La economía lambayecana en los últimos 10 años ha tenido dos momentos de diferente dinámica en su crecimiento. El primer bloque, del año 2008 al 2012, con un ritmo promedio de crecimiento del 7.3% explicado por un crecimiento del 16.6 % del sector construcción, 13.7 % del sector telecomunicaciones y otros sectores importantes como administración pública, comercio, manufactura y transportes. El segundo bloque, del 2013 al 2017, tuvo una importante disminución con un crecimiento solo del 3.0 %, explicado esto por las contracciones de sectores importantes como construcción que pasó de un crecimiento del 16.6 % en el bloque anterior a un 2.6 %, así como el de telecomunicaciones que pasó de un 13.7 % a un 8.9 en el mismo período de análisis, y el mismo sector comercio pasando de un 8.2 % a un 2.2 %. El sector agropecuario y el de manufactura en estos períodos de análisis tuvieron fuertes contracciones llegando a comportamientos negativos en el segundo bloque de análisis con -0.4 % y -0.2 %, respectivamente.
Este comportamiento de la economía lambayecana nos confirma que los períodos con contracciones del PBI siempre están asociados a fenómenos climáticos. Si bien es cierto nuestra economía regional no sufre muchos impactos de las fluctuaciones de los precios de los commodities mineros que siempre afectan a la economía peruana en general, sí es altamente vulnerables a los fenómenos de la naturaleza, ya sea por exceso como es el caso del Fenómeno El Niño - FEN o en otros casos con consecuencias hasta peores en el PBI ante los casos de sequías.
El Fenómeno del Niño de acuerdo a lo indicado por el Instituto de Defensa Civil afectó al 10.5 % de las personas afectadas y damnificadas; 15.9 % de viviendas destruidas; 8.6 % de viviendas afectadas; 2.1 % de carreteras destruidas; 6.2 % de áreas de cultivo perdidos y 4.4 % de áreas de cultivo afectadas. Ubicándose principalmente los afectados en Túcume, Íllimo, Motupe, Pacora, Mórrope, Jayanca y Chiclayo.
Reconociendo entonces que la economía lambayecana es vulnerable a fenómenos climáticos las labores de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios son fundamentales.
En los últimos diez años el promedio de crecimiento del Producto Bruto Interno de la economía Lambayecana ha crecido 5.1 %, sustentado principalmente por el crecimiento del sector construcción (9.3 %), comercio (5.2 %), telecomunicaciones (11.3 %) y administración pública (7.1 %) de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Asimismo, en los últimos diez años la contribución al valor agregado bruto del país es del 2.2 % por debajo del aporte de Piura (3.6 %) y Tumbes (0.5 %).
Aun esperando cifras definitivas del año 2018 el Producto Bruto Interno de Lambayeque cerraría con un crecimiento al rededor del 4%, sustentado principalmente por los sectores económicos del comercio (18.7 %), Servicios (31.6 %), Manufactura (9.8 %) y Construcción (9 %). Siendo los sectores que vienen mostrando mayor desaceleración en los últimos cuatro años como el Agropecuario (-0.4 %) y Manufactura (-0.2 %).
PERSPECTIVAS DE CRECIMIENTO
Considerando que el Plan Integral de Reconstrucción con Cambio (PIRCC) contempla inversiones por tres mil 115 millones de soles para Lambayeque (alrededor del 28 % del PBI), de los cuales el 67 % está orientado a obras de reconstrucción y el 33 % a obras de prevención y desarrollo urbano; se estima que en el 2019 el PBI de Lambayeque puede alcanzar un crecimiento del 4.6 %, para lo cual se requiere un escenario favorable en el que las autoridades recientemente electas e instaladas propicien un clima que genere confianza en los ciudadanos y los inversionistas.
LAS EMPRESAS Y LAS CIFRAS DE EMPLEO
Lambayeque, según cifras de la SUNAT (2016), tiene 58 mil 238 empresas formales, de las cuales el 97 % son microempresas. Del universo empresarial aproximadamente 160 realizan operaciones comercio exterior (exportaciones), de las cuales el 47.2 % son pequeñas y microempresas, el 11.3 % medianas empresas y el 41.5 % grandes empresas.
Por otro lado, es muy importante analizar los indicadores de empleo. Lambayeque según la ENAHO, INEI y MTPE tiene una PEA ocupada de 628 mil 416 personas, de las cuales el 40.2 % pertenece al sector servicios, seguido por el comercio con el 22.7 %. Es importante destacar que el 75 % del empleo en la región es informal, sumando un 59 % de empleo informal del sector informal y el 16 % de empleo informal en el sector formal de la economía.
LA COMPETITIVIDAD REGIONAL
Siendo la competitividad regional un indicador de cómo el entorno general para hacer negocios favorece la presencia y consolidación de empresas que generan servicios, productos con valor agregado por lo tanto empleo y, por ende, mejoras en las condiciones de vida es necesario mirar el Índice de Competitividad Regional - INCORE 2018, que publica el Instituto Peruano de Economía - IPE.
En la evaluación del 2018 se observa que Lambayeque retrocedió un puesto, ubicándose en el puesto 7 de 25 regiones analizadas, ubicándose de acuerdo a los indicadores de desempeño en Entorno Económico (puesto 9), Infraestructura (puesto 7), Salud (puesto 5), Educación (puesto 9), Laboral (puesto 10) y lamentablemente en el pilar de Institucionalidad en el puesto 17 de 25 regiones.
Esta mala ubicación del pilar Institucionalidad evidentemente se debe a los casos de corrupción destapados por las autoridades jurisdiccionales que ha comprometido de manera consecutiva dos períodos de gobiernos locales en la capital de la región, ciudad ancla de todos los servicios.
LA TAREA DE LAS NUEVAS AUTORIDADES
En el plano regional es importante la visión estadista que debe imponerse en nuestra autoridad, fundamentalmente concentrados en las inversiones para consolidar los proyectos de envergadura en materia de infraestructura productiva, tales como el Terminal Marítimo de Lambayeque, el Plan Hidráulico Regional, el Plan Vial Regional, la Banda Ancha para Internet y el Terminal Aeroportuario; todos estos proyectos o programas de inversiones ya tienen avances importantes en sus estudios y hace falta continuar la gestión estratégica para conseguir los fondos de inversión en sus diversas modalidades. Esta gestión estratégica de recursos e inversionistas requiere de un equipo de profesionales con una visión integradora de los esfuerzos del sector gremial empresarial como cámara de comercio, asociaciones de exportadores, colegios profesionales, universidades y en general de la sociedad civil organizada, quienes vienen impulsando estos grandes proyectos, pero requieren una fuerza integradora donde asuma un rol importante el gobierno, en este caso las autoridades de nuestro gobierno regional.
En el nivel local es importante generar consensos con las sociedad civil para articular esfuerzos y lograr resolver primero los problemas más álgidos de la ciudad tales como infraestructura de saneamiento básico, la gestión de residuos sólidos, la seguridad ciudadana y en paralelo ir gestando la generación y/o actualización de un documento maestro de planificación del desarrollo urbano con visión metropolitana.
(*) Economista, director del Instituto de Investigación Economía y Sociedad de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque.
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