Propuesta nació hace un siglo y hoy es más viable que nunca.
El visionario Manuel Antonio Mesones Muro organizó y emprendió la expedición que le permitió llegar, en cuatro días, desde Ferreñafe al río Marañón, en su afán de lograr la conexión de la costa con la amazonia, y a partir de ahí emprender no solo la integración de los territorios, sino también de la producción y el comercio. Los resultados de aquél viaje realizado en 1902 sirvieron de base para proponer, décadas después, el Corredor Bioceánico Norte, iniciativa que sustentaría un mejor escenario para el desarrollo socioeconómico de la macroregión y que haría aún más viable la ejecución del Terminal Marítimo de Puerto Eten.
Mesones Muro partió de Ferreñafe con su equipo de exploradores y demostró la viabilidad de navegación en el Pongo de Manseriche, y producto de ese viaje descubrió que el Abra de Porcuya se constituye en el paso más bajo de los andes peruanos. Años después, en 1913, demostró que era posible llegar, en diez días, desde las costas de Lambayeque hasta Iquitos, y cinco años más tarde repitió la ruta para internarse en la amazonia brasilera. Por si fuera poco, fue el primero en señalar que la irrigación de las pampas de Olmos era posible con el trasvase de las aguas del río Huancabamba.
Es por ello que razones sobran para que a Mesones Muro se le considere el pionero del Corredor Bioceánico, que comprende la ejecución de una serie de obras viales y portuarias que hace algunos años también recibieron el impulso de otros reconocidos lambayecanos como Gerardo Pastor Boggiano y Fortunato Salazar Beleván, ambos expresidentes de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque.
El Corredor consiste en hacer posible la navegación de unidades de carga con productos salidos del norte del Brasil, específicamente del puerto pluvial de Manaos, para recorrer el río Amazonas, llegar al Marañón, y desembarcar en Saramiriza, capital del distrito de Manseriche de la Paz, en la provincia de Datem del Marañón, en Loreto, el territorio más cercano a la costa del Perú. Desde allí los productos llegarían hasta Lambayeque, propiamente hasta Puerto Eten, para ser comercializados con el mercado asiático.
SARAMIRIZA
Saramiriza se encuentra a seis horas de viaje terrestre desde Bagua, capital de la provincia del mismo nombre en el departamento de Amazonas.
En el segundo gobierno de Alan García se construyó el tramo asfaltado que comprende un recorrido de 250 kilómetros aproximadamente, luego se continúa por vía afirmada hasta la localidad, ubicada a orillas del Marañón. Llegar hasta ahí supone, por ejemplo, cruzar 62 puentes tipo bailey instalados y renovados por el Programa Nacional de Puentes 2012 – 2016 con apoyo del Ejército, además de otros viaductos como el puente Nieva, de 150 metros de luz.
Lo particular de la vía asfaltada, fuera de sus cerradas curvas y pendientes, es su estreches, que impide el tránsito de grandes cargas. La ruta tiene un paisaje de ensueño, conformado por el verdor de la selva, además de algunos bosques de neblina que se forman en la madrugada, los ríos, las quebradas y los cerros, de los cuales caen huaycos que han dañado pequeños tramos del pavimento.
En el trayecto es posible apreciar el Pongo de Retema, el puente hacia Santa Rosa de Yunga, las estaciones de Petro Perú y varios poblados awajún.
Las condiciones urbanas de Saramiriza no son las mejores. De hecho la localidad tiene serios problemas para el suministro de agua potable y la energía eléctrica, el manejo del alcantarillado y la infraestructura urbana. Son contadas las calles pavimentadas y a esto se suma que cada cierto tiempo la totalidad de la zona se inunda debido a desbordes del mismo río Marañón a la altura de la quebrada La Anguila.
ALFONSO UGARTE
La población de Saramiriza, que consume agua un tanto turbia, bordea los 20 mil habitantes, en su mayoría nativos de la comunidad awajún, dispersa en la zona.
Precisamente una de las aldeas nativas es Alfonso Ugarte, que se encuentra a hora y media de navegación sobre las aguas del Marañón, donde el criterio técnico señala que debería construirse el puerto del Corredor Bioceánico.
En Alfonso Ugarte viven aproximadamente 300 pobladores, agrupados en 80 familias. Pese a tener obras de abastecimiento de agua ejecutadas por FONCODES en 1996, la comunidad aún se nutre de fuentes naturales e incluso de la recolección en recipientes durante las lluvias.
No hay red eléctrica pero sí paneles solares instalados en las viviendas rústicas construidas con madera y palma, a la usanza tradicional de amazonia. Los niños reciben educación en su lengua materna: el wajún, y en castellano como lengua secundaria, proveída por maestros nativos. El problema está en que después de la primaria no hay otra forma de instrucción, debido a que los colegios secundarios están a horas de navegación sobre el río.
