El origen de muchas frutas cultivadas en el Perú se debe en parte a los conquistadores europeos. Por ejemplo, el mango es una fruta originaria del sur de Asia, principalmente de la India, y son los portugueses y luego los españoles quienes consiguen cultivarlas en el Perú y hoy es un producto que conquista el paladar de los mercados mundiales.
Nuestra macrorregión norte concentra la mayor producción agrícola con 39 % del total producido a nivel nacional según los datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Ello amerita siempre una política agraria focalizada a este territorio extenso dado que la evolución de sus productos es susceptible a ser golpeados por eventos no previstos como son los efectos climatológicos, lo que normalmente conlleva a una sobreproducción desmedida de la producción; o hasta los entornos sociales o políticos muy cambiantes en los últimos años. Todo esto puede generar un impacto negativo sobre el crecimiento económico del Perú. Como se sabe, estos productos regionales pueden estar orientados al mercado interno o al externo, según los precios a los que se rigen en ese momento.
Si centramos el análisis al sector externo según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), se observa que Perú al 2023 exporta cerca de US$ 970 millones (en valores FOB) de productos tradicionales agrícolas, nada sobresaliente si es que se considera que el crecimiento anual en los últimos 10 años es de apenas 2.1 %. En cambio, la exportación de productos no tradicionales agrícolas lo supera largamente con US$ 9,180 millones, creciendo en ese mismo lapso de tiempo cerca de 10.4 %. Si profundizamos un poco más a detalle en estos productos, la exportación de frutas explica casi el 62 % de las exportaciones llegando a un monto total de US$ 5,692 y creciendo 17 % anual; seguidas muy de lejos con las legumbres con 14 % de participación (US$ 1,285 millones) y creciendo apenas 1.7 %; productos vegetales diversos con 8 % (US$ 716) y con 7.3 % de crecimiento; y las demás como cereales y sus preparaciones; té, café, cacao y esencias otras con 16 % de participación.
La macrorregión
Al analizar la evolución de la producción agrícola de frutas bandera dirigida al exterior que existen por departamento de la macrorregión norte, según el BCRP se puede visualizar que en el caso de Amazonas y Tumbes su principal producto orientado al mercado externo es el plátano, que en el acumulado a noviembre de 2024 en la primera región se redujo en 2.3 % mientras que en la segunda crece 21.3 %. En el caso de Cajamarca es el mango el cual muestra una caída de 28.2 %. Mientras que Áncash y La Libertad es la palta, en la primera creciendo 9.9 % y en la segunda cayendo 14.7 %. En Piura exporta principalmente plátano, que sube apenas en 2.8 %, respectivamente. Por último, San Martín con el cacao, que cae 0.9 %.
Como se puede observar en la mayoría de las regiones se viene denotando un panorama muy incierto en la producción de frutas, posiblemente por la poca disponibilidad y gestión del recurso hídrico; la baja habilitación de tierras para la agricultura, como por ejemplo Olmos que solamente utiliza el 70 % del total de sus tierras fértiles; o el poco uso de éstas debido a su geografía agreste; así como un bajo involucramiento en las políticas públicas para un programa de tecnificación agrícola; o una falta de planificación para la expansión de la infraestructura capaz de trasladar los productos en mercados internos como buenas carreteras o la construcción de nuevos mega proyectos portuarios.
En Lambayeque
Así, al observar solamente la región Lambayeque, esta viene siendo golpeada por la sobreoferta de uno de sus productos bandera como es la producción de mango. A noviembre de 2024, según cifras de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), el valor de las exportaciones de mango alcanza una cifra de US$ 318 millones mayor a los US$ 230 millones del mismo período del 2023, creciendo 38 % anual, siendo su principal destino EEUU con 32.8 %, Holanda con 30.6 %, y muy de lejos España con 8.7 %. Cerca del 71.9 % de las exportaciones sale por el puerto de Paita, secundado muy de lejos por el puerto del Callao con 17.1 %. Asimismo, los meses donde más se exporta son enero, febrero, noviembre y diciembre, acumulando estos meses cerca del 84 % del total de exportaciones que abarcan en un año.
