En las últimas semanas el alcalde provincial de Chiclayo, David Cornejo Chinguel, y el decano del Colegio de Ingenieros del Perú – CIP, Consejo Departamental de Lambayeque, Carlos Burgos Montenegro, se enfrascaron en una serie de discusiones por los cuestionamientos que a nombre de la orden profesional este último ha realizado a las obras que ejecuta la comuna.

 

Las diferencias llegaron al punto en que Cornejo Chinguel dejó con la palabra en la boca al decano del CIP Lambayeque durante una visita de inspección a la Avenida Tumbes, para después argumentar que Burgos Montenegro tiene aspiraciones políticas y que esto motiva sus comentarios y críticas.

 

Desde luego, Carlos Burgos rechaza las afirmaciones del edil y señala que su posición responde más bien a una iniciativa del Colegio de Ingenieros de involucrarse directamente, como actor de la sociedad civil, en la supervisión de la obra pública. En su defensa refiere que son 50 los proyectos que hasta el momento ha inspeccionado la orden, no solo del ámbito provincial, sino también distrital y regional.

 

“Nuestra gestión empezó en enero y la apertura no solamente ha sido a través de medios, sino también a través de documentos enviados personalmente entre los tres estamentos: gobiernos distritales, provinciales y el gobierno regional, para ayudar a realizar las gestiones exitosas y que el dinero de inversión se plasme de forma correcta. Las autoridades tienen que estar agradecidas cuando una institución de la sociedad civil les da el apoyo, porque lo que queremos es lograr comprometer a nuestros asociados que son los principales protagonistas de las obras. El alcalde no puede esconder nada ni puede negar la posibilidad, porque en un proceso constructivo están involucrados ingenieros, ya sea por el lado de los contratistas o la supervisión”, indica Burgos Montenegro.

 

OBRAS EN LA MIRA

Añade que muchas veces la presencia del Colegio de Ingenieros en las obras públicas se debe al pedido de los vecinos, como sucedió en el caso de la Avenida Tumbes, donde se recibió la invitación de los moradores del pueblo joven José Olaya.

 

Según comenta, un día antes al desplante del alcalde se había coordinado con los técnicos del municipio para que estén presenten los encargados de la inspección de la obra, sin embargo esto no sucedió.

 

“Esa obra tiene 45 días de iniciada y la municipalidad no ha contratado los servicios de la supervisión, tratándose de una obra de tres millones de soles, estamos hablando de la pavimentación de la Avenida Tumbes en el tramo entre Salaverry y la prolongación Bolognesi. Incluso, el municipio no quería cambiar las redes sanitarias y por presión de los vecinos se tuvo que hacer, porque ya habían colapsado. Ahora EPSEL ya está haciendo los trabajos”, señala Burgos Montenegro.

 

El decano del CIP Lambayeque menciona que la orden se ha constituido a otros distritos como Pítipo, por ejemplo, donde se invierten más de 36 millones de soles en la ejecución de una obra de agua y saneamiento.

 

“Cuando nosotros hemos llegado todo bien, hay que saludar a los profesionales en ese sentido por el sistema de señalización, hemos encontrado un frente de trabajo por el lado de la supervisión y el residente. Sin embargo, hay aspectos que se pudieron mejorar del proyecto a fin de economizar los costos”, señala.

 

En virtud de esto último, Burgos Montenegro refiere haber cursado una carta al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento para que en adelante se tome en cuenta al Colegio de Ingenieros como apoyo a la inspección de las obras en Lambayeque, considerando que este tiene comisiones especializadas.

 

A esto se añade la disposición de la orden en colaborar con la priorización de los proyectos a ejecutar, sobre todo los referidos a servicios básicos.

 

“Cómo no jalarles las orejas al alcalde provincial de Chiclayo hay 12 pueblos jóvenes carretera a Pomalca esperando hace más de tres décadas el agua y desagüe. No pueden venir a decir que por tres pueblos jóvenes tienen dificultades de saneamiento físico se tiene que condenar a todos. Las autoridades involucradas de oficio deben de actuar para darle salida a este problema y mejorar la calidad de vida de esta población, El Colegio de Ingenieros está para levantar su voz en ese sentido”, sostiene.

