Henry Urpeque Neciosup es uno de los 200 periodistas del mundo que este año participó del Festival Gabo, realizado en Medellín, Colombia, en el que tuvo la oportunidad de compartir experiencias sobre las investigaciones que hombres de prensa y medios de comunicación desarrollan pese a las limitaciones que actualmente existen. Una de sus mayores satisfacciones es haber conversado por última vez con el maestro Javier Darío Restrepo, fallecido el 6 de octubre.
“Fue una experiencia inolvidable y enriquecedora, sobre todo, porque he conocido diferentes miradas de lo que se está haciendo hoy en el periodismo en diferentes latitudes, saliendo incluso del contexto Latinoamericano, porque han participado periodistas venidos de Alemania, Reino Unido e incluso de Sudáfrica. Hemos conocido nuevas orientaciones del periodismo y a qué nos enfrentamos hoy los periodistas con la vorágine de información que va llegando”, comenta.
VERIFICACIÓN DE DATOS
De su participación en el festival, refiere que una de las novedades que más le sorprendió del trabajo que realizan otros medios de comunicación en el mundo es lo que se denomina el ‘fact checking’ o verificación de hechos.
“Me quedé sorprendido cuando nos contaron que había asociaciones de periodistas que están dedicados exclusivamente a hacer verificación de datos, a verificar todos los datos que llegan a las redacciones, son grupos especializados de periodistas que revisan la información todos los días, para que todo lo que se difunda sea fiel y conserve la veracidad, cosa que no sucede en muchos países de Latinoamérica y mucho menos en el Perú, o aterrizando en nuestro periodismo local, donde mucha información es compartida sin verificar ni contrastar. ¿Por qué se hace esto? Porque se ha entendido que existen grupos de poder, grupos económicos y hasta sistemas que buscan objetivos como desestabilizar un régimen económico, social o generar conflictos”, explica.
VENCIENDO LAS LIMITACIONES
Urpeque Neciosup, productor de Radio Programas del Perú – RPP Lambayeque, destaca la participación en el festival, organizado por la Fundación Gabo, de periodistas independientes que han realizado valiosas investigaciones, pese a las limitaciones que existen en otros países para el ejercicio de la libertad de prensa e información.
Es el caso de Mónica Baró, ganadora del Premio Gabo 2019 con el reportaje “La sangre nunca fue amarilla”, que narra la historia de un pueblo cubano cuya población está contaminada por plomo.
“Tuve la oportunidad no solo de hacer una pregunta, sino también conversar con ella después de su participación, consultándole sobre los recursos y procesos que había utilizado para recoger la información. Ella nos contó que en Cuba hay mucho ocultamiento de información, no es fácil acceder a información del sector salud, a pruebas médicas y diagnósticos de la contaminación. El trabajo que realizó fue muy difícil, sobre todo porque en Cuba el acceso a la Internet es muy limitado y el gobierno cumple un papel de mucho control”, relata.
Entre las inquietudes expuestas por el periodista lambayecano a la ganadora del festival está el eco que la publicación del reportaje tuvo entre las autoridades cubanas al revelar el nivel de contaminación de las familias expuestas a la presencia de plomo, teniendo en cuenta que en el departamento los medios de comunicación han jugado un rol determinante para generar la respuesta de los niveles de gobierno frente a la contaminación del agua con arsénico en Mórrope y Pacora.
Urpeque Neciosup menciona que lamentablemente – frente al reportaje de Baró – el gobierno cubano se mantiene silente, como característica de la dinámica social que se vive en la isla.
“Más que la problemática, se relata la historia de ese pueblo, además que tiene un hilo narrativo muy interesante”, refiere.
PERIODISMO ÉTICO
Sobre libertad de prensa y acceso a la información, compartió con periodistas de la cadena O’Globo, quienes comentaron sus experiencias respecto al último proceso electoral presidencial en el gigante de Sudamérica.
“Nos contaron, por ejemplo, cómo es que la campaña de Bolsonaro manejó los grupos de WhatsApp para uniformizar la información y que los medios no puedan manejar datos propios de la campaña política. Los periodistas contaban como anécdota que Bolsonaro ganó gracias al WhatsApp. Es el primer candidato que lo ha aplicado de manera sistemática, aprovechando que los medios tienen otros canales, el uso de esa plataforma fue decisivo. Conocimos también la historia de ‘Tal cual’, un medio venezolano que tiene más de 25 años y hoy solo sobrevive en Internet. En Venezuela han desaparecido 62 periódicos porque el gobierno de manera abusiva suspendió la producción de papel, obligándolos a que muchos solo sobrevivan de manera digital”, asevera.
Finalmente, comparte la satisfacción que le dejó haber entrevistado por última vez a Javier Darío Restrepo, uno de los periodistas más importantes de América Latina, a quien conoció en Chiclayo y cuyas lecciones de ética periodística han orientado a miles de comunicadores en el mundo.
“Casi al terminar la última jornada del festival tuve la oportunidad de conversar con él. Como anécdota quedará que soy el último periodista peruano que lo entrevistó, que pudo arrancarle una declaración… Me dijo que hoy las universidades están tratando de insertar la ética periodística como curso, para que los periodistas de alguna u otra manera reflexionen sobre el ejercicio. Sin embargo, él aseguró que no se le puede enseñar a una persona ser buen periodista desde la universidad, porque lo ético se aprende en el hogar. Me dijo: ‘El buen periodista no se forma en la universidad, se forma desde el hogar, porque ahí están los valores’”, enfatiza.