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HABLA EXPERTO INTERNACIONAL EN RESIDUOS SÓLIDOS: “NO TENEMOS PROFESIONALES PREPARADOS PARA MANEJAR ESTE PROBLEMA”

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1104

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  • Luis Díaz Campodónico, doctor en Ingeniería Ambiental, señala que es necesario educar a la población en el tratamiento de la basura.

Luis Díaz Campodónico es un reconocido experto en el tratamiento de residuos sólidos, doctor en Ingeniería Ambiental por la Universidad de California y con una amplia experiencia como asesor del Banco Mundial, el Banco de Desarrollo del Asia y la Agencia de Desarrollo de los Estados Unidos. En su reciente visita a Chiclayo, conversó con Expresión sobre la severa problemática que existe en las ciudades peruanas por el mal manejo de la basura y planteó algunas de las medidas más urgentes que deben adoptar las autoridades y ciudadanos frente a la contaminación del medioambiente.

 

“La problemática de la basura no se limita a Chiclayo, es a nivel nacional. Para solucionarla es necesario tomar varios temas, partiendo por una completa educación a la población y a los funcionarios públicos. Es necesario también tener el tipo de empleados que conozcan sobre el tema. Es así como se comienza a organizar algo bien, porque aquí nos falta desde el mantenimiento de los equipos hasta el entrenamiento del personal y, a nosotros los ciudadanos, actitud de cooperación”, menciona el especialista, doctor en ingeniería por la Bauhaus Universidad de Weimar, Alemania.

Díaz Campodónico, quien ha participado en programas de mitigación de impactos ambientales en 45 países, sostiene que en Lambayeque se carece de un plan de ciudades o a nivel regional que indique qué acciones se van a adoptar frente a la acumulación de basura.

 

LA EDUCACIÓN VECINAL

Refiere que los objetivos del Proyecto Chiclayo Limpio, financiado en mayor proporción por la cooperación suiza, es bueno en la medida que abordan el recojo, transferencia y disposición final de los residuos sólidos generados en la zona conurbada, incluyendo además una línea de trabajo referida a la educación de la población.

“Aplicar un plan de educación es fundamental, no solamente la infraestructura. A nivel continental, desde México hasta Chile, no tenemos profesionales preparados para manejar este tema. Siempre se busca a ingenieros sanitarios, pero estos están preparados para manejar agua potable, agua residual y muy poco para el tratamiento de los residuos sólidos modernamente. No estamos preparados a nivel regional”, manifiesta Luis Díaz.

Anota que los programas educativos deben ser liderados por los gobiernos municipales en el afán de instruir a la población en el tratamiento correcto de los residuos, lo que implica la segregación (selección de la basura).

“Debe quedar claro que nosotros somos los que contribuimos a la problemática. Desde que nos despertamos ya estamos generando residuos, ya sea líquidos o sólidos. Nosotros somos los que botamos sin ninguna pena, sin ningún cuidado, los residuos a la calle y lo mismo hacemos desde nuestros hogares: sacamos la basura a la calle y creemos que ya no es nuestro problema. Yo estoy expandiendo la definición educativa a nivel profesional y repito: no tenemos profesionales preparados para manejar este problema”, asevera.

 

EQUIPOS MULTIDISCIPLINARIOS

Díaz Campodónico, quien participó en la formulación de Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático – IPCC (por sus siglas en inglés), institución que recibió el Premio Nobel de la Paz en el 2007, señala que la solución al problema de los residuos sólidos no es solamente competencia de los ingenieros.

“El Perú no tiene ingenieros especialistas en residuos, no tiene universidades preparando a profesionales para estos temas. Pero también se necesita de profesionales en sociología, derecho, economía y una serie de disciplinas que son prioritarias para manejar la problemática, e incluso mecánicos que puedan mantener o dar un buen tratamiento a los equipos, porque ese es un aspecto muy serio. El mantenimiento a las unidades compactadoras debe ser diario, porque tienen funcionamiento hidráulico, porque cuando se dañan no hay los repuestos para repararlas y se quedan inutilizables. El problema es complejo”, indica.

