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NIXA: TODA UNA VIDA EN MíÂS DE UN SIGLO

Escribe: Escribe: LARCERY DíÂAZ SUíÂREZ
Edición N° 732

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Si la vida fuera eterna ´y hay quienes como él se lo merecen-, este viernes 16, el escritor y periodista lambayecano Nicanor de la Fuente Sifuentes, Nixa, habría cumplido 109 años de edad y hubiera seguido recreando los centenares de personajes y rinconcitos con que contaba el Chiclayo que se fue y con los que aún cuenta el Chiclayo que hoy es. La obra de Nixa es admirada por estudiosos que ven en ella la impronta de esta capital y sus alrededores, que plasmó durante muchos años en vivas crónicas escritas en su diaria columna "A propósito", en el diario La Industria; y que después vería impresas en diversos libros, gracias a los talleres del semanario Expresión. Nixa nació el 16 de setiembre de 1902 en San José de Bellavista, distrito de Pacasmayo, pero desde los 16 años vivió en Chiclayo. "La primera sorpresa de mi infancia fue descubrir que allá lejos en el sur, al filo de unas inmensas chacras de arroz, pasaba el tren de la sierra halando carros de carga y coches de pasajeros y luciendo una hermosa estela de humo blanco, audiencia cinematográfica que teníamos los muchachos de entonces y que espectábamos desde la calle Real, cuando el ferrocarril de Pacasmayo cubría la línea hasta Chilete en el departamento de Cajamarca", escribió en un artículo titulado Carnet de Identidad. Allí recordó que las primeras letras se las enseñó su madre, y parte de la primaria anduvo repartida en la escuela del profesor Guanilo, donde aprendió también hasta dónde se puede empinar el hombre cuando el maestro le jala las orejas, y hasta cuánto duele la palmeta. En 1918 vino a Chiclayo. Por razones de familia abandonó los estudios para trabajar, hasta febrero de 1931 en que, por razones de política fue cesado. En el diario chiclayano El País, hizo sus primeras armas en periodismo, porque en 1924 se publicó sus primeros artículos. A la vez por esos años fue editor de la Página Literaria de La Tarde, que entonces trató de hacerla revivir don Eulogio Arenas, desde la clausura que tuvo en 1919. Y fue cuando escribía con el seudónimo NIXA-NOR. "Uno de esos sábados, me encontré que del poema se me había eliminado el NOR y sólo figuraba Nixa, que es desde cuando he popularizado este seudónimo". Desde entonces ingresó al periodismo a tiempo corrido, compartiendo con el poeta Juan José Lora y José del C. Bracamonte la redacción y dirección del bisemanario Crítica y el diario La Hora, que fue clausurado en 1933 por uno de los prefectos de la dictadura de Benavides. Poco después editó Ahora, pero otro prefecto, en 1935, ordenó su clausura. Su primer poema lo publicó Carlos Arbulú Miranda en su revista Frívola, y con un introito de Juan José Lora, le publicaron una página de versos en el semanario Juventud, que editaban con José del C. Bracamonte y José León Barandiarán. Después fue fundador de La Industria, y desde 1952, hasta su muerte, se desempeñó como columnista. De sus libros primigenios en poesía, están: "Las Barajas y los dados del alba", en 1938; "La perla de los romances", 1940; "El libro de los tránsitos eternos", 1943; "El aire y otros poemas", 1965; "Huacatil", 1966; "Paisajes para colgar en la pared", 1969; "La broma de los romances y el soneto", 1992; "Jacinto Peje y otras audiencias", 1992; "3 Poemas", donde están incluidos: "El naipe de los vientos", "Tu casa, tu calle y otros impedimentos" y "El columpio de las horas". En prosa un folleto: "Historia y anécdota del arroz en Lambayeque", "Chiclayo en la anécdota", "A Propósito", "En la espuma del A Propósito". En 1997 Nixa pensaba que un libro de anécdotas de su provincia de Pacasmayo sería el último que lograra ver editado, "a