Si solo se analiza el mes de noviembre, en el 2023 la producción de mago crece 0 % y en el 2024 568 %, lo que evidencia que el efecto valor – precio es menor al efecto precio – producción lo que sostiene que lo que actualmente se observa con el precio del mango es una elevada sobre producción que viene generando una caída estrepitosa del precio, llegando a costar el kilo a S/0.80 céntimos. En la siguiente nota mostraremos los efectos arancelarios en ellos. No se lo pierda.
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(*) Director de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo - USAT.
La Iglesia Católica celebra este 2025 el Jubileo, el año santo que el papa convoca periódicamente desde 1300 y que marca una etapa importante para la feligresía. Este es un gran evento de religiosidad que tendrá como epicentro la ciudad de Roma (Italia), la cual será un destino para millones de peregrinos procedentes de todas las partes del mundo.
Este año de gracia y perdón en la Iglesia Católica resulta siendo una especial invitación para encontrarse con Dios, con los demás y con uno mismo. Será el segundo jubileo presidido por el papa Francisco, después del Jubileo extraordinario de la Misericordia de 2015 -2016.
En Lambayeque, el obispo de Chiclayo, Edinson Edgardo Farfán Córdova, a través de la Oficina de Comunicación, que dirige el padre Fidel Purizaca Vigil, convocó a una importante peregrinación a periodistas y comunicadores lambayecanos para conversar y analizar algunas de las características del Jubileo 2025, en la que se habló sobre la solicitud que pueden hacer los fieles para la indulgencia plenaria, es decir, la absolución de la pena que acarrean los pecados.
El sacerdote Fidel Purizaca explicó a los hombres y mujeres de la prensa que la Puerta Santa se abre en las cuatro basílicas mayores de Roma, que este es un año de esperanza y reconciliación y que el Jubileo 2025 es para promover la dignidad de cada persona.
“Este tiempo también sirve como una invitación a la conversión personal y a la reconciliación con Dios y con los demás. Los fieles son alentados a renovar su fe, profundizar su vida de oración y realizar actos de caridad hacia los más necesitados”, enfatizó Purizaca durante la conversación con los comunicadores y representantes de la prensa local.
¿Cómo celebrar el Jubileo?
Durante el diálogo, los comunicadores y periodistas preguntaron al consagrado cómo disponerse para celebrar el Jubileo. El padre Fidel Purizaca señaló que es importante participar del sacramento de la Reconciliación, leer el documento jubilar, hacer una peregrinación, visitar alguna catedral, rezar la oración del Jubileo, realizar obras de misericordia y practicar la esperanza.
Este encuentro también fue una importante oportunidad para ganar indulgencia plenaria en un mismo día. El presbítero explicó que para obtener esta gracia es necesario realizar un acto de caridad por las almas del Purgatorio y recibir la comunión por segunda vez. Los fieles impedidos de recibir el cuerpo de cristo sacramentalmente (enfermos, ancianos, reclusos) pueden obtener la indulgencia uniéndose espiritualmente a la Eucaristía y ofreciendo sus sufrimientos.
Como se conoce, el Jubileo 2025 se inició con la apertura de la Puerta Santa el pasado 25 de diciembre y concluirá el 6 de enero del próximo año. Todos los fieles podrán peregrinar a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
Participación
En otro momento, el padre Fidel Purizaca destacó la respuesta de los hombres y mujeres, periodistas y comunicadores sociales de la Diócesis de Chiclayo para participar del Jubileo 2025.
La actividad comenzó con la concentración en el Parque Infantil, donde el Padre Fidel Purizaca les dio la bienvenida y saludó en nombre de monseñor Edinson Edgardo Farfán Córdova. Luego se trasladaron en bus hasta llegar a la Vía de Evitamiento, donde descendieron y peregrinaron rezando el Santo Rosario hasta llegar al Santuario Nuestra Señora de la Paz.
Allí el rector del Santuario, el padre José Antonio Jacinto Fiestas fue quien recibió a los peregrinos y les explicó brevemente la historia de este recinto, animándolos a seguir difundiendo la verdad con amor.
