Las hepáticas reacciones del alcalde de Chiclayo, David Cornejo Chinguel, ante los cuestionamientos que se hacen a su gestión, responsabilizando de ello al gobernador regional, Humberto Acuña Peralta, han motivado a que este haga una dura comparación entre el primer vecino de la provincia y el hoy recluido exburgomaestre Roberto Torres Gonzales. Siendo objetivos, razón no le falta.
En las últimas semanas las aguas estuvieron bastante movidas en Lambayeque y no precisamente por las lluvias que golpearon al departamento los primeros días de febrero. A la emergencia generada por la falta de prevención ante las eventualidades climatológicas se sumó la desorganizada respuesta de las autoridades, principalmente municipales, para resolver problemas severos como el aniego de calles, colapso de desagües, derrumbe de viviendas y corte de los servicios básicos. La tarea posterior, referida a limpieza y control sanitario ha sido aún mucho más dramática.
Sabiéndose parte del problema, el gobernador regional sostiene que la emergencia esta vez ha sido mucho más aguda porque las redes del sistema de alcantarillado, en los casos de Chiclayo y José Leonardo Ortiz, se encuentran en condiciones ruinosas en comparación a otros períodos climáticos en los cuales también cayeron copiosas lluvias.
“El Niño de 1998 hizo menos daño que las lluvias que se presentaron a inicios de este mes y una de las razones es el estado de la red de saneamiento. Otra razón es que el desarrollo urbanístico de Chiclayo no se ha hecho de manera técnica y planificada. Drenes y canales que servían para evacuar las lluvias han sido cerrados y eso evitó que el agua tenga por dónde discurrir. A esto debe sumarse que la topografía de la ciudad no permite que se habiliten correntías para las aguas, la carencia del drenaje pluvial evidentemente nos afecta mucho”, refiere Acuña Peralta.
LA DISCREPANCIA
La autoridad no se anima a añadir como cuarta razón las discrepancias que existen con el alcalde provincial. Según afirma, de su parte no existen enconos para con Cornejo Chinguel, pues – dice textualmente – “cada vez que se ha requerido el apoyo del gobierno regional este se ha concretado”.
“Esa es una manera con la que quieren confundir. Ese tema de la discrepancia entre el alcalde y el gobernador para mí no existe, porque yo siempre he puesto mi predisposición y mis ganas de seguir trabajando en conjunto con el señor alcalde. El hecho que él no haya asistido al Centro de Operaciones de Emergencia Regional – COER, no dice nada, porque ha estado ahí su secretario técnico de Defensa Civil permanentemente. Que el alcalde vaya al COER no va a cambiar la situación del sistema de alcantarillado”, señala.
Acuña Peralta agrega de inmediato que al secretario técnico de Defensa Civil de Chiclayo se le ha brindado – a través del COER – todo el apoyo requerido, e incluso se le proporcionó ayuda humanitaria proveída por un almacén adelantado. Eso sí, aclara que a más de una semana de sucedidas las lluvias el COER recibió solo un informe de necesidades por parte de la municipalidad provincial.
Sin embargo, el alcalde provincial ha sostenido en reiteradas veces que el apoyo de la región a la emergencia en Chiclayo es nulo.
“Del alcalde no podemos esperar nada. No se puede esperar que el agradezca o reconozca, creo que esa es su característica. Yo puedo afirmar que toda la maquinaria del gobierno regional y del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento está trabajando, liderada por nuestra gerente de Recursos Naturales y en coordinación con los secretarios técnicos de Defensa Civil de cada municipalidad. Esa es la forma de trabajo. Yo lo he dicho: los políticos estorbamos cuando queremos resolver los problemas técnicos como políticos”, asevera.
MANEJO DE RESIDUOS
El gobernador explica que el personal del Ejército del Perú ha asumido el manejo de las motobombas del gobierno regional, que se encuentran aún distribuidas en diversos puntos para concluir con el proceso de eliminación de las aguas estancadas, principalmente en los sectores donde existen mayores posibilidades de contaminación y aparición de vectores trasmisibles de enfermedades como el dengue.
El gobierno regional se encarga del suministro del combustible. Además, toda la maquinaria dispersa en la región se ha replegado a Chiclayo para atender el recojo de residuos sólidos, que se han ido acumulando en las calles y avenidas de la ciudad, agudizando el problema sanitario.
“Hay algo que debemos entender. Si en épocas normales EPSEL y la municipalidad no podían solucionar al 100 % el problema de los desagües y el recojo de los residuos sólidos, menos lo van a hacer en una emergencia. La situación en José Leonardo Ortiz es aún peor, y eso explica el porqué existen cientos de toneladas de basura en distintos puntos de la ciudad”, asegura.
LOS CONVENIOS
Las relaciones entre Acuña Peralta y Cornejo Chinguel se resquebrajaron cuando este último renunció a las filas de Alianza Para el Progreso, el año pasado. Sin embargo, cuando todo era felicidad, a inicios de gestión, en el 2015, el Gobierno Regional de Lambayeque y la Municipalidad Provincial de Chiclayo suscribieron diversos convenios, uno de ellos para la elaboración de los estudios del proyecto integral para la renovación del sistema de agua y alcantarillado de Chiclayo.
