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QALI WARMA. Un caso de corrupción que afecta a nuestros niños

Escribe: Pedro Alva Mariñas (*)
Edición N° 1386

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Qali Warma, conocido actualmente como Wasi Mikuna es un programa estatal que provee de alimentos a “más de 4 millones de niños” que estudian en más de 65,000 instituciones educativas públicas de todo el país. Este programa nacional está bajo la responsabilidad del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y más concretamente al Viceministerio de Prestaciones Sociales. El programa ofrece a los niños un servicio esencial, particularmente importante en un país con un alto porcentaje de población en situación de pobreza.

El programa nació con la misión de garantizar una alimentación adecuada de los niños en edad escolar, pretendiendo que ningún niño en el Perú tuviera que asistir a clases con hambre y de allí la importancia social de este programa. Por ello se le dotó de un importante presupuesto, se lo reguló con una serie de normas y procedimientos y se le dotó de personal distribuido en varios departamentos. Todo ello para garantizar la calidad y diversidad de alimentos ofrecidos a los niños.

Recordemos que el MIDIS gestiona programas sociales de gran sensibilidad porque se orienta a poblaciones en situación de vulnerabilidad, tales como:  Juntos, Foncodes, Pensión 65, Cuna más, País, Contigo y Qali Warma (Wasi Mikuna). El caso producido en Qali Warma debiera servir de alerta para evaluar lo que puede estar pasando en estos programas que manejan recursos. No olvidemos que se ha producido casos que, en su momento, fueron noticias nacionales.  

Desafortunadamente al manejar un presupuesto significativo el programa se ha convertido en blanco del accionar ilícito de empresarios, de altos funcionarios públicos que han tejido una red de corrupción con el objetivo de ganar los concursos de provisión de alimentos y luego incumplir las regulaciones establecidas de tipo de producto y calidad para obtener sobre ganancias ilícitas e inmorales.

El caso se destapa el mes de noviembre del año 2024, gracias a la denuncia que hiciera la señora Noemí Alvarado en el programa Cuarto Poder. Luego de la denuncia periodística el programa Qali Warma contrató a una empresa que certificó que las conservas, supuestamente de vacuno, contenían un 60% de carne de caballo. Investigaciones posteriores determinaron que las empresas encargadas de la distribución de las conservas enlatadas fueron: Consorcio Sumacc Mikuy que facturó s/11,1 millones para distribuir alimentos en localidades de Ayacucho. El Consorcio San Antonio de Padua contrató por s/10,2 millones para distribuir alimentos en otras localidades de Ayacucho. Consorcio Illary Andina contrató por s/3,2 millones para repartir en Azángaro - Puno. La última estimación es de 70,972 latas repartidas con la etiqueta de Re Real Sabor.

La extraña muerte de Nilo Burga Malca, entonces presidente del directorio de Frigoinca, la empresa envuelta en este caso ha disparado el interés público, a lo que se suma que el anterior presidente de la misma empresa, Fredy Hinojosa, es vocero presidencial y está siendo incluido en las investigaciones judiciales. A estas alturas existen fuertes indicios de que la red involucraría a funcionarios de Digesa, Diresa y Mebalab y también a personajes del entorno de Dina Boluarte. El plan consistiría en el pago de sobornos para la calificación como empresas proveedoras y para la autorización o liberación de los productos de baja calidad producidos por la empresa. Es probable que este tipo de prácticas se hayan producido en otros tiempos.

Qali Warma – Wasi Mikuna, en sus primeras reacciones ha resuelto contratos con la empresa Frigoinca y otras, ha separado a por lo menos seis funcionarios involucrados directamente y ha resuelto el contrato de 5 jefes de unidades territoriales. Le corresponde al Poder Judicial ahondar las investigaciones, identificar a los culpables y dictar las sanciones correspondientes para que sirva de escarmiento a los corruptos de dentro y de fuera de este programa social.

Sería pertinente que, en este caso que tiene que ver con la alimentación de los niños, resuene la frase “con los niños no te metas” en las redes, en los medios, en los espacios de concertación, en las calles y en los espacios de sociedad civil de todas las regiones.  

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DESPUÉS DEL FIN DE LA HISTORIA: ¿El retorno global hacia un sistema multipolar?

