La población de Ciudad Eten está dividida y en el centro el ícono religioso que por casi 370 años ha mantenido viva la fe en el pequeño distrito, al que muchos reconocen como “Ciudad Eucarística”. ¿Quién debe administrar los cuantiosos recursos y el valioso patrimonio del Niño del Milagro? Es la pregunta que todavía no tiene una respuesta definitiva. Varios señalan que debe ser, como hasta ahora, el Comité Multisectorial, al que se encargó la regencia de la imagen desde hace más de 35 años. Otros, afirman que la responsabilidad debe ser asumida por la parroquia. La dicotomía ha originado que incluso se denuncie ante el Ministerio Público el robo de la venerada talla.
El milagro de Eten ocurrió en 1649, cuando la imagen del Niño Jesús fue divisada por los asistentes a una misa en la antigua iglesia del pueblo, justo cuando el sacerdote consagraba la eucaristía. El hecho que originalmente sucedió en vísperas del Corpus Christi se repitió, ese mismo año, en la festividad de Santa María Magdalena, patrona de la villa.
Desde entonces la religiosidad fue acrecentándose hasta que en 1929 el sacerdote español Jesús Zaragoza donó una bella escultura de madera representando al Niño Jesús, portando en la mano derecha la hostia consagrada en alusión al milagro de 1649.
En la página 128 del libro parroquial, el padre Zaragoza escribió, en diciembre de 1929, que el Niño del Milagro fue obsequiado por él solo para la festividad de julio, sin precisar si es que este era para el entonces existente Comité Pro Templo, conformado por la feligresía, o para la parroquia del distrito. Esta imprecisión es la que genera ahora dudas respecto a quien debe administrar el cuidado de la imagen y los bienes que esta posee.
LA VISITA PAPAL
Desde que se materializó a devoción al Niño del Milagro en la década del 20 del siglo pasado hasta hace poco, todo se había manejado con aparente normalidad en Eten.
A mediados del año pasado, al conocerse de la visita que haría el papa Francisco al Perú, se propuso que una de las imágenes que acudan a su encuentro en Trujillo sea el Niño de Eten, y para ello el párroco del distrito, Eleuterio Vásquez Gonzales o “Padre Lute”, como lo conoce la gente, convocó al Comité Multisectorial – encargado desde 1981 de la administración y cuidado de la imagen – para organizar los preparativos del viaje.
“El padre formó varias comisiones, que en total fueron 16 y una de ellas fue la de restauración de la imagen para que esta tenga una mejor presentación. Empezamos a trabajar con ese objetivo y se había realizado las cotizaciones para realizar dicho trabajo. No era la primera que vez que se restauraría a la imagen”, comenta Ítalo Chafloc Neciosup, integrante del Comité Multisectorial.
El comité buscó al escultor y restaurador Pedro Cachay Arana, quien el 8 de septiembre del año pasado alcanzó la proforma de restauración, que incluía las andas, rayos y custodia, a un costo total de seis mil 500 soles. Sin embargo, este hecho no se materializó.
Hasta ese momento, la imagen permanecía en su capilla, ubicada donde se encuentran las ruinas del antiguo pueblo de Eten y en la que el padre Lute había instituido la celebración de una misa denominada “De la Promesa”, el primer sábado de cada mes.
Justamente tras la celebración de una de esas misas, el 7 de noviembre del año pasado, el sacerdote informó a los asistentes que la imagen sería trasladada al templo, en el centro del distrito, para su restauración.
“Nos sorprendió y pidió que pasaran quienes iban a llevar la imagen. Grande fue nuestra sorpresa al ver que era la Hermandad del Señor de los Milagros de Puerto Eten, lo que nos dio a entender que él había organizado el traslado de la imagen sin consultarlo al comité. Estábamos los 10 integrantes presentes. Ese acto lo pusimos de conocimiento a la policía y al alcalde que estaba presente ese día. A partir de ahí el señor párroco hizo a un lado nuestra institución”, señala.
ROL DEL COMITÉ
Según se cuenta en Eten, en década del 80 se celebró una asamblea pública en la que se decidió por mayoría encargar al Comité Multisectorial, conformado por organizaciones de la sociedad civil, la custodia y administración del Niño del Milagro y su patrimonio.
El comité había nacido con fines totalmente distintos a los religiosos, pues su creación se dio con el objetivo de promover la realización de obras de desarrollo para la población. Sin embargo, al gozar de prestigio en ese entonces se decidió darle tal encomienda.
El problema radica en que no existe ningún acta que dé fe de la asamblea, como tampoco registro de la misma. Para quienes se oponen a que la situación se mantenga como hasta ahora, se trata de un acto ficto carente de legalidad.
