Líder de Juntos por el Perú confía en rectificación de la norma que le impide postular a la gobernación regional por haber sido sentenciado por terrorismo y luego beneficiado con un indulto por inocencia.
Todas las encuestas realizadas hasta fines del 2017 le daban a Yehude Simon Munaro la preferencia para volver al Gobierno Regional de Lambayeque. Sin embargo, la ley que prohíbe que los sentenciados por terrorismo, narcotráfico, violación sexual o corrupción postulen a cargos de elección popular, aprobada el 10 de enero, lo deja fuera de la carrera. Simon Munaro sostiene que se trata de una abierta violación a sus derechos ciudadanos, más aún porque él fue indultado al determinarse su inocencia, luego de permanecer casi nueve años en prisión por supuestas prácticas subversivas.
Simon Munaro, entonces líder de Patria Libre, fue detenido el 11 de junio de 1992 junto a otros dirigentes de izquierda. Ese mismo año fue sentenciado a 20 años de prisión por el delito de apología del terrorismo. Se le acusaba de liderar el brazo político del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru – MRTA, y fue confinado a condiciones carcelarias mínimas, viendo a su familia cada tres meses por tan solo 30 minutos y recibiendo un plato de comida al día.
Uno de los principales defensores de su liberación fue el padre Hubert Lanssiers, nombrado en 1996 por Fujimori como su representante ante la Comisión Ad-Hoc de Indultos para casos de personas injustamente detenidas por terrorismo y traición a la patria. Fue en el 2000, durante el Gobierno de Transición de Valentín Paniagua cuando Simon Munaro recibió el indulto y dos años después, Alejandro Toledo Manrique le pidió perdón a nombre del Estado y realizó un desagravio público por lo que consideró “una grave injusticia”.
En el 2002 fue elegido por primera vez como presidente regional de Lambayeque y en el 2006 repitió el plato, venciendo a los candidatos apristas. En el 2011 volvió al Congreso de la República. Antes, en 1985 fue diputado representante de Lambayeque por Izquierda Unida. En el segundo gobierno aprista ocupó la presidencia del Consejo de Ministros.
Ha iniciado el año con una noticia poco feliz que en estos momentos le cierra las puertas de la participación política. Pasados los días desde la aprobación de la norma, ¿alberga la esperanza de postular al Gobierno Regional de Lambayeque?
Quiero que Lambayeque sepa que sí seré candidato. Hay alguna gente que está alimentando la idea de que ya no voy a postular y conversa con gente nuestra. Sí voy a ser candidato.
¿Qué lo hace estar tan seguro de ello?
El indulto que se me dio fue, como se llama internacionalmente, por error judicial y además porque se dio una ley exclusiva para aquellos que fuimos condenados injustamente, a los que el Estado Peruano nos pidió perdón a través de Javier Valle Riestra como primer ministro de Alberto Fujimori, del expresidente Alejandro Toledo y del mismo Fujimori, que firmó los indultos. Los indultos no los firmaba el padre Lanssiers ni el Defensor del Pueblo, sino el propio Fujimori y fueron dados para los inocentes, sobre los que no existían pruebas de su relación con la corrupción.
Supongo que a nivel del poder electoral, del Tribunal Constitucional o del Poder Judicial, los magistrados van a actuar, porque además hay fallos del Tribunal Constitucional reconociendo que quienes salimos al amparo de la Ley N° 26655 éramos inocentes.
Algunos se entusiasman pensando que no voy a ser candidato y mal, porque son poco democráticos. Hemos tenido un evento en Lima el fin de semana y hemos empezado una campaña de recolección de firmas para buscar la corrección de la norma.
¿Cree usted que la iniciativa ciudadana es un camino más rápido al judicial, donde puede presentar una acción de amparo y llegar al Tribunal Constitucional?
Mi esperanza es que se sigan todas las vías.
¿Y el tiempo?
Eso lo solucionamos con el Jurado Nacional de Elecciones – JNE. Lo que han hecho mis rivales es darme la oportunidad de que la gente sepa que estoy postulando. Según Javier Velásquez Quesquén, quien ahora dice que nunca dijo lo que dijo en el Congreso (“Un alcalde que usó mal un vehículo y fue sentenciado por peculado no puede postular, ¿y un terrorista indultado, sí?”), dice que ha firmado el proyecto de la congresista Marisa Glave para que se exceptúe a los inocentes de la aplicación de la norma.
