Roces de los candidatos que se disputan la presidencia de la República en segunda vuelta con la prensa pondrían en peligro la libertad de expresión, según Max Obregón Rossi, decano del Colegio de Periodistas del Perú – CPP, quien el año pasado asumió la dirigencia de la orden en medio de varios problemas internos que la alejaron de la defensa gremial.
En las últimas dos décadas el Colegio de Periodistas del Perú estuvo inmerso en una crisis institucional que llegó hasta el Consejo Nacional, por lo que con el arribo de la actual directiva se inició un proceso interno de reestructuración, con algunos cambios encaminados en los estatutos.
En los departamentos, las autoridades de la orden permanecían entre siete a diez años en las dirigencias y sin rendir cuentas. Igualmente, la autoridad nacional tampoco cumplía sus funciones, se realizaban viajes a las sedes locales en fechas turísticas y se citaba a todos los decanos a Lima entre una o dos veces al año, aun cuando los recursos eran escasos.
“Se gastaba en pasajes y no se hacía nada. Por eso decidimos crear el mecanismo de la convención con cuatro asambleas macroregionales: norte, sur, centro y oriente. Queremos dar una señal de preocupación de los periodistas sobre todo con las autoridades públicas que, por lo general, nos ven como enemigos. Los periodistas somos intermediarios entre la opinión pública y ellos, habrá que destacar y criticar cuando se tenga que hacer”, manifiesta Obregón Rossi.
RESCATE DE UN COLEGIO
Señala que nadie pagaba cuotas al CPP al no ser obligatoria la colegiatura y denuncia que algunos dirigentes aprovecharon el ingreso irregular de personas de centros de estética, panaderos, veterinarios y otras sin formación alguna, para comercializar carnés y diplomas.
“El Colegio servía exclusivamente para pedir donaciones de panetón y chocolate para taza en Navidad, que nos parece aberrante. Desde el año 2011 nos empezamos a preocupar de la situación del Colegio y se gestó un movimiento que permitió recuperar el principio de algunas bases importantes y desde Lima a liderar ciertas preocupaciones”, expresa Obregón Rossi.
La sede del Colegio de Periodistas en Lima recibió respuesta inmediata por parte de periodistas antiguos y serios, según cuenta el decano. Asimismo, fue el CPP el organizador del primer debate entre los candidatos a la alcaldía de Lima en el 2014 y también gestó la marcha contra la televisión basura en el 2015 en ciudades como Lima, Arequipa y Puno.
“A partir de ahí, nos empiezan a tomar más en serio. Empezamos un movimiento más institucional que ha ido creciendo y extendiéndose a nivel nacional, que nos ha permitido ser un referente en términos de opinión”, afirma la autoridad.
MEDIOS ANTES Y AHORA
Actualmente, diferentes medios de comunicación carecen de un círculo de periodistas, según Max Obregón, como resultado de una política donde estar agremiado era sinónimo de subversión. Con ello recuerda lo que sucedía con la prensa en la década del 90.
“Por pertenecer a un sindicato o a un círculo te llamaban ‘terrorista’. Entonces, los medios de comunicación empezaron a captar gente joven con talento, pero que no tenía la experiencia de la defensa gremial”, señala Max Obregón.
De la misma manera, el decano subraya que un periodista colegiado no debe ganar menos de tres sueldos mínimos, tiene derecho a jubilación anticipada a los 55 y 50 años, varones y mujeres, respectivamente. Además, a cinco días de trabajo semanales y dos de descanso.
“Estamos reivindicando este tipo de derechos que nadie sabía y siguen vigentes. Al final, los periodistas somos tan profesionales como otros con la diferencia que es la profesión más riesgosa del mundo, según la Organización Internacional del Trabajo”, expresa.
A pesar del retorno del liderazgo profesional en el Colegio de Periodistas del Perú, - en palabra del decano - existe una ley laxa que permite a cualquier persona ejercer el periodismo con solo invertir un poco de dinero y alquilar un espacio en radio y/o televisión.
“Las personas que antes llamábamos ‘mermeleros’ ahora se han convertido en periodistas-sicarios, muchos de ellos aliados de algunas autoridades y que son contratados y financiados con la condición de atacar a tal persona. Si bien es cierto no pertenecen al Colegio de Periodistas, nosotros los enfrentamos por el tema ético. Les pedimos a los decanos estar más alerta, porque solo en la medida que sigamos combatiendo vamos a eliminar esta corrupción”, expresa el decano.
