presidido, por primera vez, por una mujer, que ha sabido estar a la altura de este proceso”, señaló Rosa Chambergo.

La reelecta decana dijo que pese a todas las trabas que buscaba poner al proceso electoral, se impuso la fuerza de la razón y las votaciones salieron adelante con el deseo de la mayoría de los colegiados.

“El proceso electoral ha terminado. Hago un llamado a los colegas periodistas y comunicadores para trabajar en unidad por nuestra orden profesional. No nos debe separar ninguna situación de odio, encono ni nada, porque es más grande la institución. Las puertas de esta institución están abiertas para todos. Toda discrepancia que tengamos la debemos resolver al interior de nuestra orden, por los canales internos que tenemos. Hay muchas cosas que mejorar, obviamente, pero todos debemos poner el hombro para que el colegio siga adelante”, manifestó.

Dijo que uno de los principales propósitos de la gestión que iniciará en enero será culminar con la remodelación del local institucional en su primera etapa, así como cumplir con los ofrecimientos realizados en campaña.

“Vamos a poner mucho énfasis en la capacitación y actualización profesional en coordinación con la academia local y nacional. Todo lo que hemos ofrecido lo vamos a cumplir, como ha sido en la gestión actual”, enfatizó.

Equipo de trabajo

La directiva elegida para el período 2024-2025 está conformada por: Rosa Chambergo Montejo, como decana; William Saucedo Acosta, como primer vicedecano, y Luis Alarcón Llontop, como segundo vicedecano.

Como Director Secretario, Henry Urpeque Neciosup; como Directora de Economía, Lisset Seminario Gordillo, y como Directora de Actividades Profesionales y Académicas, Guadalupe Bravo Aguinaga.

En la Dirección de Asuntos Mutualistas y Sociales, Luis Fernando López Silva; en el cargo de Directora de Publicaciones y de Imagen Institucional, Yudith Muñoz Mendoza, y como Directora de Actividades Culturales y Biblioteca, Zoila Cabrejos Pita. Como Coordinador Regional, Glens Delgado Balladares.

Respecto a la votación nacional, la Lista n.° 1, liderada por Max Obregón Rossi, se impuso como ganadora del proceso.

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COLAYA: La persistencia de ser comunidad

Escribe: Pedro Alva Mariñas (*)
Edición N° 1325

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“Se nace comunero,  se muere comunero… a la Comunidad, no,  no se renuncia”

Hasta hace ya unos cinco años atrás no tenía la certeza histórica y documental del grado de autonomía y de condiciones de los que gozaba y exhibía el tradicional pueblo de Colaya. Por Colaya he pasado muchas veces de paso a Cañaris, a Chiñama, a Huallabamba y también a Penachí. Hasta que recibí la visita de una delegación de líderes comuneros y autoridades de Colaya con los cuales iniciamos una amistad que se está extendiendo en el tiempo. Como parte de ese compromiso me alcanzaron documentos muy importantes, incluyendo los “Títulos coloniales” de Colaya. Además, participé hasta en dos asambleas de la Comunidad y estuve en su festividad anual dedicada a San Pedro de Alcántara de Colaya. Algunos artículos y notas informativas dan cuenta de mi interés.

Ese conocimiento de Colaya se concretó en el documento titulado “Colaya: comunidad campesina realmente existente” en los que plasmé mi tesis de que es una comunidad campesina que existe en la realidad misma y que reúne las condiciones, cumple con todos los requisitos para que el Estado le extienda el reconocimiento oficial mediante una resolución ejecutiva que le permita inscribirse en la Sunarp. Además, hemos publicado algunos artículos con la finalidad de que la sociedad regional y el mundo académico tome nota de la existencia de Colaya, como pueblo, como comunidad campesina y como pueblo originario ubicado en la parte andina de Lambayeque.

Colaya forma parte del Curacazgo Andino

Tenemos suficientes indicios para sostener que la zona andina de Lambayeque, o quizás gran parte de ella, formaron una unidad étnica, política y administrativa desde tiempos prehispánicos, aunque con fuertes lazos de relación y de reciprocidad con la parte de la costa. La referencia más remota la tenemos en un documento administrativo – judicial en el que se nombra a Penachí como el principal del área y al cual estaban sujetos varios principales. el nombre personal aludía a un cargo, a un cargo de la etnia andina y no precisamente a un lugar, a un territorio, como quedó establecido tiempo después. Con el tiempo el cargo étnico Penachí desaparece o en todo caso no tenemos posteriores evidencias documentales.