Escribe: Roger Santa Cruz Carranza (*)
Edición N° 1386

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Tras el fin de la Guerra Fría y la victoria de los EE. UU., muchos académicos como William Wohlforth, Michael Mastanduno o Francis Fukuyama quien anunciara “El Fin de la Historia” convergieron en la idea de EE.UU. como Potencia Dominante Global. Dicha postura no solo trascendería en el ámbito académico, sino que a la luz de los acontecimientos sería ampliamente aceptada durante décadas por la opinión pública, así como la clase política estadounidense e internacional. A este fenómeno de hegemonía global se le denominó Unipolarismo o Mundo Unipolar, ilustrando así la percepción frente a la distribución y el ejercicio internacional del poder, que reemplazaría al Mundo Bipolar donde la URRSS, otrora rival del imperio americano perdiera relevancia tras su disolución.

Durante los años que duró el apogeo de los EE. UU., el país del tío Sam ha logrado construir más de 800 bases militares en más de 70 países y ha emprendido (según los propios documentos desclasificados) numerosas campañas para ejercer de manera efectiva el poder en sus áreas de influencia buscando ampliarlo a través del Poder Duro (Hard power) y el Poder Blando (Soft Power). Ambos tipos de poder son herramientas geopolíticas importantes y a menudo se utilizan de manera combinada y equilibrada para conseguir objetivos políticos.

El Poder Duro se refiere a la capacidad de un actor (como un país) para influir en otros a través de medios coercitivos, como el poder militar o económico. Implica el uso o la amenaza de la fuerza para lograr los objetivos deseados. Por otro lado, el Poder Blando se basa en la atracción y la persuasión. Un actor ejerce Poder Blando cuando influye en otros a través de su cultura, valores o ideas. En lugar de obligar, el Poder Blando busca convencer y seducir.

EE. UU. no está solo

No obstante, en el escenario global contemporáneo el predominio de los EE.UU. como única superpotencia ha comenzado a ser desafiada por el ascenso de otras naciones que buscan redefinir el equilibrio del poder global. China, con su crecimiento económico sin precedentes y su expansión militar, se ha posicionado como el principal contendiente, promoviendo iniciativas como la Nueva Ruta de la Seda para ampliar su influencia en Asia, África y Europa. Rusia, por su parte, ha reafirmado su papel como actor clave en la geopolítica mediante su intervención en conflictos regionales, como en Siria y Ucrania, y su capacidad para influir en los mercados energéticos globales. Además, potencias emergentes como India, con su creciente poderío económico y demográfico, y la Unión Europea, a pesar de sus divisiones internas, buscan consolidar su autonomía estratégica frente a Washington. Estos actores, junto con otros como Brasil, Turquía e Irán, integrados a través de los BRICS, están impulsando un mundo multipolar donde el poder se distribuye entre varios centros de influencia, en contraste con el orden unipolar liderado por EE.UU. tras la Guerra Fría.

Los diversos cambios de gobierno producto del vaivén democrático norteamericano, así como la desconfianza de los demás actores políticos hacia dicho liderazgo han acelerado proliferación de alianzas regionales y la agrupación en grandes bloques, incrementando el cuestionamiento a instituciones tradicionalmente dominadas por occidente. 

Así lo ha admitido recientemente el propio secretario de estado de los EE.UU., Marcos Rubio:

"No es normal que el mundo tenga simplemente una potencia unipolar, eso fue una anomalía, fue producto del fin de la Guerra Fría. Pero con el tiempo vamos a volver a tener un mundo multipolar... Nos enfrentamos a eso ahora con China y, en cierta medida, con Rusia”.

El hecho que el Halcón de la administración Trump es en extremo relevante puesto que es la primera admisión de parte de la cúpula de poder estadounidense de la pérdida gradual de protagonismo que han venido teniendo los EE. UU. a nivel global, no solo porque reconoce públicamente a sus principales rivales en la arena internacional, entendiendo que dichas potencias actuarán en función de sus propios intereses, sino porque ofrece un panorama realista sobre la actualidad geopolítica, permitiéndonos entender en cierto modo las radicales medidas que viene implementando EE. UU. en materia de política exterior para mantener su  posición en el mundo.