no ser que Dios, Nuestro Señor, que ha sido tan pródigo en bondades conmigo, disponga lo conveniente, hasta que se cumpla lo que escrito me tiene". En efecto, en el año 2005 Nixa vio publicados otros cuatro libros, gracias al Semanario Expresión, que reprodujo las anécdotas que él vivió en Pacasmayo, a través del libro "Los hombres de mi provincia"; y, además, los libros "Entre guapos y chalanes", con el prólogo de la periodista Jesús León íÂngeles; "Yo me baño en la compuerta", prologado por el periodista Carlos Cabrejos Vega; y "Chiclayo, siempre Chiclayo", que prologó el autor de este artículo. EL NIXA QUE CONOCí El 1 de octubre de 1994, durante una especial noche por el Día del Periodista, que congregó a numerosos intelectuales y trabajadores del arte, así como autoridades regionales, tuve la satisfacción de presentar el segundo tomo del libro Chiclayo en la Anécdota, de Nicanor de la Fuente. La empresa editora que publicaba Expresión, había editado el primer tomo, tras seleccionar un sinnúmero de narraciones que en su original y coloquial columna "A propósito", del diario La Industria, de Chiclayo, se publicaba desde 1952, en que se fundó este matutino. Fue múltiple mi satisfacción por varias razones: primero, porque al hacerlo seguía manteniendo contacto intelectual directo con uno de los elementos vivos más representativos de las letras lambayecanas y peruanas; porque la fecha de la presentación era precisamente el Día del Periodista, profesión que en La Industria compartí con el homenajeado autor; igualmente porque yo había sido partícipe de la corrección de las pruebas originales para la impresión de esa obra; y también porque, enfrascado en su lectura, estaba conociendo la historia de disímiles personajes y pueblos lambayecanos, de gobernantes y gobernados, seguidores y opositores, amigos y enemigos, sus vivencias, quereres y pareceres, amores y desamores, humores y malhumores, dimes y diretes; en fin, todo lo que encierra un relato de su tipo contado por nuestros abuelos, vecinos o amigos, que a lo largo del recorrido de la narración, han ido aumentando o disminuyendo las circunstancias que motivaron la anécdota recogida por Nixa de su raíz misma y moldeada literariamente para que, al quedar grabadas en blanco y negro, sean degustadas por un vasto sector de la comunidad que aún la esperaba como el pan del día y las devoraba cual preciado manjar. Cuando conocí a Nixa, lo miré y traté con el profundo respeto y hasta miedo que da el enfrentarse a una leyenda viviente. Poeta y periodista bisoño, contemplé al poeta y periodista mayor que había estado al lado de Vallejo, Chocano, Mariátegui -cuya presencia en los inicios literarios de Nicanor de la Fuente fue fundamental-, que era familiar de Martín Adán y había pasado por diversos olores de imprenta con sus sabores y sinsabores que da el trabajo consuetudinario de los hombres de prensa. Muchos años después, cada que con su paso lento pero seguro y aún enhiesto, con su eterna chispa que relucía en su mirada y sonrisa vivaces Nixa aparecía por la redacción de La Industria (´"Nixa es una sonrisa infantil"- lo define Juan José Lora, en EI Aire y otros poemas), a pesar de sus cerca de cien años bien vividos, seguía pareciéndome y siendo el mismo de entonces: jovial, dicharachero, siempre con el ingenio a flor de mente y de labios, reconociéndonos y bromeando con nosotros, tomándonos el pulso y a algunos, de paso, el pelo y, eso sí, contándonos la última de sus anécdotas, propias o extrañas, pero narradas a la manera de Nixa, con la misma enjundia, emoción y pasión con la que escribía. Claro que sus A propósito en prosa no tienen el mismo estilo que sus poemas de cuando en febrero de 1927 apareció "Agosto", en la revista "Amauta", de José Carlos Mariátegui. Es, diríamos, un estilo muy especial de pinceladas