Fundada en 1998, este mes la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo – USAT, cumple 27 años al servicio de la sociedad como recinto de formación y evangelización. En ese contexto, el gran canciller de la universidad, el obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Edinson Farfán Córdova, presentó el libro ‘León XIV en la universidad: Legado de fe y vida académica en la USAT’, una obra que nace del corazón agradecido de toda la comunidad universitaria hacia quien fue su pastor y guía.
“Este libro, cuidadosamente compilado por Julio Santos Hilario Vargas y Mery Mendoza Rodas, y editado por el fondo editorial de la USAT, no es solo una recopilación de discursos, homilías, notas de prensa y fotografías. Es, sobre todo, la memoria viva del itinerario espiritual y académico del pastor que ha marcado profundamente la historia reciente de nuestra universidad y de toda la Diócesis de Chiclayo. Y, por qué no decir, de todo el Perú, América Latina y el Caribe”, sostuvo monseñor Farfán.
Legado de fe
El obispo de Chiclayo precisó que, desde el 8 de mayo del 2025, día en que el cardenal Robert Prevost fue elegido como papa de la Iglesia Católica, la vida del Perú se transformó, pues hoy miles de peregrinos y devotos vienen a conocer los lugares por donde caminó el santo padre. En ese contexto, apuntó que con la publicación del libro se espera que muchos jóvenes visiten la USAT para constatar el trabajo que hizo el papa León XIV en el norte del Perú en favor de la educación universitaria.
“Este es un libro que vale la pena conocer. En sus páginas encontramos la palabra y el pensamiento de quien supo unir con sabiduría agustiniana la fe y la razón, el amor pastoral y la búsqueda de la verdad, la opción por los pobres y el valor de la formación en la doctrina social de la iglesia. Son textos que retratan a un obispo cercano, maestro y pastor que amó esta tierra, esta universidad y a su gente. Y, sobre todo, que apostó siempre por la educación integral”, manifestó.
Adelantó que, en el prólogo de esta obra, el cual lleva su firma, expresa que quien lea estas páginas se verá tocado por las sagradas escrituras y el magisterio de la iglesia, y conocerá el rostro del hombre que se convirtió en el sumo pontífice de la Iglesia Católica, el papa León XIV.
“Son artículos impregnados de esperanza hacia la universidad y sus miembros, a su compromiso en la transformación de la juventud y la sociedad en la que estamos. Estos valores y deseos los veía reflejados y encaminados monseñor Prevost en nuestra universidad, puesto que la veía como una institución que vive continuamente un proceso de renovación con el serio compromiso de promover la excelencia académica, un reto constante para nuestra comunidad”, expuso.
Contenido
El libro contiene en sus páginas ocho discursos del entonces obispo de Chiclayo, ocho homilías, ocho escritos pastorales, diez notas de prensa y una galería fotográfica que recorre momentos inolvidables de su servicio episcopal en Chiclayo, especialmente en la USAT.
“El libro está organizado con el rigor académico y la sensibilidad humana que caracterizan al espíritu de la universidad. Cada texto refleja su convicción de que la universidad católica debe ser comunidad de fe, ciencia y de servicio llamada a la renovación permanente, según el espíritu de la ‘Ex Corde Ecclesiae’, constitución apostólica sobre las universidades católicas. En sus palabras, el entonces gran canciller decía que una universidad que no se renueva, que no crezca con los avances de la ciencia y no se desarrolle en el mundo académico no tendrá futuro. Son textos donde se entrelazan el pensamiento teológico, la reflexión sobre la educación y la pasión por el desarrollo humano y social. En cada línea resuena el eco de su compromiso con los jóvenes y con la dignidad de toda persona”, indicó.
Añadió que presentar esta obra significa rendir homenaje a un pastor que sembró esperanza en el norte del Perú, dado que su paso por Chiclayo dejó huellas profundas, fortaleció la comunión eclesial, promovió la excelencia académica, alentó una espiritualidad de la interioridad, y fomentó el servicio y el bien común en favor de los más pobres y vulnerables. “Su sencillez, su cercanía, su amor por la cultura y su compromiso con la educación católica lo convirtieron en un referente de gran liderazgo evangélico”.
Aniversario
De otro lado, la rectora de la USAT, Patricia Campos Olazabal, resaltó que esta universidad nació en 1998 como un sueño de monseñor Ignacio María de Orbegozo y Goicochea, quien no llegó a ver cristalizado su anhelo, pero puso los cimientos para lo que es hoy.
“Somos una universidad donde el alumno es el centro de nuestro quehacer diario. Intentamos hacer de ellos mejores personas, porque en este momento lo que necesita el mundo son profesionales íntegros como seres humanos, con conocimientos técnicos, sí; con competencias para la vida laboral, también; pero más allá de ello, ciudadanos que contribuyan a la paz y a la justicia social, que tengan competencias para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida y sean ejemplo para futuras generaciones como lo dice su santidad el papa León XIV al hablar de la universidad”, comentó.
Apuntó que la tradición cristiana entiende que el conocimiento es un don de dios y una responsabilidad comunitaria, puesto que la educación cristiana no solo forma profesionales, sino personas abiertas al bien, a la belleza y a la verdad.
“Por eso la escuela católica, cuando es fiel a su nombre, se convierte en un espacio de inclusión, formación integral y promoción humana. Así, conjugando fe y cultura, se siembra futuro, se honra la imagen de dios y se constituye una sociedad mejor”, comentó.
Asimismo, reflexionó sobre los lazos que se generan en la universidad, al ser muchas veces un lugar que se convierte en un segundo hogar para los estudiantes.
“¿Qué tiene de interesante el buen convivir? El que cuando creas un vínculo te haces responsable del otro. Un vínculo debe ser visto más como algo para dar que para recibir. Y creo que a lo largo de estos años nuestros lazos se han ido estrechando. Hoy somos una gran familia, pero empezamos siendo cien alumnos y doce docentes. Hoy somos más de once mil alumnos, más de 600 docentes y un número semejante de administrativos. Creo que nuestro crecimiento también ha sido un crecimiento en identidad, servicio y lazos de amistad, lazos estos que esperamos nos ayuden a enfrentar los años venideros”, remarcó.
Plan Maestro
Como parte de las actividades de aniversario se hizo también la presentación del Plan Maestro, documento técnico que marca la ruta de cómo será la transformación del campus USAT en los próximos años. Explicó que esta transformación se dará por etapas, cada una de las cuales está pensado en algo especial, siendo la primera el edificio de servicios.
“El Plan Maestro está basado en los pilares de nuestra misión, los cuatro valores de los que siempre hablamos. La fortaleza que tenemos como universidad católica en la búsqueda siempre de la verdad y el bien común; la justicia para poder ofrecer espacios dignos a toda la comunidad universitaria para hacer su quehacer diario; la prudencia que nos permite haber concebido un Plan Maestro a largo plazo, sostenible y que realmente nos ayude en nuestra misión; y la templanza para equilibrar lo que significa tener un desarrollo humano a la par de infraestructura”, afirmó.
Indicó que este cambio de infraestructura representa realmente lo que la universidad quiere ofrecer a la comunidad en virtud de mejor comodidad para tener una vida universitaria adecuada.
“Vamos a tener lugar donde haya sitios de alimentación, terrazas exclusivamente para descansar, cada espacio, cada árbol, cada ventana, cada terraza está diseñada para que las personas se sientan cómodas, integrando la parte educativa y la formación integral”, finalizó.
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