Pese a la colosal infraestructura que exhibe, el Colegio Nacional de San José atraviesa una problemática permanente por la falta de recursos para el mantenimiento de los ambientes, pero además por el incumplimiento del Ministerio de Educación, que hasta ahora no entrega la totalidad de los equipos considerados en el proyecto de modernización de la sesquicentenaria institución.
Cuando el Colegio de San José fue declarado como emblemático por el segundo gobierno de Alan García Pérez, se fijó que además de la construcción de una nueva infraestructura, valorizada en más de 53 millones de soles, se le dotaría de nuevo mobiliario y equipamiento para ciencia, tecnología e informática.
Sin embargo, pese a que la población escolar del “Coloso del Norte”, ocupa el nuevo complejo educativo desde el 2011, hasta el momento el Ministerio de Educación no ha culminado el proceso de implementación, faltando lo referido el equipamiento informático.
El director de la institución, Walter Saavedra Bonilla, refiere que el total son 240 computadoras que el colegio debió recibir para el funcionamiento de sus salas de informática, de las cuales solo le fueron transferidas 30.
“He ido hasta Lima y me he entrevistado con los responsables del Ministerio de Educación y ellos me dicen que las computadoras destinadas para el Colegio de San José se quemaron en el incendio que hubo de sus almacenes en marzo del 2012”, explica el director.
El incumplimiento del Ministerio de Educación, trascurridos cinco años desde que el material debió ser enviado al San José, ha ocasionado serias limitaciones para el dictado del curso de Tecnologías de la Información y Comunicación.
El sesquicentenario plantel tiene una población de casi cinco mil estudiantes, tres mil de ellos en el nivel secundario, quienes el año pasado tuvieron que adecuarse a recibir las clases con las 30 computadoras que adquirieron los padres de familia a través de la APAFA, que sumadas a las 30 enviadas por el ministerio, sumaron un lote de 60 equipos a disposición.
“Los padres cuyos hijos ingresaban al primer año de secundaria se comprometieron con las necesidades que tiene el colegio y dieron un aporte voluntario, dinero con el que se adquirió ese grupo de 30 computadoras”, refiere Saavedra Bonilla.
Este año se ha repetido el mecanismo de recaudación de fondos y ya se inició el proceso para la adquisición de 30 computadoras más, en tanto el colegio sigue a la espera que el ministerio cumpla con el compromiso asumido en el 2011.
“Si logramos concretar esta última compra tendremos 90 computadoras para atender a los tres mil 600 alumnos que tenemos en secundaria”, destaca el director.
SIN MANTENIMIENTO
Con ocasión de los Juegos Bolivarianos 2013, en el Colegio de San José se construyeron diferentes escenarios deportivos que hoy también se ven afectados por la falta de mantenimiento.
En el caso de las canchas de hockey y rugby, son las federaciones nacionales, dependientes del Instituto Peruano del Deporte – IPD, las que se encargan de su cuidado y administración.
Sin embargo, el velódromo construido en el 2013 para las competencias de ciclismo no recibe ningún tipo de mantenimiento, responsabilidad que tampoco puede ser asumida por el colegio debido a las carencias presupuestales que tiene.
“Con las últimas lluvias el suelo del velódromo, que no fue bien compactado, se ha hundido y hay algunos pilares de la estructura, que en su totalidad es de madera, que ya están en el aire. Nosotros vamos a recurrir a las autoridades para que atiendan esta situación, porque la infraestructura se puede dañar totalmente”, refiere.
La autoridad del plantel menciona que cuando la ministra de Educación, Marilú Martens, visitó el Colegio de San José, para inspeccionarlo por la emergencia de El Niño Costero, fue informada de la problemática que se tiene con la infraestructura de los Bolivarianos, y aun cuando se han enviado documentos al despacho sectorial tampoco se han tomado cartas en el asunto.
FUNCIONAMIENTO A MEDIAS
Las precariedades del colegio son más. La piscina que tiene la institución no puede funcionar con el sistema de temperación del agua debido a que no se cuenta con recursos para pagar el suministro de gas todos los meses.
“Mantener operativo los calderos para temperar el agua sale bastante costoso durante mes y es por esta razón que no podemos ofrecer el servicio completo a los estudiantes”, indica el director.
Respecto al auditorio, con capacidad para 800 personas, recién este año se logró reparar el sistema de aire acondicionado, cuyo pago fue cubierto con los ingresos que percibe el colegio por el alquiler de sus ambientes y propiedades inmuebles.
Sin embargo, debido a las recientes lluvias parte del cielo raso del auditorio cayó sobre el estrado, y el agua dañó el piso de parqué que debe ser renovado.
PRESUPUESTO MÍNIMO
El Colegio Nacional de San José recibió el año pasado la asignación de 30 mil soles que sirvieron para el pintado de parte de los ambientes. Este año, a través del Plan de Mantenimiento de Instituciones Educativas también se le otorgará al plantel el mismo monto, que evidentemente resulta insuficiente.
Resultado del alquiler de las 11 tiendas propiedad del colegio ubicadas en la calle Vicente de la Vega, que son regentadas por el Consejo de Administración, se reciben aproximadamente 12 mil soles, dinero con el que se cubre la compra de materiales de limpieza, el mantenimiento de aulas y algunos pagos al personal no contratado por el Estado.
“El gran problema de los colegios emblemáticos es que desde que fueron inaugurados nunca se les asignó partidas especiales para su mantenimiento, considerando que se trata de infraestructuras muy amplias y modernas. Debemos tener en cuenta que otro problema es la falta de seguridad, pues al ser un local muy amplio y con muchos espacios abiertos es poco el personal de guardianía con el que contamos”, sostiene Walter Saavedra, precisando que se ha enviado documentación al Gobierno Regional de Lambayeque, a la gerencia sectorial y al propio Ministerio de Educación para que se atiendan las necesidades sin que se haya recibido respuesta.
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