“Nunca hemos tenido un problema similar como el que se tiene ahora. Han pasado varios párrocos y nunca se han presentado este tipo de acciones, porque siempre se ha trabajado de forma coordinada con ellos para los eventos de carácter litúrgico y festivo, tan es así que esta celebración se realiza dos veces al año: el 22 de julio, que es el día central, y el 22 de enero que se celebra el medio año”, comenta Chafloc Neciosup.
Lo que sí existe es un documento del 14 de octubre de 1981, suscrito por el entonces vicario general de la Parroquia Santa María Catedral de Chiclayo, padre Ramiro Fernández, en el que se precisa lo siguiente:
“La feria del Niño del Milagro tiene dos aspectos bien delimitados: a) el estrictamente religioso (misas, novenario, actividades pastorales) y b) el estrictamente comercial (turismo, bailes, retretas, fuegos artificiales…). El primero es competencia de la parroquia y el segundo del Comité Multisectorial”.
Lo señalado por el vicario tampoco resuelve la duda de a quién le pertenece la imagen: si al pueblo representado por el comité según el acuerdo de la asamblea pública o a la parroquia de Eten.
SIN RETORNO
En noviembre del 2016 el padre Eleuterio Vásquez señaló que, de acuerdo a la legislación canónica eclesiástica, las autoridades de la Iglesia Católica aún no habían reconocido como santuario a la capilla donde hasta el año pasado se veneraba a la imagen del Niño del Milagro.
Lo cierto es que desde que la imagen fue retirada de la capilla en medio del descontento de los integrantes del Comité Multisectorial, en noviembre del año pasado, el Niño del Milagro no ha retornado al recinto donde se encuentra su indumentaria y tradicionalmente se le rendía culto.
Ítalo Chafloc menciona que culminada la peregrinación a Trujillo correspondía que el Niño retorne a la capilla. Sin embargo, el párroco se opuso al pedido del comité.
“Le puso candados a las puertas de la iglesia y resguardo policial. Ahora, la restauración que se ha hecho ha cambiado a la imagen. Los colores no son lo que se tenían antes y esto tiene una explicación. La persona que fue contratada por la parroquia para la restauración tiene como oficio la carpintería. La iglesia ha pagado el trabajo, pero no sabemos cuánto es lo que eso ha costado”, menciona.
La restauración fue ejecutada por Segundo Quispe Manayay, cuyo oficio – de acuerdo a la consulta realizada en SUNAT- es el de carpintero. Tal situación caldea aún más el descontento, porque se presume que el contratista no tuvo la experiencia y capacidad suficiente para intervenir la imagen.
El viernes último el alcalde de Ciudad Eten, Germán Puican Zarpán, ofrecido como mediador, convocó a una reunión entre el comité y la parroquia, a fin de darle una salida a la confrontación generada. La autoridad municipal señaló en aquella cita que la imagen debía retornar a la capilla y permanecer ahí como tradicionalmente ha sucedido desde 1972, en que fue construida.
LOS RECURSOS
Más allá de la custodia de la imagen está el factor económico. Año a año la feria de Eten representa importantes ingresos que son administrados por el Comité Multisectorial, el mismo que tiene registro en SUNARP, pero que hasta el momento ha sido incapaz de abrir una cuenta bancaria para depositar los ingresos.
Según Ítalo Chafloc el comité rinde cuentas al pueblo, entregando los informes económicos a instituciones del distrito.
“Los dineros se manejan en un fondo de caja que se informa transparentemente a toda la población. Cuando se captan los dineros de las limosnas se requiere la presencia del juez de Paz y se levanta un acta. No hay cuenta porque las entidades bancarias piden requisitos de carácter legal y el comité no los ha podido cumplir porque hay que actualizar a todas las directivas. Los fondos los tiene el tesorero. Cuando son cantidades grandes se depositan en una cuenta, pero mentiría si digo que esa cuenta es de la institución”, señala.
Añade que con los recursos también se ha mejorado el techo de la capilla del Niño, se ha pintado el recinto, se ha limpiado los alrededores y se costeado los gastos de las ferias.
Respecto a las joyas del niño, todas son guardadas por el comité. Ítalo Chafloc afirma que las prendas están inventariadas.
“Lo que nosotros estamos proponiendo es que se llegue a un acuerdo y se conforme un comité exclusivo o una hermandad que se encargue del cuidado de la imagen. El Comité Multisectorial recibió la administración del Niño por encargo y por eso tiene la disposición de someterse a una asamblea pública en la que se retire el acuerdo del 80. Sin embargo, las tradiciones no se pueden cambiar. Nuestros ancestros han tenido al Niño en la capilla y nadie puede cambiar eso. El Niño es del pueblo”, asevera.
Para este informe acudimos en búsqueda del párroco de Ciudad Eten pero no fue posible obtener una entrevista con él. Personas cercanas a la parroquia informaron que mientras el Niño siga en posesión del comité será imposible gestionar el reconocimiento de la capilla de como santuario.
respuesta de aezxrglrpgzi el 2020-08-24.
http://bitly.com/zoom-viber-skype-psy
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