El trabajo para la disminución de la desnutrición crónica no es muy consistente en los últimos años, según lo demuestran las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática - INEI. Una de las principales causas escapa de las manos del área de salud y es que la falta de servicios básicos en muchas comunidades no permite a la población alimentarse correctamente. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia – UNICEF, la desnutrición crónica infantil se puede prevenir desde antes del nacimiento.
Los niños no son adultos pequeños, pues crecen y se desarrollan rápidamente. Según UNICEF, los primeros mil días de vida son fundamentales para el crecimiento y desarrollo infantil, pues al tercer año de vida el niño ha quintuplicado su peso, incrementado 1.95 veces su talla y 3.5 veces el tamaño del cerebro.
Asimismo, el desarrollo cerebral es avanzado durante el embarazo y en los primeros tres años desarrollándose 100 mil millones de neuronas y 300 mil millones de sinapsis que permiten la comunicación entre las células nerviosas.
En sí, la desnutrición crónica infantil es un retraso en el crecimiento de los niños menores de cinco años en que el no alcanzan la talla esperada para su edad. El órgano más afectado por la desnutrición es el cerebro y a partir de los tres años de edad la situación se torna irreversible.
Por otro lado, el impacto generado por la desnutrición crónica también tiene un impacto emocional. Además, según UNICEF, hasta el 50 % de la mortalidad infantil se origina, directa o indirectamente, por un pobre estado nutricional.
Actualmente, la desnutrición crónica infantil afecta en el Perú a por lo menos 400 mil niños menores de cinco años, según la Iniciativa contra la Desnutrición Infantil – IDI. Además, a nivel mundial según UNICEF, este mal afecta a más de 160 millones de niños. Asimismo, la organización internacional señala que más de seis mil niños mueren diariamente por desnutrición.
También la IDI señala que los niveles de desnutrición infantil permanecen elevados en 27.7 % en zonas rurales y en 31.6 % en zonas de pobreza extrema.
DESNUTRICIÓN EN CIFRAS
Según el INEI, desde el 2010 hasta el año pasado la desnutrición infantil crónica en el país se redujo en 8.8 %, al pasar de 23.2 % a 14.4 %. En el 2005 está cifra ascendía al 28 % aproximadamente.
Sin embargo, la estadística nacional no es tan alentadora en los últimos dos años, pues tan solo la desnutrición crónica infantil descendió 0.2 % del 2014 al 2015.
Peor es la situación de Lambayeque, donde entre 2012 y el 2015 este problema aumentó en 0.1 %. La última gran reducción de la desnutrición infantil en el departamento se dio del 2011 al 2012, cuando pasó de 16.2 % a 14%.
En los años siguientes en el departamento la cifra aumentó en 0.2 % para el año 2013, llegó a 14.3 % en el 2014 y el año pasado la desnutrición crónica infantil alcanzó el 14.1 %.
En los últimos años, Lambayeque siempre se ha ubicado por debajo del promedio nacional de desnutrición crónica infantil. No obstante, la diferencia con la cifra nacional se ha estancado en un 0.3 % en los últimos dos años.
El Gerente Regional de Salud, Víctor Hugo Torres Anaya, asegura que el descenso de la desnutrición crónica ha dejado de ser consistente en los últimos años por haber alcanzado un nivel de estabilización que debe ser cubierto por otros procesos no necesariamente de salud.
“La desnutrición crónica no se puede medir de año a año, sino en un período mínimo de cinco años. Observamos que está disminuyendo, pero no en una medida adecuada para poder mejorar la capacidad de los niños y mejorar las oportunidades en el futuro”, manifiesta.
En Lambayeque, desde el 2010 al 2015, la desnutrición crónica infantil se redujo en 3.7 %.
PRIMER SEMESTRE
Durante la primera mitad del 2016, la GERESA Lambayeque registró que a ocho mil 63 pacientes evaluados se les detectó desnutrición infantil crónica, representando el 16.8 % de niños menores de cinco años atendidos. Asimismo, se prestaron 12 mil 775 atenciones por este problema.