Luego, los participantes visitaron la cripta, donde vivieron un momento de contemplación y reflexión. En su disertación, el padre Emerson Lenin Lizana Enríquez motivó a los presentes a difundir la buena nueva, que se traduce en buenas noticias e historias inspiradoras que alimenten el espíritu y conviertan a los consumidores de los medios de comunicación en peregrinos de esperanza.
Después, en el salón del Santuario el padre Fidel Purizaca dirigió un conversatorio sobre la comunicación en la Diócesis de Chiclayo. Los periodistas y comunicadores arribaron a diversos acuerdos para un trabajo coordinado en lo referente a la comunicación social. En este sentido, se recordaron las palabras del papa Francisco en su mensaje para la LIX Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales, en el que llama a "ser testigos y promotores de una comunicación no hostil, que difunda una cultura del cuidado, que construya puentes y atraviese los muros visibles e invisibles de nuestro tiempo”.
Asimismo, se llevó a cabo la celebración de la Santa Misa oficiada por el padre Fidel Purizaca. En su homilía destacó este encuentro como un tiempo de gracia en medio de diversos adelantos tecnológicos, invitando a los presentes a ser comunicadores de esperanza, renovando su trabajo y misión según el espíritu del Evangelio.
Este Jubileo culminó con un ágape fraterno que fue una oportunidad para que los periodistas y comunicadores sociales de la Diócesis de Chiclayo se reunieran, reflexionaran y se comprometieran a seguir difundiendo la verdad y la esperanza en su labor diaria.
La ola de criminalidad sigue creciendo a nivel nacional, en parte por las erráticas decisiones que se adoptan desde el sector Interior, con el ministro Juan José Santibáñez, a la cabeza, y la falta de capacidad operativa de la Policía Nacional del Perú. Solo el año pasado, en Lambayeque se registraron 61 444 denuncias de hechos delictivos.
Lambayeque tiene una población de un millón 361 mil 554 habitantes, residentes en 38 distritos, agrupados en 3 provincias. De acuerdo al Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana, que recoge la información más actualizada, al 31 de diciembre del 2024, el 62.9 %, seis de cada 10 habitantes, se siente inseguro al caminar por las calles.
El porcentaje de victimización en Lambayeque es del 18 %, mientras que la confianza en la Policía Nacional del Perú es de únicamente el 20.5 %. Solo dos de cada 10 lambayecanos tienen confianza en la PNP.
Hechos delictivos
Respecto a las denuncias presentadas a diciembre del año pasado, el observatorio registra 61 444 denuncias por diversos tipos, de las cuales 4321 ocurrieron en diciembre.
Del total, 45 257 denuncias corresponden a hechos delictivos; 10 412 a denuncias por violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar; 3976 por faltas; 2074 por otros delitos y 91 correspondientes a casos de adolescentes infractores a la ley penal.
De los delitos con mayor número de denuncias, se tiene que 7960 fueron por hurto; 6888 por conducción en estado de ebriedad; 3931 por hurto agravado; 2698 lesiones y 2475 por robo. Los delitos con mayor variación fueron: tráfico ilícito de drogas (123.7 %), estafa agravada (67.7 %), apropiación ilícita (47.4 %), conducción en estado de ebriedad (41.6 %) y hurto de ganado (30.5 %).
Situación policial
Lambayeque tiene en total 2456 agentes policiales, con una proporción de 180 policías por cada 100 mil habitantes. Del total, 2104 son varones y 352 mujeres. A noviembre del año pasado, 83 eran oficiales y 2373 suboficiales.
El total de vehículos con el cuenta la Región Policial Lambayeque es de 304, de los cuales están operativos: 151 camionetas y 68 motocicletas. Inoperativos hay: 24 camionetas y 31 motocicletas, en tanto 11 camionetas e igual número de motocicletas se encuentran en situación irreparable.
De las 50 comisarias que tiene el departamento, 47 son básicas y 3 especializadas. Solo 25 cuentan con servicios básicos adecuados y 11 cuentan con infraestructura en buen estado.
Presupuesto y recursos
El año pasado, Lambayeque contó con S/40 millones 665 mil 155 de presupuesto para seguridad ciudadana, de los cuales se ejecutaron el 84 %, equivalente a S/34 millones 138 mil 698, quedando pendientes de ejecución, al 31 de diciembre, S/6 millones 526 mil 457; es decir, el 16 %. El presupuesto per cápita, lo que se invierte por habitante en seguridad ciudadana, es S/29.9 al año.