Añade que la falta de profesionales especializados en el manejo de residuos sólidos se presenta incluso en países desarrollados, lo que impide que los gobiernos convoquen a especialistas realmente preparados para afrontar el problema.

 

POLÍTICA NACIONAL

Refiere también que es necesaria una política nacional relacionada al adecuado tratamiento de la basura. En la región, Brasil es el único país que se ha propuesto – hasta momento – una política pública orientada en ese sentido.

“Es importante una política nacional porque de ella surgen las leyes, las sanciones y las medidas de solución, también las competencias de los niveles de gobierno. Como eje trasversal está la educación, que va desde el ámbito formal, que involucra al nivel primario, secundario y superior, hasta la informal, que es la que se da a los ciudadanos en sus casas y espacios. La idea general debe ser que todos aprendan a respetar el manejo del medioambiente”, señala.

Explica que lo ideal para una población sería no generar residuos sólidos, pero ante esa imposibilidad lo recomendable es reducir su producción. Logrado ello, antes de llevar la basura a un destino final que reúna condiciones técnicas y amigables con el medioambiente, refiere que es recomendable optar por el reciclaje.

“La industria peruana usa mucho material reciclado como el papel, el cartón, algunos tipos de plásticos y metales, pero también se genera algún tipo de residuos que se debe depositar y esto debe hacerse en las condiciones correctas; es decir, en un relleno que no contamine el suelo, el acuífero o el aire. Lo que tenemos en Chiclayo, en las pampas de Reque, es un desastre. No hay manejo de basura, se está botando y quemando indiscriminadamente cuando eso no es necesario. El tratamiento de la basura demanda de técnicas relativamente simples, solo que hay que saber cómo hacerlo”, precisa.

 

EXPERIENCIAS REFERENCIALES

Comenta que los mejores ejemplos de cómo se trata de manera correcta la basura están en países industrializados como Alemania o Japón.

“Son países que han evolucionando y en 50 años han logrado manejar bien sus residuos, pero esas políticas han ido cambiando en el tiempo. Japón, por ejemplo, que es una serie de islas tiene terreno limitado y entonces aplica la incineración, lo mismo que en algunos otros países de Europa. Esto significa que no se puede decir: ‘Me voy a Tokio y aprenderé cómo manejar los residuos’. Se aprenderá, pero solo algo que será útil. En América Latina las grandes zonas metropolitanas recién están empezando a manejar sus residuos de manera correcta. En el pasado Brasil o Colombia se basaron en modelos de disposición de toda la basura en el suelo y de ahí evolucionaron a rellenos medianamente eficientes. No podría decir: ‘Vayan a Cali que ahí encontrarán lo mejor’, porque no lo hay. En el Perú, lamentablemente, estamos menos que en pañales”, refiere.

En América Latina la producción de basura por persona es de aproximadamente 60 gramos al día, de los cuales el 80 % son residuos de alimentos.

“Es importante que el usuario sepa a dónde van sus residuos. Los vecinos sacan su bolsa de basura a la calle y se olvidan del problema, pero ¿sabe cuánto cuesta el tratamiento de la misma?, ¿sabe a dónde va? Lo otro que es necesario mejorar son los programas de reciclaje. He visto que se segregan vidrios, plásticos y papeles, pero a la hora que pasa el camión recolector lo mezcla todo y entonces el vecino se pregunta para qué se esfuerza en clasificar si finalmente se mezcla y así va al botadero. Es un asunto muy complejo e integral”, sostiene.

Finalmente, Luis Díaz señala que los actos de corrupción, como los sucedidos en la provincia  con el Proyecto Chiclayo Limpio, terminan agudizando el problema.

“Siempre digo que la basura es un negocio muy sucio y eso en doble sentido. Por donde voy, en países en vía de desarrollo, siempre hay corrupción y el tratamiento de la basura se presta a eso porque no se le da seguimiento. Al contratista se le paga por peso, por cuántas toneladas lleva al relleno sanitario, pero al mismo tiempo existen quienes a la basura le agregan agua o piedras para que pese más y cobrar más. Eso pasa. No en todo el mundo sucede, pero es un negocio que permite hacer esas cosas”, enfatiza.

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