Señala que varios de sus rivales se han alegrado del impedimento legal que en estos momentos pesa sobre usted. Sin embargo, varios dicen solidarizarse, incluso señalan que su exclusión es privar a Lambayeque de un buen candidato. Ellos quieren ganar, pero reconocen eso en usted. ¿Les cree?
Saludo que hayan dicho eso, porque eso ayuda. Por ejemplo, Humberto Falla Lamadrid, quien ha sido mi rival desde la universidad, ha mostrado gestos democráticos. Lo mismo ha dicho Anselmo Lozano e incluso Agustín Lozano me llamó hace poco cerca de las 11 de la noche para expresarme su solidaridad.
Hay gente dentro de Lambayeque que es solidaria y que reconoce que esa ley tiene nombre propio y que no les conviene, porque una cosa es competir de igual a igual y otra con alguien a quien están victimizando.
Estoy tranquilo, no niego que estoy preocupado. No soy de piedra. Pero tengo la tranquilidad de que seré candidato.
¿Cómo se está organizando Juntos por el Perú? Usted tiene el objetivo de competir por el gobierno regional, pero ¿cuáles son las expectativas respecto de los gobiernos locales? ¿Tienen ya algunos posibles candidatos?
Tenemos el tiempo suficiente para elegirlos. En Chiclayo tenemos dos o tres precandidatos.
¿Es cierto que Alfredo Montenegro Bermeo es un precandidato de Juntos por el Perú?
Alguien lo propuso y puede ser un precandidato.
¿Ese alguien es el regidor de Chiclayo Víctor Rojas Díaz, socio de Alfredo Montenegro?
¿Socio de Alfredo Montenegro?
Son socios en la empresa Cayaltí.
Ah, no lo sabía. No sabía que Víctor Rojas era socio o tenga acciones en Cayaltí. Pero no creo que Víctor Rojas sea un corrupto.
Nadie está diciendo que es un corrupto.
Perdón, tienen razón. No creo que ponga un candidato porque sea su socio, porque además él es muy crítico de la gestión del alcalde y Alfredo…
Y Alfredo Montenegro es un abogado muy cercano del alcalde David Cornejo…
No, no lo creo, pero en todo caso es el candidato, puede ser un precandidato a iniciativa de un grupo de compañeros.
¿Quiénes más son precandidatos?
Víctor Rojas es un buen precandidato, nuestro secretario general, Jair Sánchez Miller, también es un precandidato y así tenemos alguna otra gente cuyos nombres no voy a mencionar hasta que no se concrete nada.
¿Haber confiado en la palabra empeñada por el coronel Jorge Linares Ripalda, de postular con ustedes a la alcaldía de Chiclayo, los hizo descuidar la búsqueda de otros cuadros?
Ha pedido de él es que no es candidato, porque quiere volver a la policía. Hemos estado mirando a muchos líderes, uno de ellos es Víctor Rojas. Víctor Rojas debería ser nuestro candidato natural, pero él tiene algunas dificultades…
De tipo…
Tipo familiar. La familia no quiere que postule, porque ellos trabajan mucho con los cafetaleros del país y él ha descuidado su actividad privada por ser regidor. Yo lo entiendo.
Tenemos gente, no hay que apresurarnos.
¿Marco Cardoso podría acompañarlo en la terna regional si logra postular?
Marco Cardoso, Víctor Rojas, Jair Sánchez o alguna compañera. Eso no lo voy a decidir, lo decidirán las bases en votación. Si algunos de ellos quiere ser candidato tendrá que inscribirse y ver qué dicen las bases.
¿Y qué dicen las demás agrupaciones de izquierda que conforman Juntos por el Perú?
Nos están ayudando sin ninguna condición. Por ejemplo, los compañeros de Patria Roja no quieren estar en ninguna lista por ahora. Están colaborando en función al fortalecimiento de Juntos por el Perú.
En el caso de los compañeros del Partido Comunista no hemos recibido ninguna propuesta y en el caso de Ciudadanos por el Cambio, uno de ellos podría ser parte de la lista regional como consejero.