Las tres municipalidades provinciales: Chiclayo, Lambayeque y Ferreñafe, tienen planes de seguridad ciudadana; en tanto, solo 32 de los 35 municipios distritales tienen dicha herramienta de gestión.
Respecto al servicio de serenazgo, 31 municipalidades cuentan con el registro correspondiente, sumando aproximadamente 810 serenos. Esto ha permitido, por ejemplo, que 57 vehículos municipales realicen patrullaje integrado con agentes de la Policía Nacional del Perú.
Lambayeque, una de las regiones más destacadas del norte del Perú, ha sido testigo de un proceso económico y social marcado por retos y transformaciones significativas en los últimos años. Con una economía fuertemente dependiente de la agricultura, la agroindustria y el comercio, su mercado laboral ha experimentado cambios estructurales que reflejan tanto las oportunidades como las limitaciones del desarrollo regional. A lo largo de 2024, diversos factores, desde la evolución de la producción agrícola hasta los ajustes en las políticas laborales y el incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV), han tenido repercusiones en la configuración del empleo y en las condiciones de los trabajadores de la región.
En este 2025, se prevé que las perspectivas no sean mucho más alentadoras si no se abordan de forma integral los problemas de la informalidad, la falta de derechos laborales y la insuficiente creación de empleos de calidad. En ese sentido, la estructura económica de Lambayeque, caracterizada por una fuerte dependencia de la agricultura y el sector agroindustrial, deberá adaptarse a nuevas realidades, con un enfoque en la diversificación productiva y la sostenibilidad laboral. En este panorama, será esencial que las políticas públicas se orienten hacia la creación de empleos formales, el fortalecimiento de los derechos laborales y la promoción de un crecimiento económico que beneficie a la población en su conjunto, sin dejar de lado a los sectores más vulnerables, especialmente a la juventud.
La informalidad laboral y su relación con la economía regional
El mercado laboral de Lambayeque evidencia un fenómeno crítico que ha moldeado el desarrollo económico de la región: la persistencia de altas tasas de informalidad, combinadas con una dinámica fluctuante en el empleo formal. Este fenómeno no solo afecta directamente las condiciones de vida de los trabajadores, sino que también tiene profundas implicancias para la productividad regional y la sostenibilidad de su economía.
En 2022, según los reportes regionales publicados por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, la Población Económicamente Activa (PEA) ocupada alcanzó las 707 015 personas, de las cuales el 76.9 % se desempeñaban en empleos informales. Esto significó que 543 761 trabajadores estuvieron fuera del ámbito formal, sin acceso a beneficios sociales ni seguridad laboral. La informalidad, lejos de ser un simple dato estadístico, revela profundas desigualdades estructurales en el acceso al empleo digno y evidencia las barreras que enfrentan sectores como la agricultura y los servicios, donde la informalidad se concentra de manera predominante. En contraste, solo el 31.1 % de la PEA ocupada, equivalente a 95 890 personas, participó en el sector formal, lo que subraya una brecha alarmante entre ambas realidades laborales.
El 2023 representó un año de contracción para el mercado laboral en Lambayeque. En diciembre de 2023, el empleo en el sector privado formal se redujo en 13,5 % con relación al mismo mes del año anterior, lo que significó una reducción de 21 mil 707 empleos formales. Asimismo, la PEA ocupada se redujo a 657 641 personas, mientras que la PEA desempleada creció significativamente, alcanzando las 48 648 personas, con una tasa de desempleo del 6.9 %. Aunque el empleo informal disminuyó en términos absolutos, afectando a 478 647 personas (72.8 %), esta reducción no necesariamente reflejó una mejora estructural, sino más bien una reconfiguración del mercado laboral hacia el desempleo. Sorprendentemente, el empleo formal también presentó una disminución porcentual, representando el 27.2 % de la PEA ocupada, aunque creció en números absolutos hasta los 178 994 trabajadores. Este contraste sugiere que las políticas implementadas para incentivar la formalización han tenido efectos limitados y no han logrado contener el deterioro general del empleo en la región.