LA PRODUCCIÓN HOY
En Saramiriza los habitantes desarrollan actividades comerciales, principalmente en la venta de abarrotes y materiales de ferretería, pero también hay familias dedicadas a la pesca en embarcaciones menores como los famosos “peque peque”. Llama la atención, la presencia de grandes y modernos edificios entre las casas de madera, construidos en las barrosas calles del pueblo. Todas las construcciones tienen accesos altos, debido a que las inundaciones por el desborde de La Anguila pueden llegar hasta a un metro de altura.
Los edificios están destinados a la actividad hotelera, lo que llama aún más la atención toda vez que en la zona el movimiento turístico es mínimo.
En todo este territorio tres actividades representan un serio peligro para la amazonia y la sostenibilidad de las actividades de su población: la tala ilegal, la extracción de oro a orillas del Marañón con vertimientos de mercurio al cauce del río y, desde luego, el narcotráfico.
Las actividades productivas son principalmente dos: la agricultura a pequeña escala, con sembríos de plátano, yuca y frutales, y la pesca, con el aprovechamiento de los recursos que provee el Marañón, con especies como el boquichico, la liza, el tucunaré, las palometas, el tigre zúngaro, el saltón y, en algunos casos, la piraña.
Los bosques, por su parte, proveen de otras riquezas, principalmente madereras, destacando tipos como la capirona, la requia, la caña brava, el pájaro bobo, el aguaje y las poenas. Los nativos cazan venados y majaz, siendo este último el animal predilecto por la exquisitez de su carne similar a la del cerdo.
EL RECORRIDO
El viernes 14 de octubre partió una delegación desde Chiclayo a iniciativa del Consejo Departamental del Colegio de Ingenieros del Perú, con el propósito de recorrer el territorio antes descrito a fin de entender no solo viabilidad del Corredor Bioceánico, sino además la necesidad de integración trasversal entre Lambayeque, Cajamarca, Amazonas y Loreto, como espacio de desarrollo social, productivo y comercial.
Luego de 14 horas de viaje se llegó a Saramiriza, y al día siguiente a Alfonso Ugarte, donde se comprobó que este punto sobre el cauce del Marañón es el más apropiado para la construcción del puerto fluvial, considerando que en orilla la profundidad alcanza los seis pies, aproximadamente un metro 80 centímetros, suficiente para estimar que el lecho del río tiene capacidad para el anclaje de embarcaciones de gran tonelaje, que transporte, por ejemplo, la soya de Manaos, muy cotizada en el mercado asiático, y los productos que desde Iquitos hasta Saramiriza pueden obtenerse.
“Lamentablemente los políticos aún no logran entender la necesidad de conectar la vía Interoceánica (IIRSA Norte) con el Marañón. ¿Qué han hecho los políticos? Simplemente una conexión de Yurimaguas a Paita, cuando nuestra visión como ingenieros es conectarnos con el Marañón para que la producción amazónica llegue hasta cinco puertos en la costa del Pacífico: Paita, Bayóvar, Puerto Eten, con el mayor calado, Salaverry e incluso Chimbote, para que se soporte el enorme tránsito de mercancías que hay en todo el nororiente”, comenta Ramón Cornejo Saavedra, representante del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, pero además expresidente de la Región Nor Oriental del Marañón – RENON, uno de los impulsores del corredor junto a Pastor Boggiano y Salazar Beleván.
Cornejo Saavedra menciona que el espacio comercial no solo se limita al nororiente peruano y el norte del Brasil, sino que también puede alcanzar a Colombia, Venezuela, Surinam, Guyana y el mismo Ecuador.
“Una vía que realmente funcione con carga pesada, que serviría no solo para el comercio, sino también para que los inversionistas del Brasil, que tienen gran interés de conectarse con la costa peruana, puedan establecer empresas e industrias a lo largo del corredor”, destaca Ramón Cornejo, quien ha trabajado en Brasil, Venezuela y Ecuador, y llegó a ser director del Programa de Proyectos Especiales de Selva durante el gobierno de Fernando Belaúnde Terry, con rango de viceministro de Estado.
Recientemente los representantes del Colegio de Ingenieros y de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque se entrevistaron con el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, en Jaén, y lograron que el Ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra Cornejo, programe una reunión de trabajo en la que se expondrá al detalle la importancia del Terminal Marítimo de Puerto Eten, así como del Corredor Bioceánico.
“Tenemos que explicarle en detalle la necesidad de desarrollar la vía interoceánica con salida al Marañón de manera integral. No pensamos en cosas chiquitas, hay que pensar en grande, el nororiente peruano necesita cosas grandes para poder desarrollarse, miremos a las comunidades cómo están completamente aisladas, necesitamos conectarnos, llegar a ellas a través del corredor. Solo para tener una idea, el recorrido de la vía interoceánica, solo con departamentos de la zona nororiental del Marañón, comprenden 600 mil hectáreas con actitud agropecuaria aún no aprovechadas”, resalta.
LORETO AISLADO
Loreto es el único departamento cuya capital, Iquitos, no se encuentra conectada al resto del país por carretera. Las únicas vías de acceso son aéreas y fluviales, y eso representa grandes limitaciones para su población debido a los costos.
