El sector construcción depende de una serie de factores que influyen directa e indirectamente en su desarrollo. En la última década, su evolución ha sido fluctuante. En el 2008, el mejor año de la economía peruana, creció 16.8 %, pero al año siguiente solo 6.8 %. El pico más alto se alcanzó en el 2010, con un crecimiento del 17.8 % y los niveles más bajos fueron entre el 2015 y el 2016, años en los que no hubo ni una décima porcentual de mejora. El año pasado, la construcción creció 2.2 % y se espera que con el avance de la reconstrucción el indicador sea mayor este año.
Los actores del sector no la han visto fácil en años recientes. En el 2015, por ejemplo, el rubro tuvo indicadores negativos decreciendo en 5.8 % y al año siguiente 3.1 %, esto debido a la retracción no de la oferta, sino de la demanda inmobiliaria y, en gran medida, a la reducción del gasto público en obras.
“En diciembre del año pasado, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI, la actividad constructora registró un incremento de 6.62 % en comparación con el mismo mes del 2016. Ese crecimiento es el segundo más alto alcanzado en los últimos cinco años y cercano al obtenido en diciembre del 2014”, comenta Antonio Rabanal Rosales, presidente de la Cámara Peruana de la Construcción – CAPECO Lambayeque.
Menciona, que la proyección del gremio es que para este año el sector crezca 5.09 %, aunque considera que es importante reconocer que el desenvolvimiento del mismo es cíclico y su comportamiento influye directamente en el Producto Bruto Interno – PBI. Por ejemplo, el año pasado fue la primera vez, desde el 2013, que el crecimiento del PBI de la construcción se aproximó al PBI del país. Aquel año, el PBI del país creció 5.85 % y el de la construcción 9.42 %. El año pasado, el PBI nacional aumentó en 2.5 % y el del sector 2.2 %.
“De acuerdo con estos resultados, la economía global alcanzó un mejor desempeño que la actividad constructora en el país por cuarto año consecutivo”, señala.
CONSUMOS DEL SECTOR
La construcción es un rubro que se relaciona directamente con otros sectores de la economía y que genera impactos directos e indirectos. Uno de estos se concentra en el consumo de insumos, cuya recuperación también es lenta.
En el 2015, el año más crítico para los constructores, el consumo de cemento cayó en 1.94 %, el de acero en 1.66 % y el de asfalto en 15.52 %. Esto quiere decir que los productores de estos insumos vieron directamente afectada su economía, situación que se repitió en el 2016 con caídas de 2.65 %, 0.91 % y 6.18 por producto, respectivamente.
Recién el año pasado el consumo empezó a mejorar. El 2017 se cerró con un incremento de 0.26 % en la demanda de cemento, 2.35 % de acero y 22.40 % de asfalto. Este último producto tuvo mejor demanda por las obras de rehabilitación en las zonas afectadas por El Niño Costero.
“El crecimiento del consumo de asfalto, de acuerdo con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, se debe principalmente al impulso de la obra pública que cerró el año con un crecimiento de 8.2 %”, refiere Rabanal Rosales.
Comenta que el asfalto para obras viales alcanzó un récord histórico en el 2017, registrando un consumo de 619 mil 260 toneladas al finalizar el año, que fue superior al récord obtenido en 1998, cuando se alcanzó a despachar 555 mil 836 toneladas.
COSTOS Y SALARIOS
El costo de la mano de obra de construcción creció 4.27 % en junio del 2017 luego de la aprobación del pliego sindical entre la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú y CAPECO, tendencia que se mantuvo hasta el cierre del año.
Asimismo, los salarios del sector construcción subieron 40.51 % desde diciembre de 2009 a diciembre pasado, siendo este el rubro que más se ha incrementado en los últimos cuatro años.
“El precio de la loseta mostró un importante aumento en los últimos cuatro meses del 2017, acumulando un alza de 8.17 % al cierre del año, en tanto el precio del cemento se ha mantenido estable desde febrero de 2017, mes en el que arrojó un incremento de 2.51 %. Al mes de diciembre, el precio subió en 5.20 % respecto al año anterior. Comparado con el año base, el precio de este ítem acumuló un aumento de 24.28 %”, explica el presidente de CAPECO.
Añade que el precio del acero de construcción incrementó desde abril del año pasado y a tasas mayores en los dos últimos meses del 2017. En relación al año base (diciembre 2009), el precio de este material registra un incremento de 7.42 %, siendo el insumo que, después del ladrillo, registra un menor crecimiento desde esa fecha.
El precio del ladrillo obtuvo un crecimiento de 0.94 % en el 2017, ubicándose por encima del incremento obtenido por el precio del acero. Comparado con el año base. Sin embargo, el precio del ladrillo registra un alza de apenas 3.74 %, siendo el insumo cuyos precios menos se han incrementado entre todos los evaluados.
Respecto a cerámicos, la tasa de consumo crece desde el 2010 a un ritmo de 3.81 % anual. La producción nacional de cerámicos creció 6 % y la importación 10 %.
INDICADORES 2018
Rabanal Rosales manifiesta que las ventas de acero en el país, en febrero de este año, fueron de 110 mil 29 toneladas métricas, inferior en 3.57 % a las ventas de enero pasado.
“Entre enero y febrero del 2018 se registró mayor venta en 2.67 %, respecto a similar período del 2017. Las ventas de este importante insumo están correlacionadas con el comportamiento del sector, por lo que se prevé una tendencia levemente creciente para este año”, indica el representante gremial.
Comenta que las ventas de asfalto en el mercado local, en febrero de este año, mostraron un incremento de 6.21 % respecto a enero y comparando las ventas del primer bimestre del 2018 respecto a similar período del 2017, estas crecieron en 35.69 %.
“Esto se explica por las inversiones en trabajos de rehabilitación tras el Fenómeno El Niño Costero, aunque a niveles insuficientes. Se espera que el avance en los próximos meses sea mayor, sobre todo porque en estos se consideran obras de la red vial nacional, que representan el 41 % del total de recursos asignados para la reconstrucción, lo que permitiría dinamizar la economía y el sector construcción básicamente”, señala.
PROYECCIONES
Antonio Rabanal indica que el desempeño sectorial para el 2018 va a depender en gran medida y una vez más del impulso fiscal orientado a la obra pública.
“El estimado del Banco Central de Reserva del Perú, a diciembre del 2017, era de un incremento de 17.5 % en la inversión pública y de 9.5 % en el PBI de la construcción para el presente año. Los primeros resultados del 2018, parecen ir en esa senda. Esta base de proyección se sustenta en la mayor ejecución esperada en las obras de reconstrucción, las instalaciones que se utilizarán en los Juegos Panamericanos y que ProInversión tiene una inversión comprometida en proyectos de Alianzas Público Privadas que se adjudicarán este año, cartera que superaría los cinco mil millones de dólares, lo que contribuirá también a apuntalar al sector construcción en el 2018”, remarca el representante gremial.
Precisa que la paralización del sector construcción puede tener efectos recesivos en la economía del país, lo que se tiene que evitar con acciones inteligentes que permitan que el sector continúe por la senda del crecimiento.
“El gasto público sigue rezagado y no será el motor de crecimiento que se suponía debería ser por los sucesivos cambios a nivel del Ministerio de Economía y Finanzas – MEF y del gabinete ministerial. Hay que tener en cuenta que los tres principales sectores de impulso de la economía peruana son: construcción, minería y pesca, pero el que mayor incertidumbre presenta es el nuestro”, indica.
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