Después de tres años de retracción, el sector construcción empezó a recuperarse en el primer tramo del 2018, teniendo los picos más altos entre junio y agosto. Sin embargo, en los últimos meses se ha registrado un preocupante decrecimiento debido a la reducción de la obra pública y de la inversión privada, situación que afecta de manera general a la actividad de las edificaciones en Lambayeque y el resto del país.
En la última década, su evolución ha sido fluctuante. En el 2008, el mejor año de la economía peruana, creció 16.8 %, pero al año siguiente solo 6.8 %. El pico más alto se alcanzó en el 2010, con un crecimiento del 17.8 % y los niveles más bajos fueron entre el 2015 y el 2016, años en los que no hubo ni una décima porcentual de mejora. El año pasado, la construcción creció 2.2 %.
En el 2015, por ejemplo, el rubro tuvo indicadores negativos decreciendo en 5.8 % y al año siguiente 3.1 %, esto debido a la retracción no de la oferta, sino de la demanda inmobiliaria y, en gran medida, a la reducción del gasto público en obras.
“La coyuntura política definitivamente afecta las decisiones del sector privado. Si el sector público no invierte, el agente privado es más cauto y frena sus proyectos. Los inversionistas están en el mercado, pero no están realizando inversiones al ritmo que se esperaba. Se espera un mejor clima político nacional para pisar el acelerador y desarrollar diversas iniciativas que se tiene en cartera, como proyectos de infraestructura inmobiliaria, proyectos agrícolas y proyectos educativos, que están pendientes”, comenta el presidente de la Cámara Peruana de la Construcción – CAPECO Lambayeque, Antonio Rabanal Rosales.
En el 2015, el año más crítico para los constructores, el consumo de cemento cayó en 1.94 %, el de acero en 1.66 % y el de asfalto en 15.52 %. Esto quiere decir que los productores de estos insumos vieron directamente afectada su economía, situación que se repitió en el 2016 con caídas de 2.65 %, 0.91 % y 6.18 por producto, respectivamente.
Recién el año pasado el consumo empezó a mejorar. El 2017 se cerró con un incremento de 0.26 % en la demanda de cemento, 2.35 % de acero y 22.40 % de asfalto. Este último producto tuvo mejor demanda por las obras de rehabilitación en las zonas afectadas por El Niño Costero.
El dirigente del gremio que agrupa a los empresarios constructores del departamento explica que se espera que en el último bimestre del año las inversiones que se realicen compensen el escenario de decrecimiento registrado en el trimestre agosto-septiembre-octubre, tal como lo ha proyectado el Banco Central de Reserva – BCR.
OBRA PÚBLICA
Rabanal Rosales señala que varias instituciones de gobierno subnacional tienen paralizados los presupuestos debido a deficiencias de orden administrativo y anomalías en los procesos de contratación, lo que ha impedido hasta el momento que el volumen de obra pública disminuya de manera considerable.
“Esto obedece a la falta de capacidad que tienen ministerios, gobiernos regionales y municipales para la ejecución de sus presupuestos, un ejemplo de esto también es lo que sucede con las obras de la reconstrucción, que en sí aún no empiezan porque todo lo que se ha hecho hasta ahora es rehabilitación y esas son inversiones menores. En Lambayeque, el gasto público se caracteriza por llegar, en promedio, a un 80 % de lo asignado todos los años y en lo que va del 2018 no se ha llegado a los indicadores de inversión logrados hasta octubre del 2017”, precisa.
El presidente de CAPECO anota que influye también la falta de preocupación de los funcionarios, el reciente proceso electoral regional y municipal y, nuevamente, es panorama político nacional.
“Muchos de los problemas también tienen que ver con la participación de las empresas en las licitaciones. Hay varias empresas o consorcios que no cumplen con los requisitos mínimos o le sacan la vuelta a la norma para ganar una buena pro, presentando documentos falsos u otro tipo de irregularidades, lo que vicia los procesos y los retrasa, porque estos se resuelven, se retrotraen o se paralizan, como ha quedado demostrado con el caso de la obra de saneamiento de los pueblos jóvenes carretera a Pomalca, por ejemplo, que no puede iniciarse porque la supervisión fue anulada por el Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado – OSCE al identificarse un presunto direccionamiento en las bases”, comenta Antonio Rabanal.
MEJORAS NECESARIAS
Anota que en lo referido a la reconstrucción, se emitió la Ley N° 071-2018 que le ha permitido a la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios dirigir varios de los vicios que se tienen en los procesos de selección y contratación, haciendo más expeditivos los trámites.
