El complejo Moshoqueque se encuentra en medio del desorden y la tugurización y año tras año sigue creciendo entre la basura, el caos vehicular y la contaminación. Por ello es necesario un mercado mayorista que comprenda un ambiente apropiado para regular las transacciones comerciales del norte del país.
“El creciente movimiento comercial mayorista y minorista en la ciudad ha generado la expansión desordenada de los mercados del centro de Chiclayo y del distrito de José Leonardo Ortiz, llenando de comerciantes y mercadería las afueras de los centro de abasto y la calles aledañas, originando caos peatonal, delincuencia, inseguridad e insalubridad”, explica el jefe del Plan de Desarrollo Metropolitano de Chiclayo, Carlos Paredes García, quien agrega que la capital departamental se caracteriza por su actividad comercial y financiera. La necesidad de un mercado mayorista data desde la década de los 90.
“Moshoqueque es un mercado macro mayorista nacional considerado como el segundo más importante del Perú, después de el de Santa Anita, en Lima, pues lo que ahí se concentra no es solo para Chiclayo, sino también para Lima, Yurimaguas, San Ignacio, Chachapoyas, etc. Moshoqueque funcionó en su momento, pero el crecimiento es tan acelerado que logró rebasar la ciudad y actualmente presenta problemas de todo tipo: congestión, contaminación y delincuencia”, afirma.
CAUSAS
Carlos Paredes señala que el complejo de Mercados Mayoristas de Moshoqueque tiene la particularidad de ser un eje de comercialización de las regiones naturales, pero se encuentra en un estado deplorable. Situación que requiere de un gran mercado no solo para abastecer a la ciudad, sino a todo el norte del Perú y a la capital.
“La finalidad de un mercado mayorista es proveer a los comerciantes minoristas que llegan en sus camionetas o volquetes y adquieren grandes cantidades de diversos productos. Este es un fenómeno llamado capacidad de compra. Sin embargo, constantemente acuden al establecimiento amas de casa que hacen el marcado para la semana o para el mes, congestionando la zona y dando un mal uso de este servicio”, cuenta.
“El ama de casa puede ir si quiere, pero no tendría que hacerlo porque para esa necesidad hay un nivel de producción distinto ubicado en otros mercados más pequeños”, indica.
“Otra de las causas es que no somos prospectivos, no diseñamos un mercado para el futuro. Estamos acostumbrados a resolver problemas del presente. El crecimiento desordenado e intransitable del mercado es producto de la falta de control de las autoridades y de las familias que laboran diariamente ahí. Por años el comercio ambulatorio en Moshoqueque se ha incrementado desordenadamente convirtiéndose en un peligro para los comerciantes y pobladores”, manifiesta.
Moshoqueque se ubicó ahí porque cuando se creó las avenidas transversales (México y Venezuela) eran el final de la ciudad, el último borde o anillo periférico. Pero la urbe ha ido creciendo y el mercado que estaba en la periferia, finalmente quedó en el centro de José Leonardo Ortiz.
Paredes García, past decano del Colegio de Arquitectos de Lambayeque, indica que otra de fuente de desorden es que los ambulantes colocan sus productos en el suelo o arman puestos de venta con plásticos y triciclos afectando el libre tránsito en el establecimiento.
SOLUCIONES
“El urbanismo dice que un mercado se debe ubicar en vías próximas al alto nivel de tránsito nacional, cerca de una vía de evitamiento, de un anillo vial principal, cerca de una carretera nacional o de un encuentro de vías nacionales. Entonces, la primera medida sería reubicar al mercado Moshoqueque más al norte de la ciudad”, revela.
Mientras más a la periferia se ubique al mercado, mayor será su tiempo de supervivencia. De lo contrario, si se ubica un mercado cerca de la ciudad, ocurrirá lo mismo que en Moshoqueque, pues la zona urbana se satura y crece. Considerando también que los camiones con carga dañan las pistas y veredas, así como las viviendas.
“Si yo tuviera que construir un mercado para la ciudad y para el norte, lo haría próximo al anillo vial tres, porque por ahí van a venir los camiones del nororiente, de la sierra; tráileres trayendo mercancía y vehículos menores. Esto es cercano a los dos ejes de conectividad más importantes, prácticamente en la Avenida Chiclayo. Ese el concepto para construir un mercado mayorista de esa magnitud”, agrega.