Acciones en América Latina

Una vez aceptada la realidad por los tomadores de decisiones lo que corresponde es un replanteo para determinar quiénes están dispuestos a “cerrar filas con los EE. UU.” en su intención de recuperar el terreno perdido, incluso si eso significa la ruptura de acuerdos como los tratados de libre comercio como el TLCAN con Canadá y México o el Acuerdo Torrijos-Carter que otorga soberanía a Panamá sobre el canal del mismo nombre.

Si bien dichas medidas han sido puestas en “stand by” por un lapso de 30 días, han servido para sentar a los países en mención nuevamente en la mesa de negociación. A cambio de la pausa arancelaria Canadá, por ejemplo, creará una fuerza de ataque conjunta con EE. UU. para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero, cuyo respaldo será de US$200 millones íntegramente respaldados por el gobierno canadiense.

La presidenta mexicana Claudia Sheinbaun, por su parte, accedió a enviar 10 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera norte con el objetivo de combatir el contrabando de fentanilo, como el tráfico de armas a fin de evitar que estas lleguen a los carteles.

En cuanto a Panamá, tras la conversación entre Marco Rubio y el presidente Mulino, en la cual se advirtió al jefe de estado panameño sobre las repercusiones de seguir incrementando sus relaciones con China, este ha concluido en no renovar el acuerdo de entendimiento con China en el marco de la Ruta de la Seda.

Estamos observando que, durante el primer mes de gobierno de Donald Trump, se está produciendo un intenso conjunto de medidas y decisiones relacionadas con América Latina y China, así como con asuntos medioambientales, sociales, migratorios y de cooperación internacional.  Dichas medidas pueden llegar a ser más amables con aquellos países que puedan alinearse a su postura e intereses.

Si bien la amenaza como mecanismo de negociación puede llegar a ser un recurso válido para el replanteo de la política exterior, no puede ni debe ser el único. Tensar la cuerda con fiereza puede llevar a romperla, y el desenlace podría conducir a la búsqueda de otros caminos o alianzas económicas, comerciales o militares que puedan hacer frente de manera conjunta a las exigencias norteamericanas, sobre todo en actores internacionales que por sí solos no podrían hacer frente al poder de dicha superpotencia.

En tal contexto, la competencia por el control de tecnologías críticas, recursos naturales y rutas comerciales estratégicas continúa redefiniendo la arena internacional, dando lugar a un sistema global más fragmentado y complejo, donde la cooperación y el conflicto coexisten en un frágil equilibrio.

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(*) Politólogo.

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¿VIDRIOS ROTOS O DIAMANTES? ¿Existe realmente la “generación de cristal�

Escribe: Víctor H. Palacios Cruz (*)
Edición N° 1386

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Hace un tiempo escuché a dos colegas desembalsar sus frustraciones: “¡Los jóvenes de ahora son banales, no tienen aguante, no leen nada, se quejan de todo y paran mirándose en el celular! Son la «generación de cristal», pues”. Poco después me preguntaba a mí mismo por qué insisto en dar mis clases gastando hasta el último resto de energía hilando junto a mis estudiantes historias y razonamientos, con la ilusión de volver el aula en una ventana que da al mundo.

¿Realmente son los alumnos de los últimos años los más académicamente limitados que he tenido en mi larga trayectoria de profesor de universidad? En las evaluaciones que propongo compruebo efectivamente una capacidad decreciente de escritura, composición de ideas y retención de contenidos. Lo que coincide con la necesidad que experimento de aumentar mis esfuerzos didácticos para favorecer la fijación de las ideas, en la certeza de que un acompañamiento anímico agradable acrecienta la huella de todo aprendizaje.

Aquí y allá, una y otra vez, escucho decir que la juventud ‘post-milennial’ se halla comparativamente disminuida en sus disposiciones cognitivas, prácticas, sensoriales y emocionales. Sin embargo, existe una parte de los hechos que vuelve cuando menos discutible esta adjetivación. Creo sinceramente que lo que es de cristal no es el público que llena los recintos estudiantiles, sino nuestra propia época. Época sobre la cual los adultos, y nuestros mayores, compartimos una grave responsabilidad.

Para empezar, así como en general nuestra cultura plantea una relación distinta con la música, el cine y los libros, así también la enseñanza ha quedado rezagada al mantener el diseño de espacios y metodologías para una audiencia que ya no es la que los inspiró en su momento. Una audiencia que, ante todo, no debería ser más solo “audiencia”, sino una concurrencia participativa que, como veo en mis clases de Filosofía, juega un papel activo en la generación de las ideas.