La segunda referencia histórica es más tardía pues corresponde a principios del siglo XVIII y se trata del apellido Callaypoma que aparece mencionado en los títulos de las comunidades campesinas originarias de Penachí, Salas y Cañaris … y también de Colaya, como lo pasamos a sustentar.

En otra parte del documento, se lee

“… y octubre veinte y nueve de mil setecientos doce años: Don Sebastian Callaypoma cacique principal y gobernador de los pueblos de Penachí, Salas y Cañares”.

Y no es la única afirmación. Con esta base documental afirmamos que Colaya menciona, afirma y reconoce a Don Sebastián Callaypoma como cacique principal y gobernador de la zona andina, incluyendo a Colaya y, con ello queda establecida la vinculación histórica y horizontal con los demás pueblos y comunidades vecinos. Obviamente también comparten la lucha y resistencia contra las voraces haciendas que se asientan en sus territorios y que se expanden a costa de sus tierras comunales.

Autonomía desde tiempo atrás.

Como se comprenderá existen largos periodos de la historia de Colaya que están perdidos o quizás requieran estudios especializados para recuperarlos. Han pasado los años y en uno de los legajos de los títulos comunales de Colaya, fechado en setiembre de 1782, se dice:

 “El Procurador de Naturales del Pueblo de Colaya en la mejor forma de derecho digo: que hago presentación en debida forma de un superior despacho provisional para el deslinde de las tierras de Penachí al que fue accesorio dicho Colaya para que se amojonen y deslinden sus pertenencias, quedando a este nuestro pueblo, aquellas que legítimamente le corresponden”.

El documento histórico nos presenta dos datos valiosos. que Colaya tenía una autoridad con el nombre de protector de naturales, esto quería decir, que era reconocido como un pueblo indígena de naturales o como común de indígenas de Colaya. Y por otro lado, vuelve a aparecer la vieja demanda al “Superior Despacho” del amojonamiento (colocar hitos o mojones) y deslinde de las tierras que pertenecen a su pueblo. Esa demanda va a mantenerse a través del tiempo … y así llegamos a la segunda mitad del siglo XX.

Si bien existe documentos de esta naturaleza y muchos otros que certifican el funcionamiento autónomo del pueblo y comunidad de Colaya existen también documentos --- generados desde el interés de Penachí --- que lo consideran como un sector, como un anexo de su comunidad campesina y piden y presionan para que se lo trate como tal. Esperamos que en un futuro cercano se creen las condiciones para abordar el caso de la comunidad campesina San Mateo de Penachí.

El reconocimiento oficial

Desde que Simon Bolívar anulara la personería de los pueblos y comunidades indígenas allá por el año de 1824, año de la batalla de Ayacucho, el tema del reconocimiento oficial de las comunidades y pueblos indígenas – originarios se convirtió en el problema más importante de las organizaciones comunitarias en todo el país ya que con ello se facilitó enormemente la abusiva expansión de grandes, medianas y pequeñas haciendas a costa del territorio comunal, sin que las comunidades puedan litigar, puedan defenderse en los tribunales de justicia. En este sentido la República se comportó peor que la Colonia.

Es a partir de 1931 que se producen los primeros reconocimientos de comunidades indígenas y así logran reconocerse en una primera oleada 16 comunidades en el ámbito de Lambayeque, años después le seguirán otras hasta completar las 27 reconocidas oficialmente y se cuenta con dos en proceso de reconocimiento oficial, una de ellas es Colaya.

Para el caso de Colaya, largo, complicado y frustrante debieron ser y siguen siendo los trámites para que la comunidad campesina que existe y funciona como tal y con todos los requisitos exigibles logre obtener el reconocimiento oficial de la respectiva dependencia pública. Enfrascado en tal empeño tuvimos la oportunidad de conocer a José Monja, que pasó toda una vida tramitando el reconocimiento oficial de su comunidad, que lo logró transitoriamente, porque fue cancelado por desconocimiento del caso por parte de las autoridades de turno. Luego de una larga ausencia comprobamos que este empeño ha sido continuado por otros líderes entre los que mencionamos a Alfredo Maza Contreras, Felipe de la Cruz López y que ahora lleva la posta, Delvis Nicolás Salazar, como presidente comunal. Vale mencionar que, todos ellos, fueron elegidos democráticamente por sus comuneros, debidamente empadronados, y en este aspecto funcionan también como comunidad campesina.

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*Antropólogo. Oficina de Asesoría Rural.

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