“Sin embargo, en los proyectos de obra pública por procedimiento tradicional, digámoslo así, todo sigue igual”, manifiesta.
CAPECO ha presentado una serie de propuestas al Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado – OSCE, a la Presidencia del Consejo de Ministros – PCM y al Congreso de la República para que se mejoren los procedimientos de licitación pública. Algunas recomendaciones fueron acogidas, pero no de manera integral como pretendía el gremio.
“Nosotros planteamos, por ejemplo, que los procesos de evaluación y entrega de buena pro sean públicos y en un solo acto, no privados, porque cuando se realizan procedimientos en privado se prestan al cambio de sobres, favorecimientos o direccionamientos. En los procesos de la reconstrucción sí se están realizando los procedimientos en un solo acto, por lo que demandamos que esa misma dinámica se implemente en todos los niveles de gobierno, porque de esa manera se puede transparentar la participación de las empresas locales y nacionales”, señala Rabanal Rosales.
Añade que es preocupante el nivel de direccionamiento que aún existe en las obras del Estado. Cita como ejemplo que en La Libertad una empresa nueva, recién constituida, ha ganado con el gobierno regional la ejecución de siete obras sin tener experiencia ni capacidad para contratación.
“Muchas de las empresas que ganan las licitaciones no tienen experiencia para ejecución. Por ejemplo, se ha conocido que en el asentamiento humano Pedro Ruiz Gallo, en Lambayeque, hay una empresa llamada Construcciones e Inversiones Andino SAC que ha subcontratado de manera verbal a maestros de obra para la edificación de 90 módulos de vivienda sin cumplir con los compromisos de pago, generándose un desorden total”, expone.
Antonio Rabanal sugiere a las autoridades que iniciarán sus gestiones desde enero del próximo año a tener en consideración las recomendaciones de CAPECO y disponer, a través de ordenanzas regionales o municipales, que los procesos de licitación sean en un solo acto y de manera pública.
“La reconstrucción está generando oportunidades para las empresas lambayecanas, pero deben informarse más. El problema que están teniendo es que se exige la constitución de una entidad técnica. A la fecha hay 700 a nivel nacional, pero en Lambayeque solo hay dos o tres. Lo de la entidad técnica para nosotros es una traba burocrática, pero es la regla de juego que han establecido en el proceso y se debe cumplir”, asevera.
“Es poco todavía lo que se ha transferido a Lambayeque como parte de la reconstrucción. De los 65 millones que recientemente se han desembolsado, el 60 % fue destinado a La Libertad. Yo creo que lo que está haciendo falta es mayor compromiso de las autoridades regionales para reclamar y tocar las puertas al gobierno central a fin que se incrementen las transferencias que se hacen para ejecutar los proyectos que son necesarios para rehabilitar aún y reconstruir al departamento”, añade el presidente de la Cámara Peruana de Construcción – CAPECO.
OFERTA INMOBILIARIA
Respecto al sector inmobiliario, señala que este es uno de los que muestra mayor sostenibilidad a nivel nacional. Actualmente, después de Lima, Lambayeque es la segunda región a nivel nacional con mayor oferta de viviendas.
“Ha incrementado la oferta inmobiliaria departamental, tenemos grandes proyectos en Lambayeque, Monsefú, Pomalca y Pimentel. El gobierno ha realizado una buena orientación para promover el acceso a la vivienda. Por ejemplo, ya hay dos empresas lambayecanas que ofrecen el Bono Verde, que permitirá reducir el interés del crédito para el cliente”, destaca.
El Bono Verde que impulsa el Fondo Mi Vivienda consiste en que el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento evalúa los aspectos medioambientales del proyecto como la reutilización de aguas o el uso de tecnología LED, otorgando bonos que son en beneficio de los clientes.
“La parte promotora del Fondo Mi Vivienda funciona a la perfección, los cuello de botella siempre están por el lado de los bancos, que mantienen aún criterios poco flexibles para el otorgamiento de créditos, por eso es que el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento ya ha coordinado con algunas cajas municipales y financieras para que puedan ingresar a los proyectos inmobiliarios”, menciona.
Las iniciales para el acceso a la vivienda se han reducido de 20 al 30 % para quienes deseen adquirir una segunda vivienda.
“En Lambayeque se pueden adquirir viviendas desde 59 mil soles hasta 400 mil, y el ministerio otorga bonos desde 14 mil 400, 12 mil 500 y seis mil 500 soles”, señala.
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