Al margen de todo ello, identifico tres variables amplias que condicionan, sin condenarlo, el desempeño estudiantil cuando menos en esta parte del mundo, y que es ineludible contemplar someramente siquiera.

 Una variable universal

No fueron los chicos que vienen a las aulas los que concibieron las tecnologías que ahora tiranizan sus sentidos y tampoco los que decidieron las funciones adictivas de las redes sociales. No los eximo de toda culpa, por supuesto, y más bien les digo en clase que lo que seamos mañana como humanidad no es algo que “sucederá”, sino algo que ahora mismo “decidimos” con nuestros hábitos y rutinas.

Sin embargo, es justo decir que la migración de casi toda la vida al medio digital habría sacudido, quizá más severamente, los nervios de los adultos que ahora recriminamos a los más jóvenes su desafecto por la lectura y por todo lo que exija detenimiento, así como su volubilidad afectiva y la angustia que les causa el saber que, a través de sus pantallas, se exponen al implacable escrutinio de millares de desconocidos.

Ignoro si la alteración de nuestro poder de atención es una regresión de impredecibles consecuencias para nuestra propia especie, o tan solo el largo período de transición que nos llevará finalmente a una facultad de conocimiento más abierta e integradora. Mientras tanto, hay que reconocer que la niñez y la pubertad conforman precisamente la población más vulnerable sobre cuyas manos hemos puesto una tentadora variedad de tecnologías que nos obligan imperiosamente no a hacer calificativos, sino a reconsiderar la educación y la crianza.

Una variable temporal

La crisis sanitaria mundial provocada por el COVID-19 fue, para todos en mayor o menor grado, un cataclismo que, sin haber motivado hasta ahora los cambios sociales que esperábamos, sí ha lastimado en cambio nuestros cuerpos y nuestras psicologías. Unos meses de cuarentena y encierro en la inmaterialidad virtual nos despojaron de la irremplazable vivacidad del aire puro, la interacción personal y el desplazamiento exterior.

Mis alumnos admiten que aprendieron poco en ese paréntesis de desarreglos de sueño y presión emocional, dentro de un cobijo familiar acosado por la incertidumbre económica, el dolor, el miedo a la muerte y el luto mal vivido. La posterior vuelta a la presencialidad confirmó lo que sospechábamos: que la virtualidad funciona solo en áreas muy reducidas de la comunicación y la enseñanza.

El caso es que los alumnos que recibimos en la universidad llegaron, tristemente, sin haberlo merecido. Los engañamos. Y aquí siguen, sobreviviendo al déficit de varios aprendizajes esenciales. A cambio, llegaron anhelantes de ese fenómeno inimitable que es la palabra acogedora y amable, con todo derecho sensibles al desprecio que habían conocido durante su enclaustramiento digital. Más conscientes, también, de derechos por los que la humanidad luchó a lo largo de de los siglos.

Una variable local

A todo lo cual hay que añadir que los jóvenes peruanos estudian a la sombra de una educación en estado de catástrofe de la que tampoco son culpables.

Un decreto de la dictadura fujimorista de los 90 liberalizó la creación de universidades minimizando los requerimientos técnicos y humanos que acreditan una genuina calidad educativa. Sobrevino entonces una explosión de universidades con la consecuente devaluación de la enseñanza. Tenemos cuatro o cinco veces más universidades que varios países europeos que, sin embargo, duplican o triplican nuestra población, sin que ese aumento haya incrementado el nivel de la producción académica y científica del país.

Muchas de nuestras universidades conforman, apenas, una dispersión de islas de excelencia y abnegación rodeadas por océanos de mediocridad, burocratismo y servilismo laboral. Semejante clima de infranormalidad no puede sino intoxicar al alumnado. ¡Cómo iba a ser de otro modo! Almas en construcción que se ven forzadas a responder con mecanismos de astucia y subsistencia que, más temprano que tarde, afianzarán conductas poco contributivas para una sociedad que aguarda su desempeño más honesto y talentoso.

Ingresar en una universidad es cada vez más sencillo. La selectividad es una parodia en toda regla. Si en otro tiempo varios alumnos se disputaban una plaza en una sola universidad, ahora por el contrario varias universidades-empresa se disputan a cada alumno por medio de redadas de marketing que capturan a chicos que, a la edad de 15 o 16 años, tienen tan pocas posibilidades de saber quiénes son y qué camino quieren seguir.

