Luego de cinco meses de avance, los trabajos en el Plan de Desarrollo Urbano Metropolitano se paralizaron, lo cual conllevó al cuestionamiento de la sociedad civil sobre sus motivos. Rodolfo Arbulú Chereque, exjefe del equipo técnico del mencionado plan, explica cuáles son los principales riesgos de no contar con esta herramienta, así como la realidad que gira en torno al proyecto.
Señala que uno de los principales factores que ha llevado a la paralización del este plan es la falta de voluntad política por parte del alcalde y del grupo ejecutivo del municipio para apoyar el proceso.
“Empezamos a ver una serie de vacíos y trabas cuando iniciamos la elaboración del plan en junio del 2015, a pesar del convenio firmado entre el municipio y el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento en marzo del mismo año”, señala Arbulú Chereque.
FALTA DE COMPROMISO
Indica que el equipo técnico solventó por su propia cuenta las actividades correspondientes al Plan Metropolitano durante los últimos cinco meses (hasta finales de diciembre del año pasado), con ayuda del Colegio de Arquitectos de Lambayeque – CAL.
“Había pasado todo este tiempo y el municipio se mantenía ausente; además de conocer que Jesús Yesquén Bances, coordinador del proyecto, estaba cobrando la caja chica de lo que nosotros rendíamos”, manifiesta.
Por esta razón se le planteó una reunión al alcalde, a fin de informar la situación en la que se encontraba el equipo técnico. “Le dijimos que si la municipalidad no es capaz de cumplir con el apoyo logístico al cual se había comprometido, era mejor suspender el proceso hasta que se tenga la posibilidad de hacerlo”, comenta Arbulú Chereque.
Es por esta razón que presentaron una carta abierta a la colectividad chiclayana donde se expresa la cantidad de años que lleva la ciudad con un plan desactualizado y las consecuencias que esto acarrea.
Según el especialista, uno de los principales factores que detienen a la ciudad es la falta de reglas claras para la inversión privada en su desarrollo, además de otros elementos que vuelven a Chiclayo la ciudad que es actualmente.
“Chiclayo en 1990 era una ciudad que competía con Trujillo y Arequipa; ahora muchas ciudades intermedias se encuentran por encima de nuestro nivel, por la falta de interés de las autoridades de actualizar su plan e ir implementándolo”, declara Rodolfo Arbulú.
Agrega que el Comité de Ética del CAL, del cual es miembro, ha encontrado una serie de denuncias de corrupción de los funcionarios que forman parte de la actual gestión municipal en relación a incumplimientos del plan.
El comité encontró la entrega de certificaciones de habilitaciones fuera del casco urbano, presentándose un aproximado de cinco denuncias en el 2015. “Estamos investigando a los funcionarios que han firmado estos documentos, porque son cientos de hectáreas que se otorgan a las habilitadoras urbanas fuera del perímetro permitido sin sustento alguno de planificación. Todo esto tiene pena de cárcel”, sentencia el exjefe del equipo técnico.
Asimismo el considera que en Chiclayo, al no contar con su Plan de Desarrollo Urbano actualizado, se impide la ejecución de una carretera de primera jerarquía como lo es la Vía del Sol, al especularse la presencia de traficantes de terrenos. “Somos la única región que no ha desarrollado obras para la construcción de esta autopista”, señala Rodolfo Arbulú.
El escenario también considera los negociados por el número de pisos en la construcción de infraestructuras, la mala ubicación, en zonas residenciales de la ciudad, de discotecas y centros de diversión nocturna, así como la venta de combustibles en grifos y locales comerciales que no cuentan con las condiciones de seguridad mínimas requeridas.
En el aspecto comercial, la falta de planificación ha generado el desarrollo del comercio ambulatorio en espacios públicos de la ciudad por no contar con complejos ni mercados que permitan el desarrollo de estas actividades.
CARENCIAS POR RESOLVER
“Cuando desarrollamos el plan en 1992 para Chiclayo 2020, lo hicimos con el fin de darle sustento a la ciudad de una serie de inversiones, entre las cuales se encontraban el agua potable y el alcantarillado”, explica el especialista, haciendo referencia a dos de los principales problemas que presenta la ciudad.
Este plan tenía como propósito atraer a la cooperación internacional para duplicar o triplicar el servicio con el que cuenta la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque – EPSEL, en el área metropolitana.
