El crecimiento de la economía lambayecana en los últimos años se ha visto afectado por el aumento del comercio informal, pues cada negocio que se emprende está obligado a seguir un camino engorroso de documentos y permisos que generalmente se vuelven el principal el problema para que una empresa actúe en la legalidad.
María Astrid Reynoso de Vargas, gerente del Estudio Reynoso, empresa que brinda servicios de consultoría en materia contable y tributaria, explica que en Lambayeque existe mucha desorientación sobre estos temas, causa primera de la existencia de mínimos contribuyentes con el país.
“Los contribuyentes le temen a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria – SUNAT, pero se trata de cambiar el chip. Debemos trabajar bien y fundamentar nuestras operaciones de tal manera que cuando seamos sometidos a una revisión, afrontemos los procedimientos con éxito”, señala.
INFORMALIDAD EN LAMBAYEQUE
El comercio ambulatorio es la principal actividad informal, sin embargo no es más que una de las distintas manifestaciones del problema que consiste en el desarrollo de actividades comerciales al margen de las disposiciones legales.
Para María Astrid Reynoso, la informalidad existe a nivel nacional porque el gobierno no tiene una actitud firme y flexibiliza las normas beneficiando a ciertas empresas, situación que en lugar de apoyar el crecimiento de las instituciones, aumenta la ‘viveza’ de un sector del empresariado.
“Se le debe enseñar al contribuyente cuáles son los beneficios de formalizar. Muchas personas dirán: yo trabajo como ambulante y tengo ingresos con los que solventar a mi familia, pero a la larga desemboca en un grave problema”, menciona.
Al formalizar una empresa la persona obtiene líneas de crédito más baratas, porque el sistema financiero tiene opciones especiales para las PYMES. Además puede participar en licitaciones nacionales e internacionales o participar en programas de apoyo a la micro y pequeña empresa, entre otros beneficios.
“Si un vendedor ambulante, por ejemplo, no declara sus ingresos, pero tiene capacidad de consumo es ‘incoherente’ para la SUNAT. Ahí vienen los problemas y limitantes, pues esta persona se vuelve un deudor tributario y pierde crédito para el sistema financiero. Entonces aparecen los testaferros, otra ilegalidad”, dice.
Otro de los problemas que enfrenta la región es la evasión tributaria que se manifiesta en la no entrega de comprobantes de pago, comprar o clonación de facturas. Agrega que la población informal se concentra en el área urbana y los sectores más afectados son el comercio, el transporte y las industrias.
Hasta el 2017, en la región Lambayeque, en el rubro de servicios y comercio, el número de microempresas formales fue de mil, mientras que las informales registran cinco mil. Y a nivel nacional, la población que labora en la informalidad representa el 75 %.
“Urgen medidas para una cultura del cumplimiento del emprendedor o para la formalización del que tiene un pequeño negocio. La informalidad es un tema preocupante y peor aún la evasión tributaria. Los informales no tienen seguridad social, régimen de pensiones y ningún tipo de beneficios. Son personas que ganan cierto dinero a la semana, pero si se enferman y dejan de laborar, no tienen cómo sustentar a su familia”, indica.
AL SERVICIO DE LA COLECTIVIDAD
De acuerdo con María Astrid Reynoso, los funcionarios de la SUNAT deben orientar a las personas y a los contribuyentes sobre qué hacer para evitar contingencias tributarias, pues es una manera de apuntar al crecimiento del país. Sin embargo, no lo hacen.
“Existe la frase ‘la SUNAT, cada día, más cerca de ti’; pero solo están cerca para hacer un llamado ante un problema tributario. En el Perú no existe una cultura tributaria y el empresario le tiene miedo a la SUNAT”, sostiene.
La cultura tributaria consiste en el cumplimiento de los deberes tributarios con base en la razón, la confianza y la afirmación de los valores de ética personal, respeto a la ley y responsabilidad ciudadana. Por ello, ante la ausencia de información para los contribuyentes y empresarios que enfrentan problemas tributarios o que están proceso de constitución, el Estudio Reynoso junto a la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque absuelve consultas tributarias gratuitas para el público en general todos los jueves, de 9:00 a 11:00 de la mañana.
“Urge una cultura tributaria y ella debe gestarse desde el colegio. Es necesario enseñar a los niños a tributar para trabajar con tranquilidad y no arriesgar la economía del hogar”, refiere.
“En cuanto a los incentivos tributarios existe una gama de regímenes que favorecen a las grandes empresas, pero para las pequeñas no los hay desde la eliminación del RUS, que era uno de los principales incentivos no tanto para recaudar fondos, sino para incentivar a la formalización”, finaliza.
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