Conclusión 

Es este panorama sombrío y adverso el que me hace comprender que muchos de mis alumnos que aprueban mis exámenes merecen, en realidad, una calificación mayor, puesto que, para lograrlo, han tenido que vencer más obstáculos que los que yo, en mi tiempo, tenía que afrontar. Son estos casos, por cierto, los que le dan sentido y aliento al trabajo bien hecho que, en los pocos buenos profesores que conozco, resiste la falta de un justo incentivo salarial e institucional.

Con los años aprendí que, en rigor, el encuentro con los chicos en el aula merece un amor profundo. Que importa la elevación de sus pasos y no la veneración de nuestros egos. Sin afecto sano de por medio, las ideas y habilidades que soñamos inculcar se reducirán a una insípida planificación curricular.

Si nuestros jóvenes nos parecen de cristal debe ser porque nos confunde su reflejo, el destello que está esperando de sus profesores mucho más que otras generaciones esperaron de los suyos: el tiempo, la empatía y la paciencia que saque a la luz lo que todo ser humano lleva dentro: el brillo de un diamante.

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(*) Escritor, filósofo y profesor universitario.

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“La nutrigenéticaâ€

Escribe: Luis Soto Jiménez (*)
Edición N° 1386

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  • “Que tu medicina sea tu alimento y que tu alimento sea tu medicina”. Hipócrates.

 En la actualidad, se habla mucho sobre perder peso, sobre consumir ciertos “productos saludables”,  matricularte en un gimnasio, llevar un régimen fitnees, recurrir a los famosos quemadores de grasa para tener efectos inmediatos, y un sinfín de cosas; las personas que nos han recomendado todo lo señalado anteriormente, manifestándonos muchas  una expresión: “Pero tienes que seguir todo lo que te dicho, porque sino, no te funciona”. Crasísimo error- dicha locución latina conocida como «ad pedem litterae» según el Diccionario de la lengua española: 1. loc. adv. “al pie de la letra”,  debemos hacerlo para querer tener el peso ideal y tener los efectos deseados.

Sin embargo, es menester de este columnista darle otros alcances que usted, problamente desconoce o quizás conoce, empero, no los ha tomado con la relevancia debida. Expliquemos pues, los conceptos que pueden sonar nuevos o quizás los hemos escuchado sin profundizar, por ejemplo: alimentación, nutrición, microbiota o microbioma, disbiosis intestinal, nutrigenómica, nutrigenética.

¿Qué es la alimentación?

Es la ingestión de alimentos por el sistema digestivo sin que exista una diferencia asistida de acuerdo al requerimiento energético del individuo de lo que se ingiere, por ejemplo, podría usted tener una ingesta desproporcionada de bebidas alcohólicas que puedan aportarle calorías, empero, el cuerpo no necesita de alcohol etílico, siendo en su definición bioquímica un tóxico proveniente del latín toxicum, venenum que viene a ser un veneno,  por ello, el consumo de bebidas alcohólicas resulta una intoxicación, uno puede alimentarse de una bebida como la cerveza, pero, ello no implica nutrirse.

¿Alimentarse es nutrirse?

Por ello, es complementario un término denominado nutrición, donde la ingesta de alimentos tiene una condición de macronutrientes y micronutrientes a partir de una necesidad inherente para mantener una buena salud y correcto funcionamientos de nuestros procesos biológicos, eso de manera muy general, aunque usted podría encontrar otras definiciones, según el enfoque que se le quiera dar, ergo, la nutrición como: proceso biológico, un estudio relacionado con la salud, el conjunto de procesos fisiológicos, función energética, una ingestión diferenciada de la alimentación, aspectos químicos y bioquímicos.

La microbiota o microbioma

En el estudio titulado “Relación entre el microbioma intestinal y la función cerebral” por los investigadores. Hasan Mohajeri, Giorgio La Fata, Robert E. Steinert, & Peter Weber (2018) literalmente señalan: “Se estima que la cantidad de bacterias que habitan el tracto gastrointestinal humano sano alcanza hasta 50 filos diferentes, 1000 especies bacterianas diferentes y 10(o sea cien billones) de bacterias viables por gramo de contenido luminal. La densidad del microbioma humano es más alta en el colon, donde “Firmicutes, Bacteroidetes, Proteobacteria y Actinobacteria” son los organismos más abundantes, constituyendo aproximadamente el 64 %, 23 %, 8 % y 3 % de la población, respectivamente.