Jorge Bardales Manrique, vicedecano del Consejo Departamental de Loreto del Colegio de Ingenieros del Perú, sostiene que es fundamental que la amazonia se conecte con la costa norte porque solo de este modo podrá mejorar la calidad de vida de la población, que hoy, por ejemplo, puede pagar hasta 12 soles por un kilo de manzanas o 25 soles por un kilo de uvas.
“La conexión con la costa es un anhelo de muchos años del pueblo loretano, prácticamente nosotros vivimos aislados de la realidad de nuestro país en cuanto a la comunicación, dependiendo prácticamente de las vías fluviales y aéreas, lo que ha hecho históricamente que el costo de vida en Loreto sea alto, lo que incrementa el nivel de pobreza en casi todos los pueblos de nuestro departamento, porque los productos de primera necesidad tienen que traerse de la costa”, explica.
Comenta que la crisis de los hidrocarburos ha generado que la empleabilidad en Loreto caiga en un 30 %, situación que pone en evidencia la urgencia del desarrollo de otras actividades productivas que permitan reducir la dependencia a la explotación petrolera.
Sin embargo, refiere que es necesario que a par de la ejecución de obras de infraestructura como la construcción del puerto en Alfonso Ugarte – Saramiriza, se dé atención a la capacitación de la mano de obra y la generación de capacidades productivas en la población.
Refiere esto porque en la gestión del exgobernador regional de Loreto, Iván Vásquez Valera, se entregó créditos agrarios a los pobladores de las comunidades nativas con el propósito de incrementar la producción de sacha inchi y camu camu con fines de exportación. A cada agricultor se entregó aproximadamente 25 mil soles por cada diez hectáreas en producción, sin embargo la recuperación de lo invertido no supera el 0.5 % del monto destinado.
EL GIGANTE MANAOS
Considerada como una de las 20 ciudades más importantes para hacer negocios en América Latina, Manaos se ubica en medio de la selva amazónica brasilera, cuyo puerto fluvial es capaz, incluso, de recibir trasatlánticos.
Su zona franca ha superado los dos mil millones de dólares en exportación y la tasa de crecimiento anual es del 5 %, constituyéndose en el núcleo del comercio entre los estados del norte del Brasil.
“Hay una gran expansión productiva no solamente en soya, sino también en etanol y azúcar, que pueden ser exportadas hacia el Asia por nuestro país, teniendo como punto de salida a Puerto Eten. La amazonia tiene muchas potencialidades, sobre todo el productos nativos como frutos y plantas medicinales, además del turismo y aspectos relacionados con la actividad forestal”, señala Bardales Manrique.
LA MANCOMUNIDAD
“Es la primera vez que los consejos departamentales del Colegio de Ingenieros del Perú, en la región nororiental, nos integramos para impulsar una obra en común, y es que el desarrollo no depende de un solo departamento, sino de las mancomunidades que hagamos y en las que podamos ejecutar proyectos y propuestas técnicas”, destaca Manuel Aguilar Rojas, decano de la orden profesional en Amazonas.
Aguilar Rojas señala que es necesario anteponer las iniciativas de desarrollo que se sustentan en criterios técnicos a las posiciones políticas que muchas veces lejos de integrar a los departamentos que tienen escenarios en común, los dividen y enfrentan.
“Amazonas tiene una gran variedad de climas, desde los fríos hasta los cálidos y esto permite la producción diversa con cultivos como la yuca, el camote, el cacao, el café, así como los tubérculos y frutos. A esto se suma la disponibilidad de recursos naturales que permitirían la construcción de grandes represas y centrales hidroeléctricas, para lo cual se hace necesario el acercamiento con Cajamarca y, además, oír y atender a las comunidades”, destaca.
EL FERROCARRIL
Como se ha mencionado, la carretera en Bagua y Saramiriza tiene la particularidad de su estreches a lo largo de sus 280 kilómetros de recorrido. Frente a esta realidad, que podría convertirse en una limitación futura para el Corredor Bioceánico, el Colegio de Ingenieros plantea la construcción de una ruta férrea, idea que también tiene sus orígenes en la visión de Mesones Muro a inicios del siglo pasado.
El ferrocarril permitiría economizar costos de transporte, tiempo de traslado, reducir riesgos y realizaría un recorrido que partiría en Saramiriza, pasando por Chamaya, en Cajamarca, llegando a Carrizal, en el límite con Lambayeque, saliendo por Chongoyape con dirección a Puerto Eten.
En su recorrido, el ferrocarril transportaría la producción de Manaos y toda la región nororiental, y retornaría con productos de costa tan básicos como los abarrotes y tan sencillos como los agregados para la construcción, (ripio, arena, cemento) que en Brasil son escasos y de alto costo. A esto se añade la posibilidad del desplazamiento de pasajeros de ida y vuelta.
En consecuencia, el Corredor Bioceánico es viable y su promoción demanda de la unión de esfuerzos políticos y técnicos, privilegiando una visión de futuro con integración territorial, productiva y económica desde Lambayeque hasta Loreto.
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