históricas, un poco en serio, un poco en broma, de la vida diaria de nuestros pueblos. Precisamente, con "Amauta" en la mano, tuve la oportunidad de analizar la producción literaria de Nixa y di a conocer, a través de La Industria, los pasos que el vate había seguido a lo largo de la publicación que mantuvo el Amauta, en la misma que encontramos sus poemas "Palabra amiga". "1 de Mayo". "Naturaleza muerta", "Y va uno para la costurera", "Nocturno", "Contraste", "Rodaja", "Acuarela", "EI Puerto" y "Los Poemas rurales", así como comentarios a la obra poética de Nixa. Y de éste a algunos escritos y libros de intelectuales peruanos. Varios de estos poemas fueron recogidos y aumentados posteriormente en los libros de Nixa. Las Barajas y los Dados del Alba (1938); La Feria de los Romances (1940); Libro de los Tránsitos Eternos (1943); EI aire y otros poemas (1965); Huacatil (1966); Paisajes para colgar en la pared (1969). La broma de los romances y el soneto (1992); Jacinto Peje y otras audiencias (1992) y 3 poemas (1995). En el estudio que hice sobre Nicanor de la Fuente y la revista "Amauta", logré descubrir algunas ausencias de la producción del poeta lambayecano. Nixa me confiaría después que, efectivamente, Mariátegui le había ofrecido sus disculpas porque la sobreproducción de poesía de todos los rincones, colmaba las expectativas de la revista "Amauta", y no podía cumplir con todos. En las cartas de Mariátegui, publicadas años después, efectivamente, encontré la que el Amauta le enviara al escritor y periodista lambayecano. EI comienzo y el sentido final de la poesía de Nicanor de la Fuente -dice el escritor Manuel Pantigoso- aparecen ya en su primer libro; en esas "barajas" y en esos "dados" que se echan sobre la página en blanco para que brote la escritura. En sus textos hay una impronta permanente caracterizada por los actos de mostrar y de extraer: mostrar los naipes, la huaca, el aire, la madre, el paisaje, para extraer de allí sus sortilegios. Su prosa es diferente. Sus anécdotas, vertidas en sus diarios A propósitos, trasmiten su buen humor comunicativo y caricatural con que presenta la vida de la ciudad. "Mientras más se lee, más se quiere a Nixa. Es que él escribe sus anécdotas como si recrease, confiado en su habilidad de creador, en la exuberancia de su ingenio, en la fluidez nativa de su prosa y en las infinitas reservas de su inventiva. A todos sus personajes les sabe transmitir vida, emoción, alegría y sensibilidad humana, dentro de un humor intencional y sutil", señala Raúl Fernández Amunátegui, en el prólogo del primer tomo de "Chiclayo en la Anécdota", donde aparecen candentes reseñas de personajes y sucesos memorables de los lambayecanos de entonces contadas anecdóticamente por este insigne escritor. Pero Nixa también tiene sus anécdotas personales. Una de ellas la contó la periodista Jesús León íÂngeles. Refiere que cuando trabajaba en el diario La Industria, recibió el encargo de visitar dos veces a la semana a Nixa en su casa para apoyarlo en la redacción de sus artículos, pues él ya andaba en los noventaitantos. Él le dictaba. Ella tomaba nota. Lo revisaban, Se los leía nuevamente. Finalmente ella retornaba con los escritos listos. Como siempre, Nixa era muy cariñoso y galante. Pasado un tiempo, Jesús dejó de ir a verlo porque le concedieron licencia por su embarazo, Al retornar, se dio con la sorpresa del comentario que había hecho: - ¡No quiero que vuelvan a enviar a una periodista joven a mi casa! - Pero, don Nixa, ¿qué pasó?, ¿Jesús se ha portado mal?, ¿hay alguna queja sobre ella...? - No, lo que pasa es que después salen embarazadas y me echan a mí la culpa. NIXA PERIODISTA Otro gran periodista lambayecano, ya desaparecido, Glicerio García Campos, recuerda a Nixa periodista. En su discurso leído en el homenaje a Nicanor de la Fuente