 

Entre las obras inspeccionadas por el colegio en Chiclayo están las pavimentaciones de las avenidas Cajamarca, Arequipa y Tumbes, y también ha puesto atención en aquellas que presentan observaciones al proceso de contratación en el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado – OSCE.

 

COMPETENCIAS REGIONALES

Por otro lado, Burgos Montenegro cuestiona que el alcalde de Chiclayo señale que el Gobierno Regional de Lambayeque no le asigna presupuesto para la ejecución de obras, y que tampoco ha realizado proyectos en la jurisdicción del distrito capital desde que inició su mandato, en enero del 2015. Justamente, ese fue el principal argumento de Cornejo Chinguel para romper políticamente con el partido Alianza Para el Progreso.

 

A decir del decano del CIP es lamentable que la autoridad municipal se limite a pedir recursos al gobierno regional, cuando este debe enfocarse a la ejecución de obras de impacto departamental, no que atañen a la gestión edil.

 

“Nadie está para mendigar ni pedir nada y acá viene el llamado de atención, que el gobierno regional atienda temas mayores, preste atención a crear infraestructura pero de impacto regional. El alcalde Cornejo dice que la región no lo apoya, discúlpeme usted señor, el gobierno regional está para cosas grandes. ¿Por qué Pítipo, siendo un distrito tan pequeño, ha logrado un presupuesto por encima de 38 millones de soles? 36 millones 553 mil para la ejecución y un millón 800 mil para la supervisión, y él está mendigando un millón o dos millones. No socavemos la estructura regional. A la región hay que exigirle obras mayores, no de orden municipal”, enfatiza el representante de los ingenieros.

 

APOYO DE LA SOCIEDAD CIVIL

Carlos Burgos asegura que hay también casos en los que la autoridad municipal se ha mostrado indiferente a las propuestas de solución para problemas puntuales, como el del pueblo joven Cruz de la Esperanza.

 

Según refiere, el Colegio de Ingenieros y la Región Policial de Lambayeque se comprometieron a recuperar uno de los ambientes existentes en el complejo del Cristo Redentor, para la instalación de una comisaría que permita reducir el índice de inseguridad en la zona.

 

“Como colegio llegamos al acuerdo formal con el general de la policía, y le pedimos al alcalde que nos autorice para que, a cambio de parte los impuestos que como orden debemos pagar al municipio, nosotros nos encarguemos de refaccionar ese ambiente. Hace tres semanas dijo que nos iba a responder por escrito y hasta ahora seguimos esperando. La solución a un problema permanente de este sector de Chiclayo la hemos planteado, incluso nuestros técnicos ya han inspeccionado el lugar para ver qué se necesita realizar, pero hasta ahora no nos responde la municipalidad”, explica.

 

Anota que las autoridades deben mostrar capacidad de escucha y entendimiento para recibir de buen modo los aportes de la sociedad civil, en especial de los entes profesionales.

 

En ese sentido, destaca que la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque – EPSEL, ha dado el primero paso para consensuar un plan de trabajo con el Colegio de Ingenieros, basándose en la experiencia previa de su relación con la Comisión de Saneamiento del CIP en el proyecto de los colectores de Chiclayo.

 

“En esa altura el Colegio de Ingenieros va a poder ayudar, al margen de que la comisión especializada ya está ayudando al tema de los colectores”, refiere.

 

Asimismo, indica que se han iniciado las coordinaciones con vecinos de José Leonardo Ortiz para buscar soluciones a los serios problemas que atraviesa el distrito.

 

“La tratativa del Colegio de Ingenieros va más allá de mirar una ciudad, hay que pensar en el aspecto metropolitano. Urge que se dé atención al problema de saneamiento básico en el casco central de Chiclayo, pero con un proyecto bien ejecutado, porque no vaya a suceder lo que pasó con Roberto Torres, cuando abrió las calles y no supo cómo resolver el problema”, advierte.

 

Señala que los especialistas de la orden profesional han concluido en que el problema del saneamiento en Chiclayo no pasa únicamente por la renovación de tuberías, sino por la ejecución de un proyecto integral que considere el tratamiento del suelo, que es uno de los aspectos más vulnerables que tiene la ciudad.

 

“Esto significa que el proceso constructivo y los materiales que hay que agregar tienen que ser los indicados. En consecuencia, ese proyecto debe ejecutarse con un equipo multidisciplinario”, afirma. 

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