Las carencias del Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo son tantas como las veces en las que los gremios de los profesionales que en él laboral han elevado petitorios al nivel central de la seguridad social para que sean atendidas. Han trascurrido 20 años desde que se elevó su categoría a hospital nacional y cada vez son más las limitaciones que enfrenta el personal de salud para brindar óptima atención a los pacientes.
Tras el cierre de algunos servicios del Hospital Naylamp, dos han sido trasladados, con su respectivo número de pacientes acreditados, al Hospital Almanzor Aguinaga: medicina física y rehabilitación y odontología.
“Lo que sí se ve perjudicado o congestionado es el servicio de Emergencia. Los pacientes adscritos al Naylamp, entre ir al Hospital Luis Heysen y venir al Almanzor Aguinaga, obviamente optarán por venir acá. Probablemente lo que va a quedar congestionado es Emergencia”, comenta el presidente del Cuerpo Médico del nosocomio, Juan Cruz Venegas.
Las 24 horas del día, durante los siete días de semana, personal médico brinda servicios de emergencia en las especialidades de medicina interna, cirugía, trauma shock, pediatría, ginecología.
“De acuerdo a cómo se vaya manejando el número de emergencias es que se determinará si se necesita más médicos para atender en el servicio. Todo estará en relación al impacto que tendrá el cierre del Naylamp en el tiempo. Lo que es más criticable respecto al cierre de ese hospital es que los últimos cinco gerentes de la Red Asistencial Lambayeque tenían conocimiento pleno de lo que iba a suceder. Ellos no han tomado las previsiones del caso y menos han dicho a los trabajadores lo que iba a suceder. Todo ha sido imposición, a rajatabla. Creo que estamos bastante grandecitos para permitir acciones de esa naturaleza; es decir, de imposición”, refiere.
SIN CONSULTA
Cruz Venegas cuestiona que las autoridades de la red asistencial no asuman al Cuerpo Médico como órgano asesor de la gestión del nosocomio y, por lo tanto, lo excluyan de la toma de decisiones.
“No consultan nada y obviamente todo eso perturba el clima laboral, que debe ser de respeto y consideración. Sobre todo justo, para todos”, manifiesta.
El dirigente comenta que el gremio médico ha elevado una comunicación por escrito al nuevo gerente de la Red Asistencial Lambayeque, Gino Dávila Herrera, saludándolo por su designación, dispuesta por la Presidencia Ejecutiva de EsSalud, misiva en la que se le ha manifestado – a la vez – la intención de mantener diálogo fluido.
“El Cuerpo Médico busca una comunicación abierta, asertiva, que permita coordinar acciones, porque al final el beneficiado será el paciente. Los problemas obviamente continúan, tenemos un ascensor que se malogra a cada momento, hay carencia de medicamentos, seguimos con problemas por falta de personal y otras carencias más”, menciona.
LIMITACIONES PARA ATENDER
Cruz Venegas evita precisar qué áreas o servicios son los que requieren del incremento de personal asistencial, pues espera los resultados del diagnóstico solicitado a los jefes de servicios.
“En Psiquiatría, que es mi especialidad, falta uno o dos especialistas. Definitivamente en las áreas críticas, en el centro quirúrgico, faltan profesionales. Tenemos un solo quirófano para atender emergencias. ¡Un solo quirófano! Lamentablemente nosotros no tenemos acceso a la información para saber cuántas emergencias se atienden en el hospital. Pedimos los datos. Hay procedimientos que se dejan de hacer, que se difieren; las tomografías se programan a tres meses o más. Eso es real”, sostiene.
El Hospital Almanzor Aguinaga cuenta con un solo tomógrafo y un solo resonador magnético, que dada la alta demanda de diagnósticos por imágenes que existe entre los pacientes del departamentos y los referidos de la zona nororiental, resultan insuficientes. El presidente del Cuerpo Médico anota que se necesita, como mínimo, dos nuevos equipos.
“La infraestructura de este hospital ya quedó pequeña, por eso estamos planteando nueva infraestructura. Queremos que se incluya en el presupuesto 2020 la construcción del Hospital Naylamp, así como la del hospital de alta complejidad. Mientras tanto, estamos planteando la construcción de una torre para emergencias y laboratorio clínico dentro de este mismo hospital. Actualmente el laboratorio funciona en el sótano. Ante una nueva inundación, ¿nuevamente vamos a parar el servicio?”, cuestiona Cruz Venegas.
FALTA DE ENFERMEROS
En el Hospital Almanzor Aguinaga trabajan 446 enfermeros, 278 con contratos del régimen 728, otro tanto bajo la modalidad CAS y también por suplencia. A ellos se suman enfermeros que retornaron al nosocomio con mandatos judiciales, quienes esperan la contratación por plazo indefinido.
Indira Puican Orbegoso, secretaria general del Sindicato de Enfermeros, comenta que en Emergencia laboran, aproximadamente, 55 profesionales del gremio, mientras que en hospitalización hay entre 10 y 12 enfermeros por piso.
“Lo que más necesitamos es personal en el área de Emergencia. Definitivamente es un área en la que tenemos varios tópicos y allí se requiere de personal capacitado. Se abrió la Observación IV, donde los pacientes requieren de cuidados especiales y ahí adolecemos de enfermeros. Cuando se hizo la distribución a nivel de red, solamente en el Almanzor Aguinaga necesitábamos 110 enfermeros, pero como hubo un ingreso de colegas por mandato judicial y CAS, ahora nos están faltando en promedio 56 para cubrir las brechas en todo el hospital”, indica.
Hay seis enfermeras procedentes del Hospital Naylamp que laborarán en el Almanzor Aguinaga por un período de tres meses, plazo en el que se espera que el nosocomio haya sido remodelado.
CAOS EN LOS PASILLOS
“El Hospital Naylamp se cerró y sus pacientes adscritos han sido distribuidos entre el Heysen y el Almanzor, lo que ha tugurizado la Emergencia. Esta ya no se da abasto para más pacientes. Hasta hace poco hemos tenido 70 pacientes en pasadizo, cosa que es imposible que la maneje una o dos enfermeras. Esas condiciones nos impiden dar un trato humano, de calidad, como el que se merecen los pacientes”, asevera.
Puican Orbegoso anota que dada la coyuntura se necesitan en promedio cien enfermeros más para el centro asistencial, a fin de cubrir todos los espacios vacíos que hay actualmente en el hospital.
“El pasadizo no es una observación, no debería haber ningún paciente allí, pero al existir la demanda de atención requerimos que haya uno o dos enfermeros permanente en esa área. Las enfermeras no nos abastecemos para dar atención de calidad. Solamente tenemos dos sillas de ruedas en Emergencia. Necesitamos, como mínimo, diez”, afirma.
La dirigente comenta que cada enfermera, ante la falta de instrumentos, se ha visto en la necesidad de adquirir sus propios implementos, como los pulsoxímetros, termómetros e incluso tensiómetros. Con eso se procura avanzar en la atención de los pacientes.
La norma técnica señala que un enfermero debe atender entre ocho y diez pacientes, pero en la práctica este puede atender a 20, en hospitalización, y hasta 30 en Emergencia.
“Eso origina que el paciente vea que su atención no mejora y por eso se motivan las quejas e incluso las agresiones de las que somos víctimas”, afirma.
Aproximadamente, 300 enfermeros del hospital cuentan con especialidad registrada en el Colegio de Enfermeros del Perú. En el nosocomio, cerca de 55 tienen especialidad en el área quirúrgica, más de 20 en nefrología y 70 en emergencias. Además, hay 15 enfermeros intensivistas.
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