PERIODISMO EN LOS 90
La persecución política, amenazas e incluso asesinatos a periodistas en los noventa complicaron la labor informativa de la época. Muchos periodistas prefirieron alejarse del ejercicio y optaron por buscar nuevas formas de trabajo.
Por esos tiempos, el Colegio de Periodistas del Perú sufrió la eliminación de la renta, así como la prohibición de la información pública y el despido masivo de periodistas incómodos en diversos los medios de comunicación.
“La mayoría de periodistas teníamos un promedio de 35 y 40 años y tuvimos que reinventarnos. Solo quedó un grupo de gente que yo llamo fenicios o aventureros. Nuestro apartamiento para sobrevivir de manera personal provocó nuestra decadencia en los noventa, donde los periodistas incómodos salen de los medios y entran personas como Laura Bozzo empezando la debacle de la televisión”, lamenta el decano.
PRÓXIMO GOBIERNO
Para Obregón Rossi existe cierta desconfianza respecto a la libertad de expresión generada por las actitudes y los antecedentes de los candidatos que participan de la segunda vuelta presidencial. El caso más alarmante sería el de la candidata por Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien es la representante del fujimorismo de los noventa y como dato más alarmante obtuvo más de la mitad de escaños en el próximo parlamento.
“Los actuales candidatos presidenciales no garantizan la libertad de expresión. En el caso de Keiko Fujimori, el control de medios de comunicación está en sus genes políticos. Ahí están los vladivideos. Cuando no se pudo comprar periodistas, los sacaron y se fueron con los dueños de los medios”, enfatiza el decano.
Del mismo modo, identifica un problema en algunos simpatizantes fujimoristas quienes continúan siendo totalmente cerrados, creyendo que los periodistas son enemigos cuando recuerdan los sucesos ocurridos en los 90 para que la ciudadanía tome una decisión electoral. Asimismo, manifiesta que algunos de los canales de televisión de los noventa se mantienen en señal abierta en los mismos espacios físicos.
“El periodismo tiene una responsabilidad social. En esta campaña, ocurrió en Arequipa que un dirigente fujimorista no solo se enfrentó a un periodista, sino que lo agredió físicamente”, recuerda Max Obregón.
Por otro lado, el candidato por Peruanos Por el Kambio, Pedro Pablo Kuczynski, tuvo un altercado en una entrevista con un periodista del diario La República, a quién tildó de “ignorante” tras recibir una pregunta incómoda. Por su parte, Max Obregón lamenta que Kuczynski Godard no haya tenido “hidalgía de aceptar el error” y negar saber que se trataba de un periodista.
“Pedro Pablo Kuczynski representa un tipo de política liberal, en donde da lo mismo quién pueda ejercer una profesión”, afirma.
A pesar de las preocupaciones señaladas, el actual decano afirma con entusiasmo que lo sucedido en los 90 no se volverá a repetir y reconoce la existencia de mecanismos de control para la concentración de medios, la importancia de las redes sociales como medios de comunicación y el naciente interés de los estudiantes por estos temas.
“Estamos en nuevas épocas y eso garantiza la libertad de expresión, así se incrementen las penas por difamación y calumnia de tres a cinco años”, comenta Obregón Rossi.
MODIFICACIÓN PENAL
El Congreso de la República postergó el debate que busca ampliar las penas de tres a cinco años para los delitos de difamación y calumnia, lo que implicaría prisión efectiva.
“Están divididos, por lo menos se ha logrado postergar el debate. Cualquier intento va a ser rápidamente rechazado con el contingente de estudiantes de periodismo y ciencias de la comunicación, casi 12 mil 500 en todo el país en 33 universidades”, afirma Max Obregón.
En los últimos años se han registrado 40 casos de agresiones físicas a periodistas y un promedio de 100 denuncias por difamación contra comunicadores. Asimismo, en los últimos 50 años se han contabilizado aproximadamente 100 periodistas fallecidos en ejercicio de su trabajo.
respuesta de Culo el 2023-07-02.
hola
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