En total, al 16.8 % de niños menores de 5 años evaluados en el departamento se les detectó desnutrición infantil crónica. A nivel provincial, Chiclayo, Lambayeque y Ferreñafe, tuvieron al 11.7 %, 21 % y 23.8% de sus niños evaluados con el mismo mal, respectivamente.
Sin embargo, es la provincia de Lambayeque la que registró más pacientes con desnutrición crónica infantil, presentando en total tres mil 876 casos, seguida de Chiclayo con dos mil 736 y Ferreñafe con mil 451.
Actualmente, la Gerencia Regional de Salud – GERESA, realiza un trabajo de prevención de desnutrición crónica con inmunizaciones.
“Hay vacunas que tienen que ver con disminución de algunas enfermedades prevalentes como las respiratorias y diarreicas”, cuenta Torres Anaya.
La GERESA también trabaja, a través de los centros de salud, con micronutrientes que contienen la vitamina A, Hierro, Zinc y vitamina C. Estos son aplicados a los niños menores de tres años y contribuyen a la buena nutrición y prevención de otras enfermedades.
ALTO A LA DESNUTRICIÓN
Según UNICEF, las malas prácticas nutricionales y de higiene, los problemas de disponibilidad de recursos alimentarios y de proteínas de origen animal, y el déficit en el consumo de hierro, aumentan el riesgo de desnutrición crónica.
También contribuye a la desnutrición infantil la aparición de algunas enfermedades infeccionas como las diarreas que incrementan su aparición ante la contaminación de alimentos. El gerente regional señala que una de las principales causas de este mal es la falta de servicios básicos como agua y saneamiento básico en las viviendas no conectadas a la red pública, lo que dificulta la buena alimentación de las familias.
“Una de las dificultades principales es la falta del saneamiento físico legal de predios, y yo creo que ahí se puede empezar a hacer un trabajo, que aunque pareciera netamente legal, tiene una gran repercusión en la disminución de la desnutrición crónica infantil, pues el agua segura es fundamental”, afirma.
Por otro lado, Víctor Torres también manifiesta que la falta de un trabajo decente, digno y bien remunerado, además del tema educativo nutricional se suman a las causas de los problemas de nutrición infantil.
“El tema educativo tiene que estar presente para que la población pueda consumir los alimentos que son más nutritivos de su región. Tenemos zonas que producen alimentos nutritivos como una gallina o el huevo, pero prefieren venderlo para comprar productos como el fideo. Ese tema educativo fundamental que todas las instituciones junto con el Estado y la sociedad civil deben trabajar articuladamente en busca de este objetivo”, afirma.
Otros de los frenos a la lucha contra la desnutrición crónica es la falta de buenas carreteras, por las cuales, según indica Víctor Torres, podrían llegar más rápido las obras de infraestructura de servicios de salud.
PREVENCIÓN PRENATAL
En el Perú, UNICEF asegura que el embarazo adolescente pone en riesgo la salud y nutrición tanto de la madre como la del niño. Pues, en primer lugar, la madre cuenta con menos recursos y redes de apoyo familiar. Además, ellas tienen necesidades propias de crecimiento.
Esto trae en consecuencia que los bebés de madres adolescentes tengan el mayor riesgo de mortalidad en recién nacidos, así como la mayor frecuencia de bajo peso y prematuridad al nacer.
Según UNICEF, el 13% de las mujeres menores de 18 años son madres o están embarazadas. Esta proporción es mayor en las áreas rurales y entre las mujeres pobres.
Por consiguiente, la buena nutrición comienza con el cuidado prenatal por ser la etapa de la vida donde los órganos y sistemas humanos crecen a mayor velocidad. Para una buena nutrición en el embarazo se debe consumir hierro e incorporar hábitos apropiados de higiene y alimentación.
UNICEF afirma que la desnutrición fetal, es decir que el peso del recién nacido sea menor a los dos kilos 500 gramos, resulta la forma más grave de desnutrición crónica infantil. Una vez nacido el bebé se recomienda dar inicio durante la primera hora a la lactancia materna, pues cerca del 50 % de nacidos en establecimientos de salud no la reciben.
Finalmente, para reducir el riesgo de anemia, UNICEF recomienda cortar el cordón umbilical en los seis primeros meses.
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