¿Quién representa a Ciudadanos por el Cambio?
Daniel Carrión, que es un profesional del primer nivel que ha trabajado en la Universidad Pedro Ruiz Gallo, estudió y trabajó en Francia, fue funcionario en la época nuestra y ha trabajado en el Seguro Integral de Salud. También está Francisco Vizconde, que es un buen político y trabaja con las comunidades.
¿Incluir a Vizconde sería reivindicarlo, porque a él lo sacaron de la lista al Consejo Regional en la elección del 2010 para colocar a Maritza Mocarro?
Sí. Pero más que reivindicarlo sería trabajar con él. Ciertamente a veces los partidos cometemos errores y lo importante es reconocerlos y corregir.
Si bien varios coinciden en que usted sería un buen candidato regional, también concuerdan en que logística y dinero es lo que le falta para una posible campaña, más si se le compara con otros partidos como Fuerza Popular, Alianza Para el Progreso y el mismo APRA.
Yo viajo en ómnibus de Lima para acá. Lo digo con franqueza, no tengo ni la décima parte de lo que los otros candidatos van a destinar a la campaña, lo que además es su derecho. Ya una vez ganamos sin dinero.
¿Cree que las condiciones son las mismas? Las campaña del 2002 usted la hizo de puerta en puerta y la del 2006 tenía la ventaja de estar en el gobierno.
Hay mucha gente que me critica porque tengo o no tengo pelo, si me lavo o no me lavo o si mis zapatos están limpios o sucios. Sin embargo, la gran ventaja que tengo es que hay un 80 u 85 % de gente que me conoce y ahí tengo un apoyo duro. No digo que es el 50 %, pero sí puede ser 15 o 20 % y que debe ir creciendo.
Yo hice una gestión que puso a Lambayeque en vitrina a nivel nacional e internacional.
No está probado, pero muchos le dicen corrupto…
No me río de eso, me indigno y me molesta, porque inventan cosas, como que yo tenía una empresa en Ecuador. Lo único que tengo en Ecuador son mis hermanos que están en situación económica complicada, un hermano que es hemipléjico y nada más. No tengo ninguna empresa.
Yo recibo mensualmente cuatro mil 400 soles, que es con lo que vivo.
¿Esa es su pensión como exdiputado?
Sí. Yo trabajé más de 20 años para el Estado y después fue congresista, gobernante regional y primer ministro. Pero los últimos 12 de servicios no se incluyen en mi pensión. Vivo con cuatro mil soles, algunas personas dirán que es bastante, pero con todas las responsabilidades que tengo en verdad no alcanza para nada.
Me dicen corrupto. ¿Corrupto por qué? ¿Qué recibí yo? He pedido que se me investigue, quiero que se me investigue porque tengo la seguridad que no me van encontrar nada.
A propósito de Odebrecht y el financiamiento que esta empresa dio a algunas campañas. ¿Ha conversado al respecto con Enrique Salazar Torres, que fue el encargado de administrar los recursos en sus anteriores postulaciones?
Yo he conversado con Kike no una ni dos, sino una docena de veces y siempre le he preguntado si por alguna razón él ha recibido plata de Odebrecht. Él me ha jurado que no. Una de las cosas que tengo yo es que siempre he dejado a terceras personas para que manejen cualquier aporte que pueda haber. Nunca recibí directamente porque nunca me interesó.
Recibir plata de alguna empresa o alguna gente significa amarrarse. Si tú no la has recibido nadie te puede reclamar nada. Cuando yo fui gobernante regional todas las empresas de Lambayeque se beneficiaron. No una, todas. La gente de Lima o de La Libertad decía: “El único gobierno regional que no cobra es el de Yehude Simon”. Ganamos todos los premios de Transparencia y lo digo con toda franqueza: nunca conversé con (Jorge) Barata o alguien de Odebrecht para que me den plata. Jamás. Hubiese sido candidato a la presidencia o Marco Cardoso hubiese tenido plata para su campaña.
Si alguien recibió lo recibió para su bolsillo, no para nosotros. Seguramente recibimos el apoyo de alguna empresa, eso no lo voy a negar. Pero, ¿a cambio de qué? A cambio de nada.
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