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PLAN NACIONAL DE INFRAESTRUCTURA PARA LA COMPETITIVIDAD (PARTE II)

Escribe Juan Miguel Valdivia Goycichea para la edición N 1131

En nuestra entrega anterior efectuamos un análisis de los principales indicadores de educación empleados en la elaboración del tan promocionado Plan de Infraestructura para la Competitividad, al que nuestro presidente del Consejo de Ministros; Salvador del Solar, ha elevado a la categoría de “panacea” en la búsqueda del tan ansiado desarrollo. En esta segunda parte centraré mi análisis en los indicadores relacionados a los servicios básicos de agua potable y saneamiento.

Para poder efectuar el análisis tenemos que empezar señalando que existen dos indicadores claramente diferenciados para medir principalmente la calidad de la infraestructura de agua potable: el de acceso básico y el de agua segura.

El indicador de agua segura se define como un agua accesible y disponible las 24 horas del día y libre de cualquier contaminante, el acceso básico no alcanza estos estándares, tanto en el acceso (reciben agua por horas), como en la presencia de agentes contaminantes. Efectuada la aclaración, las cifras nos podrían llevar a una percepción errada de la realidad y de las necesidades de inversión en el sector. Por ejemplo, se suele mostrar en los indicadores que el porcentaje de la población en zonas urbanas con acceso al servicio básico de provisión de agua es de 94.40%, mientras que en la zona rural es de 72.20%. A nivel nacional el acceso básico al agua es de 89.90%, ¡nada mal podríamos pensar!; sin embargo, cuando hablamos de la calidad de la infraestructura del agua, sólo el 50.20% recibe “agua segura” en el Perú: las 24 horas del día y libre de contaminantes. El 10% no recibe el servicio y el 40% recibe una provisión de agua por horas y no libre de contaminantes.

Por el lado del saneamiento, la situación es más alarmante. El indicador de saneamiento seguro se define como el acceso a instalaciones de saneamiento no compartidas con otros hogares, siendo las excretas eliminadas de forma segura, in situ o transportadas, y tratadas posteriormente, el acceso básico no alcanza estos estándares. Los indicadores nos muestran que el porcentaje de la población en zonas urbanas con acceso al servicio básico de saneamiento alcanza el 88.90%, mientras que en la zona rural es de 48.30% (más de la mitad de la población de zonas rurales no cuenta con saneamiento básico). A nivel nacional el acceso básico al saneamiento es de 76.80%, ¡cifras engañosas!, ya que, en el Perú, sólo el 30.30% tiene acceso al “saneamiento seguro”. El 24% no recibe el servicio y el 46% no alcanza los estándares de calidad requeridos.

¿Cuánto se debería invertir para alcanzar los estándares de infraestructura de calidad requeridos?

Según el mismo Ministerio de Economía y Finanzas, en el corto plazo se requeriría de una inversión de 41,248 millones de soles para los sectores de agua y saneamiento y poder alcanzar “los niveles de acceso básico de infraestructura que debería tener un país con nuestras características socioeconómicas y geográficas”. Mientras que, para el largo plazo, se requiere de una inversión de 118,929 millones de soles para alcanzar “los niveles de calidad de infraestructura de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”.

¿Cuánto ha considerado el actual gobierno invertir en los sectores de agua y saneamiento en su tan promocionado Plan de Infraestructura para la Competitividad?

Tan sólo 5,447 millones de soles, distribuidos en 6 de los 52 proyectos a ejecutar. Este monto sólo representa el 13.20% de lo que se requiere invertir en el corto plazo, y el 4.60% de lo que se debe invertir en el largo plazo para alcanzar los estándares de calidad de la OCDE. Mucha bulla para tan pobre resultado (si es que se llega a cumplir).



[1] Economista, jmvaldiviag@outlook.com

Juan Miguel Valdivia Goycichea
Fecha 2019-09-19 17:15:26