Como habrá podido, leer con detenimiento y cavilación, nuestro organismo está compuesto por bacterias, éstas se alojan en nuestro intestino, pero, no todos los seres humanos tienen la misma microbioma, ni en su nacimiento, ni tampoco en sus etapas de crecimiento.

Disbiosis intestinal

El térmico etimológico griego, la palabra bios significa «vivo» y el prefijo dis- significa «malo» de los conceptos podría colegirse que es una alteración en el equilibrio de los microorganismos que habitan el intestino humano, pero, no todo es malo en un apartado de un estudio como los mostrados en la revista Gastroenterología y Hepatología, Volumen 44, número 7 ,agosto-septiembre de 2021, páginas 519-535, la revisión de Álvarez et al (2021) “Microbiota intestinal y salud Gut microbes and health”, manifiesta que, las comunidades de microorganismos que residen de manera estable en un entorno específico mantienen un equilibrio caracterizado por la coexistencia de especies que establecen relaciones de comensalismo y mutualismo con su hospedador.

En este contexto, tanto el hospedador como los microorganismos se benefician mutuamente a través de esta simbiosis, lo que se conoce como "eubiosis". Por otro lado, el término "disbiosis" se refiere a un estado de desequilibrio que altera esta simbiosis, evidenciado por cambios en la composición y las funciones de la microbiota, ya sea en términos cualitativos o cuantitativos. Sin embargo, definir lo que constituye una microbiota "normal" en cuanto a su composición y funciones es complicado debido a los numerosos factores que influyen en su formación, así como a la considerable variabilidad que existe tanto entre diferentes individuos como dentro de un mismo individuo bajo diversas condiciones fisiológicas.

Nutrigenética

Esta rama de la ciencia se centra en investigar cómo las variaciones genéticas individuales afectan la respuesta del organismo a los nutrientes y a la dieta. Su objetivo es entender cómo las diferencias en el ADN influyen en la manera en que cada persona metaboliza los alimentos, lo que puede ayudar a personalizar recomendaciones dietéticas y prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación. La nutrigenética busca ofrecer estrategias personalizadas para mejorar la salud basándose en el perfil genético de cada individuo.

Nutrigenómica

Este campo complementa a la nutrigenética al estudiar cómo los nutrientes y los alimentos pueden influir en la expresión de los genes. Es decir, se enfoca en las interacciones entre los compuestos alimentarios y el material genético, explorando cómo ciertos alimentos pueden activar o desactivar genes que afectan la salud y predisposición a enfermedades. La nutrigenómica busca explicar los mecanismos moleculares subyacentes que determinan cómo la dieta impacta en el fenotipo de una persona, contribuyendo así a la comprensión de enfermedades como el cáncer o trastornos metabólicos.

Por tanto, ambas disciplinas forman parte de la genómica nutricional, que combina conocimientos de genética y nutrición para desarrollar enfoques más efectivos en la prevención y tratamiento de enfermedades a través de la alimentación personalizada.

Recapitulando, entonces, no necesariamente porque yo siga el régimen recomendado al pie de la letra, mi cuerpo tendrá los mimos efectos de quién nos lo recomienda, existen sí ciertos hábitos comunes- ¡eso , sí!-, como el ejercicio, los deportes,  que son beneficiosos para la salud, pero, no necesariamente por seguir dietas que mostraron resultados favorables para otros pueden replicar la misma respuesta metabólica, cada persona tiene un material genético diferente, una microbiota divergente, en consecuencia es importante, idenfiticar que tipos de alimentos tienden a mejorar nuestro metabolismo y nuestro cuadro inflamatorio que es el responsable de las enfermedades, por ejemplo, yo soy un asiduo consumir de café con bastante esencia, puedo tomar varias tazas de ella sin tener un efecto adverso, sin embargo mi esposa, al consumir la misma dosis que tomo en una taza, tiene otro efecto diferente, la ciencia lo ha dejado demostrado que el gen del café es el CYP1A2, resposanble de controlar una enzima, también llamada CYP1A2, que es responsable de descomponer la cafeína y eliminarla del cuerpo. La variante de esto que tengas puede cambiar la rapidez con la que metabolizas la cafeína, causando en otras personas, como taquicardia, movimiento involuntario de las manos, ansiedad, entre otros efectos, también el caso de la deficiencia de la aldolasa B provoca la intolerancia hereditaria a la fructosa, lo que impide la conversión de fructosa-1-fosfato en fructosa 1,6 difosfato. Los síntomas clínicos se presentan cuando se incorpora azúcar a la alimentación, manifestándose a través de náuseas, vómitos, palidez, sudoración, temblores, letargo, convulsiones, hipoglucemia.