“Podría ser que Chiclayo esté requiriendo una red de mercados, así como el mercado modelo. Para ello necesitaríamos cinco de esta dimensión por toda la ciudad y cubra la oferta y demanda. Además, para que eso ocurra deben habilitarse vías principales para el acceso de vehículos de carga”, explica.
El consultor urbanista Marco Panta Merino expresa que sería apropiado retomar el proyecto del mercado La Despensa, el cual planteaba la construcción de un mercado mayorista al final de la Avenida Mariano Cornejo, en José Leonardo Ortiz.
“Dicho proyecto era emblemático e importante para la ciudad, pero quedó trunco producto de la demanda económica y el terrorismo que azotó la ciudad en la década del 90”, señala.
Según Marco Panta la solución es trasladar Moshoqueque a un espacio apropiado para operaciones mayoristas. Además, se debe pensar en la reingeniería del local convirtiéndolo en un centro de abastos el cual se podría complementar con hospedajes, banca y guarderías. Anota que es imperativa la repotenciación de los mercados internos de la ciudad y la mejora con toda una red de abastecimientos.
“Pueden existir muchas iniciativas para solucionar la situación de Moshoqueque. Sin embargo, el principal problema para poner el mercado es que necesitamos 30 o 40 hectáreas y actualmente Chiclayo no dispone de terrenos de esa magnitud, considerando también el costo por metro cuadrado”, dice.
UNA VISIÓN MODERNA
Hasta el 24 de diciembre del 2016 Lima era la única ciudad metrópoli considerada por la Constitución de la República. Por tanto, el único Plan de Desarrollo Metropolitano que se podía proponer era para la capital. Sin embargo, cuando la Normal 022, propuesta por el Sistema Nacional de Centros Poblados – SINCEP, entró en vigencia en el 2016, se definió que además de Lima hay otras ocho ciudades en el Perú que deben ser consideradas como metrópoli. Es decir, una ciudad que funciona como un núcleo madre en base a un conjunto de pequeñas ciudades en un radio de 20 kilómetros tomados desde la plaza principal.
El plan del Centro Metropolitano de Desarrollo de Chiclayo articula 16 ciudades como Lambayeque, Puerto Eten, Pimentel, etc. A esta institución llegan proyectos de alcance metropolitano. Por ejemplo: proyectos del sistema integrado de transporte público, el mega mercado mayorista, el terrapuerto o un terminal de carga y contenedores.
Al considerar a Chiclayo como metrópoli, el mercado mayorista no solo abastecería a la zona central, formada por los tres distritos: Chiclayo, José Leonardo Ortiz y La Victoria, sino también a todos los centros inmediatos.
Por otro lado, el coordinador del Plan de Desarrollo Metropolitano de Chiclayo, Carlos Palomino Medina, destaca que formular un plan metropolitano implica tres fases.
“La primera, un diagnóstico preliminar de fuentes secundarias. Las instituciones son autónomas y tienen su mundo y su propia información. Al plan de desarrollo metropolitano le toca por primera vez integrar todo y tener un diagnóstico. Cuando eso está listo ya hay una idea de la situación de la ciudad. Posteriormente viene la parte del diagnóstico integral de fuentes primarias. Aquí se forman brigadas de campo para verificar el orden de la ciudad o cómo ha cambiado. A partir de ahí recién se lanza una propuesta”, detalla.
EL MERCADO IDEAL
Según Carlos Paredes el moderno megamercado debe contar con una serie de beneficios como amplias vías de estacionamiento para camiones, medidor de luz propio en cada puesto, posta médica, cuna guardería, paraderos, puesto policial y hospedajes. Además, las pistas deberían estar pavimentadas para soportar el transporte pesado proveniente del norte, sur y oriente.
También debe estar preparado para recibir el flujo de la ciudad, debe presentar áreas de descarga y contribuir a la reducción de la contaminación ambiental. Asimismo, generar fuentes directas e indirectas de trabajo, contar con estacionamiento y ordenar el tránsito vehicular.
En resumen, debe estar pensado para abastecer a una metrópoli, no una ciudad.
Actualmente, el equipo técnico del Plan de Desarrollo Metropolitano trabaja en el diagnóstico preliminar de la ciudad, cuyo contenido deberá revelar – entre otras cosas – el impacto de El Niño Costero sobre Chiclayo. Se estima que el documento estará listo en dos semanas para, posteriormente, presentarlo al alcalde provincial.
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