Sube!

EN ESCUELA DE CIENCIAS POLÍTICAS DE LA UNPRG: ALUMNOS ESTUDIAN CUATRO AÑOS SIN PROFESORES ESPECIALIZADOS

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 961

  comentarios   

Lo que sucede en la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo – UNPRG, es alarmante. El próximo año egresará la primera promoción de licenciados en la carrera, quienes trabajarán como politólogos, pero hasta hoy no han tenido un solo profesor especializado convocado por la casa superior.

 

Los futuros politólogos de la Pedro Ruiz Gallo no han tenido a ningún politólogo como docente. Las cátedras de la escuela han sido cubiertas, desde el 2013 hasta hoy, por sociólogos y abogados.

 

Lo más cercano que los casi 190 estudiantes de la escuela estuvieron a un docente especializado fue en el 2015, cuando la universidad contrató a la comunicadora Melisa Gonzales Medina, a quien encargó el dictado de seis cursos, pero que llegó a Lambayeque, desde Lima, con los gastos pagados por los propios alumnos. Es decir, los estudiantes se encargaban de solventar semana a semana los pasajes, hospedaje y alimentación de la catedrática, quien además, por su condición de profesora invitada, tuvo que esperar hasta el término el año académico para recién cobrar sus remuneraciones mensuales. Todas de golpe. Así trabaja la UNPRG, así trabajan las universidades públicas.

 

FALTAN DOCENTES

 “Nosotros estamos en el cuarto año de carrera, el próximo año egresamos, vamos a ser la primera promoción y no tenemos docentes de especialidad”, reclama el alumno Roger Santa Cruz Carranza.

 

Por 40 horas de clases un docente contratado gana no más de mil 500 soles en la Escuela de Ciencias Políticas y lo mismo sucede en las demás escuelas de la universidad. Este año, para solucionar el problema de los docentes especializados, se convocó a un concurso de contratación, por el cual se ofrecía, entre otras cosas, un sueldo de 600 soles para el docente que dicte 20 horas académicas. Según Roger Santa Cruz, lo crítico no solo es la ínfima remuneración ofrecida, sino que además el aspirante a docente debía comprar las bases del concurso a un precio de 200 soles. La tercera parte del sueldo.

 

“La carrera de Ciencia Política es relativamente nueva en el Perú, pero en Lima se hace posible por la inversión que tienen universidades como la Católica. Ya hay politólogos que se están desempeñando en diferentes áreas del gobierno. Traerlos aquí representaría un gasto adicional y eso se entiende, porque tampoco va a venir un politólogo a perder dinero acá. En mi opinión, considero que esto es para generar amiguismos entre los profesores y contratarlos a pesar de no ser de especialidad, sino solo por ser amigos de las autoridades. Llego a esta conclusión porque primero, han puesto esas trabas legales para que finalmente no se pueda contratar a ningún profesor especialista, e inmediatamente llamar a profesores afines a ellas”, denuncia.

 

LA EXIGENCIA

El decano de la Facultad de Derecho, a la que está adscrita la Escuela de Ciencias Políticas, Ezequiel Chávarry Correa, señala que el procedimiento del concurso para contratación docente se ha realizado en el marco de la Nueva Ley Universitaria, la que exige la presencia de profesionales con el grado de magíster en el dictado de las cátedras.

 

Sin embargo, la realidad de los politólogos en el país es muy distinta a los requisitos de la norma, debido a que además de ser pocos los licenciados en la disciplina, son contados los que tienen maestría y difícilmente aceptan llegar a la UNPRG por los bajos sueldos que se les ofrecen.

 

Según Chávarry Correa se ha buscado como solución, con autorización del Consejo Universitario, que los politólogos a contratar cuenten únicamente con licenciatura. Aun así, de las seis plazas vacantes, solo una ha sido cubierta.

 

“Yo estudié antropología en Trujillo y no tenía profesor antropólogo, mayormente me formaron abogados. El Consejo Universitario dejó de pedir profesores politólogos con maestría, solamente con licenciatura y solo vino uno. Ahora posiblemente faltan dos”, manifiesta.

 

Pese a que la escuela tiene cuatro años funcionando, hasta ahora tampoco hay profesores nombrados. En total son 12 docentes con los que se trabaja y todos ellos están bajo la modalidad de contrato como profesores auxiliares.

 

“Nosotros, cuando creamos la Escuela de Ciencias Políticas, dijimos que hasta tercer año podíamos con los recursos que tenemos, pero ahí mismo debíamos prever que vengan tres o cuatro politólogos. Lamentablemente, eso no ha sucedido”, reconoce el decano.

 

El problema se agudiza porque a dos semanas de haber iniciado el año académico 2016, aún hay cursos sin profesor designado, lo que representa perjuicios directos para los estudiantes.