En consecuencia, podemos tener dietas personalizadas según nuestra microbiota, nutrigenoma, incluso podemos reparar aquellos microorganismos que vamos perdiendo con los excesos de consumos que alimentos perjudiciales, la pregunta: ¿Usted se atrevería a identicar qué alimentos debe o puede consumir?.

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(*) Ingeniero, magíster en Gestión Pública y polímata | luricsoji19@gmail.com

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Balanced Scorecard para la gestión de negocios

Escribe: Marco Alvitez Monteza (*)
Edición N° 1386

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Administrar una empresa no es tarea sencilla para ningún emprendedor. Son varios procesos que deben controlar, así como supervisar a todo el equipo de colaboradores. Por suerte, existen diferentes herramientas que ayudan a hacer el trabajo mucho más fácil y en menos tiempo.

Una de estas herramientas que los líderes deben implementar, es el Cuadro de Mando Integral o conocido mundialmente como Balanced Scorecard (BSC). Lo defino como un modelo de gestión empresarial, que permite vincular las estrategias y objetivos claves, para lograr un mejor desempeño y resultados óptimos, tomando como ejes cuatro áreas críticas, conocidas como perspectivas.

Sus inicios

En el año de 1992, fue creado este modelo de gestión por el profesor de contabilidad de la Escuela de Negocios de Harvard, Robert Kaplan, y por el consultor, David Norton. El propósito de esta investigación, era explorar nuevas formas de medir el rendimiento organizativo. Posteriormente, fue presentada y publicada en la revista Harvard Business Review.

Los autores consideraron cuatro perspectivas para medir el desempeño de la organización. Estas son: financiera; enfocada al cliente; procesos internos y de aprendizaje y crecimiento. La primera, tiene como objetivo lograr que incremente el valor de la acción de los inversionistas, y mantener actualizada la información por medio del flujo de caja.

Para alcanzar los objetivos financieros, se definen estrategias que serán llevadas a cabo por los colaboradores. Los indicadores más utilizados en esta perspectiva son: utilidad neta y operativa, volumen de ingresos, retorno de la inversión de los accionistas, flujo de caja y valor de la acción.

En la segunda fase, la finalidad es identificar lo que la empresa necesita para garantizar la captación y fidelización de clientes repercutiendo directamente en los ingresos. Como siempre indico, el logro no está en tener una venta, sino en que la persona regrese por otro producto y, si es posible, recomiende nuestro establecimiento a familiares o amigos.

Las métricas empleadas para este pilar son: nivel de satisfacción del cliente, índice de segunda compra, porcentaje de participación de mercado, número de pedidos devueltos, percepción del valor de la marca, reconocimiento de la marca por usuarios, y número de clientes recomendados.

Tercera y cuarta etapa

La tercera perspectiva se elabora cuando ya se cuenta con las dos primeras, pues el objetivo es trabajar internamente para cumplir con los requerimientos financieros de los accionistas, y satisfacer las necesidades y deseos de los clientes. Los indicadores más relevantes son: porcentaje de nuevos productos, costos de producción, nivel de mermas, volumen de productos defectuosos, y tiempo de fabricación.

La última etapa contempla tres componentes: capital humano, de información y organizacional. Los ratios más empleados de medición son: competencias del personal, satisfacción del personal, evaluación del desempeño. Asimismo, se evalúa la implementación de recursos tecnológicos, renovación de instalaciones, y el clima organizacional que tiene en la organización.

Por último, aliento a los emprendedores a implementar el Balanced Scorecard, pues no es difícil de llevar a cabo, y los resultados son favorables.

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(*) MBA, consultor, mentor y catedrático. Especialista en Gestión Empresarial e Innovación.

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