Sin embargo, todos los acuerdos quedaron en el aire luego que el gobierno regional decidiera la resolución de los convenios ante la inacción de la gestión municipal. Según Humberto Acuña la dejadez le sigue generando daño a Chiclayo.
“Nosotros resolvimos todos los convenios con la municipalidad. Por ejemplo, se habían suscrito acuerdos para ejecutar la iluminación de la Prolongación Bolognesi y el mejoramiento del alumbrado en el Parque Principal. El gobierno regional elaboró los perfiles, el municipio tenía que inscribir los proyectos en el SNIP y ni eso quiso hacer. Para evitar problemas posteriores o reclamos del alcalde, decidimos resolver los convenios. Lamentablemente ahí se incluyó el del saneamiento”, comenta.
Anota que pese a la situación tirante que existe entre región y municipio, su administración sí atiende los requerimientos de convenio para la venta de asfalto a costo social, a favor de la comuna chiclayana, en la planta que el gobierno de Lambayeque posee.
“Nosotros le hemos dicho al alcalde que estamos dispuestos a colaborar con la municipalidad, y le hemos pedido sus proyectos para que nos indique en qué podemos trabajar. Me preocupa que se tenga esa percepción de enfrentamiento entre la región y el municipio, porque incluso esto ha pasado a niveles mayores. En el reciente encuentro de gobernadores y funcionarios del gobierno nacional, los ministros me decían, no sé si enserio o en broma: ‘Gobernador, amístese con su alcalde’. Eso me preocupa, al punto que he pedido al obispo de Chiclayo que busque un espacio para juntarnos y limar las asperezas que puedan existir, porque eso le hace daño a Lambayeque”, enfatiza.
COMPARACIÓN
Humberto Acuña refiere que hay necesidad de ser sinceros y llamar a las cosas por su nombre. Comenta que en distintas oportunidades se ha encontrado con el alcalde Cornejo Chinguel y que en todo momento este le ha referido que no tiene animadversiones en su contra.
“Él me ha dicho que me estima, que conmigo no es la pelea. Cuando le he dicho que entonces no me ataque, él responde que ‘amarre a mis perros’. ¿Quiénes son mis perros? En mi opinión, él responde los cuestionamientos que le hacen los regidores de oposición, algunos de Alianza Para el Progreso, con ataques a mi gestión, y esa es una actitud equivocada. Roberto Torres, por ejemplo, tuvo también problemas con la oposición, pero él siempre tuvo la predisposición de transferirnos proyectos y por eso se hicieron el Paseo Yortuque, la Prolongación Bolognesi. No mezclaba las cosas, aquí es todo lo contrario. Para mí, Roberto Torres fue más inteligente que David Cornejo, porque sino, no tuviéramos la Bolognesi, por ejemplo”, asegura.
Precisa que el gobierno regional no puede intervenir en el saneamiento de Chiclayo de manera directa, y recuerda que en las veces que su administración ejecutó obras en la ciudad fue posible por la transferencia de unidades ejecutoras.
“Ese desconocimiento genera que la población crea que nosotros no queremos hacer nada en Chiclayo y no es así. Cornejo ofreció transferirnos cuatro proyectos: las avenidas Cieza de León, Arequipa, Piura y Tumbes. Su gestión las está ejecutando y ha dicho que no los pasará al gobierno regional, pero ¿acaso son los únicos proyectos o los únicos trabajos por hacer en Chiclayo? En la ciudad hay mucho para invertir, no solo en esas cuatro calles”, indica.
CASO OLMOS
Acuña Peralta aborda también la situación posterior a la negativa del Consejo Regional de aprobar la transferencia de las acciones que Odebrecht maneja en las concesionarias CTO y H2Olmos, responsables de la operación y mantenimiento de los componentes de trasvase e irrigación del Proyecto Olmos.
El mandatario regional sostiene que nada cambia. Que si bien la decisión del colegiado fue política, esta se respeta y ha sido comunicada tanto a Odebrecht como a las entidades de fiscalización, incluidas el Congreso de la República, a través de la comisión que investiga el caso Lava Jato.
“Hago un llamado a la calma, los empresarios que compraron las tierras en Olmos y han ejecutado sus inversiones no tienen por qué preocuparse porque el proyecto está concluido, y se encuentra en fase de operación. En caso las concesionarias de Odebrecht se declaren en insolvencia para continuar con el manejo de los componentes se les resolverán los contratos, el Estado Peruano separará costos y asumirá la conducción. De acuerdo al contrato, cuando se vence el plazo de las concesiones el Estado asume la operación de esos componentes, en todo caso se adelantarían los plazos”, explica.
“Me hubiera gustado que el consejo base su decisión en los aspectos técnicos (que eran favorables a la aprobación), antes que en los criterios políticos. Siempre lo he dicho. Odebrecht debía irse de Lambayeque, había que permitir que eso suceda. Sin embargo, también había que poner condiciones: permitir que se vendan las acciones, pero que el dinero vaya directamente a un fideicomiso para que sirva para resarcir al Estado en caso se detecte algún perjuicio por corrupción en el Proyecto Olmos. Depende de la empresa solicitar una reconsideración”, finaliza.
respuesta de José Chapoñan Burgos el 2020-06-23.
me gustaria ser parte de la cruz roja filial chiclayo.. gracias
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