Para febrero de 2024, los datos continuaron mostrando una dinámica compleja. El empleo formal en el sector privado alcanzó los 129 937 trabajadores, experimentando una reducción del 1.3 % en comparación con el mismo mes del año anterior. Este decrecimiento, que significó la pérdida de 1721 empleos formales, se concentró en sectores como el agrícola y de servicios, donde los trabajadores en empresas de más de 101 empleados constituían la mayoría (62.0 %, equivalente a 80 523 personas). La prevalencia de estos grandes empleadores sugiere que la formalidad en Lambayeque depende en gran medida de un número limitado de actores económicos, lo que aumenta la vulnerabilidad del sistema ante crisis sectoriales.
Incremento en el 2024
Sin embargo, según el último Reporte del Empleo Formal en la Región Lambayeque, publicado en septiembre de 2024 marcó un cambio significativo en la tendencia, con un incremento del 15.8 % en el empleo formal respecto al mismo mes del año anterior. Este crecimiento generó 21 082 nuevos puestos de trabajo formales, alcanzando un total de 154 853 trabajadores en el sector privado. La concentración del empleo formal en sectores como el agrícola (36.3 %) y de servicios (34.6 %) refleja una ligera diversificación, pero también resalta la persistencia de dinámicas tradicionales en la estructura económica regional. La mayoría de estos trabajadores (66.4 %, equivalente a 102 796 personas) continuaron laborando en empresas grandes, lo que reafirma la importancia estratégica de estas unidades económicas en la generación de empleo formal.
Ahora bien, la dinámica del mercado laboral en Lambayeque no solo refleja las estadísticas de ocupación, sino que también pone en evidencia patrones estructurales profundamente arraigados que perpetúan la desigualdad y frenan el desarrollo económico regional. De este modo, la persistencia de una tasa de informalidad superior al 70 % durante 2023 y los ajustes mínimos en 2024 subrayan una dependencia crítica en sectores económicos que históricamente han mostrado una débil capacidad de formalización. Aunque sectores como el agrícola y el de servicios lideran la generación de empleo formal, estas áreas también concentran un alto porcentaje de trabajadores informales, lo que pone de manifiesto una dualidad preocupante: son sectores estratégicos para la economía regional, pero insuficientes para garantizar condiciones laborales adecuadas y sostenibles.
Participación por sectores
Además, los datos sobre la distribución sectorial del empleo formal revelan que, aunque el sector agrícola lideró en 2024 con un 36.3 % de participación, seguido del sector servicios con 34.6 %, estas proporciones apenas representan ajustes en la composición económica regional. La alta concentración de trabajadores en estos sectores no debe interpretarse como un indicador de diversificación económica, sino más bien como una señal de dependencia de actividades tradicionales que, aunque generan empleo, no garantizan estabilidad ni progreso social a largo plazo. Esto es especialmente crítico si se considera que el sector agrícola, en particular, enfrenta vulnerabilidades significativas derivadas de factores climáticos, acceso limitado a tecnología y financiamiento, y baja inversión en infraestructura.
Por último, es importante señalar que, aunque el empleo formal mostró un incremento notable en último semestre de 2024, el análisis de los trabajadores asalariados privados en el sector servicios y agrícola evidencia la necesidad de reformular las estrategias de desarrollo económico. Si bien el crecimiento en el número de trabajadores formales es alentador, este resultado no necesariamente implica una mejora sustancial en la calidad del empleo o en la distribución equitativa de los beneficios económicos. En un contexto donde más del 66 % de los trabajadores formales están concentrados en grandes empresas, es evidente que la región no ha logrado consolidar un entorno favorable para el crecimiento de las micro y pequeñas empresas, que representan una parte crucial de la actividad económica local y podrían actuar como motores de inclusión y equidad laboral si recibieran el apoyo adecuado.
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(*) Abogado por la Universidad San Martín de Porres. Especialista en Litigación Oral para el proceso laboral por la Escuela de Posgrado de la Universidad San Ignacio de Loyola – USIL. Miembro de Comunidad para la Investigación y el Estudio Laboral y Ocupacional (CIELO). Presidente de la Comisión de Derecho Laboral y de la Seguridad Social de la Sociedad Peruana de Derecho.