Cuando inició la pandemia por el COVID-19, las autoridades del Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo dispusieron que la Unidad de Hematología Pediátrica se reserve para los pacientes con el nuevo coronavirus, desplazando así a los menores a otros ambientes. Esta medida, que debió ser temporal, se mantiene hasta la fecha, lo que ha ocasionado el malestar de las madres de familia, quienes protestaron el lunes 22 para que se retorne a sus hijos al ambiente que les corresponde.
Katherin Cotrina Palacios es una de las madres que participó de la protesta. Su hijo falleció hace tres meses a causa de la leucemia y lo hizo sin poder retornar a la unidad especializada que le corresponde ni acceder al tan anhelado trasplante de médula. “Seguiremos luchando por los niños que se quedan y los que se han convertido en ángeles”, asegura.
Realidad
Cotrina Palacios señala que en la citada unidad se atienden un total de 40 menores de un año hasta 17 años. De este total, entre 15 y 20 requieren de hospitalización permanente, mientras que la otra mitad recibe tratamiento ambulatorio.
“Cuando inició la pandemia nos trasladaron a un área de neurocirugía. Al inicio nos dieron diez habitaciones, pero luego los pacientes de esa unidad también solicitaron su espacio y nos redujeron las habitaciones a cinco, lo cual perjudica a los niños que llevan su tratamiento, ya que tienen que regresar cada 15 o 20 días y la falta de espacio hace que muchos recaigan. Algunos regresan al mes y medio, dos meses, pero el tratamiento debe realizarse en el tiempo preciso”, asevera.
Explica que el no tener un ambiente adecuado hace que los niños se contagien de otras enfermedades, incluso el COVID-19, además de estar expuestos a la humedad y las bacterias. Todo ello genera recaídas y demoras en la recuperación de los menores.
Trasplante
Apunta que en lo que va del año han fallecido 15 niños, que en su mayoría esperaban un trasplante de médula, intervención que a nivel nacional solo la realiza en EsSalud el Hospital Edgardo Rebagliati Martins.
“Muchos niños como mi hijo van con la esperanza de encontrar una cama para trasplante, pero pocos la encuentran. Al Hospital Rebagliati llegan niños de todos lados del Perú y muchos regresan a Chiclayo, donde tienen que seguir su tratamiento, pero llega el momento en que la enfermedad se endurece y los niños fallecen”, cuenta.
Anota que en noviembre cinco niños fueron referidos a Lima para el trasplante de médula, pero cuatro debieron regresar por falta de cama.
Medidas
Precisa que, tras la protesta, recibieron el compromiso de parte de los directivos del hospital para que hasta el 28 de noviembre como fecha máxima se retorne a los niños a la Unidad de Hematología Pediátrica.
Refiere que actualmente hay cuatro hematólogos que atienden en dicha unidad, pero también se necesita de oncólogos especialistas.
“Si hasta el 28 no cumplen con lo ofrecido seguiremos con las protestas. De esto ya tiene conocimiento la Defensoría del Pueblo y Susalud. Si no cumplen, iremos con más fuerza, porque se trata de la vida de nuestros niños”, asevera.
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