Nuevamente los manejos en el Ilustre Colegio de Abogados de Lambayeque - ICAL, por parte de José María Balcázar Zelada, quien ejerce el rol de decano, ponen en problemas a la institución.
La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral - SUNAFIL, ha multado a la orden con 29 mil 369 soles por no cancelar la gratificación correspondiente a Fiestas Patrias a uno de sus trabajadores y dos multas más, por el mismo monto, estarían próximas a ser notificadas, sumando más de 88 mil soles.
Del mismo modo, el ente fiscalizador declaró ilegal y nula la suspensión perfecta aplicada a los trabajadores: Elizabeth Herrera Alvarado, Yumiko Benites Yinki, Marvin Tinoco Velásquez y Gianfranco Mejía Coronel, el 20 de abril pasado.
Esto debido a que la suspensión perfecta fue adoptada por el ICAL de forma unilateral, sin agotar los procedimientos previos de acuerdo con los trabajadores, como el adelanto de vacaciones, reducción de horas de trabajo o realización de labores remotas.
Sin embargo, la gestión de Balcázar Zelada ha aplicado nuevamente la suspensión perfecta hasta enero del próximo año.
“La SUNAFIL ha dijo que la suspensión perfecta que nos aplicaron en abril es ilegal, que no se siguió el procedimiento establecido por la norma y, por lo tanto, era inaplicable. Sin embargo, ahora nos vuelven a suspender hasta enero del próximo año, violentando nuestros derechos como trabajadores”, refiere Yumiko Benites.
VACACIONES NO RECONOCIDAS
En el caso de Mejía Coronel, el Colegio de Abogados se niega a reconocer el pago de vacaciones truncas, pues entre el 2016 y el 2020 solo ha gozado en dos oportunidades de dicho derecho, razón por la cual ha iniciado un proceso judicial, el cual se ventila en el Octavo Juzgado Laboral de Chiclayo.
Ante la Gerencia Regional de Trabajo ha participado como defensor del ICAL el abogado Manuel Huangal Naveda, en tanto en el Poder Judicial el abogado Odar Custodio Cornejo, quien a la vez es el gerente general designado por Balcázar Zelada en el colegio.
“Ambos abogados dicen que no tengo derecho a que se me paguen las vacaciones porque las he gozado, cuando está normado que si un trabajador no goza de las vacaciones que le corresponden en el año debe ser indemnizado. El proceso ya está para sentencia y lo que espero que se haga justicia, porque resulta un abuso lo que el colegio, con la gestión del señor Balcázar, quiere hacer”, Mejía Coronel.
DESNATURALIZACIÓN DE CONTRATO
Respecto a Tinoco Velásquez, este ha solicitado la intervención de SUNAFIL, pues habiendo sido contratado como asistente legal del Consejo de Ética Profesional, ha sido cambiado a las oficinas de la Avenida Elvira García sin tener función específica.
“En mi contrato se especifica cuál es la razón de mi contratación. Sin embargo, me han trasladado a la oficina de Elvira García para que esté sentado en un escritorio en el cual no hay ni computadora y recibo una comunicación del gerente del colegio indicándome que debo emitir un informe diario de la producción realizada. ¿Qué producción se puede realizar si no tengo funciones específicas?”, cuestiona el trabajador.
DEUDAS
Según explicaron los trabajadores a Expresión, el ICAL les adeuda en promedio seis mil soles a cada uno por el incumplimiento de sus remuneraciones, sin contar la gratificación de julio. Denunciaron, también, que desde el 1 de octubre ya no tienen activa la acreditación al seguro social.
Refieren que el ICAL argumenta no contar con recursos para el pago de las obligaciones laborales. Empero, solo en septiembre este habría recibido 50 mil soles por colegiaturas, dinero que es depositado en una cuenta personal a nombre de Balcázar Zelada.
“Dicen que no hay recursos para pagar las obligaciones laborales. A nosotros nos han enviado a la sede de Elvira García y han contratado a nuevas personas para la sede principal. ¿De dónde se les paga entonces? Esperamos que las autoridades laborales puedan tomar cartas en el asunto. El Colegio ya fue multado por SUNAFIL, se vienen otras sanciones más y eso se pagará con las aportaciones de todos los abogados. Es muy lamentable lo que sucede en el ICAL”, indica Elizabeth Herrera.
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