EPSEL atiende a los distritos de Chiclayo, José Leonardo Ortiz y La Victoria de forma regular, mientras que los 13 distritos adicionales que componen toda la zona cuentan con este servicio seis horas al día, sin tener aún el servicio de depuración de aguas servidas, según detalla Rodolfo Arbulú.
Explica que esos sistemas están conformados por mecanismos de bombeo y de pozos tubulares que requieren de renovación, lo cual no puede ejecutarse ante la falta de un plan de inversiones.
“Existe la necesidad de planificar a Chiclayo como área metropolitana porque se vienen proyectos grandes e importantes como el terminal portuario, el cual va a generar una nueva zona industrial, una zona franca e inclusive un aeropuerto internacional”, sostiene.
Arbulú Chereque cuestiona el cómo se va a atender el crecimiento venidero con la incapacidad que presenta EPSEL en los actuales distritos. “Tenemos que triplicar los esfuerzos de inversión de estas empresas atrayendo nuevos capitales”, manifiesta.
La planificación del sistema de limpieza pública repite el mismo error al concentrarse nuevamente en tres distritos, tal como menciona el exjefe del equipo técnico del Plan de Desarrollo Metropolitano. “¿Qué sucede con los demás distritos? ¿A dónde va la basura se acumula en Monsefú, Reque, Eten, Pimentel? Esta situación se tiene que articular bajo un eje metropolitano”, cuestiona Arbulú Chereque.
Agrega que en el plan desarrollado por el distrito de Lambayeque están duplicando todo lo que planifica Chiclayo e inclusive sugieren la construcción de un puerto, cuando todo debería tener coherencia. “¿Cómo planteas un puerto cuando estás desarrollando un área metropolitana en conjunto?”, refiere Rodolfo Arbulú.
PURGA REQUERIDA
Asimismo, Arbulú Chereque considera que el alcalde David Cornejo Chinguel se está equivocando en hacerle caso al entorno que tiene, conformado por “personajes contaminados con la corrupción de la gestión anterior”.
“Hemos visto cómo recientemente han detenido a uno de los miembros del proyecto ‘Chiclayo Limpio’. Hasta que el alcalde no cuente con un entorno de concejales, asesores y ejecutivos con ideas claras para el beneficio de la ciudad esto no va a caminar. Aunque le elaboremos el mejor plan, si la corrupción sigue a dentro del municipio esto no va a caminar”, declara.
Señala que el tema corresponde a aspectos netamente éticos y de corrupción, contra los que se debe luchar a fin que la ciudad prospere.
“La población para el 2025 será superior al millón de habitantes en el área metropolitana de Chiclayo y todavía hay incertidumbre respecto a la planificación. Los centros comerciales que han querido invertir en la ciudad han migrado a otras ciudades; Cajamarca cuenta con tres centros comerciales, al igual que Piura; Trujillo ya cuenta con cinco, mientras que nosotros tenemos dos, pequeños y congestionados”, informa el exjefe del equipo técnico encargado del Plan Metropolitano.
Por otra parte, expresa que existe una nueva centralidad en la zona de La Garita, carretera a Pimentel, que necesita ser planificada con la finalidad de brindar oportunidades para la realización de centros comerciales. Asimismo, considera que el encuentro entre la avenida Bolognesi con la Carretera a Pimentel es un absurdo, al intentarse conservar una carretera de vía rápida cuando en realidad constituye un nuevo centro de la ciudad.
“Se carece de voluntad política por apañar actitudes de corruptelas que les permitan trabajar a su libre albedrío y esto está mal. El alcalde y los regidores se deben a la ciudad y a sus electores, por lo que debe existir correspondencia con el plan de gobierno que se aprobó, solo que al parecer no les conviene aprobar estos planes porque cuentan con reglas de juego claras que les impide manejar a su antojo”, arguye.
Alerta que la ciudad está perdiendo competitividad, pues uno de los principales aspectos que ven los inversionistas a la hora de tomar decisiones para proyectos como lo es el terminal portuario es la institucionalidad. “Cuando vengan los grandes empresarios chinos y coreanos a conversar, ¿les van a pedir coima? Ojalá que no suceda esto”, agrega.
Rodolfo Arbulú se encuentra preocupado ante la realidad que se vive en el municipio. “Estoy muy apenado de que los impuestos que uno paga sean utilizados por un grupo de gente que maneja corruptelas. El alcalde tiene que sacudirse de esta gente para lograr algo, le deseo lo mejor por el bien de nosotros y de él”, finaliza.
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