 

“No hay ningún curso con profesores de especialidad, no hay ningún politólogo dictando. En cuarto año, porque nosotros no estudiamos por ciclos, sino por años, de nueve cursos solos tenemos cubiertas tres plazas docentes”, señala Santa Cruz Carranza.

 

PROBLEMA UNIVERSITARIO

El doctor Freddy Hernández Rengifo, quien hasta diciembre del año pasado se desempeñó como director de la escuela, menciona que la presencia de politólogos en el dictado de los cursos no solo es vital para los alumnos de los últimos años, debido a que desde el inicio el estudiante de Ciencias Políticas lleva cursos especializados.

 

Por ejemplo, en primer año los alumnos llevan cursos como Teorías del Poder, Introducción a la Ciencia Política y Pensamiento Político Antiguo y Medieval. Luego, en segundo año llevan – según el Plan de Estudios de la escuela – Economía Política Clásica, Liberal y Neoliberal; Pensamiento Político Moderno y Contemporáneo y Multiculturalidad y Pluralismo Político. A medida que avanzan los años los cursos se han más específicos.

 

“En el primero año hay cursos como Pensamiento Político que deben ser dictados por politólogos. Más adelante, hay cursos como Teoría del Poder que deben enseñar profesores que manejen el tema. Lamentablemente estos profesionales se han estado reemplazando por abogados y sociólogos”, expone.

 

Hernández Rengifo va más allá del problema actual de la escuela y pone sobre la mesa la problemática que enfrenta la universidad pública en general, donde las condiciones son adversas para que buenos profesionales lleguen a la enseñanza superior.

 

“En términos generales, la UNPRG no es un incentivo para que un buen profesional vaya a enseñar. Al contrario, las convocatorias permiten que los que están desempleados y sin trabajo quieran ingresar al ser una fuente de ingreso rápido. Entonces, el sistema no permite que mejore a pesar de la existencia de una nueva ley universitaria, de una reforma universitaria”, lamenta el docente.

 

Cuando la escuela empezó a funcionar, en el 2013, se convocó a tres bachilleres en Ciencias Políticas para que dicten los cursos introductorios de la carrera. Empero, estos ya no fueron contratados al año siguiente, lo que a decir de Hernández Rengifo constituye un gran error que hoy pasa la factura a la universidad.

 

“El error que se cometió fue no incluirlos como jefes de práctica para que ayuden mediante seminarios, porque en realidad ellos tenían más conocimientos que los sociólogos y los abogados que dictan esos cursos. Entonces, la formalidad que tener el grado de magíster no garantiza ser mejor que los que no lo tienen, no es una regla”, refiere, remarcado el problema adicional que constituye el pago de haberes, a docentes contratados, recién al acabar el año académico.

 

“La universidad tiene la mala costumbre de contratar a los profesores y después de terminado el ciclo pagarle dos meses después los cuatro meses enseñados. Los profesionales que viven de la docencia no pueden esperar tanto tiempo para recibir sus pagos, porque de qué viven entonces, esto es el resultado de una mala gestión universitaria”, anota.

 

REALIDAD QUE PREOCUPA

En el país son siete las universidades que ofrecen la carrera de Ciencias Políticas: San Marcos, Villarreal, Católica y Antonio Ruiz de Montoya en Lima; Micaela Bastidas en Abancay, Trujillo en La Libertad y Pedro Ruiz Gallo en Lambayeque. Roger Santa Cruz afirma que todas, a excepción de la casa superior del departamento, tienen politólogos en sus claustros.

 

“La Universidad de Trujillo sí cuenta con politólogos especializados, y la de Abancay también. Mi curiosidad es la siguiente: cómo ellos sí pueden contratar con un salario adecuado y nosotros no. Entonces hay alguien que está infringiendo la ley, o ellos pagan demás o nosotros no queremos pagar lo que corresponde”, asevera Santa Cruz Carranza.

 

El temor en la casa superior es justificado. ¿Qué profesionales egresarán el próximo año si carecen de formación especializada en su disciplina?

 

“Ese temor lo comparten todos mis compañeros. Si no lo hacemos público no tendría mucho sentido y hemos recurrido a todas las instancias pertinentes. Hemos tratado de hacer algunas actividades como grupo de estudio, pero eso no es todo. La formación académica debería ser de lo curricular en adelante”, expresa Roger Santa Cruz.

 

“Lo que está pasando es muy riesgoso. Básicamente, el estudiante de Ciencias Políticas tiene que ser autodidacta. Los pocos profesores que han venido a enseñar la especialidad les han dado buena bibliografía, ellos han sacado copia a esos libros. Si quieren desempeñar un rol en la Ciencias Políticas, así como estamos, tendrían que ser autodidactas y estudiar por su cuenta. El sistema universitario no permite seleccionar a los mejores cuadros del medio, al contrario, es un sistema muy perjudicial”, añade Freddy Hernández.

Deja tu Comentario