Sifuentes, Nixa, el 20 de abril de 1990, señala: "Para Nicanor de la Fuente, su incursión en el periodismo ha constituido otra pasión, ascendente a vocación, profesión y práctica permanente". García Campos recuerda que el diario El País, de Chiclayo eligió a Nixa como cronista personal y principal. "Ahí tuvo que vérselas el nombrado periodista, pues el director y propietario, Dr. Juan Francisco Vílchez descargó sobre Nicanor todo lo más delicado y enjundioso del vocero, pues nuestro dilecto amigo tenía que oficiar de reportero de sociedad, de arte teatral, de política, de producciones plásticas, de inquietudes agrarias, y hasta de algo así como referí de alguna contienda o debate entre intelectuales del medio. Y, como todo lo hacía bien, el director se frotaba las manos y quedaba feliz". Una de las anécdotas de Nixa, que García Campos recuerda, es la siguiente: "el periodista Nicanor se torna en editor, se asocia con un amigo, asimismo intrépido, y fundan un periódico, pero a lo grande, de gran formato cual si dijéramos un vocero de nuestros días, con sus 4 páginas repletas de prosa, verso y casi nada del aderezo que da la publicidad, es decir, los avisitos pagados, que dan soplo de vida a los órganos de difusión. El orgulloso periódico se llamó Excelsior; pero el promisor vocero sólo tuvo dos ediciones de existencia... (no había plata para pagar a los cajistas, y para no ser perseguidos por esos abnegados trabajadores de tipos y volanderas, los editores tuvieron que esconderse, al mismo tiempo que se extinguía la luz de una bella promesa. No terminó a "capazos", pero sí a experimentazos". Los cajistas... ¡los cajistas! No muchos saben en estos momentos qué eran o son aquellos de la abnegada especialidad tipográfica, y cómo, tipo a tipo, se elaboraban las columnas de los periódicos. Naturalmente, Nixa no dejaba pasar cuanto significase motivo de inspiración; y en uno de sus libros, recordando tal vez la hazaña de Excelsior, encontramos el motivo y fustigador poema que comienza así, con el rubro de "La imprenta, su anécdota": "En el único taller armónico/ donde no es necesario el ritmo/ para que el pensamiento entone su canción/, entre un telar de chibaletes/ donde se teje el pensamiento aquel/ y mecidos por el fragor/ de los motores de sus manos y de las impresoras/, como hormigas, los tipógrafos trepan todas las alturas que tienen todos los idiomas". Y en ese mismo poema, el cantor engarza entre otro quinteto dedicado al tipógrafo, al "cajista": "Alma del tipógrafo! Noble pulso del hombre/ que en las inquietas páginas de cien generaciones,/ clarinea el amor a la cultura y al trabajo/ y se hacen cómplices inocentes del que escribe con tinta/ y el que escribe con sangre". Un día ´recuerda Glicerio García-, nuestro común amigo Dr. Miguel F. Cerro Cebrián, periodista-editor por antonomasia, llama a Nicanor: La Industria de Chiclayo salía a la luz como primer matutino de la ciudad, aquí donde circularon tantos periódicos. "Nixa aceptó la cordial invitación y desde entonces, infaltable a un deber de lo que jamás ha sabido zafar la pluma, en las páginas del diario ha de verse lo sabroso de ese pan ajeno de todos los días". García Campos añade: "es uno de los primeros bocados que el exigente lector busca para desayuno. No faltará la alegre foto del recuerdo, el dibujo o la caricatura de quién o quiénes les tocó en suerte ser tocados por la afiligranada broma -tijera que acaricia-; otra vez le tocará el jalón de orejas al arribista o petulante; porque junto al gráfico estará el texto, siempre tan sereno como elocuente en su jornada constructiva". Nixa murió a los 106 años de edad, el domingo 15 de marzo del 2009, perro su recuerdo y su obra viven con nosotros y con quienes han comenzado a estudiar su vida y su obra.

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